9/3/05

Los investigadores dudaron de ETA sólo horas después del atentado

09-03-05 - Ernesto Ekaizer (EL PAíS)

El 8 de julio de 2004, el ex subdirector general operativo de la Policía, Pedro Díaz- Pintado reveló, en la comisión del 11-M, que en la tarde de aquel día él mantuvo una reunión con varios jefes policiales en la dirección general. "Ahí es donde se dice, primero, que ha habido una confusión y que se trata de dinamita genéricamente [no es marca Titadyne] y, segundo, que ha aparecido una furgoneta con los detonadores que son de fabricación española y una cinta coránica". Y añade: "Luego nos vamos a ver [al ministro]...".
Esa reunión clave confirma que el buque fondeado durante la mañana con la bandera de ETA está naufragando. Es el hundimiento de la conjetura, elevada a categoría de hecho probado, de que la autoría de la masacre es obra de ETA.

Sobre las doce de la mañana, los jefes policiales especulan con ETA por antecedentes discutibles. En esas horas se asegura, también, que se han hallado bombas-trampa en el atentado. Es decir, la mano de ETA.

Mientras los jefes policiales están reunidos con el secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Astarloa, Díaz-Pintado recibe una llamada. El comisario general de Seguridad Ciudadana, Santiago Cuadro, le asegura que el explosivo usado es marca Titadyne, la habitual de ETA.

La reunión de las cinco de la tarde se celebra en la sala de juntas de la Policía, en la sede de Miguel Ángel. En la planta baja, en torno a una larga mesa rectangular, se dan cita el subdirector general operativo, Pedro Díaz-Pintado; el director general de la Policía, Agustín Díaz de Mera; el comisario general de Seguridad Ciudadana, Cuadro; el subdirector general técnico, Gabriel Fuentes, y el jefe superior de Policía de Madrid, Miguel Ángel Fernández Rancaño.

Jesús de la Morena, comisario general de Información, era esperado. Pero no llegará porque permanece en Canillas, donde se somete a inspección la furgoneta Kangoo hallada en Alcalá de Henares. La cinta de versos coránicos y los detonadores son un golpe contra las conjeturas de ETA, pero la recapitulación es todavía más devastadora. Díaz-Pintado, que ya sabe que no es explosivo Titadyne, vuelve a preguntar a Cuadro, quien confirma que ha sido un error. Díaz-Pintado pregunta por las mochilas-trampa. Cuadro dice que no son mochilas-trampa, que es otro error. El rostro de Díaz-Pintado está desencajado. Es él quien deberá decirselo, cara a cara, al ministro Acebes.

Esa noche, mientras Fuentes se traslada con el director general de la Policía, Díaz de Mera, a Ifema, donde se ha instalado el tanatorio, le pregunta qué cree sobre lo ocurrido.

Todos los indicios, hasta esa hora de la noche, apuntan -dice Fuentes- en la dirección del terrorismo islamista, no a ETA. Intercambian opiniones.Fuentes, entonces, piensa en voz alta. Dado que el ministro ha sido tan definitivo en relación a la autoría de ETA, quizá lo mejor sería echar marcha atrás en dos fases. Decir ya que se contempla la hipótesis de un atentado ETA-islamistas. Y, más tarde, anunciar que ETA no es siquiera coautora.

Era sólo una idea.


No hay comentarios: