31/3/09

Rajoy reconoce que en la tarde del 12-M "todo apuntaba" a que no había sido ETA

El 13-M afirmaba en una entrevista a EL MUNDO que tenía la "convicción moral" de que había sido ETA

30-03-09 - EFE

El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha señalado hoy que "en un primer momento" creyó que ETA era la autora de los atentados del 11-M de Madrid porque fue lo que le dijeron, pero ha manifestado que hoy no cree que fuera esa banda terrorista la culpable.

"Yo lo creí en un primer momento porque fue lo que me dijeron; al cabo de un día y medio todo apuntaba que no había sido así", ha reconocido Rajoy en el programa de TVE "Tengo una pregunta para usted".








Después del juicio de la Audiencia Nacional y de que la sentencia no diga nada de la autoría de ETA, "yo creo hoy que no fue ETA", ha añadido.
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Ha asumido además su derrota electoral en 2004: "siempre he aceptado, acepto y aceptaré lo que digan los ciudadanos; con perdón de la expresión, eso va a misa".



Antonio Hernando (PSOE): “Han hecho falta cinco años para que Rajoy acepte y diga la verdad del 11-M”


31-03-09 - Europa Press

El portavoz de Interior del PSOE en el Congreso, Antonio Hernaldo, considera que el líder del PP, Mariano Rajoy, "debería pedir perdón" por lo que el PP hizo durante dos años en la Comisión de Investigación de los atentados del 11-M. Estas manifestaciones se realizan después de que Rajoy reconociera la autoría islamista durante su intervención en el programa de TVE 'Tengo una pregunta para usted'.

A juicio de Hernaldo, Rajoy "debería reconocer que se equivocó no solo en la Comisión, sino también en su acción parlamentaria" al intentar vincular "a toda costa" a la banda terrorista ETA con el atentado del 11-M.

Asimismo, en un comunicado emitido por el PSOE, el dirigente socialista lamenta que hayan sido necesarios cinco años para que el líder de la oposición "acepte y diga la verdad".

Por último, según Hernaldo, el PP y Mariano Rajoy tendrían que rectificar el "grave error" que, dijo, supuso la elaboración de unas conclusiones de la Comisión de Investigación, que además "fueron reiteradamente desmentidas por la sentencia del 11-M y por la realidad de aquel atentado".

13/3/09

¿Acaso el 11-M no se fijó en Bruselas?

Los atentados de Madrid no fueron obra de una célula local de inmigrantes magrebíes radicalizados. Hay múltiples evidencias de que detrás hubo una trama 'yihadista' internacional vinculada a Al Qaeda

11-03-09 - Fernando Reinares (EL PAÍS)

En Bruselas, sí. No en el barrio de Lavapiés ni en Morata de Tajuña. Fue cuando, casi cinco meses antes de que se produjeran los atentados de 2004 en Madrid, alguien adquirió una tarjeta prepago y facilitó para ello una serie de datos falsos, entre los que figuraba como fecha de nacimiento la del 11 de marzo de 1921.

Es significativo que en la azora 21 del Corán pueda leerse: "Si los infieles conocieran el momento en que no podrán apartar el fuego de sus rostros, ni de sus espaldas...". Además, dicha compra, y por tanto la fijación del 11-M, tuvo lugar el 19 de octubre de 2003. Al día siguiente -ni uno antes, ni uno después- de que un canal qatarí de televisión emitiese un vídeo en el que Osama Bin Laden amenazaba a varios países occidentales, mencionando de manera expresa a España. Una circunstancia asimismo muy reveladora.

Importa aclarar que la aludida tarjeta prepago estaba inserta en el terminal de telefonía móvil encontrado en el dormitorio de la vivienda en que residía -insisto, en Bruselas- Youssef Belhadj, actualmente condenado a 12 años de prisión.

Constato de manera habitual que la inmensa mayoría de los asistentes a conferencias y seminarios en los que se habla del tema desconoce tanto ésas como otras evidencias fundamentales acerca de los terroristas que intervinieron en la planificación y ejecución del 11-M. Quizá por haber estado durante largo tiempo enredados en un debate excéntrico, elucidando si ETA estaba o no implicada en esos trágicos hechos, ha pasado desapercibido lo que los atentados de Madrid indican sobre la configuración del terrorismo global tras los del 11-S en Nueva York y Washington, o sobre la evolución de la amenaza que continuamos afrontando.

Cinco años después, mi impresión es que gran parte de los españoles sigue pensando que lo sucedido aquel infame día en los trenes de cercanías que circulaban hacia la estación de Atocha fue obra de una pequeña célula, constituida de manera espontánea y formada por inmigrantes magrebíes mal adaptados a nuestra sociedad, radicalizados a sí mismos y sin conexiones internacionales de importancia. Pero las cosas no son así.

En primer lugar, entre los implicados en los atentados del 11-M hay varios individuos, como Jamal Zougam y Serhane Ben Abdelmajid Fhaket, El Tunecino, o el huido Said Berraj, que estuvieron integrados en la célula de Al Qaeda establecida en España a inicios de los noventa o mantenían estrechos vínculos con su dirigente, hoy en prisión, Abu Dahdah. Éste quedó al frente de la célula cuando el más notorio de sus fundadores, Abu Musab al Suri, dejó Madrid para trasladarse primero a Londres, donde desarrolló labores doctrinales junto a Abu Qutada, y luego a Afganistán, donde en 1996 era ya miembro del círculo inmediato de Osama Bin Laden.

Esa célula fue sustancialmente desmantelada por la policía en el otoño de 2001, al constatarse su trabazón con la de Hamburgo, la de los suicidas del 11-S, alguno de los cuales estuvo poco antes en nuestro país. Ni aquellos tres individuos ni otros cercanos a ellos encajan en el perfil propio de unos terroristas que constituyen su propia célula local e independiente de manera espontánea, una vez radicalizados a sí mismos.

Al aproximarnos a la identidad de los condenados en sumarios abiertos por los atentados de Madrid se distinguen, en segundo lugar, dos destacados miembros del Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM), formado hacia 1993 en Peshawar, Pakistán, y afiliado con Al Qaeda. En su campo de adiestramiento de Jalalabad, Afganistán, se enseñaba a utilizar móviles en explosiones simultáneas. A inicios de 2002, esa organización terrorista y otras dos norteafricanas de la misma orientación -como el Grupo Islámico Combatiente Libio (GICL), alguno de cuyos notables entró en contacto con uno de los terroristas de Madrid- acordaron atentar en los países de donde procedían sus integrantes o en los que residieran.

Los atentados de Casablanca se produjeron en mayo de 2003 y los del 11-M en Madrid, diez meses después. Las redes terroristas de ambos casos se solapan parcialmente. Hassan el Haski, condenado aquí a 14 años, lo ha sido a 10 por lo ocurrido en aquella ciudad marroquí. Ningún miembro del GICM es, por definición, componente de una célula local surgida espontáneamente y carente de conexiones internacionales.

En tercer lugar, envuelto en el 11-M encontramos a un antiguo militante de la Yihad Islámica Egipcia (YIE), que en 2001, siendo su líder Ayman al Zawahiri, el actual lugarteniente de Osama Bin Laden, se fusionó con Al Qaeda. Hablo de Rabei Osman Es Sayed Ahmed, Mohamed el Egipcio, un notorio emprendedor de iniciativas a favor de Al Qaeda y el terrorismo global desde 1999 en Alemania, Francia, Italia, Bélgica y España, donde están acreditados sus ligámenes con algunos de quienes cometieron los atentados de Madrid. Por estos hechos fue condenado en Italia a ocho años de prisión.

Una investigación del Federal Bureau of Investigation (FBI) estadounidense, solicitada por las autoridades italianas, puso de manifiesto que, el 4 de febrero de 2004, es decir, cinco semanas antes del 11-M, El Egipcio activó por primera vez la dirección de correo electrónico que utilizaba normalmente, introduciendo en el formulario de registro un nombre imaginario, con domicilio ficticio y supuestamente nacido el 11 de marzo de 1970. Ocurrió en Milán. No en el barrio de Lavapiés ni en Morata de Tajuña.

Ciertamente, si repasamos el listado de cuantos han sido condenados por los atentados del 11-M o se suicidaron en Leganés el 3 de abril de 2004, hallamos unos cuantos marroquíes, originarios de ciudades como Tánger y Tetuán, inmersos en la delincuencia común y el narcotráfico, liderados por Jamal Ahmidan, El Chino.

Pero fueron expresamente movilizados para participar en los atentados y no constituyeron célula alguna de manera espontánea ni se radicalizaron solos. En cualquier caso, los rasgos comunes a estas personas son relativamente distintivos respecto al conjunto de quienes participaron en los atentados de Madrid y no debe tomarse esta parte por un todo más diverso. A la hora de explicar el amalgamiento de esos individuos caracterizados por su previa trayectoria delictiva con otros inmersos desde hacía mucho tiempo en grupos y organizaciones terroristas afines a Al Qaeda, dentro y fuera del territorio español, es preciso aludir a ligámenes afectivos de amistad, vecindad o parentesco que vinculaban entre sí a no pocos de estos terroristas.

A todo ello debe añadirse que Al Qaeda se hizo responsable de los atentados mediante un comunicado enviado el mismo día por las Brigadas de Abu Hafs al Masri al periódico en lengua árabe que es su destinatario habitual desde hace más de una década, donde fue validado.

Los escondidos en el piso de Leganés siguieron las directrices transmitidas posteriormente con esa rúbrica. Sin olvidar que, según todo indica, los terroristas del 11-M huidos recibieron ayuda no sólo del GICM, sino de Ansar al Islam y el entramado de Al Qaeda en Irak. Alguno de ellos cometió un atentado suicida en este país.

En suma, no parece que los atentados de Madrid fuesen obra de una célula local surgida espontáneamente y formada por un puñado de inmigrantes musulmanes radicalizados a sí mismos. Incluso que el 11-M ocurriese exactamente 911 días después del 9-11 -es decir, el 11-S- resultaría en exceso sofisticado para una camada así. Evidencias como las reseñadas y numerosas otras sugieren una realidad más compleja, que lo es también para una amenaza que persiste.


Fernando Reinares es catedrático de Ciencia Política en la Universidad Rey Juan Carlos e investigador principal de terrorismo internacional en el Real Instituto Elcano. Actualmente prepara un libro sobre el 11-M titulado Operación Trenes de la Muerte.


10/3/09

Sáenz de Santamaría sostiene que hay que investigar los "nuevos datos" que han aparecido sobre el 11-M

10-03-09 - Europa Press

La portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, aseguró hoy que el PP respeta las sentencias referidas a los atentados del 11 de marzo de 2004 pero recalcó que, si hay nuevos datos sobre ello, deben ser "convenientemente analizados" porque los españoles desean conocer "todo lo que ha pasado".

Así respondió Sáenz de Santamaría ante las informaciones de determinados medios de comunicación sobre la investigación de los atentados y la petición de que se reabra el caso, entre otras cosas, para investigar a responsables policiales por supuesta ocultación de pruebas.

"El PP siempre ha respetado todas las decisiones judiciales pero si hay nuevos datos deben ser convenientemente analizados --enfatizó--. Cualquier español desea que se conozca todo lo que ha pasado y que no quede ningún responsable sin la respectiva condena".


El PSOE recuerda que los tribunales ya juzgaron la tragedia y ensalzaron la labor del juez instructor

El portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, José Antonio Alonso, recordó hoy que la "tragedia" del atentado terrorista del 11 de marzo de 2004 ya fue investigada y juzgada por los tribunales con una sentencia en la que se ensalzó la labor del juez instructor, Juan del Olmo, y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

Así respondió Alonso ante las informaciones de determinados medios de comunicación sobre la investigación de los atentados y la petición de que se reabra el caso, entre otras cosas, investigar a responsables policiales por supuesta ocultación de pruebas.

"El Estado de Derecho ya investigó y enjuició el trágico atentado", subrayó Alonso, quien recordó que precisamente la sentencia del 11-M "ensalzó" la labor realizada por el juez de instrucción y por los Cuerpos de Seguridad.


2/3/09

Hassan el Haski condenado a 10 años de cárcel por los atentados de Casablanca de 2003



Cumple otros 14 años de prisión como autor cualificado en su condición de dirigente por los atentados del 11-M

02-03-09 - Europa Press

La Sala Criminal del Tribunal de Apelación de Salé, en Marruecos, condenó hoy a 10 años de cárcel por terrorismo a Hassan el Haski, ya condenado en España por su papel en los atentados del 11-M, revocando así su absolución decretada por un tribunal de primera instancia.

El Haski, también conocido como Abú Hamza, estaba imputado por "constitución de banda criminal con vistas a preparar y cometer actos terroristas con vistas a atentar gravemente contra el órden público mediante el terror y la violencia", según informa la agencia marroquí MAP.

El pasado mes de septiembre, El Haski había sido absuelto en primera instancia por esta misma jurisdicción de todos los cargos que se le imputaban. En la audiencia de hoy, la Fiscalía pidió su condena a 10 años, mientras que la defensa insistió en su absolución por falta de pruebas.

El terrorista fue extraditado el pasado septiembre por autorización de la Audiencia Nacional y por un plazo de seis meses prorrogables para que las autoridades marroquíes pudieran juzgarle por su presunta implicación en los atentados del 16 de mayo de 2003 en Casablanca. En España, fue condenado a catorce años de cárcel por su implicación en los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid.