29/12/04

14-M, terrorismo y democracia

29-12-04 - José Ramón Montero e Ignacio Lago Peñas

Los estudios sobre el comportamiento electoral han comprobado que los votantes, aunque suelan carecer de mucha información sobre la política, toman decisiones que no son caprichosas o arbitrarias, sino razonadas y basadas en un amplio abanico de temas. La utilización de distintos atajos o mecanismos para adquirir información les permite comportarse prácticamente como si dispusieran de un conocimiento más que suficiente. No hace falta, en fin, estudiarse los programas de los partidos para votar como si se hubieran leído.

Pese a ello, algunos partidos que han gobernado, y culpan a los ciudadanos de su derrota tras unas elecciones, acostumbran precisamente a reprochar a los votantes la falta de cualquier atisbo de decisión racional o al menos razonable a la hora de valorar con sus votos la actuación gubernamental durante la legislatura. Además, cuando sucede un acontecimiento relevante y de última hora (como los atentados del 11-M), la frontera que separa este discurso de malos perdedores de la deslegitimación de los resultados electorales, en tanto dependientes de un estado de ánimo emocional y pasajero de los votantes, es tan delgada que no es extraño que algunos partidos caigan en ella plena e irresponsablemente.

Para el Gobierno saliente y los dirigentes del PP, así como para ciertos sectores conservadores en Estados Unidos, las ganancias socialistas de cerca de tres millones de votos y las pérdidas populares de algo más de un millón doscientos mil tendrían que ver exclusivamente con las viciadas reacciones a los atentados. Los españoles, o al menos aquellos que cambiaron su comportamiento electoral entre el 11 y el 14 de marzo, habrían cedido así al chantaje terrorista. En lugar de valorar adecuadamente su tarea de Gobierno en los últimos cuatro años y la consistencia de sus propuestas, habrían votado cobarde e impulsivamente, puestos de rodillas, para evitar ser golpeados de nuevo por Al Qaeda. Esta supeditación de la razón a la emoción en los resultados del 14-M no parece fácilmente rebatible. Para EL PAÍS (24-11-2004), y por citar sólo uno de los lugares en donde se ha escuchado, el supuesto de que los atentados influyeron en las elecciones es sólo una "posibilidad inverificable, pero defendible".

Creemos que esa posibilidad puede comprobarse. La posición que defendemos, basada en los datos de una encuesta postelectoral realizada por Demoscopia para un grupo de investigadores universitarios, entre los que nos encontramos, se opone radicalmente a esa consideración deslegitimadora del 14-M. Pocos días antes del 11-M, e incluso hasta el mediodía de la víspera electoral, las encuestas indicaban que el PP y el PSOE estaban técnicamente empatados; es decir, las diferencias entre ellos eran menores que los márgenes de error de las encuestas. Eso quería decir que cualquier resultado era factible: ciertamente el PP podía haber ganado, pero también cabía prever la victoria del PSOE. La reacción de los españoles a los atentados desequilibró esa situación. Pero no se produjo como consecuencia de la irracionalidad de unos ciudadanos conmocionados o manipulados, sino que fue mucho más sencillo: los españoles decidieron su voto en base a los principales mecanismos de la democracia representativa.

En las democracias, los Gobiernos son representativos porque son elegidos. De acuerdo con la conocida como teoría del control, las elecciones sirven para hacer responsables a los Gobiernos de los resultados de sus acciones pasadas. Como anticipan la evaluación de los votantes, los Gobiernos tienen un fuerte incentivo para desarrollar las políticas que consideran serán mejor valoradas por los ciudadanos. Al final de cada legislatura, los Gobiernos rinden cuentas al electorado por su gestión de los asuntos públicos. El electorado valora su actuación y vota en consecuencia.

Tras el 11-M, muchos españoles decantaron su voto a través de dos procesos complementarios. Situaron en un primerísimo plano, acaso el único, sus opiniones sobre la política exterior del Gobierno, en particular su decisión de apoyar la invasión de Irak. Y a ellas añadieron sus percepciones sobre la gestión informativa del Gobierno hasta el mismo 14-M. Los datos son concluyentes. Según la ya citada encuesta de Demoscopia, casi ocho de cada diez españoles pensaban en términos negativos sobre la decisión del Gobierno de apoyar la invasión de Irak; casi nueve de cada diez creían que no respondía a la voluntad de la mayoría, y otros nueve de cada diez declaraban que esta guerra no había valido la pena. Esos datos resultaron incluso empeorados por la denuncia de manipulación en el tema de las armas de destrucción masiva. Y se agravaron aún más tras los atentados: el 19% de los españoles responsabilizó de ellos al Gobierno por su política exterior. En suma, el Gobierno no siguió las políticas que demandaba la inmensa mayoría de los españoles, y tampoco fue capaz de convencerles de su idoneidad. Cuando esta situación ocurre, no es extraño que sea castigado en las urnas: el 21% de los españoles declaraba tras las elecciones que la invasión de Irak había contado mucho o bastante en su voto. Y un 16% reconocía que lo más decisivo en su voto fue la gestión de la información sobre la autoría de los atentados que realizó el Gobierno.

Los mecanismos de la democracia representativa han funcionado, pues, razonablemente bien. Tras los atentados, la valoración negativa de la política exterior del Gobierno del PP fue particularmente importante para movilizar a los abstencionistas y para canalizar hacia el PSOE a algunos antiguos votantes de IU y en menor medida del PP. Del mismo modo, las opiniones acerca de la gestión de la información sobre la autoría de los atentados explicarían también el voto al PSOE de antiguos abstencionistas, pero no contaría para los votantes de IU. Pero estas reacciones sólo pudieron mostrarse mediante una condición adicional que suele olvidarse con demasiada frecuencia. Se trata de la evaluación de la gestión del Gobierno del PP a lo largo de sus cuatro años de mayoría absoluta. De nuevo con los datos de la encuesta de Demoscopia, todas las políticas públicas protagonizadas por el Gobierno, excepto la economía y el empleo, eran negativamente valoradas por los españoles. Las evaluaciones negativas eran especialmente intensas en las políticas relativas a la vivienda, la emigración, pero también eran mayoritariamente críticas en lo que hace al terrorismo, la política exterior, las políticas sociales y la educativa. Estos juicios retrospectivos se convirtieron así en una condición necesaria para que, tras la terrible conmoción de unos atentados de los que se responsabilizaba a la política exterior conservadora, el PSOE recibiera a antiguos votantes de IU o del PP, convenciera a antiguos abstencionistas para que dejaran de serlo o atrajera a jóvenes votantes.

¿Qué hubiera ocurrido si no se hubieran producido los atentados del 11-M? Con las lógicas precauciones que se derivan de la imposibilidad de reconstruir el comportamiento electoral del 14-M, los análisis contrafácticos permiten realizar aproximaciones sobre acontecimientos teniéndolos como no producidos. Para ello, hemos llevado a cabo simulaciones suponiendo que ninguno de los entrevistados en la encuesta de Demoscopia pensara que los atentados fuesen consecuencia de la política del Gobierno, criticara la gestión informativa del Gobierno en los días posteriores o las dos cosas. Los resultados indican una reducción en unos pocos puntos porcentuales del PSOE. Dados los márgenes de error que manejan las encuestas, sólo cabe concluir entonces que el ganador, ya fuera el PSOE o el PP, lo habría hecho por un escasísimo margen. Pero esos análisis ratifican que la parte del león del retroceso electoral del PP tendría que ver fundamentalmente con su actuación durante la legislatura.

El problema de la derrota del PP no radicó, pues, en los terribles atentados del 11-M, sino en el funcionamiento de los mecanismos básicos de control y responsabilidad de nuestro sistema democrático. A la hora de expresar su decisión electoral, cada uno de los ciudadanos españoles recordó sin duda a las víctimas; pero todos ellos depositaron su voto con la misma libertad y capacidad que en todas las anteriores elecciones. Al decidir colectivamente castigar al PP y ofrecer el Gobierno al PSOE, los resultados del 14-M han supuesto una vuelta de tuerca en el control que los españoles ejercen sobre sus gobernantes y sobre las políticas que desarrollan. Y esto es algo por lo que, aún con el ánimo entristecido por tantas víctimas, debemos felicitarnos los demócratas. A la postre, también los votantes españoles tomamos decisiones razonables.


28/12/04

Mirándonos a los ojos

28-12-04 - Enric Sopena (El Periódico)

Quieren mantener la confusión masiva cuanto más tiempo mejor, quizá hasta el 2036 --año del centenario, feliz coincidencia--, cuando acaso se descubra gracias al ADN que un sobrino tercero de Josu Ternera fue engendrado en realidad por un marroquí que gozó de los favores clandestinos de una sobrina segunda del conocido etarra.

Ella vasca, y votante de Batasuna. Entonces, una vez certificado que el marroquí pertenecía a una de las ramas del salafismo, podría concluir sus trabajos la comisión de investigación de los atentados del 11 de marzo.

La conexión con ETA quedaría así probada y José María Aznar --por esas fechas un anciano algo mayor que Manuel Fraga actualmente-- podría retirarse de la política con la cabeza alta. Iría a Televisión Española y ante un muy veterano Alfredo Urdaci declararía: "Les estoy diciendo la verdad. El sobrino-nieto de Ternera era el eslabón con ETA.

Todos los terrorismos son iguales, como decía también mi amigo George, que ahora se sienta sin complejos a la derecha de Dios padre".

Pero no sólo la comisión del 11-M se acerca razonablemente a su final, sino que los jueces Baltasar Garzón y Juan del Olmo sostienen que el 11-M fue la respuesta del terrorismo islamista a la presencia de España en la guerra.

O sea, vuelva ahora a la televisión, señor Aznar, y mirándonos otra vez a los ojos repita que nos dijo la verdad: que su Gobierno apoyó la guerra porque Irak tenía armas que podían destruir el mundo y que Sadam Husein y Osama bin Laden eran íntimos amigos dispuestos a expandir por doquier el terrorismo Luego, señor Aznar, llame a Garzón y a Del Olmo y, al menos a ellos, pídales disculpas.

26/12/04

El cerebro del 11-M tenía fotos para planear acciones suicidas

25-12-04 - Enric Hernández (El Periódico)

La entrega temporal a España de Rabei Osmán el Sayed, Mohamed el Egipcio, presunto cerebro del 11-M, está aportando nuevos datos sobre los preparativos de la matanza de Madrid. Tras su detención, el 7 de junio en Milán, la Policía italiana incautó al Egipcio unas fotografías destinadas a la preparación de atentados con kamikazes (terroristas suicidas), alternativa finalmente descartada por los autores materiales del 11-M.


EL SUMARIO

Experto en explosivos, el Egipcio ha sido reconocido por un testigo como uno de los ciudadanos de raza árabe que, en vísperas de la matanza de Madrid, frecuentaron la casa de Morata de Tajuña donde se fabricaron las mochilas bomba usadas en los atentados. En el sumario del 11-M, que instruye el juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo, obran ya las copias de las fotografías halladas por la Policía italiana en el ordenador de Osmán el Sayed, que arrojan luz sobre su papel en el diseño de los atentados.
Son nueve imágenes captadas de internet, concretamente de una web paramilitar de Estados Unidos, en las que se muestra cómo fabricar dos tipos de artefactos explosivos. En seis de ellas aparece, desde ópticas distintas, un chaleco con explosivos como los que los terroristas suicidas palestinos utilizan en Israel.
Las imágenes fueron exhibidas por expertos antiterroristas israelís en un encuentro celebrado en Charleston (Carolina del Sur, EEUU), según especifica un texto adjunto en el que se destaca lo "fáciles de disimular" que son los artefactos expuestos. La información procede de la página web www.sftt.org, perteneciente a una asociación, Soldiers For the Truth, destinada a militares, veteranos y mercenarios de EEUU.


EL MALETÍN BOMBA

Otras tres imágenes detallan cómo preparar una bomba con un maletín y un teléfono móvil a modo de activador del explosivo. Ése fue el modelo seguido por los autores materiales del 11-M, que en vez de maletines depositaron 14 mochilas en cuatro trenes que aquella mañana se dirigían a la estación de Atocha. Sólo falló una de ellas, y la tarjeta del móvil que contenía ofreció a la Policía española la pista necesaria para practicar las primeras detenciones, sólo 48 horas después de los atentados.
La supuesta aparición de un terrorista suicida entre los fallecidos en los trenes, anunciada por la SER en la tarde del 11 de marzo y después descartada por los médicos forenses, fue uno de los datos que José María Aznar esgrimió en la comisión del 11-M para implicar a la cadena radiofónica en una conspiración contra el Gobierno del PP.


EL BULO

"Semejante bulo no era simplemente una información fallida. Se empezaba a fabricar la teoría de la ocultación del Gobierno. El dato del supuesto e inexistente suicida no era inocente", sentenció Aznar. La propia SER admitió su error, pero las fotos enviadas por la Policía italiana revelan que el cerebro del 11-M se documentó sobre la preparación de atentados con kamikazes.
De hecho, tres semanas después de la masacre siete de los terroristas, acorralados, se suicidaban en un piso de Leganés. Uno de ellos se ciñó un cinturón con dos kilos de goma-2 Eco, y entre los restos del inmueble apareció un vídeo grabado el 27 de marzo en el que dos de los terroristas portaban sendos chalecos con explosivos.

25/12/04

El Gobierno distribuyó vía e-mail hasta el mismo 12-M por la tarde las fotos de nueve presuntos etarras autores del atentado

Cadena SER

La distribución de las fotos de los nueve etarras como presuntos autores del atentado, continuó el viernes al mediodía, cuando ya se había abierto la pista islámica, y la investigación sobre la tarjeta del móvil encontrado en la mochila desactivada, estaba en manos de la Brigada de Información exterior.

La SER tiene en su poder dos correos electrónicos, distribuidos desde organismos oficiales, que prueban que esa información siguió difundiéndose desde ordenadores pertenecientes al Gobierno el mismo viernes a primera hora de la tarde.

El primero está fechado a las 11 de la mañana, del viernes 12 de marzo.

El mensaje original, según se puede leer, parte de la Secretaría del Consejo de Ministros, a las 11 de la mañana.

Los destinatarios son: los "Usuarios de la Comisión y el Consejo de Economía".

Y el Asunto de este correo electrónico dice textualmente:

"Fotos presuntos terroristas del 11-M. Distribuido por Interior, por favor hacerlo llegar a la mayor cantidad posible de gente".

El segundo correo electrónico está distribuido, desde los ordenadores del INEM, con sello del INEM y del Ministerio de Trabajo; Ministerio que por cierto estaba dirigido en ese momento, por el portavoz del Gobierno, Eduardo Zaplana.

Ese correo, fechado también el viernes 12 de Marzo a las dos de la tarde, y que se distribuye a través del sindicato de funcionarios CSIF, dice lo siguiente:

Estimados/as compañeros/as:

"Hemos recibido, a través de los compañeros del Ministerio de Interior, las fotos de los presuntos autores de la masacre que tuvo lugar en Madrid en el día de ayer. Sería conveniente que remitieseis este correo a cuantos conozcáis, por si, entre todos podemos localizar a estos criminales.

Estos correos, difundiendo las fotos de nueve etarras que supuestamente habían participado en el atentado, se siguió difundiendo el viernes por la tarde, cuando las pistas que apuntaban al terrorismo islamista ya estaban sobre la mesa, y la tarjeta del móvil que condujo a los presuntos autores estaba en manos de la Brigada de Información Exterior, la encargada de investigar el terrorismo islámico.





24/12/04

Siete meses en busca de la verdad (Informe sobre la Comisión de Investigación del 11-M)

24-12-04 - Elsa Granda

La comisión parlamentaria que investiga los atentados del 11-M decidió el pasado miércoles cerrar la fase de comparecencias y empezar a preparar las conclusiones. Terminaban siete meses de interrogatorios en busca de la verdad. Se preguntó por la posible imprevisión ante la amenaza islamista, la descoordinación policial, la autoría del atentado y la información facilitada entre los días 11 y 14 de marzo.

57 comparecientes, 22 sesiones, 186 horas de preguntas y respuestas y muchas dudas, algunas esclarecidas y otras aún sin resolver. Los trabajos de la comisión de investigación de los atentados terroristas que el 11 de marzo segaron en Madrid la vida de 191 personas y marcaron de forma irreversible la existencia de más de 1.500 han abordado de lleno algunas cuestiones y han bordeado otras. El PP no ha visto satisfecho su deseo de dejar demostrado, a través de estas compacencias, que el Gobierno de José María Aznar dio a la ciudadanía la información "en tiempo real" tras el ataque a los trenes, más bien al contrario; y ha centrado su interés en las protestas de la jornada de reflexión y en el mismo día de las elecciones, el 14-M, que dieron la victoria al PSOE.

Los trabajos tomaron principalmente los siguientes caminos: la posible imprevisión ante la amenaza del terrorismo islamista, la presunta descoordinación policial, la autoría del atentado, la información facilitada entre los días 11 y 14 de marzo y las propuestas para intentar evitar una nueva matanza. Éste es un resumen de lo más destacado de las comparecencias.


IMPREVISIÓN
"Hubo exceso de confianza"

Desde 1999, especialmente a partir del 11 de septiembre, y hasta 2004, la policía, la Guardia Civil, el CNI y Europol elaboraron varios documentos alertando de que España se había convertido en una base importante de Al Qaeda en Europa y sobre el riesgo de convertirse en escenario de un ataque. Los propios terroristas emitieron comunicados en los que señalaban a España entre sus objetivos. Las advertencias se incrementaron tras los atentados de Casablanca y la participación española en la guerra de Irak. Nadie quiere hablar abiertamente sobre imprevisión ante la amenaza islamista, pero se han constatado algunos fallos graves.

- Jesús de la Morena (ex comisario general de Información). "Del terrorismo islámico hasta el 11-M sólo se sabía el abc. En este momento nuestro grado de amenaza es muy alto, quizá porque sabemos mucho más. No quiere decirse que antes del 11-M no lo fuese, pero no lo sabíamos".

- Pedro Díaz Pintado (ex subdirector general operativo de la policía). "Creo que hubo exceso de confianza por parte de todo el mundo, porque siempre se ha pensado que los integristas islámicos, no Al Qaeda, no iban a atentar en nuestro país, que se consideraba un sitio de paso, que les servía de reposo del guerrero".

- Mariano Simancas (director en funciones de Europol). "Después del llamamiento que hizo Bin Laden en noviembre de 2003 señalando a una serie de países, España tenía una amenaza directa y concreta".

- Miguel Ángel Fernández Rancaño (jefe superior de policía de Madrid). "Tenemos que hacer autocrítica de aquellos puntos en los que quizá podíamos haberlo hecho mejor y reforzar estas unidades dedicadas a esta nueva amenaza que está aquí. Al menos en Madrid no éramos conscientes, en el ámbito de mi responsabilidad, de que podíamos tener este grado de amenaza".

- Jesús Núñez Valverde (Instituto Estudios sobre Conflictos). "Yo no lo pondría en términos de bajar la guardia, sino de no reaccionar suficientemente a esa amenaza que sabíamos ya que se estaba perfilando en nuestro territorio".

- Baltasar Garzón (juez de la Audiencia Nacional). "Podía haber muchos más medios, podía haber habido mucha más previsión por parte de todos, en el ámbito legislativo, en el ámbito jurídico, en el ámbito judicial, en el ámbito policial, en el ámbito político".

- Eduardo Fungairiño (fiscal jefe de la Audiencia Nacional). "Por las relaciones que hemos tenido con la policía y la Guardia Civil antes de los atentados, me parece que todo el mundo era consciente del peligro terrorista, máxime a partir del 11 de septiembre".

- Santiago López Valdivielso (ex director de la Guardia Civil). "ETA era la amenaza real, ETA era la que estaba atentando en España. Lo otro era una amenaza que estaba ahí en el horizonte, hipotética, pero a partir del 11-S los expertos, los analistas, se dan cuenta de que es una amenaza que está ahí".

- Ángel Acebes (ex ministro del Interior). "Cuando convenía se nos decía que estábamos haciendo demasiado; es más, se burlaban. Mientras unos nos dedicábamos a trabajar contra el terrorismo islamista, precisamente por esas amenazas genéricas, otros se dedicaban a criticarlo y a ridiculizarlo. (...) En el 11-M no hubo ninguna imprevisión policial. Hemos realizado la política preventiva e investigativa que podíamos realizar".

- Rafael Gómez Menor (jefe de la Sección Segunda -asuntos árabes- de la policía). "Es evidente que existía una amenaza; una amenaza genérica. No había ningún dato concreto y específico de que se pudiera cometer un atentado de tal magnitud. (...) Había una amenaza, se notaba el ambiente".

- José María Aznar (ex presidente del Gobierno). "Me parece temerario y suicida que en un país que lleva sufriendo más de tres décadas de terrorismo, que en un país con 900 víctimas, se hable de imprevisión. Algunos advertimos durante mucho tiempo de la amenaza. (...) Si alguien puede decir que ha hecho advertencias sobre la amenaza del terrorismo islámico, para nosotros, ése he sido yo. [En contraste con lo anterior, en el epílogo de su libro, Aznar escribía lo siguiente: "Debo reconocer que tal vez la opinión pública española no era lo suficientemente consciente, hasta el 11 de marzo, del alcance de la amenaza del terrorismo islámico, o por los menos, no tanto como lo ha sido de la amenaza del terrorismo de ETA. Si es así, el Gobierno tiene sin duda una responsabilidad que asumir. Quizás los propios éxitos conseguidos en la lucha contra ETA nos han llevado a bajar la guardia ante la amenaza fundamentalista"].

- José Luis Rodríguez Zapatero (actual presidente del Gobierno).

"Nuestro país está hoy más y mejor protegido frente al terrorismo islamista. Hay mayor conciencia de la amenaza, que fue claramente subestimada. Si el Gobierno anterior reconoce que había fallos y errores, yo diré que no había imprevisión. (...) Nuestra participación en la guerra de Irak elevó el riesgo de atentado, y además no consta que se tomaran medidas ante el aumento de la amenaza".

- Pilar Manjón (representante de las víctimas). "Algunos elementos del engranaje que debería haber previsto el peligro fallaron estrepitosamente".


LAS ALERTAS
Varios informes de la policía, la Guardia Civil, el CNI y Europol alertaron sobre el riesgo de un atentado islamista.

- "Las actividades desarrolladas por los grupos radicales islamistas en España se centran en la infraestructura, reclutamiento, apoyo logístico, financiación y en el uso de España como país de tránsito" (Europol 06/02).

- "Noticias sin confirmar alertan sobre la posibilidad de un atentado terrorista de la organización Al Qaeda en territorio nacional" (subdirección general de Operaciones de la Guardia Civil. 06/02 ).

- "La proximidad geográfica del ataque de Casablanca afectaba claramente a España. Consideramos que la valoración de la amenaza es importante" (Unidad de la Guardia Civil contra el terrorismo islamista. 06/03).

- "España figura ya como objetivo declarado de Al Qaeda, y esta organización está cumpliendo sus amenazas" (Unidad Central de Información Exterior de la Policía. 11/03).

- Un informe de Interpol de 22 de diciembre de 2003 señalaba que la guerra de Irak se había convertido "en un riesgo adicional para España" por su apoyo incondicional a la intervención militar.

- El 19 de octubre de 2003 Osama Bin Laden amenazó a España en un vídeo distribuido por la cadena Al Yazira: "Nos reservamos el derecho de responder, en el momento y lugar oportunos, contra todos los países que participan en esta guerra injusta, en particular Gran Bretaña, España, Australia, Polonia, Japón e Italia".

- Informe de la Guardia Civil de 27 de febrero 2004: "Después de los últimos acontecimientos, en especial el atentado de Al Qaeda en Casablanca y la presencia de miembros del GIA en centros penitenciarios españoles, no es descartable que miembros afines a estas organizaciones puedan llevar a cabo acciones violentas".

- "Entre 2001 y 2003, algunas cárceles españolas se convirtieron en el escenario donde germinaron células terroristas muy peligrosas" (Auto del juez Garzón).

- Informes del CNI:

21 de febrero 2003. "La posición de España [en el conflicto de Irak] ha elevado el riesgo de atentado, pudiendo ser objetivo de grupos integristas islámicos. No se puede descartar la existencia de células durmientes en España".

28 de abril 2003. "Son de esperar acciones terroristas tanto en países directamente implicados [en la invasión] como [en los países] aliados de EE UU".

10 de junio 2003. "España es una base logística pero no puede descartarse que puedan cometerse actos [terroristas] en España".

27 agosto 2003. "La presencia militar en Irak incrementa el riesgo de atentados contra intereses españoles tanto en España como en el extranjero".

27 de octubre 2003. Advierte de que la amenaza de Bin Laden debe tomarse en serio, sobre "amenazas crecientes" y sobre un "incremento del riesgo" de atentado. Y recomienda "la necesidad de medidas de protección"

Diciembre de 2003. Una directiva de inteligencia incluye al terrorismo radical islamista, por primera vez, entre las prioridades del CNI, y recomienda adoptar medidas preventivas ante el aumento del riesgo.


COORDINACIÓN POLICIAL
"Un disparate y un desastre"

Las diferentes comparecencias han dejado al descubierto falta de coordinación entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y los servicios secretos. El punto más palmario de esta descoordinación se refleja en la trama asturiana que facilitó los explosivos para los atentados

- Ignacio Astarloa (ex secretario de Estado de Seguridad). "Esto no es eficiencia policial, es un disparate, es un desastre. Y entiendo que ese desastre es sobre el que tenemos que aclarar dónde están las responsabilidades. Yo tengo que decir con toda claridad que de la mayoría de esas cuestiones yo no tengo ni la más mínima noticia mientras soy secretario de Estado de Seguridad, ni la más mínima".

- José Luis Rodríguez Zapatero (actual presidente del Gobierno). "La descoordinación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado es uno de los elementos que, en ocasiones, ha podido mermar la eficacia de sus actuaciones. Los fallos de coordinación y los fallos de control de explosivos han sido muy evidentes".

- Jaime Ignacio del Burgo (diputado del PP).

Sobre la trama asturiana de explosivos: "Me niego a pensar que hubo una infame conspiración. Sería terrible que llegáramos a la conclusión de que la masacre podría haberse evitado. Los datos obrantes en esta comisión están gritando a voces que nos hallamos cuando menos en presencia de una escandalosa negligencia y que alguien intenta a toda costa eludir su responsabilidad.

- Pedro Laguna (ex coronel jefe de la comandancia de la Guardia Civil de Asturias). "Quizás debería haber habido más coordinación. Entre los operativos es buena, pero entre los mandos, quizás no tanto".

- Juan Carretero (jefe superior de la policía de Asturias). "Las reuniones de coordinación eran coyunturales".

- Fernando Aldea (coronel jefe de la comandancia de la Guardia Civil en Asturias). "Entre 2000 y 2004 no hubo reuniones ni intercambio de fuentes".

- Mariano Rayón (jefe de la Unidad Central de Información Exterior de la policía). "No hubo ninguna reunión monográfica sobre el terrorismo islámico en el Ministerio del Interior en los dos últimos años".

- Jorge Dezcallar (ex director del CNI). "Si me pregunta si la información nos llegaba en tiempo real, la respuesta es no. La información nos llegaba cuando nos llegaba. (...) Entre los días 11 y 16 no hubo ninguna reunión para distribuir tareas entre policía, Guardia Civil y CNI".

- Explosivos. La Guardia Civil y la policía recibieron entre 2002 y 2003 tres soplos de delincuentes referidos a la existencia de una red de tráfico de explosivos en Asturias. Sin embargo, tras investigarla cada uno por su lado, llegaron a la conclusión de que era "un cuento chino" y que la Goma 2 de la que se hablaba "no existía".


LA AUTORÍA
"Todo apuntaba a ETA"

Diversos informes, autos y declaraciones de expertos han rechazado que exista pista alguna que conduzca a ETA en los atentados del 11-M, y descartan conexiones entre ambas bandas criminales. Ángel Acebes, ex ministro del Interior, desmintió a los mandos policiales que han declarado ante la comisión. Éstos reiteraron que las sospechas que dirigieron la mirada hacia ETA se desvanecieron a las pocas horas de la masacre.

- José Antonio Alonso (ministro del Interior). "Las investigaciones no admiten conjeturas e insidias. (...) Desde el día 11 todos los indicios apuntan al terrorismo islámico y ninguno a ETA".

- Gijs de Vries (coordinador europeo antiterrorista). "No tengo ninguna información sobre vínculos entre ETA y terroristas islámicos por lo que a estos atentados se refiere".

- Telesforo Rubio (comisario general de Información). "No existe actualmente una línea de investigación sobre una posible conexión entre ETA y Al Qaeda porque ésta se ha descartado radicalmente".

- Jorge Dezcallar (ex director del CNI). "Desde el primer momento reuní a los expertos de lucha contraterrorista, especialistas en ETA y a los que se dedican a islamismo".

- Mariano Rayón (jefe de la Unidad central de Información Exterior).

"Yo nunca descarto nada, pero tengo el convencimiento moral de que no ha habido ni presencia ni participación de ETA en el 11-M. (...) No me consta que haya relación entre ETA y Al Qaeda".

- Juan Jesús Sánchez Manzano (máximo responsable de los Tedax). "Ni yo ni nadie de mi unidad dijo nunca que la dinamita fuera Titadyne. A las 14.00 tuvimos los primeros datos fiables que decían que era dinamita, pero sólo que era dinamita, sin precisar de qué marca comercial. Vimos que era Goma 2 ECO porque es la dinamita que utilizamos para las prácticas. Pero además llamamos a los fabricantes, que vinieron y confirmaron, a las 17.00, que era de su empresa, Goma 2 Eco".

[A las 5 de la madrugada del 12 de marzo ya se sabía sin ninguna duda que era Goma 2 ECO].

- Rafael Gómez Menor (jefe de la Sección Segunda -asuntos árabes- de la policía). "Nunca surgió la posible relación entre el terrorismo islamista y el terrorismo etarra. Está claro que el atentado ha sido cometido por islamistas".

- Baltasar Garzón (juez de la Audiencia Nacional). Reveló ante la comisión de investigación la siguiente conversación, mantenida el día de los atentados por la noche con el subdirector operativo de la policía, Pedro Díaz-Pintado:

- ¿Quién creéis que ha sido?

- Estamos al 50-50.

- ¿Pero apuntando hacia el norte o hacia el sur?

- Hacia el sur.

Esa noche, Garzón habla con el comisario general de Información, Jesús de la Morena, que le dice: "No tengo ninguna prueba, pero esto empieza a inclinarse hacia el terrorismo islamista".

- Ángel Acebes (ex ministro del Interior). "Se hace un análisis durante todo ese día y que además se mantiene hasta el día 13 por la tarde. El análisis conduce a que la responsabilidad del atentado es de la organización terrorista ETA. Todo apuntaba a la organización terrorista ETA, y nada, nada, apuntaba hacia otro tipo de organización terrorista, nada. (...) Están apareciendo indicios permanentemente [sobre la vinculación de ETA y Al Qaeda] que hay que investigar. Desde mi punto de vista, ésta no es una investigación cerrada. Hay algo que no encaja y que no acaba de encajar en la ejecución de este atentado. No lo descarto hoy

[la colaboración entre ETA y Al Qaeda], ¡cómo lo iba a descartar entonces!".

- José Antonio Alonso (ministro del Interior).

"Las investigaciones no admiten conjeturas e insidias, sino que tienen como objetivo la búsqueda de la verdad material y se basan en hechos precisos, y éstos llevan al terrorismo islamista".

- José Luis Rodríguez Zapatero (presidente del Gobierno).

"Desde que se descubrió claramente que la dinamita no era Titadyne (en la tarde del jueves 11 de marzo), no había absolutamente ningún elemento que pudiera hacer pensar que el atentado terrorista era de ETA. La autoría de los atentados corresponde en exclusiva al terrorismo internacional de tipo islamista radical. De la investigación de las autoridades penitenciarias sobre las relaciones entre presos se deduce que no existe relación alguna de carácter relevante para la preparación, autoría y responsabilidad de los atentados del 11-M entre los internos vinculados al terrorismo islamista radical y ETA".

- José María Aznar (ex presidente del Gobierno).

"El ministro del Interior solamente imputó una autoría cuando tuvo la información de los servicios policiales a su disposición. Yo tuve informes verbales y escritos encima de la mesa que me hablaban de la autoría de ETA y no tuve ninguno que me hablase de una autoría islámica".

- En sus siete comparecencias públicas desde el 11 de marzo (13.30) hasta el día 14 (14.24), Ángel Acebes, relacionó a ETA con los atentados al menos 59 veces, utilizando expresiones como "es absolutamente claro y evidente que la organización terrorista estaba buscando un atentado de estas características" o "la dinamita es la que utiliza ETA".

- Los informes. La comisión ha tenido acceso a varios informes policiales en los que se descata la conexión entre la banda terrorista ETA y los radicales islamistas.

- Informe del CNI del 15 de marzo de 2004: "La furgoneta abandonada por los terroristas en Alcalá de Henares por sí misma constituye toda una reivindicación del atentado. La cinta colocada en el radiocasete de la furgoneta contenía una sura muy significativa del Corán, denominada Castigo a los infieles, que ya se empleó anteriormente para reivindicar atentados de signo islamista fuera de España".

- Informe de la Unidad Central de Inteligencia (UCI) sobre la coincidencia de las caravanas de la muerte de ETA y de los terroristas islamistas: "Las investigaciones desarrolladas de forma exhaustiva han dejado clara la inexistencia de cualquier tipo de conexión o contacto, no sólo entre los terroristas de ambas furgonetas, sino también entre los responsables de los mismos a distintos niveles".

- Informe de la UCI sobre el robo de un vehículo por parte de ETA en la calle donde vivía el ex minero Suárez Trashorras: "Nunca ETA han tenido la necesidad de contar con ningún tipo de colaboración para el robo de vehículos".

- Informe de la UCI sobre los contactos entre presos por delitos de terrorismo y radicales islamistas: "Tanto a personas sospechosas de pertenecer a ETA como a movimientos radicales islamistas, no se ha encontrado ningún dato que permita deducir relaciones entre organizaciones".

- Auto del juez del Olmo. (18/06). Relata las primeras diligencias dirigidas a determinar la autoría de la matanza. En ningún momento alude a las sospechas sobre ETA, que el Gobierno del PP presentó como la "línea prioritaria" de la investigación.


LA INVESTIGACIÓN
"Que sea Al Qaeda no me ha dicho ningún responsable"

Las declaraciones ante la comisión de investigación de los mandos policiales contradicen lo mantenido por los responsables del Gobierno anterior, que aseguran que no se mintió ni ocultó información sobre la línea de investigación de los atentados. Acebes mantuvo hasta el día 13 por la noche que la línea prioritaria de la investigación era ETA. Para entonces se había hallado la pista definitiva, una tarjeta de móvil en una bolsa que no llegó a explotar, se decidió trasladar las investigaciones a la unidad encargada de terrorismo islamista, había una reivindicación islamista, y se produjeron detenciones de varios ciudadanos indios y marroquíes.

- Jesús de la Morena (comisario general de Información). En una reunión en el Ministerio del Interior el día 11 a las 12.00: "En mi percepción, contemplo con cierto escepticismo la posibilidad [de que ETA hay cometido el atentado]".

- En la comisión: "La prioridad en la investigación por exclusividad dura muy pocas horas. En la tarde del viernes 12 de marzo dije que no había indicios para descartar a ETA, pero que había que contemplar la vía integrista".

- Mariano Rayón (comisario jefe de la Unidad Central de Información Exterior de la policía). "Las respuestas llegaron el día 12, pero la certeza de que se trataba de terrorismo islamista es cuando me dicen el sábado por la mañana que varias personas que tenía un locutorio en Lavapiés habían comprado las tarjetas telefónicas. Esa mañana vimos que era blanco y en botella. En la mañana del 13 de marzo, hacia las 12.00, la pista islámica era ya la prioritaria".

- Pedro Díaz Pintado

(ex subdirector general operativo de la policía). "Los investigadores no dieron ni el 11 ni el 12 de marzo prioridad a ninguna línea de investigación, ni a ETA ni al terrorismo islámico".

- Eduardo Blanco González (comisario jefe de la Policía de Alcalá de Henares). "(...) A raíz de recibir el comunicado, alrededor de las 19 horas, más o menos, en el que me dicen que se han encontrado unos detonadores y una cinta, no es que se hable de otros autores, sino que en las investigaciones y gestiones que estamos haciendo ya no sólo trabajamos con ETA, sino con personas de raza árabe que pueden haber tenido participación".

- Mariano Simancas Carrión (director en funciones de Europol).

"(...) Insisto, bien entrada la tarde, sí; cuando conocimos los datos de la furgoneta, la cinta, ese tipo de cosas, sí empieza uno a pensar en otras posibilidades distintas a ETA".

- José Antonio Alonso (actual ministro del Interior).

"Desde el día 11 todos los indicios apuntan al terrorismo islámico y ninguno a ETA".

- Miguel Ángel Santano (comisario de la Policía Científica).

Remitió al Congreso el acta de entrega de la tarjeta SIM del teléfono móvil de la bomba desactivada, la pista definitiva. La tarjeta fue entregada a las diez de la mañana del día 12 a un agente del Servicio de Asuntos Árabes e Islámicos.

- José Manuel García Varela (jefe de información de la Guardia Civil).

Reveló en el Congreso que el 13 de marzo se produjo una reunión en el Ministerio del Interior a la que asistieron Acebes y el secretario de Estado de Seguridad. "En esa reunión se pone de manifiesto que va a haber detenciones, que hay ciudadanos marroquíes (...) Eso lleva ya a la teoría prioritaria del extremismo islamista"

- Las detenciones se realizaron entre las 15.30 y las 16 horas de ese mismo día.

- Ángel Acebes (ex ministro del Interior). Rueda de prensa del sábado 13 a las 14.30 horas: "Que sea Al Qaeda no me ha dicho ningún responsable de las Fuerzas de Seguridad, que en estos momentos tengan una línea preferente respecto a Al Qaeda. Ninguna de las reuniones que he tenido con las Fuerzas de Seguridad me ha dado ninguna información adicional que sea relevante".

- En la comisión del 11-M: "Si la vía prioritaria que se había fijado el 11 de marzo era ETA, no hubo ningún dato objetivo que la desvirtuara hasta última hora del día 13".

- José María Aznar (ex presidente). "El contenido de la furgoneta se conoce por la tarde del día 11 y muy poco tiempo después se traslada a la opinión pública. Fue entonces cuando di la orden de abrir una segunda línea de investigación a pesar de lo que pensaba la policía, en contra del criterio policial".

- José Luis Rodríguez Zapatero (actual presidente del Gobierno).

"Con todos esos datos que hoy conocemos y que el Gobierno tenía a su disposición desde el 11 de marzo por la tarde, seguir afirmando el 12, el 13 y el 14 que la línea prioritaria era ETA, o que había dos líneas de investigación, era engañar. Así de claro. Y engañar es decir con palabras o de otra manera algo que no es verdad. Aquello no era verdad y hubo, por tanto, ese engaño masivo. Y ahora lo que hay es confusión masiva".


MEDIDAS PARA EL FUTURO

Todos los comparecientes (mandos policiales, jueces, expertos, catedráticos) han ido aportando sus ideas de cara a prevenir un nuevo atentado. Éste es un resumen de las más destacadas.

- Recursos policiales. Incrementar los medios económicos, materiales y humanos frente al terrorismo islamista. Incorporar traductores. Incardinar los medios de respuesta ante amenazas terroristas en una misma estructura. Mejorar la cooperación internacional y de información a través de un Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista. Mejorar la coordinación de los cuerpos de seguridad españoles. Crear un órgano judicial / fiscal especializado. Crear un centro contraterrorista, dependiente del Interior, en el que se integren la Guardia Civil, policía y CNI. Mejora de la estructura periférica de los servicios de información. Articular un protocolo de actuación con participación de forenses para hacer frente a grandes catástrofes. Potenciar las medidas para evitar la financiación del terrorismo. Armonización de las legislaciones. Mejorar la formación de especialistas, fundamentalmente en el conocimiento de lenguas y culturas. Potenciar la cooperación con las fuerzas de Seguridad de Marruecos. Regular las relaciones con los confidentes. Mayor control de los explosivos. Cooperación entre los países europeos y los extracomunitarios. Acceso rápido y directo a bases de información. Refuerzo del control de fronteras exteriores.

- Coordinación judicial. Mejorar los mecanismos de investigación, en especial de las escuchas telefónicas. Mejorar la cooperación judicial internacional. Especialización de jueces y fiscales y coordinación con la policía y la Guardia Civil. Creación, en la Audiencia Nacional, de una red virtual en la que exista información de cada una de las personas investigadas por terrorismo o crimen organizado.

- Integración cultural. Integración social y cultural de la comunidad musulmana en España. Infiltración de redes de potenciales elementos violentos. Incorporación de jóvenes de musulmanes a los servicios de inteligencia y de seguridad. Control de circuitos financieros del terrorismo y superación del secreto bancario. Potenciar el conocimiento del árabe y del mundo islámico. Potenciar los recursos de ayuda al desarrollo.

- Medidas anunciadas por el presidente en su comparecencia del día 13 de diciembre.

Revisión del Código Penal para castigar el manejo irregular de explosivos.

Pacto de Estado contra el Terrorismo Internacional de todas las fuerzas parlamentarias.

Reforma de la Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.




23/12/04

Impostura o investigación

23-12-04 - Ernesto Ekaizer

La comisión del 11-M resolvió ayer iniciar una nueva fase de su trabajo, la de poner en limpio las informaciones procedentes de documentos y comparecencias acumulados durante cinco meses (julio, septiembre, octubre, noviembre y diciembre) con vistas a elaborar las conclusiones políticas y de seguridad sobre el atentado terrorista. El Partido Popular ha sido la única organización favorable a continuar la etapa de comparecencias y a ampliar la lista de documentos solicitados al Gobierno y a las autoridades judiciales.

La voluntad de llegar hasta el fondo de la investigación, ¿pasaba ayer por pedir más comparecencias y más documentos? La farsa, sí; la voluntad real, no. ¿Por qué? Por la sencilla razón de que en la comisión del 11-M no se investiga el atentado criminal como tal, sino sus circunstancias políticas, las presuntas responsabilidades de Seguridad y de Gobierno.

La investigación policial y judicial de los hechos del 11-M avanza a paso firme. Las detenciones continúan . Cuando la realidad más golpea las posiciones del PP, sus dirigentes políticos se aferran con mayor fuerza a su impostura. Véase si no, las operaciones de los jueces de la Audiencia Nacional Juan del Olmo y Baltasar Garzón en las últimas horas. De ellas vuelven a surgir indicios firmes de que los terroristas (los suicidas de Leganés y los vinculados con ellos) tuvieron en la cabeza la guerra de Irak a la hora de proyectar su atentado.

¿Qué dice el PP de estos hechos? No existen. Los comisionados del PP y sus principales dirigentes -Ángel Acebes, Eduardo Zaplana y Mariano Rajoy- siguen aferrados a su fantasía de que el atentado del 11-M nada tuvo que ver con la guerra de Irak y que, en todo caso, la guerra de Al Qaeda con España se remonta a Al Andalus. Y si éste, a efectos dialécticos, fuera el caso, ¿qué tiene que ver ETA, el otro ingrediente que el PP sigue agitando como conexión del terrorismo islamista en el atentado del 11-M?

La decisión de cerrar la fase de comparecencias supone poner un límite a la campaña de propaganda y desinformación sobre el atentado del 11-M con epicentro -o pretexto- en el Parlamento español a través de la comisión del 11-M.

Ayer, antes de finalizar la reunión de la comisión, los comisionados del PP se levantaron de sus sillas y cogieron sus abrigos, pero no se marcharon. No. Decidieron permanecer en en la sala. La idea que ayer difundieron es que la única fuerza que desea investigar es el PP, ya que los demás partidos han resuelto pasar a una segunda fase, de elaboración de las conclusiones.

En los próximos días, este argumento será utilizado sin cesar. El PP vende la idea de que los presuntos beneficiarios del 11-M se han quitado por fin la careta y no quieren que se investigue la verdad. El único soporte, ahora, de esta estrategia son los colaboradores intelectuales y periodísticos de los comisionados y dirigentes del PP. El Parlamento, al menos, ya no le dará la cobertura que exigían.

La comisión del 11-M entra ahora en un periodo decisivo. El material acumulado da para una descripción exhaustiva, del estilo del informe del 11-S en Estados Unidos, sobre la pregunta crucial: ¿qué falló para que los terroristas pudieran consumar el atentado? A esta cuestión es a la que hay que dedicar todo el esfuerzo.

Baja el telón


23-12-04 - EL PAÍS

La comisión de investigación sobre el 11-M echó ayer el telón sobre el capítulo de comparecencias, salvo que en el periodo de elaboración de conclusiones, que se prolongará hasta el 28 de febrero, se acuerde alguna citación excepcional. Sólo el PP se opuso al cierre de esta primera fase y solicitó la convocatoria de una treintena de personas más, entre ellos varios confidentes, mandos y agentes de la Guardia Civil en Asturias, así como la responsable de la Oficina de Atención a las Víctimas, después de que el juez encargado del caso haya hablado de descoordinación en la ayuda.

El cierre de la comisión no es un carpetazo, ni debería entenderse como un deseo de impedir el esclarecimiento de los hechos. Ningún grupo político puede arrogarse en exclusiva la búsqueda de la verdad y, aún menos, el esfuerzo por impedir nuevos atentados terroristas. No se ha excluido la posibilidad de pedir nuevas comparecencias, pero los comisionados tienen que asumir que su cometido es depurar responsabilidades políticas y elaborar conclusiones para hacer frente al terrorismo.

La asignación de responsabilidades penales individualizadas corresponde al juez. Tras la detención de Hassan el Haski como otro de los presuntos cerebros intelectuales de la barbarie, Del Olmo ha señalado en un auto que el ataque fue "una reacción" a la participación de España en la guerra de Irak. Y para ello se basa no sólo en un informe policial, sino en los interrogatorios practicados a los detenidos. Más de uno debería reflexionar al respecto.

La comisión nació a petición del PP y sus labores han recibido no pocas críticas, entre ellas la de la representante de la asociación de afectados, Pilar Manjón, quien acusó a los grupos políticos de utilizarla con fines partidistas. Pese a todo, ha arrojado bastante luz sobre la imprevisión y, sobre todo, la disparatada descoordinación entre las fuerzas de seguridad.

Ahora queda lo más difícil: recoger en unas conclusiones sólidas y consensuadas los numerosos testimonios y los documentos aportados. Lo ideal hubiera sido que se presentaran en un bloque único. Lamentablemente, no será posible. Los comisionados presentarán un primer paquete de recomendaciones operativas y otro de conclusiones políticas, con la idea de que su misión haya concluido no más tarde del próximo 11 de marzo, primer aniversario de la masacre.

La tarea exigirá solidaridad, persuasión, amplitud de miras e inteligencia. Porque al fin y al cabo, el enemigo es común y la amenaza sigue ahí, como demuestra la decisión del Gobierno de activar hasta el próximo 8 de enero un plan especial para impedir atentados y la detención ayer mismo de otras tres personas ligadas a la red del terrorismo islamista.

22/12/04

La Comisión decide comenzar la fase de conclusiones, sin previsión de más comparecencias, salvo circunstancias especiales

22-12-04 - Europa Press

La comisión de investigación sobre los atentados del 11 de marzo decidió ayer tarde pasar a la fase de redacción de las conclusiones y recomendaciones, sin previsión de nuevas comparecencias salvo circunstancias especiales. Según explicó el presidente, Paulino Rivero, para ello se han cursado las peticiones de documentación pendientes, que habrán de llegar al Congreso antes del 5 de enero, y se ha fijado un plazo hasta el 28 de febrero para que los grupos presenten sus propuestas de conclusión.

Rivero admitió que, con este calendario, es "imposible" que las conclusiones de la comisión se eleven antes de marzo. Eso sí, algunos grupos, como el PSOE e IU-ICV, han avanzado su idea de aprovechar el aniversario de la tragedia para presentar, como avance, alguna propuesta de resolución con medidas de futuro para mejorar la seguridad y la atención a los afectados.


COMPARECENCIAS, SÓLO EN CASOS ESPECIALES

El primer reto de la reunión, que duró poco más de hora y media, fue la petición del PP de celebrar más comparecencias. El Grupo Popular se quedó solo, mientras que CiU se abstuvo y el resto votó en contra. No obstante, Rivero precisó que no se cierra la puerta a celebrar más comparecencias, siempre que se acuerden por mayoría y respondan a circunstancias especiales.

Se acordó asimismo cursar las peticiones de documentación pendientes, en su mayoría del PP, y entre las que figura la parte del sumario del 11-M sobre la que el juez Juan del Olmo ha levantado el secreto. En cualquier caso, Paulino Rivero expresó la pretensión de la comisión de recibir esa documentación pendiente antes del 5 de enero.

A partir de ahí, los grupos parlamentarios habrán de presentar sus propuestas de la comisión antes del 28 de febrero, y esos textos serán sometidos a debates para buscar el mayor consenso posible. De todas formas, siempre quedará la posibilidad de presentar votos particulares.

La comisión seguirá funcionando en pleno, renunciándose a crear una ponencia especial para redactar las conclusiones conjuntas. No obstante, inicialmente no se prevén nuevas reuniones plenarias y es más posible que en adelante se recurra preferentemente a un formato más reducido, compuesto únicamente por la mesa y los portavoces (uno por grupo), lo que se estima aconsejable para avanzar en los trabajos. Todas estas reuniones ya no serán públicas, salvo cuando llegue el momento de debatir y votar la propuesta definitiva de conclusiones.


EL PAPEL DE LOS LETRADOS

Además, se adjuntará el informe de los letrados, dando cuenta de los trabajos realizados por la comisión. Aunque Rivero quiso dejar claro que esta aportación será "una información objetiva", se acordó dar la oportunidad a los grupos para incorporar sus matices al documento, ya que el PP sospecha que se pretende encargar a los servicios de la Cámara algo más que un resumen, lo que ya sería "una tarea que no les corresponde".

Con este panorama, se da por descartado que las conclusiones finales estén listas para el primer aniversario de los atentados, aunque para entonces se intentará adelantar un avance con recomendaciones para el futuro, especialmente en lo relativo a mejoras en la seguridad del Estado y en la atención de los afectados.

Según Rivero, es en las recomendaciones donde más se aprecia voluntad por parte de todos los comisionados para llegar a acuerdos y consensos. Los grupos son consciente de que no ocurrirá lo mismo a la hora de juzgar los antecedentes y la gestión informativa de los atentados por parte del Gobierno del PP.

21/12/04

Del Olmo, juez instructor del 11-M, concluye que los atentados fueron la "reacción" a la posición de España en la guerra de Iraq

Según el juez, los atentados fueron pepetrados por tres grupos bien definidos

21-12-04 - Agencias

El juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo ha establecido como conclusión provisional de su investigación sobre los atentados del 11-M que los ataques fueron decididos por varios grupos de islamistas radicales, quienes acordaron "atentar en España como reacción a la posición al conflicto de Iraq".

Así lo afirma el juez en un auto de 29 páginas dictado hoy, en el que decreta prisión incondicional para Hassan El Haski, detenido el pasado viernes en Canarias, a quien relaciona con los atentados del 11-M y que considera que estaba intentando hacerse con el liderazgo absoluto en Europa del Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM).

El juez Del Olmo señala que Sarhane Ben Abdelmajib, alias 'El Tunecino', uno de los terroristas que se inmoló en un piso de Leganés (Madrid) el pasado 3 de abril, buscó "medios y gente para realizar la misión que ya habían tomado", que era atentar en España como respuesta a la posición respecto a Irak.

Para ello se unió con el grupo organizado en el barrio madrileño de Villaverde por Jamal Ahmidan, alias 'El Chino', otro de los suicidas de Leganés, e integrado con personas con antecedentes por delincuencia común. Juntos consiguieron los explosivos y reunieron un grupo con miembros de diversas células para cometer los atentados.


ODIO A ESPAÑA

A ese grupo, prosigue el juez, se unieron "algunos elementos que habían quedado de las desarticulaciones de otras células en España", como el argelino Allekema Lamari (puesto en libertad por error en 2002 por la Audiencia Nacional y también muerto en Leganés), que estaban unidos a los anteriores "por su odio a España y al mundo occidental", y los cuales contactaron por sus relaciones con grupos semejantes de la red norteafricana (Lamari era del GIA y contacto de Mohamed Afalah, miembro del grupo de Maymouni y del GICM).

"Probablemente sea a través de estos grupos (GICM) cómo se planifican los atentados y se decide cómo hacerlos, aunque este punto está aún falto de mayor concreción --dice el auto--. Posiblemente tuvieran participación sujetos como Amer el Azizi (en busca y captura), experimentados y con preparación técnica, si bien no ha podido aún ser contrastada".


GRUPOS DEL 11-M

Según el juez, en la investigación del 11-M aparecen implicados tres grupos de individuos: el denominado de Lavapiés, liderado por Jamal Zougham (en prisión desde el 19 de marzo); el formado en Villaverde (barrio de Madrid), a cuyo frente estaba Jamal Ahmidan, alias "El Chino", uno de los suicidas de Leganés; y el identificado en torno a Sarhane Ben Abdelmajib, alias "El Tunecino", otro de los inmolados en un piso de Leganés el 3 de abril.

Este último estaba constituido a su vez por dos grupos: el de Mustapha Maymouni (preso en Marruecos por su vinculación con los atentados de Casablanca), y el liderado por Mohamed El Egipcio (en la cárcel en España tras su reciente entrega por Italia). Asimismo, el juez indica que en la investigación han aparecido algunos individuos vinculados con la célula de Al Qaida liderada por Abu Dahdah, desarticulada en noviembre de 2001. La mayoría de todas estas personas son de nacionalidad marroquí.


INDIVIDUOS CON IDEOLOGÍA SALAFISTA

Del Olmo señala en su auto que todos los citados presentan "una ideología salafista de matiz combatiente, representada en el Movimiento 'Takfik Wal Hijra', integrado a su vez en el Movimiento 'Salfiya Jihadia' marroquí, cuyo máximo exponente es el Grupo Islámico Combatiente Marroquí, parte de la llamada 'red norteafricana' de Al Qaida.

Para el juez, el único nexo de unión entre los grupos investigados es 'El Tunecino', cuñado de Maymouni y miembro de su grupo, con relaciones con miembros de la célula de Abu Dahdah, amigo de 'El Chino', contacto de 'El Egipcio' y bien conocido en los círculos de Lavapiés.

Los datos conocidos apuntan a que la célula de Abu Dadah inició la conversión de conocidos hacia la búsqueda de la Jihad (guerra santa). Muchos de ellos fueron a Afghanistán, como El Azizi, de donde volvieron entrenados y con un gran prestigio. Así convierten a su vez a otros conocidos, entre ellos a Maymouni.

Posteriormente, líderes de la red norteafricana (Malek El Andaluzi) incitan a constituir células y cometer atentados, inspirados por la reunión de febrero de 2002 bajo la protección de Al Qaida. "Creadas sus células (Maymouni), una actúa y es desarticulada en Marruecos, otra empieza su andadura pero deja de actuar al ser detenido su líder (Madrid)", señala el juez.

Quedan entonces en España algunos miembros de su grupo, a los que se unen otros como 'El Egipcio' con las mismas ideas, al tiempo que se acercan a algunos elementos del grupo de Lavapiés. Nuevas detenciones, comop la de Driss Chebli, dejan como único individuo de nexo de unión a 'El Tunecino'.


EL EGIPCIO, APARTADO

Tras el 11-M, dos personas hacen alarde de conocer los atentados y se atribuyen su comisión: 'El Egipcio', que según el auto "evidentemente lo conocía y seguramente fue apartado del grupo en el momento definitivo", y Hassan El Haski, un líder del GICM, envuelto en una sucesión a la jefatura del grupo marroquí que contaba con miembros en España.

Del Olmo cree que otros individuos también desaparecieron de la escena junto antes de cometerse los atentados, como Said Berraj, que estaba en el grupo de El Maymouni y mantenía un 'perfil alto' dentro de la red Al Qaida. Al igual que otros, cuya participación directa en los hechos no puede asegurarse, como Salaheddine Benyaich, Saad Huseini o Karin El Mejatti.


NO EXTRAÑA LA RELACIÓN CON LA DELINCUENCIA COMÚN

"El dato de la reivindicación de los atentados vuelve a situarnos en la esfera del GICM --dice el auto--. Existen indicios, aún bajo investigación, que indican que miembros del GICM en Bélgica pudieran estar implicados. Se define el nombre de Aboudoujanah, su origen, su significado y se hace indicación de algún probable destinatario del mismo".

El grupo desarticulado en Canarias, de acuerdo al juez, obedece seguramente a la intención del GICM de rehacer sus células en Europa, sobre todo tras la huida de sus miembros de España tras el 11-M, y de las desarticulaciones de Francia y Bélgica.

Respecto al hecho de que entre los autores del 11-M aparezcan individuos vinculados a la delincuencia común y en concreto al tráfico de drogas, el juez dice que no es extraño, ya que, como ha afirmado 'El Egipcio', esta actividad, si tiene como objetivo atacar a los infieles y financiar la Jihad, está en sintonía con la interpretación correcta del Islam.


Noticia Relacionada (16-12-04): Dos detenidos en la "Operación Nova" acordaron atentar contra España por su participación en la guerra de Iraq




Zapatero ganó a Aznar en la Comisión del 11-M según las encuestas de El PAÍS y ABC

19-12-04 - Agencias

Jose Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno español, ganó en la Comisión del 11-M al líder del PP José María Aznar en las encuestas que hoy publican dos periódicos de tendencias tan distintas como el prosocialista El País y el ultraderechista ABC. En ambas, también son mayoría los que piensan que la citada comisión debe dar por finalizado su cometido, lo contrario de lo que defiende el PP.

Según el Instituto Opina, que ha realizado la encuesta para El País, un 44,8% de los ciudadanos dice que estuvo mejor Zapatero, frente al 25,8% que dice que por Aznar. Cuando enjuician sus intervenciones ante la Comisión, Zapatero obtiene un 5,61, mientras que Aznar suspende con un 4,33.

Entre quienes votan socialista, un 5,7% se decantó por Aznar y un 75,3%, por Zapatero, mientras que un 4,7% de los votantes del PP lo hicieron por éste, y un 62,2%, por Aznar.
Un 44% de los encuestados piensa que Zapatero contestó mejor las preguntas que Aznar (28,3%).

En la de Metroscopia, realizada para ABC, los entrevistados dan un 5,51 Zapatero y un 4,32 a Aznar. Para quienes votan al PP, la intervención de Aznar obtiene un 7,01 y la de Zapatero, un 4,30. Los del PSOE otorgan a su líder un 6,32, y a Aznar, un 2,82.

Respecto a la Comisión de 11-M, Opina dice que el 48,6% de los encuestados cree que los trabajos de la comisión que investiga los atentados de Madrid deberían acabar, frente al 33,3 % que piden que continúen, y el 45,6% piensa que la comisión no ha servido para nada.

En esta misma encuesta, un 41% opina que ninguna de las dos comparecencias ha sido útil para esclarecer lo sucedido, frente a un 4,0 que cree que las dos lo fueron (un 30,3% cree que lo fue más la de Zapatero, frente a un 16,1, que la de Aznar).

Metroscopia dice que un 44,9% de los encuestados piensa que la comisión debe continuar y un 45, que debería terminar. Otra encuesta de urgencia realizada tras la comparecencia de los representantes de las víctimas señala que hubo un vuelco en la opinión pública y que sólo un 8,6% pensaba que debía continuar, un 16,1 que debería terminar y un 64,7 por ciento que debe continuar, pero solo con expertos, sin políticos (69,4% de votantes populares y 66,9% de los socialistas así lo reclaman).

19/12/04

Los callejones del 11-M



19-12-04 - Florencio Domínguez (El Correo digital)

Aunque el callejón está totalmente aislado del bullicio exterior, tiene una vida propia cuyas raíces conectan, básica y fundamentalmente, con un mundo profundo del que guarda secretos muy antiguos». No es ésta la descripción del callejón de Avilés donde vive el ex minero asturiano Suárez Trashorras y donde ETA robó, el 2 de diciembre de 2002, un 'Renault 19' que fue utilizado al día siguiente como coche bomba en Santander. El pasaje de los secretos antiguos es el de Midaq, en El Cairo, descrito por Naguib Mahfuz en esa gran historia triste que es 'El Callejón de los Milagros'. En estos tiempos, sin embargo, hay muchos que han convertido el lugar donde se encuentra la casa de Trashorras en el comienzo de una red de callejones iniciáticos del 11-M con los que pretenden sostener la tesis de la existencia de vinculaciones entre ETA y el terrorismo islamista.

Hay que comenzar señalando que la idea de las relaciones entre los dos terrorismos es una tesis sobrevenida, que aparece a medida que nos alejamos del día del atentado y que se sustenta en un par de casualidades, en interpretaciones forzadas de algunos hechos y en el uso de un argumento diabólico: la exigencia de que el otro pruebe que no hay tales vínculos en lugar de que quienes sostienen la existencia de los lazos presenten pruebas de sus afirmaciones. Y conviene también dejar sentado que la tesis de las complicidades ETA-islamismo no tiene apoyo entre los responsables de los servicios policiales españoles que se ocupan de la investigación. Son ámbitos políticos o mediáticos los que defienden la idea por encima de las evidencias.

Se invoca como antecedente de las supuestas relaciones actuales la presencia de ETA en campos de entrenamiento de países árabes en los años setenta y a mediados de los ochenta. En efecto. Miembros de las dos ramas de ETA recibieron instrucción en actividades terroristas en Argelia, Líbano y Yemen. En Argelia, en 1976, fueron nada menos que 63 etarras los que asistieron a los tres cursos organizados por los militares del país magrebí que, de esa forma, pretendía hacer pagar a España el acuerdo con Marruecos y Mauritania para la cesión del Sáhara. Incluso, ocho años más tarde, Argelia volvió a entrenar etarras, según reveló Soares Gamboa tras entregarse voluntariamente a la Justicia española. El propio Soares y otros seis miembros de los comandos 'Madrid' y 'Nafarroa' permanecieron dos meses, de octubre a noviembre de 1984, en la base militar de Oargla recibiendo un entrenamiento intensivo.

Argelia, que practicó la impudicia de alimentar el pistolerismo etarra, tuvo que soportar en los años noventa el castigo de verse arrasada por un terrorismo islamista mucho más brutal y salvaje. A los aprendices de brujo del FLN y de los militares argelinos, la historia les devolvió con creces la barbarie que ellos habían sembrado en otro lugar.

Vino después, en diciembre de 1979, el entrenamiento de seis 'polimilis' en un campo palestino del sur de Líbano en el que permanecieron durante 45 días acogidos por Al Fatah. Entre febrero y marzo de 1980, doce miembros de ETA-militar fueron adiestrados en Yemen del Sur por el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP). A principios de los ochenta hubo también contactos entre ETA y Libia que no llegaron a cuajar. El régimen del coronel Gadafi ofrecía ayuda a la banda terrorista, pero exigía contrapartidas que ésta no quiso dar, por lo que los contactos no se tradujeron en colaboración material, a diferencia de lo que ocurrió en la misma época con el IRA.

Todo lo anterior está constatado (aunque recientemente un antiguo representante de Al Fatah en España me cuestionaba la implicación de este grupo y atribuía la relación con ETA en Líbano a la rama 'Comando General', del FPLP, dirigida por Ahmed Jibril), pero considerar que esta colaboración es el antecedente de relaciones actuales es un salto en el vacío. Argelia, Libia o los diferentes grupos palestinos de los setenta y ochenta tenían en común su carácter revolucionario o nacionalista, pero en absoluto el islamismo. Eran laicos e, incluso, estaban enfrentados a grupos religiosos, como Hamás, impulsados por Israel para provocar división entre sus filas.

Pensar que aquellos episodios son la base de complicidades recientes tiene tanto fundamento como si se le atribuyera la responsabilidad a Elías Gallastegi, 'Gudari', líder de Aberri, la facción radical del PNV en los años veinte del siglo pasado, que en 1923 abogaba por hacer un pacto del nacionalismo vasco, catalán y gallego con los rebeldes rifeños de Abd el-Krim contra España, tal como relata José Luis de la Granja en 'El siglo de Euskadi' (Tecnos). Si se tiene en cuenta que 'Gudari' (un soldado que, a la vista de su comportamiento en la Guerra Civil de 1936, debió de hacer la mili en el mismo regimiento que Arquíloco de Paros, el poeta griego que arrojó el escudo ante los tracios y puso pies en polvorosa) es el abuelo de Irantzu y Lexuri Gallastegi Sodupe, miembros de los comandos 'Donosti' y 'Madrid', respectivamente, de Usune Gallastegi Sasieta, sentenciada por colaboración con el comando 'Vizcaya', y de Orkatz Gallastegi, condenado por violencia callejera, no faltará quien encuentre en esta familia el ADN de la relación ETA-islamismo.

Pero no hay que retroceder -ni fantasear- tanto. Hace una década que se publicaron las primeras informaciones sobre supuestos contactos entre ETA y el islamismo, entonces el iraní. La revista francesa 'Le Point', en su número 1.131 de 21 de mayo de 1994, publicó un breve en el que aseguraba que miembros de ETA se habían reunido en Sudán con los servicios secretos iraníes y que éstos les habían ofrecido ayuda logística y financiera. «Desconfiados, los vascos aceptaron proseguir las negociaciones, pero han hecho saber que eran hostiles a cualquier atentado islámico en España», escribía 'Le Point'. La revista 'Tiempo' siguió la estela de esa información en su número 633, de 20 de junio de 1994, hablando de supuestas reuniones entre ETA y los iraníes celebradas tanto en Jartun, la capital sudanesa, como en Larnaca (Chipre). Los servicios de inteligencia españoles atribuyeron entonces estas informaciones, que nunca pudieron ser confirmadas, a intoxicaciones procedentes de sus colegas de Estados Unidos, interesados en cambiar la política española hacia Irán.

Una de las alegaciones más reiteradas en favor de la colaboración ETA-islamistas en el 11-M es la coincidencia de fechas entre el traslado de explosivos de Asturias a Madrid y el transporte de una furgoneta-bomba de la banda terrorista vasca, interceptada en Cuenca el pasado 29 de febrero. Aunque las investigaciones de la Policía y la Guardia Civil han dejado clara la inexistencia de la menor relación entre una cosa y otra, los persuadidos se resisten a aceptar las explicaciones. No creen que sea fruto del azar que dos grupos terroristas coincidan en los preparativos de unos atentados cuya comisión iba a tener lugar con casi dos semanas de diferencia. Pero bastaría echar un vistazo a la historia pasada para ver que eso mismo ha ocurrido muchas veces sin que ello implique lazos de ningún tipo. El 25 de mayo de 1979, por ejemplo, ETA asesinaba en Madrid al teniente general Luis Gómez Ortigüela y a otros tres militares, mientras los GRAPO mataban el mismo día a dos inspectores en Sevilla. Unas horas más tarde, también en la capital española, los GRAPO asesinaban a ocho personas con una bomba en la cafetería 'California'. A nadie se le ocurre sostener que ambas bandas mantuvieran vínculos de complicidad o coordinación por el hecho de matar el mismo día o en la misma ciudad.

Y así llegamos al callejón del suministrador de los explosivos a los islamistas del 11-M, Suárez Trashorras, donde algunos quieren ver profundos secretos por el robo del 'Renault 19' realizado por el 'comando Egoitz eta Hodei' para atentar en Santander. No hay forma de que admitan que sólo el azar llevó a los dos etarras hasta aquella calle de Avilés, un azar similar al que, el 7 de junio de 1985, llevó a los miembros del 'comando Mendaur' de ETA a intentar robar un coche en las cercanías del estadio del Sadar, en Pamplona, donde su propietario, Diego Torrente, lo estaba limpiando. Los terroristas desconocían que el dueño del coche era un agente de policía, quien, al verse encañonado con una pistola, temió por su vida y trató de defenderse forcejeando con los asaltantes, que lo asesinaron sin compasión, pero sin saber que mataban a un miembro de las fuerzas de seguridad.

La historia del terrorismo, como la vida en general, registra numerosos hechos casuales y en torno a ellos no se pueden construir callejones sin salida que confunden a muchos ciudadanos. Las teorías conspiratorias y la negación de la evidencia quedan bien en series de televisión como 'Expediente X' o sirven, incluso, para vender millones de libros como los que no admiten que el Pentágono fuera atacado el 11 de septiembre. Pero en la España que trata de recuperarse del drama del 11-M están dañando la convivencia democrática y suscitan tensiones innecesarias.

Conclusiones (Editorial EL PAÍS)


19-12-04 - EL PAÍS

La detención en Lanzarote de cuatro presuntos miembros de la red terrorista Grupo Islámico Combatiente Marroquí, relacionada con los atentados de Casablanca y Madrid, demuestra la eficacia de la actuación policial y judicial; pero prueba también que el riesgo de un atentado de ese signo en España sigue siendo alto. Y señala hasta qué punto es absurdo centrar el debate sobre el 11-M en cuestiones objetivamente secundarias en comparación con ese peligro.

La principal cuestión planteada tras las comparecencias de Zapatero y de la portavoz de las víctimas del 11-M, Pilar Manjón, es la de si debe haber más comparecencias ante la comisión parlamentaria o si es hora de pasar a establecer sus conclusiones; o, alternativamente, si, como propuso Manjón, habría que crear otra formada por independientes.

La comisión no ha sido inútil. Ha aclarado cosas que se desconocían, incluyendo que las fuerzas de seguridad sabían bastante más de lo que se suponía, lo que explica la rapidez de las detenciones; pero que la descoordinación era mayor de lo imaginable, lo que explica que no se valorara adecuadamente el peligro. Tal vez los atentados se hubieran producido de todos modos, pero parece evidente que la descoordinación policial y la insuficiencia de medios -traductores, agentes especializados, archivos eficaces- impidieron identificar correctamente los indicios y tomar más en serio las amenazas existentes. La comisión ha servido también para conocer el intenso tráfico clandestino de explosivos en Asturias, que ha obligado al Gobierno a anunciar reformas legislativas. ¿No era ése uno de los objetivos de la comisión, detectar errores subsanables?

Falta poner los datos en orden y proyectarlos en conclusiones útiles; pero la comisión ha avanzado mucho. La insistencia en preguntar quién está detrás, como si la autoría islamista no bastase, lleva al absurdo de mantener la comisión indefinidamente abierta, por si aparece otra hipótesis. El alegato de Pilar Manjón sobre el narcisismo y sectarismo de los políticos -acusados de ir a lo suyo y de ofender a las víctimas- será eficaz si permite reorientar los trabajos de la comisión hacia sus objetivos iniciales. La obsesión del PP por buscar culpables de su derrota provocó una obsesión simétrica de los socialistas por demostrar que Aznar engañó a sabiendas, convirtiendo a la comisión en escaparate de afirmación de las conclusiones previas de cada partido. Pilar Manjón reprochó a todos ese extravío. Pero la sugerencia de abandonar la comisión ahora y abrir una formada por independientes llega tarde. Si no parece razonable mantener indefinidamente abierta la existente (impidiéndola pasar a la fase de conclusiones), aún lo sería menos empezar ahora de cero.

Ante la comisión han comparecido numerosos expertos, en particular policiales, que han esclarecido los hechos principales y señalado los puntos débiles con vistas al futuro. Por otra parte, existe la acción judicial, que establecerá las responsabilidades penales. El margen para una investigación que no sea ni parlamentaria ni judicial es muy estrecho, y no está contemplada en la Constitución. Lo que tal vez sí debió haberse hecho (y habrá que tener en cuenta en el futuro) es organizar la comisión de manera diferente, separando más nítidamente una fase de comparecencias de técnicos y expertos destinadas a establecer los datos de hecho, de una ulterior orientada a dilucidar eventuales responsabilidades políticas. El reglamento del Senado contempla la posibilidad de constituir comisiones parlamentarias de "encuesta o estudio" sobre asuntos de interés público que podría haber sido ensayada para lo primero. Hay cuestiones que no se dilucidan a votos; una comisión parlamentaria no es un tribunal.

Un efecto de la comparecencia de Pilar Manjón ha sido el nombramiento de Gregorio Peces-Barba como alto comisionado para las víctimas del terrorismo. A Rajoy le pareció bien de entrada, pero su partido ha preferido luego convertirlo en motivo de bronca, acusando a Zapatero de no haber respetado el Pacto Antiterrorista al tomar la decisión unilateralmente. Tal vez Zapatero debió informar de ello a Rajoy antes de hacerlo público, pero es una exageración decir que se ha vulnerado el pacto. Sin embargo, el Gobierno ha aceptado convocar la comisión de seguimiento para discutirlo, lo que puede dar la ocasión para que unos y otros acuerden la mejor forma de pasar a las conclusiones útiles. Seguramente hay en el primer partido de la oposición quienes preferirían mantener la bronca retrospectiva, que potencia la imagen de todos contra el PP. Pero ello deja a Rajoy fuera de juego, y a la política española vuelta hacia el pasado, en lugar de preparada para hacer frente a un futuro amenazante.




17/12/04

La comisión del 11-M podría separar sus recomendaciones de las conclusiones políticas

En un intento de que alcanzar el aniversario del atentado con alguna conclusión consensuada

17-12-2004 Cadena SER / Eva Cuesta

Los grupos parlamentarios están explorando la posibilidad de disociar las recomendaciones de las conclusiones políticas tras el trabajo de la comisión parlamentaria de los atentados del 11-M. De esta manera, la comisión podría presentar públicamente un catálogo de medidas de cara al primer aniversario del 11-M, y dejar para más adelante la redacción y debate de las conclusiones políticas de la comisión. Es ahí donde se prevén la polémica y el desencuentro abierto de todos con el Partido Popular.

Los socialistas han conversado ya sobre esta vía con algunos de los grupos miembros de la comisión 11-M, aunque advierten que el asunto está todavía "muy verde". En todo caso, consideran que este planteamiento es una "posición teórica posible".

Desde Izquierda Verde opinan que esta vía -la de separar y redactar las recomendaciones antes del aniversario de los atentados- es la mejor para cumplir las expectativas de las víctimas y para garantizar el éxito de la comisión parlamentaria.

El próximo martes volverá a reunirse la comisión y todos los grupos votarán en contra de las 30 comparecencias que volverá a pedir el PP, salvo CiU, que se abstendrá. De hecho, el presidente de la comisión, Paulino Rivero, cree que la estrategia de los populares es un error.

El martes, la comisión del 11-M acordará la creación de una ponencia técnica que comenzará el trabajo de redactar los informes.

Entrevista a Pilar Manjón: "Cuando pregunté de qué se reían mientras hablaban del asesinato de mi hijo, buscaba la mirada del PP"

Veinticuatro horas después de su desgarradora comparecencia ante el Congreso, la portavoz de la Asociación de las Víctimas del 11-M recibe a 20 Minutos.

José Ángel González (20 Minutos)


¿Qué es lo primero que ha pensado esta mañana al despertar?
Lo único que sentí es la liberación de la misión cumplida. Hemos hablado las víctimas y hemos dicho aquello que llevamos sufriendo durante nueve meses.

¿Cambió algo con respecto al miércoles?
Estoy cansada... He sufrido un gran nivel de estrés porque yo no soy una profesional de esto. Al documento que leí ayer solamente le puse voz: lo habíamos redactado aquí, todos juntos, durante muchas horas.

¿Es consciente de que hizo sentir vergüenza a muchos?
Las víctimas no queremos dar pena, sino lecciones de dignidad haciendo soportar la mirada de una madre a quien abandonó la comisión, a quien no levantó los ojos para mirarme... Ni siquiera me cuestiono su actitud, es la misma que han mantenido durante nueve meses. Sólo les hemos servido para la palmadita en la espalda y lanzarse, bajo sus banderas partidarias, a nuestros muertos y heridos. Ni siquiera creo que ellos tuvieran la capacidad de sentir vergüenza.

Cuando levantaba la mirada del papel, que se sabía casi de memoria, ¿intentaba buscar los ojos de alguien?
Cuando pregunté de qué se reían, qué jaleaban, qué vitoreaban mientras hablaban del asesinato de mi hijo y 191 personas más, buscaba la mirada del Partido Popular.


¿Se la devolvieron?
Los señores Zaplana y Martínez Pujalte siguieron leyendo la prensa, ignorando que yo estaba sentada en la tribuna.

¿Se sintió ofendida?
No. El daño que se me puede hacer en esta vida me lo hicieron el 11 de marzo. No me hace daño quien quiere, sino quien puede. Tenía muchos corazones abrazándome cuando comparecí.

¿Sintió, al contrario, alguna mirada especialmente desarmada o tierna?
No recuerdo todos los nombres... Pero había una señora, tras el señor Rubalcaba, que lloraba con hipo. Los periodistas lloraban. Jordi Jané, de CiU, me miró por momentos con cara emocionada. El señor Llamazares se tapaba la cara con la mano, abrumado quizá por mis palabras. Hubo corazones cálidos allí dentro.

¿Esperaba algo más del PP que el saludo y el pésame de la diputada Alicia Castro?
No. Ni yo ni esta asociación. Cuando uno está asentado en la verdad absoluta es difícil que esperemos algo más. Como regalo, siendo muy espléndidos, de la comparecencia del señor Aznar recibimos la afirmación de que el 11 de marzo fue su “peor día político”, pero fue el peor día de nuestras vidas, porque quien sufrió esa fecha fuimos nosotros.

Alguien ha comentado, y perdón por la brutalidad de la frase, que Aznar hubiera debido mancharse la camisa de sangre al lado de los familiares de los muertos y heridos.
Tengo que reconocer que estuve seis días y seis noches sin que me dieran el cadáver de mi hijo. Sólo tengo retazos y flases de esos momentos. No sé qué hizo Aznar. Sabemos que hubo una gran manifestación por la Constitución, pero las víctimas tuvimos la desgracia de no vivir esos días... De vivirlos en el dolor, la amargura y la ansiedad en el pabellón de la muerte del Ifema, en la más absoluta incredulidad, sin saber qué nos había pasado.

¿Fue la comparecencia del ex presidente Aznar el momento más duro de estos meses?
No esperábamos que entonara ningún “mea culpa” ni nos llamó la atención nada de lo que dijo. A ratos daban ganas de entrar a darle el pésame, porque daba la sensación de que las condolencias debieran ser para el señor Acebes y el señor Aznar.

Usted pidió a los miembros de la comisión “un segundo de clarividencia”. ¿Qué debería contener ese instante?
Sólo con mirarnos a los ojos debería bastarles. Hemos pasado muchos meses con más ganas de irnos que de quedarnos, porque el dolor era tan desgarrador que no merecía la pena seguir adelante. En ese segundo de clarividencia les pedía que se pusiesen del lado de acá, que pensaran como padres despidiéndose de su niño, como yo hice de mi niño chico, con un beso y pensaran que llevo nueve meses esperándole.

¿La entendieron?
Ellos son meras marionetas que van a defender al jefe de turno con las directrices de turno. Son los partidos políticos quienes mandan y ordenan. Todo eso que conté en la comisión se lo quería contar a los ciudadanos. A los políticos les dije que algunos fuimos tan dignos que incluso en esas condiciones votamos el día 14. Tenían que escucharme porque son ‘mi’ Parlamento.

Su discurso mereció que los grupos parlamentarios se disculpasen unánimente. ¿Cree que va a cambiar el juego?
La sociedad se lo va a exigir. Les pido que estén a la altura de la sociedad española, que, como ha demostrado, no quiere violencia ni guerras. Sus señorías no se representan a ellos mismos y a sus partidos, sino a nosotros y, por lo tanto, tendrán que dar respuesta y rendir cuentas ante la sociedad. Tengo el móvil colapsado de mensajes de personas que me dicen que escucharon en el Parlamento lo que ellos quisieran decir.

¿Es consciente de que su mensaje puede ser interpretado por algunos como una especie de ‘ya está bien de lío, pasemos página?
No creo. De lo que estamos hartos es de homenajes que no hemos querido, que no hemos solicitado. Se acerca el aniversario de los atentados y queríamos decirles que dejen de utilizarnos para ponerse medallas, hacerse fotos y colgarse lazos negros, porque nos han tenido abandonados nueve meses y cinco días.

Es decir, les pide dimensión humana, les recuerda que son personas.
Queda mucha luz fuera de aquella cámara. No fui a la comisión a hacer una andanada contra la política, sino contra el uso partidario del dolor. Fuera hay muchos abrazos, besos y amor. Sólo ellos han olvidado nuestro dolor para arrojárselo los unos a los otros a ver quién se ponía la medalla del triunfo o a quién acusaban de la derrota electoral.

¿Cómo les ha tratado la Casa Real?
En los primeros días nos envió un mensaje de condolencia a todas las familias de los fallecidos. Creo que la Casa Real se ha sentido cercana a nosotros en cualquier momento en que haya estado presente.

¿Incluso durante la boda del Príncipe?
Sufrimos sobremanera el famoso “bosque de los ausentes”, que dolía hasta en el alma. Hasta el nombre nos dolía. Creo que ellos no tuvieron la culpa de que se hiciera ese mausoleo que nadie pidió. Probablemente no sepamos nunca dónde están aquellos árboles, pero tampoco los queremos. Me parece que a la Casa Real le dieron todo el protocolo hecho, porque, de otro modo, hubieran tenido, al menos, la delicadeza de aminorar la marcha del coche de los novios ante esos 192 arbolitos.

En algunos mentideros dicen de usted que está ‘manchada’ para hablar porque es afiliada a CC OO y militante de IU. Se le ha llegado a acusar públicamente de antisistema y radical.
A quien dice eso de mí le digo que hace muchos años de la muerte de Franco, que tengo todas mis libertades constitucionales, porque yo sí voté por la Constitución, reconocidas. Estoy orgullosa de mi militancia sindical y de haber defendido los derechos de los trabajadores en un lugar tan complicado como el Ministerio de Defensa. A esos señores que hablan de mí les diría que pregunten al estamento militar sobre mi dignidad y mis recorridos sindical, personal y laboral. Recibirían una lección, porque gente absolutamente lejana a mi ideología, a eso que llaman ideología, me han mandado las cartas más tiernas de condolencia que he recibido nunca. Ese general con el que me he peleado por tal o cual negociación laboral me ha escrito diciendo que quiere volver a ver a la Pilar luchadora y sonriente, que al final de la discusión se tomaba una cerveza, porque lo personal y lo laboral no tienen nada que ver.

También insinúan que en la asociación hubo un ‘golpe de mano’ para imponerla como portavoz.
Hay gente que no conoce lo que es una organización democrática. En el seno de la asociación había dos formas de entender sus fines, porque algunos queríamos abrirla a afectados de todo el Corredor del Henares, Parla, Guadalajara... El órgano colegiado decayó por esta división y se nombró una gestora de once miembros, entre ellos la anterior presidenta, Clara Escribano. Reunidos por unanimidad deciden que yo sea la portavoz, con lo cual ‘golpes de mano’, ninguno. La gestora ha cerrado el censo electoral de socios a fecha de aquella asamblea. Los nuevos socios no tendrán derecho de voto, para que nadie pueda acusarnos de engrosar los censos para tal o cual fin. Quienes hablan de ‘golpes de mano’ lo hacen porque ellos aún no han condenado algunos golpes de estado.

¿Cómo se financia la asociación?
No hay cuotas de socios. Sólo hemos recibido donaciones de particulares. Todo ha sido muy nuevo, estamos aterrizando y desbordados. No queremos dinero, porque el dinero no abraza, sino dignidad para nuestros heridos.

¿Ha hablado ya con Gregorio Peces-Barba?
No, aún no.

¿Qué opinión le merece su nombramiento como Alto Comisionado para la Atención a las Víctimas del Terrorismo?
Cuando el presidente Zapatero me llamó tras la intervención en la comisión no me dijo nada sobre el nombramiento. Peces-Barba me parece una persona de un gran prestigio profesional, tiene mi admiración personal. Fue presidente de la cámara, es rector de una universidad y fue ‘padre’ de la Constitución. Me parece que si puede haber un hombre bueno que aglutine a las distintas administraciones, probablemente el señor Zapatero haya acertado con la elección.

¿Llega tarde la creación del Alto Comisionado?
Llega.

¿Le basta?
Sí, porque, a pesar del calvario que hemos pasado los familiares de las víctimas, de ventanilla en ventanilla, de administración en administración, entregando los papeles más dolorosos de nuestra vida, cartas de defunción que eran como sentencias de muerte, ahora estamos en un momento en que están saliendo de los hospitales los grandes heridos, gente que va a quedar con gravísimas minusvalías, y sería inhumano que les hicieran pasar por el mismo camino. ¿Debía haber llegado antes el Alto Comisionado? Probablemente, pero si las cosas llegan, son bienvenidas.

¿Se atrevería a enunciar un mensaje para uno de los presuntos autores de la matanza?
Le diría que incluso una vida tan vil, tan rastrera y mala como la suya merece vivirse. Tendrá que pagar con todo el peso de la ley por haberme asesinado a mi hijo, pero nunca me va encontrar en el bando podrido de los asesinos, donde sólo cabe gente con corazones muertos. No existe otro paraíso, aunque uno beba agua bendita, que el que podamos construir aquí, donde estamos. Que no se confunda, que aunque se convierta en mártir no va a ir a ningún paraíso con muchas mujeres porque se lo haya prometido su dios.

¿Están personados en la causa judicial por los atentados?
La asociación no está personada aún. Yo sí lo estoy a nivel personal desde que la Audiencia Nacional me comunicó la apertura de la causa penal por el asesinato de mi hijo. Quiero pedir actuaciones al Fiscal General y mis abogados ya están trabajando en ellas.

¿Qué actuaciones?
Queremos convertir algunas responsabilidades políticas en responsabilidades penales.

¿Va a ir a por quien estaba en el poder?
Voy a ir a por aquellos que teniendo avisos o indicios no contrataron traductores de árabe mientras los terroristas estaban dando las últimas órdenes para asesinar a mi niño, que destruyeron cintas grabadas en árabe, que las guardaron en cajones... No nos conformamos con la destitución del jefe de la Guardia Civil de Gijón. El señor Bolinaga era una pieza de un ajedrez que tenía por encima un montón de cargos políticos, policiales, de todo tipo, que tendrán que rendir cuentas.

Está usted de baja laboral desde los atentados, ¿cómo se siente?
Estoy en terapia psicológica y con tratamiento farmacológico, como todas las víctimas. Gracias a los viles que colgaron en Internet las fotos de nuestros fallecidos, sufrimos una recaída psiquiátrica prácticamente todos. Por eso insistimos tanto en el tratamiento de las imágenes. Algunos podrían estar incurriendo en un delito de salud pública.

¿Qué ilusiones ha perdido?
Casi todas. La alegría, los sueños y las esperanzas de mi hijo. En tres años tendría que haber recogido su título universitario y he tenido que ir yo a que me dieran una medalla y un título póstumo.

¿Le quedan sueños?
No sueño nunca. Las noches son de no existir. Deben ser así, de desconexión de la angustia y la pena, porque si no descansara habría acabado volviéndome loca.

¿La asaltó ese miedo alguna vez?
Estoy loca de dolor. Debo descansar para que el agotamiento mental no me domine y para eso necesito los tratamientos psiquiátricos. Perder un hijo en estas circunstancias es lo más parecido a la propia muerte.

¿Pensó alguna vez en compartir el destino fatal de su hijo?
Muchas veces he pensado que no vale la pena vivir, pero al segundo siguiente miro a los ojos de mi otro hijo y eso me da las fuerzas que me faltan para seguir pidiendo justicia, justicia hasta las últimas consecuencias. Además, a los malditos asesinos que brindaron el día 11 por haber arrebatado la vida de mi hijo nunca les daré el placer de que me arrebaten también la mía.




Discurso íntegro de Pilar Manjón de la "Asociación 11M. Afectados del terrorismo"





Señor presidente, señoras y señores comisionados:

Mi nombre es Pilar Manjón. Vengo en representación de la "Asociación 11M. Afectados del terrorismo", de las víctimas, heridos y sus familias, única y exclusivamente como portavoz de una Asociación de víctimas.

Antes de comenzar la intervención, quiero dejar constancia de la firme voluntad de la entidad a la que represento, para transmitir expresamente el sentir de un colectivo, nunca el mío propio.

Comparecemos ante ustedes en la casa donde reside la soberanía del pueblo, con el propósito de tratar de ser la voz de los ausentes y de los heridos, que aun a fecha de hoy, siguen su calvario de dolor, entrando y saliendo de los distintos hospitales. Para que su voz, apagada en la inmensidad del dolor, pero viva y poderosa en nuestro recuerdo, resuene en el interior de estas paredes.

Comparecemos personas y familias enteras agrupadas en la asociación. Cada fallecido es un proyecto vital, un parto ilusionado, una adolescencia conflictiva, un cúmulo de ilusiones, de afectos, de amores y luchas. Vidas repletas y ahora truncadas. Vivas en nosotros.

192 fallecidos, 1.500 heridos. Una simple cifra para muchos de ustedes. Todo un mundo para todos y cada uno de nosotros. Espero que entiendan lo que significa levantarse cada día con una pérdida vital. Acostarse cada día con una pérdida vital, el esfuerzo enorme que conlleva aceptar lo inexplicable. Necesitamos el aliento de ellos, de los afectados, para caminar y estar en la puerta de este Congreso, o aquí ante ustedes. Porque ustedes, señorías, en esta Comisión han discutido sobre quién habló, de qué y cuándo se informó. Han hablado de circunstancias, de manemos y manipulaciones, de desinformaciones, de confidentes y de desconfianzas. Han hablado de circunloquios o periferias. Han hablado, señorías, de ustedes. Esencialmente de ustedes'. Ha sido la comisión de ustedes y para ustedes.

Nosotros, nuestros familiares, no han estado en esta casa que, se supone, es la de todos. Hoy, por primera vez, se hacen un hueco. Mal que les pese a algunos de ustedes, a ustedes que preferirían seguir utilizando a las víctimas como arma arrojadiza e inmoral argumento para el desprestigio ajeno, hoy hablamos en nombre de personas de carne y hueso, de los seres que están en nuestro corazón y cuyas figuras manipulan como recurso para medallas o para fotos de ocasión.

Pero aquí estamos y esta es nuestra voz. Hoy no somos el testigo mudo para la descarga de los flashes. Hoy hablamos, señorías. Hoy hablamos las cosas largamente meditadas, largamente discutidas en reuniones, en foros, entre cafés, en la calle, por teléfono. Han sido meses de apoyarnos mutuamente, de pensar e intentar entender. Meses de no ser escuchados. Hoy, señorías, durante unos minutos, sorprendentemente la palabra es nuestra.

Permítannos, señorías, que por un breve instante esta Comisión, que debía ser la de toda la ciudadanía y de la que ustedes se han apropiado para hacer política de patio de colegio, sea de los únicos y auténticos dueños, de los que debían haber sido los protagonistas principales. Nosotros nunca volveremos a verles, pero su involuntario sacrificio permanecerá para siempre en nuestros corazones y en la memoria de toda la ciudadanía.

Tomamos también la palabra en representación de los que sobrevivieron, de aquellos que aún sufren la pesadilla del golpe cruel que ha marcado sus vidas para siempre y del que difícilmente podrán recuperarse algún día. De esos molestos testigos vivientes del horror.

Comparecemos ante ustedes, con este documento meditado y consensuado por las víctimas y los supervivientes integrados en la Asociación 11M Afectados de Terrorismo, con la obligación de hacerles vivos ante ustedes, como lo están en nuestros corazones, en nuestra memoria y como punto de referencia de nuestra vida cotidiana.

Señorías, para nosotros tienen nombre y rostro (Javi, Pilar, Daniel, Eva Belén, Susana, Emilian, Carlos, Óscar, Rodrigo, Rodolfo, José Luis, Sonia, Abel...) y cada uno de ellos es imprescindible e irrepetible, pertenecen a nuestras vidas, a la de sus familias, sus amigos, sus compañeros de trabajo, de clase, eran vecinos... Los necesitábamos. Como necesitamos recuperar la sonrisa de los que aquel día conservaron la vida a costa de no volver a soñar bonito, que conservan el horror grabado en sus retinas. (Rosa, Jesús, Mzia, Javier, Maribel, David, Mariam, Raquel, Laura...).

Asimismo, hablaremos en nombre de las familias, tanto de los heridos como de los asesinados. Testigos también de ese horror y apeladores también a su conciencia. Conciencia, por lo que hemos oído en estos días, empeñada en la autoexculpación obsesiva, bien blindada y entrenada para que la realidad no encuentre un resquicio por el que poder filtrarse.

Ojalá alguna noche, aunque sea en sueños, ese blindaje al horror ceda y sean ustedes, y quienes a ustedes les mandan, conscientes por un sólo instante del sufrimiento que pudieron provocar con sus decisiones o que no lograron evitar. Ese sólo segundo de clarividencia, ese sólo segundo de lucidez, y lo que ese segundo conllevaría, bastaría probablemente para abrirle los ojos. Familiares que les hablan sumidos en la indignación de lo inabarcable y empeñados en el esfuerzo diario de la superación. Todos éramos inocentes, todos somos inocentes y eso, señorías, es algo que por obvio, no debe olvidarse jamás. Ha habido quien ha tratado de vetar esta comparecencia. El último paso en esta apropiación de algo que no es de ustedes. En el intento de usurpar la voz a los afectados, de deslegitimarlos, de someterlos a su propio juego político y de intentar encasillarlos en tal o cual opción. Esa es su guerra señorías, no la nuestra. Aquellos que intenten identificar a los afectados como colectivo en general o a esta Asociación en particular con una determinada opción política, se equivocan y hacen un flaco favor a la transparencia que todas las voces aclaman. Cualquiera, señorías, pudo viajar en alguno de esos trenes, y cualquiera pudo morir en los escenarios del horror, en Santa Eugenia, en el Pozo del Tío Raimundo, en Téllez o en Atocha. Allí se truncaron las vidas de estudiantes y trabajadores, el motor de una sociedad. Gente inocente. Insistimos, cualquiera pudo viajar en aquellos trenes. El azar, y sólo el azar, dispuso que quienes estamos sentados aquí hoy como Asociación .11M Afectados del Terrorismo. Pero lo que les estamos diciendo no es producto del azar, lo habrían manifestado ustedes de estar sentados a este lado, y pueden estar seguros de que el contenido de las palabras que aquí se escucharían sería el mismo.

Esta realidad de que cualquiera pudo ir en esos trenes la entendió todo un pueblo, cohesionándose multitudinariamente contra el horror como en ocasiones anteriores, en el rechazo a la violencia indiscriminada, en contra de los terrorismos y en contra de las guerras. Este es un pueblo pacífico impregnado de deseos de paz, con vocación de diálogo en sus entrañas. El Pueblo se lo ha demostrado a ustedes, señorías en cuantas ocasiones ha sido llamado. Seguimos esperando que correspondan los gestos de la sociedad civil. Se han tomado decisiones de una gravedad extrema en su nombre, sin consultarle y en contra de su voluntad.

Señorías, queremos manifestar nuestro más absoluto rechazo a cualquier tipo de terrorismo, venga de donde venga. Estamos contra la barbarie, el horror, contra los fanatismos e integrismos religiosos, ideológicos y políticos. A favor de la tolerancia, la convivencia y por la PAZ, El siglo XXI ha consagrado el uso cobarde y mezquino de la ciudadanía como arma de guerra. Nada puede justificarlo, no puede haber comprensión para esto, ni desde lo humano, ni desde lo político. Ningún objetivo político justifica el terrorismo, que constituye - no nos cabe la más mínima duda- el recurso de los cobardes. Nada hay más fácil que sacrificar a personas que no pueden defenderse. Nada más fácil que otorgarse el derecho a decidir sobre la vida o la muerte de los demás, utilizando a la población civil como escudo humano, a los ciudadanos de a pie, a la gente. Para ellos son anónimos; para nosotros, tienen nombre y apellidos, historias de vida interrumpidas.

Nunca olvidaremos ni perdonaremos a los terroristas que llevaron a cabo el atentado, a los que jamás daremos la más mínima posibilidad de comprensión, justificación, ni crédito de representatividad de nada ni de nadie. El terrorismo es la mayor de las bajezas y la mayor de las cobardías. El terrorismo es, ante todo, la expresión de lo peor de la naturaleza humana y del desprecio ciego a la vida. Ni siquiera hace falta sentir su zarpazo en primera persona para decirlo con todas y cada una de las letras. Sólo hace falta sentido común y sentido ético. Ellos son el último escalafón de la degradación moral del ser humano. Sólo en sus retorcidas mentes puede caber la barbaridad de truncar ilusiones, sueños, esperanzas, inquietudes, deseos, risas, vida..., y a cambio sembrar el dolor en miles de familias bajo el nombre de alguna patria o religión. De mirar para otro lado, de justificarlo con inverosímiles y delirantes cálculos políticos.

Saldremos adelante, no lo duden, lo conseguiremos, apoyándonos entre nosotros, con nuestras familias, nuestros amigos y nuestros compañeros de viaje durante el camino de la sinrazón. Asimismo, queremos expresar nuestra solidaridad y cariño a todas las víctimas del terrorismo de nuestro país, porque sabemos que su pérdida y su dolor son idénticos a los nuestros. Más allá de convicciones políticas o ideológicas hay algo que une a todos los supervivientes, y esto es la capacidad de reconocer el sufrimiento en el otro, de poder vernos desde el mismo lugar.

Todas las víctimas son víctimas. El sufrimiento no reconoce fronteras ni ideologías. Desde nuestra legitimidad como afectados seguiremos insistiendo, señorías: no utilicen nunca más, ni aquí ni en ningún otro contexto, el dolor de las víctimas con fines partidistas. No lo utilicen como bandera de su propia causa. Somos un signo de unión. Queremos ser signo de unión y diálogo entre los ciudadanos democráticos que sostienen opciones distintas. Nuestro sufrimiento debe ser la prueba y el ejemplo vivo de la unión que ustedes, los unos y los otros, no logran ser.

Reconocer que todos los sufrimientos tienen la misma legitimidad moral y la misma gravedad es un primer, necesario e imprescindible paso para construir una sociedad sobre cimientos nuevos y renovados, donde todo el mundo pueda mirarse a la cara. Y por eso, desde aquí, tendemos nuestra mano a todas las asociaciones de víctimas, a todos los supervivientes de cualquier forma de violencia política, a todos los que deseen conocernos. Aquí estamos, esperando seguir conociéndoos, para seguir aprendiendo juntos por la paz.

Nunca podrán con nosotros. Sufrimos con aplomo el 11 de marzo, pero hoy exigimos con firmeza y dignidad ante ustedes, levantando la cabeza con orgullo, con un comportamiento sereno y democrático, y desde la reflexión y el diálogo interno como asociados, no ceder jamás al chantaje ni a la intolerancia y buscar los caminos de la cohesión social. Pretenden someternos al discurso de la polarización, al discurso de "quien no está con nosotros está con ellos", el discurso de "quien no nos defiende, es un traidor". No vamos a caer en tal despropósito. Ningún partido nos mueve. Ningún partido nos interesa más allá de las opciones privadas y personales de cada uno. Las víctimas no entendemos de posicionamientos políticos. Somos víctimas. Nada más. Y nada menos. Para ustedes todo es política, y para ustedes todo significa partidismo pero, afortunadamente, fuera de esta casa aún queda mucho aire fresco y mucha luz bajo el cielo. Escuchen con el corazón lo más limpio que puedan, al margen de sus respectivos partidos, como hombres y mujeres de a pie que aún son capaces de escuchar un discurso que sale del corazón, de la reflexión, de la discusión colectiva, de la autoridad ética de nuestra posición como supervivientes del horror. Si algo nos aporta ese dolor, es la máxima lucidez para sentir. Nosotros, señorías, sí podemos decir que no llevamos gafas de ningún color. Claro que somos personas singulares, que no tenemos grandes discursos, que pensamos diferente entre nosotros -faltaría más, señorías- que vivimos nuestro dolor de forma plural. Lo que tenemos es un denominador común que predomina sobre nuestras diferencias: el dolor, la pena, el sufrimiento, la tristeza, la melancolía, la añoranza, la capacidad de resistencia y de lucha y la voluntad incorruptible de intentar llegar hasta el fondo y la verdad de los hechos. Y ese, señorías, es el motor que nos tiene hoy aquí, delante de ustedes. Esa fuerza moral y ese coraje, y no otro. El firme propósito de que la verdad, la transparencia y la justicia imperen entre nosotros.

Sólo sus intereses partidistas pueden hacerles ciegos a esta realidad.

Desde la autoridad moral que detentamos, la única que jamás nos podrán usurpar, les exigimos que no nos manipulen, que no nos usen. No tenemos siglas. Si esas son las únicas gafas con las que ustedes pueden ver el mundo, hagan el esfuerzo de quitárselas por un momento, de escuchar, pensar y sentir como seres humanos. señorías, les decíamos al empezar esta comparecencia que habían realizado ustedes política de patio de colegio. No es una afirmación gratuita. Con la fuerza de estas convicciones, también venimos a reprocharles como diputados, y por tanto como representantes del pueblo -que no se les olvide-, sus actitudes de aclamación, jaleos y vítores, durante el desarrollo de algunas de las comparecencias de esta Comisión, como si de un partido de fútbol se tratara.

De lo que se está hablando, señorías, es de la muerte y de las heridas de por vida padecidas por seres humanos, de pérdidas que nos han llenado de desolación y amargura en el mayor grado posible, ¿De qué se reían, señorías?, ¿qué jaleaban?, ¿qué vitoreaban en esta SU Comisión? señorías, ustedes tendrán hijos, esposas, maridos, hermanos, etc., pónganse de este lado, piensen por un momento que les despiden por la mañana temprano y nueve meses después aún siguen esperando su regreso. La pérdida de un ser querido en estas circunstancias es lo más parecido que hay a la propia muerte. Muchas han sido las ocasiones en que hemos sentido que la finalidad de esta Comisión no pasaba ni de lejos por esclarecer los hechos que se planteaban inicialmente, sino más bien para utilizar los hechos y a nosotros mismos como alimento a las líneas argumentales de según quién habla. Los unos para echarse la culpa a los otros. Hace años, señorías, que firmaron el Pacto Antiterrorista en el cual se comprometían a no utilizar el terrorismo como arma electoral y partidista. Permítannos no creerles a algunos de ustedes en esta ocasión. Su credibilidad a este respecto ha quedado más que deteriorada. Ustedes lo saben perfectamente, aunque les desagrade oírlo, nos han convertido en moneda de cambio del juego político.

De igual modo en que decíamos que no podemos admitir que se nos utilice como arma política entre partidos, no podemos admitir, de ninguna manera, que utilicen de manera sistemática a nuestros heridos y afectados, y mucho menos a nuestros muertos, como culpables de la derrota electoral de algunos, o del billete de triunfo de otros. Ellos, para su desgracia, no pudieron votar. Algo hicimos mal, alguien se equivocó, algunas personas debieron cometer graves errores para que los malditos pudieran preparar y llevar a cabo tamaña asesina tropelía.

Los hay que acusan de imprevisión política y manipulación de la información. Los hay que acusan de organizar manifestaciones ilegales y linchamientos sociales. ¿Y quién nos defiende a nosotros, los supervivientes, y las víctimas? ¿Quiénes van a ser aquellos que de una vez por todas asuman las terribles irresponsabilidades (vengan de donde vengan) que nos han llevado a sufrir este brutal atentado? Todos ustedes argumentan que es otro partido el responsable. ¿Están vacíos esos argumentos y forman parte del juego político que acostumbran, o realmente están basados en hechos que pueden probarse? Si es así, informen de lo que saben y no cuentan, y háganlo ante quien corresponde, ante los jueces. Estamos cansados de acusaciones sin pruebas, nos parece mezquino tirar la piedra y esconder la mano. Si esta Comisión es un juego, la calidad ética de nuestros parlamentarios está por valorarse. Si esta Comisión maneja datos reales y errores reales, basadas en datos objetivamente comprobables, seguimos esperando las disculpas y la asunción de responsabilidades por parte de quien corresponda. Y para que no quede lugar a dudas, la asunción de responsabilidades para nosotros significa dimisiones de los cargos políticos, institucionales y policiales que correspondan. Estas dimisiones no deben, en ningún caso, eximir de las responsabilidades legales que, por la vía penal deban imputarse a quienes por error u omisión, no pusieron todos los medios a su alcance para evitar que esta tragedia nos azotara. Esta Comisión, en ningún caso, debe significar el cierre de la vía jurídica y en esto seremos, las víctimas, especialmente beligerantes.

Tampoco nos ha dejado satisfechos la inquina con la que se han pronunciado ciertos comisionados en sus interrogatorios, dejando caer y crecer la duda sobre las responsabilidades directas del atentado. La frivolidad con las que algunos alardean sobre determinadas autorías, además de congoja nos causa perplejidad y no nos sirve el amparo en cortinas de humo o en oscuros propósitos. Cuando se sabe que los autores no están en lejanos desiertos, se deben aportar las pertinentes pruebas ante el Juez Del Olmo. Queremos decirles que confiamos en la Justicia y en que las Fuerzas de Seguridad del Estado, al margen de las posibles equivocaciones en que pudieran haber incurrido -y que en cualquier caso no deben ni pueden ser ninguna excusa para nadie-, están desarrollando con éxito y con ahínco su labor profesional. Cuando nos vean, acuérdense ustedes, o quienes a ustedes les mandan, de que si hubo una sola posibilidad de haber evitado que estos hechos ocurrieran, y existen fundados argumentos para pensar que hubo no sólo alguna, sino muchas posibilidades de ello, nosotros somos los molestos testigos de su irresponsabilidad por no haberlo evitado.

Señorías: mucho nos habría gustado que nos informaran periódicamente del desarrollo de las sesiones, o que nos habrían permitido estar presentes durante las mismas. Esto no ha sido posible, y quepa señalar que no precisamente porque las víctimas no hayan manifestado repetida e insistentemente su interés por asistir a esta Comisión. Al espectáculo de esta Comisión que se va a cerrar como se empezó: sin depurar las responsabilidades políticas de aquellos que supieron o tuvieron en sus manos. Los que pudieron evitar la barbarie.

Quisiéramos mencionarles las innumerables memorias que han ultrajado convirtiendo esta comisión en un circo mediático. Miles de familias destrozadas. Nuestra llamada es una llamada a la ética, a la moral. A la ética de ustedes. A la moral de ustedes, desde la legitimidad incuestionable que nos otorga la condición de víctimas. Nadie tiene ni puede tener voz más autorizada que la de todos aquellos que están ahora y aquí presentes, detrás de mi voz. señorías, si quedan irresponsabilidades por depurar, éstas corresponden fundamentalmente a quienes detentaban el poder en aquel momento. Y ésta es una obviedad irrefutable.

Por eso, es imprescindible que algo tan execrable como esto no vuelva a ocurrir. Así lo manifiestan todos los ciudadanos de este país y así lo exigimos nosotros. Es el único consuelo que nos queda y ese debe ser el propósito de las conclusiones de esta Comisión. Nada nos va a devolver a nuestros seres queridos, ni restañará las heridas de los que todavía convalecen, pero no sería justo dejar de reconocer que algunos elementos del engranaje que debería haber previsto el peligro fallaron estrepitosamente, y así ha quedado demostrado.

También queremos saber qué pasó entonces, qué mecanismos fallaron, quiénes nos avisaron, y quiénes les ignoraron, quiénes son responsables de este disparate que ha arrasado los proyectos de futuro de 2000 personas. Los autores materiales de los hechos, los instigadores y los ideólogos son responsables, pero si algo hemos sacado en claro de esta Comisión es que más allá de los hechos irrefutables y de las vidas truncadas, se han cometido errores e imprevisiones que a fecha de hoy siguen sin asumirse. Una única cuestión tenemos clara las víctimas, y es que por encima de todo deseamos conocer con exactitud los hechos, los errores y las irresponsabilidades que se derivan del mayor atentado terrorista en la historia de España.

Señorías, durante todas las comparecencias han puesto el foco de los hechos en lo que sucedió entre los días 11 y 14 de marzo. Nada más lejos de las inquietudes de las víctimas. Sabemos perfectamente qué ocurrió esos días: buscamos a nuestros muertos, los lloramos, los enterramos, incineramos... nos despedimos. A otros los cuidaron mientras ni siquiera eran conscientes de lo que les había sucedido, se enteraron después, cuando despertaron mientras intentaban quedarse en este lado del mundo. Otros intentaban entender cómo era posible que les hubiera pasado a ellos -¿por qué a nosotros?, ¿qué es lo que hemos hecho para merecernos esto? Nos interesa saber qué ocurrió entre el 11 de marzo y el 14 de marzo, también después, porque no pudimos vivirlo. Pero sobre todo nos interesa saber, señorías, qué ocurrió antes. ¿Qué fue lo que ocurrió antes del 11 de marzo para que esta barbaridad llegara a perpetrarse? Tramas de tráfico de explosivos que no se investigan, informes que avisaban de lo inminente de la amenaza terrorista, falta de medios para investigar a presuntos terroristas (faltan policías, faltan traductores, falta presupuesto, en definitiva, falta voluntad de política para prever lo que se nos venía encima después de pasar a convertirnos en objetivo terrorista). Ustedes, señorías, han podido vernos semana a semana en la Puerta del Sol. Silenciosos, callados, con una camiseta que simplemente rezaba nuestro ruego de transparencia. Nos desalojaron de la puerta del Congreso y nos enviaron a la Puerta del Sol. Allí seguimos durante meses. Meses, señorías. Aguantando sol, lluvia, apoyos y también insultos. Allí seguimos con nuestro mudo testimonio escrito en las camisetas: transparencia, por ellos, para ellos, para nosotros, y para todos los que se identifican con nuestra indignación.

Nos parece que no han entendido, señorías, qué significa para nosotros la palabra transparencia. Nos tomaremos la molestia de explicárselo. No queremos que esta Comisión continúe. No, desde luego, en su formato actual: un espacio para la riña entre partidos. Exigimos de manera contundente y explícita la creación de una nueva comisión de investigación formada por personas independientes y expertos. Una comisión donde los partidos políticos no estén presentes, para que la investigación recaiga en personas que, libres de intereses partidistas, ayuden a la ciudadanía española a entender qué fue lo que pasó, delimiten las irresponsabilidades que procedan y propongan las necesarias reformas en el funcionamiento de las instancias del Estado. Hagan que una situación así no vuelva a repetirse. Quédense al margen y permitan la transparencia. No nos prometan más cosas que no nos interesan. No nos den más palmaditas en la espalda. No nos miren con cara compasiva. Simple y puramente, permitan la verdad. La pelota está en su tejado.

Nosotros, de momento, les contaremos nuestras historias:

Como sabrán ustedes, el II de marzo de 2004 una gran conmoción sacudió los cimientos del alma de Madrid, y tras las primeras noticias, empezó el calvario para miles de personas. Unas, intentado contactar con sus familiares; otras, camino de los hospitales, y 192 esperando a ser identificados mientras viajaban a nuestras memorias para instalarse allí para siempre. Las familias empezaron a movilizarse por doquier, intentando localizar a sus seres queridos, comenzando el calvario de la desesperación, la incredulidad, el vagar sin rumbo, el desasosiego, para terminar el día recalando en un hospital, buscando desesperadamente un nombre en una lista o en la morgue de IFEMA para recibir la sentencia de muerte.

En este macabro lugar permanecimos muchos de nosotros durante dos, tres y más días, hasta que pudimos recibir los restos de nuestros familiares y amigos para darles sepultura en terribles circunstancias. Unos buscábamos a nuestros seres queridos, que descansaban entre los fríos pabellones rebosantes de ausencias, mientras algunos se preocupaban más por reconocer los cuerpos de los supuestos suicidas. Seres queridos contra pruebas queridas.

Salíamos del estupor y del caos en que muchas veces se convirtió la rutina de gestionar muertes y lesiones, para sumergirnos en la profunda sima del dolor y la incredulidad. Al tiempo que unos sacudían la cabeza para espantar de su mente las imágenes macabras grabadas en su interior, otros luchaban contra la muerte en los quirófanos o curaban sus heridas y muchos otros éramos atrapados para siempre por la asesina ausencia de los nuestros, entrando en el laberinto para pelearnos contra el duelo de lo inexplicable. ¿Qué le dirían, señorías, a una niña de cuatro años cuando pregunta por su madre muerta?

Mientras se decidía el futuro político de España, nosotros nos planteábamos el presente entre la vida y la muerte, sintiéndonos culpables por comer, por dormir, por respirar, por ver, por sentir, par vivir y por ser humanos. La barbarie se instaló entre nosotros sumiéndonos en el frío y largo invierno en que se convirtieron nuestras vidas, del que, lograremos salir para vivir con la cabeza alta, y ellos siempre entre nosotros.

En principio nos vimos envueltos en la locura, el desconcierto y la desesperación, mientras asistíamos como autómatas a actos de carácter público o privado. Todo para las víctimas pero sin las víctimas. Sin preguntarnos, sin consultarnos, sin tenernos en cuenta, sin respetar nuestra voluntad ni pedir permiso para la utilización de nombres, fotografías e historias que forman parte de la privacidad de las familias. Tras los primeros meses de pesadilla empezamos a asomarnos tímidamente por las ventanas de nuestro oscuro laberinto para ir descubriendo con estupor cómo aparecían asesinos, confidentes, altos cargos, responsables políticos, comparecientes de toda clase en esta Comisión de investigación, sin que los días y folios de declaración nos otorgaran la menor claridad sobre lo realmente relevante: las verdades y las irresponsabilidades.

Hemos ido conociendo a los asesinos materiales con sus caras y sus nombres y a algunos de los organizadores. Nos íbamos quedando estupefactos al conocer las caras de quienes proporcionaron medios y cobertura a los asesinos. Pero en estos meses también nos hemos ido conociendo entre nosotros, boca a boca, sin ninguna facilidad institucional para encontrarnos. Hemos ido creando redes de solidaridad, de apoyo mutuo, tejidas con mucho esfuerzo. Llamadas de teléfono de personas que se conocieron en IFEMA o en las oficinas a las que había que ir, ventanilla a ventanilla, para los trámites y la burocracia que acompañan al horror. Nos hemos conocido por el boca a boca, y unos pocos empezaron a salir a la calle, como les decíamos, con su dolor como bandera en forma de camiseta, recogiendo las 12.500 firmas que esta casa conoce y desatiende. Se han entregado, señorías, 12.500 firmas, nuestras y de ciudadanos de a pie, recogidas semana a semana para pedir que la Comisión no fuera a puerta cerrada, que hubiera luz, que pudiéramos estar y escuchar para no tener que informarnos por terceros.

La información que recibimos las víctimas sobre los trabajos de la Comisión provienen de las publicaciones en prensa, y de aquello que los propios afectados nos hemos molestado en buscar por nuestros propios medios. Queremos repetir de nuevo, señorías, que somos personas físicas, no marionetas. Que no nos identificamos como colectivo con posicionamientos partidistas de cualquier clase, sino con el dolor y el sufrimiento de los que padecen nuestra condición de víctimas y supervivientes del terror, que no nos dejaremos manipular por nadie. No permitiremos que nadie nos coloque como simpatizante del otro para automáticamente descalificamos.

Sabemos que corremos el riesgo de que mañana los titulares de algunos periódicos lo intentarán. Unos dirán que estamos manipulados por el PSOE y que es obvio que servimos a sus intereses. Otros que servimos a los intereses del Partido Popular. No se molesten en escribirlo. Lo sabemos y lo esperamos. Y nos adelantamos a ustedes, porque por ese camino no vamos a andar. No entraremos al juego de la polarización social en interés de los partidos. La actual Junta Gestora de la Asociación 11M Afectados de Terrorismo, los socios y afectados que representamos, constituyen un colectivo integrado por seres humanos que votan a todos (o a ninguno) de los partidos.

Podremos encontrarnos mañana con quien diga que nuestras palabras están regadas por el rencor y la ceguera del odio. Pretenderán invalidar nuestros argumentos amparándose en nuestra condición de supervivientes, como si ser superviviente fuera un estigma. No hablamos desde el resentimiento, sino desde la serena y meditada indignación y reflexión colectiva. No nos mueve el odio, sino la firme voluntad de velar por la memoria de los ausentes y la recuperación moral de los heridos. señorías, un argumento sentido no es un argumento torpe. Torpe es quien, carente de argumentos, recurre a intentar deslegitimar al otro como burda herramienta de diálogo.

Escuchen, señorías.

Escuchen si todavía mantienen esa honestidad de seres de a pie que les pedíamos al empezar esta comparecencia, y no han vuelto a ponerse sus gafas de partido.

Reiteramos nuestro agradecimiento y reconocimiento a todas aquellas personas que intentaron arroparnos con cariño y dedicación, haciendo lo mejor que supieron y pudieron en los duros momentos que hemos sufrido. Si bien, no debemos confundir la buena voluntad con la eficacia de la atención en situaciones de crisis. Denunciamos que hubo fallos en la atención inmediata a las víctimas, que se detectó una absoluta descoordinación entre los diferentes servicios de atención, que no se controló en modo alguno el perfil de los profesionales que atendieron a las familias de las víctimas y que, en ocasiones, ni siquiera contaban con formación necesaria en situaciones de emergencia. La comunicación a las familias para la identificación de los cadáveres fue absolutamente vergonzosa, anunciándosenos la misma mediante megafonía. Echamos en falta la presencia de cargos institucionales en el caos de IFEMA, pabellón de la muerte. Si acaso, vinieron con el tiempo justo para hacerse la foto. Les adivinamos de pasada, desde lejos.

A pesar de las medallas y reconocimientos otorgados a los héroes del 11M, queremos destacar que a día de hoy, 9 meses después, no se ha realizado evaluación formal ni balance independiente y sin triunfalismos sobre las actuaciones de las distintas administraciones implicadas. Asimismo, no existe estudio riguroso que verse sobre el estado psicológico y sanitario de las víctimas y sus familiares. La red sanitaria pública no ha incrementado los servicios de atención a heridos, viéndonos en estos momentos incluidos en listas de espera para intervenciones quirúrgicas de todo tipo.

Tampoco se ha realizado hasta el momento valoración sobre las repercusiones a nivel laboral y futuras incapacidades parciales o absolutas de los heridos en los atentados, así como las medidas formativoocupacionales que nos permitan la adaptación a nuevos puestos de trabajo acordes con las minusvalías que padecemos. Tampoco se han atendido debidamente las necesidades educativas especiales de los menores afectados por los atentados: hijos de fallecidos, hijos de heridos, menores que viajaban en los trenes, niños que lo presenciaron desde colegios cercanos. Se contrató un aluvión de psicólogos y psiquiatras. ¿Para qué? Para qué si no nos acompañaron. Nos acompañamos entre nosotros. Ellos se quedaron sentados en sus despachos esperando a que fuéramos a verles si nos encontrábamos mal.

Hay que estar muy bien, señorías, para poder pedir ayuda en esos momentos. Tanto dinero gastado en decenas de contratos de profesionales que permanecieron pertrechados en sus despachos y sus horarios de jornada intensiva, y tan poco gastado en profesionales que estuvieran a nuestro lado, que se preocuparan por acompañarnos, por compartir el día a día y favorecer y apoyar que se pudieran ir tejiendo esas redes de comprensión y de apoyo entre nosotros. Ese espacio, lo ha cubierto el esfuerzo informal de los que nos conocieron desde el principio.

Nos trataron como a enfermos, antes de preguntarnos nos medicaron. Queremos un trato cercano. Los queremos con nosotros, acercándose a nosotros, sin tenernos miedo. No mordemos ni somos contagiosos. Muchos de nosotros hemos acabado en la sanidad privada porque ustedes ni quisieron ni supieron acercarse, porque en muchos centros de salud mental estaban más preocupados por aprovechar los recursos contratados para reducir las listas de espera que para acercarse a los supervivientes. Tardaron mucho en atendernos cuando les pedíamos una cita. Los afectados hemos abandonado muy pronto los tratamientos que comenzamos en la red pública, no se han cubierto nuestras expectativas de apoyo. Una vez más, esperaremos un informe técnico independiente de los programas sanitarios desarrollados y del plan de salud mental que ustedes diseñaron. Sin embargo, les hemos visto homenajearse mutuamente y felicitarse por su éxito en congresos y declaraciones, donde sólo se escuchan a sí mismos. Es necesario que sea un informe de evaluación técnica sobre la atención que recibimos objetivo e independiente, pues hemos sido testigos incansables del reparto mutuo entre instituciones de condecoraciones y medallas.

¿Para cuándo este estudio riguroso en que nos pregunten qué pensamos sobre cómo se hicieron las cosas, del que se obtengan lecciones aprendidas y errores que no pueden repetirse? Ni un solo análisis técnico independiente. En ningún lugar nuestra voz para elogiar o criticar lo que haya que aplaudir o mejorar. También es cierto que, si alguna cosa hemos vivido los afectados directos de todo este abominable suceso, ha sido la solidaridad en el inmenso dolor que sentimos, compartido por la gran mayoría de los ciudadanos y ciudadanas de bien. Debemos corresponder, por tanto, en nombre de todas las víctimas y de los supervivientes, con infinita gratitud, -y ese es nuestro principal mandato-, a cuantos, de forma anónima entraron en los trenes en los primeros segundos para auxiliar a las víctimas y los supervivientes, exponiendo su propia seguridad, a quienes derramaron una lágrima incontenida de desgarro, a todos los que rindieron personal tributo en los improvisados espacios de homenaje y recuerdo en que se convirtieron los lugares de la tragedia. Agradecimiento que hacemos extensivo a la ciudadanía de Madrid, del resto del Estado e incluso de fuera de España: por su solidaridad.

También queremos manifestar nuestro agradecimiento a todas aquellas personas que el 11 de marzo, y en los días posteriores, de una manera profesional o con carácter voluntario se enfrentaron a la tragedia, sin comprender ni cuestionarse otra cosa que no fuera la atención a las víctimas y a sus familias, con generosidad, sacrificio y dignidad. Gente que no pidió nada más que el privilegio de estar en silencio, en segunda fila, apoyando en lo que pudieran sin buscar ningún protagonismo. Profesionales anónimos, vecinos, colectivos de jóvenes y de barrio, asociaciones culturales. Pero sobre todo, ciudadanos de a pie, cada uno con lo que desde su buen hacer, podía aportar.

Gracias a los bomberos, gracias al personal sanitario, gracias a la policía, gracias a los taxistas, gracias a los psicólogos, gracias a los conductores, gracias a los conductores de autobús y gracias a todos los que se nos quedan en el tintero. A todos de nuevo, gracias. Algunos de ustedes intentaron vetar nuestra comparecencia. Nosotros no pedimos asistir en calidad de nada a esta Comisión. Fueron ustedes, señorías, quienes decidieron requerir nuestra presencia, considerando la misma como un homenaje, no nosotros, Un homenaje más. Uno de los muchos que se vienen sucediendo desde aquel fatídico 11 de marzo. Como viene siendo habitual en los numerosos actos de los que venimos siendo protagonistas, nadie nos ha preguntado si es nuestro deseo recibirlo. ¿Alguien nos consulta cuando se dispone de los nombres o fotografías de nuestros familiares por parte de cualquier institución? Hay quienes se sienten sinceramente reconocidos. Para otros supone una nueva y desgarradora exposición. No discutimos aquí la conveniencia o no de estas manifestaciones, que no dudamos, tienen la mayor voluntad de apoyo y solidaridad. Denunciamos que no se nos pregunte, que se asuma lo que es correcto o incorrecto, que se levanten monumentos y no se nos permita hacerlos nuestros. Ese gesto debiera ser el producto final de un camino de hablar, de conocer, de hacer llegar nuestra voz a la gente... tenemos voz y queremos que esa voz sea escuchada.

Hubo momentos en que quizás el dolor nos mantuvo en nuestras casas. Ahora queremos ser escuchados. Tenemos voz y criterio. Y queremos que los homenajes no sean piedras frías en cualquier rincón de una ciudad y de las que nadie se acuerda a los pocos meses, sino que tengan vida. La vida que surge cuando las cosas nacen de procesos de diálogo y de participación. Escúchennos. Asumimos como nuestro el dolor de cualquier víctima del terrorismo, nos identificamos, como ya hemos dicho anteriormente con cualquiera de ellas, si bien nos vemos en la obligación de reivindicar nuestra identidad como víctimas del 11 de marzo. Hemos asistido, dentro de este baile del uso de fotografías de nuestros familiares fallecidos, al penoso espectáculo de verlos mezclados con torturadores y violadores de derechos humanos que igualmente tienen reconocida su condición de víctimas del terrorismo. ¿Alguien nos pregunta algo? Queremos también decir no al modo en que se han usado por parte de los medios de comunicación las imágenes de la barbarie. Las imágenes son instrumentos de información, de eso no cabe duda, y tienen el poder de convocar, de sensibilizar a la opinión pública, de explicar en breves instantes lo que un texto difícilmente puede narrar. Pero este no es el caso, y ustedes lo saben.

La necesidad de utilizar las imágenes del 11 de marzo como fuente de información caducó hace mucho, ya no es noticia. Las emisiones no responden a una necesidad informativa sino a la demanda de una sociedad que convierte todo en espectáculo, incluyendo la angustia, el miedo, y el llanto desgarrado de los arrastrados por la locura humana. Señores directores de periódicos y agencias de prensa, señores directores de informativos: permítannos dudar de su sensibilidad. Mientras por un lado acuden a nosotros una y otra vez, para que les contemos nuestro calvario, mientras son ustedes los encargados de hacerles recordar al mundo que no puede haber más "onces M" en ningún lugar del mundo, se olvidan de nosotros cuando el mercado les llama. Vendida ha quedado su conciencia de periodistas a la ley de las audiencias.

Con nosotros, no. Si algo de decencia les queda, con nosotros, no. Queda escrita, leída y conste en el diario de sesiones nuestra más contundente repulsa. Y por si no hubiera quedado suficientemente claro, afirmamos que por encima del derecho a la información, está el derecho de los ausentes a preservar su intimidad. Condenaremos siempre a aquellos que expongan imágenes que aviven constantemente la causa de nuestro dolor. Cada vez que las imágenes se exponen sufrimos un paso atrás en ese trabajo de convivir con el dolor. Cada vez que aparecen las imágenes nos sumergimos en una, dos, tres semanas de reavivar el dolor, es volver a imaginar cómo pudieron haber muerto, especular sobre si sufrieron o no, si permanecieron con vida el tiempo suficiente para preguntarse dónde estábamos nosotros para socorrerles, dos o tres semanas de emparejar esas imágenes con los rostros de ellos. Regresan las vivencias del desconcierto, el miedo, la impotencia, el desasosiego, la vulnerabilidad, el camino a los hospitales... del caos.

Recuerdo feliz, como los tuvimos y como los quisimos, y ustedes se empeñan en arrojarnos el horror en nombre del espectáculo, en machacarnos y recordarnos aquellas imágenes que no deseamos que queden grabadas en nuestras mentes como último recuerdo de aquellos a quienes amamos o como el trágico recuerdo del día en que volvimos a nacer. Los que tuvimos la suerte de poder contar lo vivido, sufrimos el peso de la culpa por haber sido nosotros, y no ellos, los que hoy no podemos borrarnos aquel día de la retina. El goteo incesante de imágenes que salpica cualquier periódico o programación nos regresa una y otra vez al inicio del camino de la superación, pero parece que eso a ustedes, periodistas, no les importa. Nosotros, desde nuestra autoridad moral, les señalamos, les imploramos, les pedimos, les exigimos que dejen de vendernos como espectáculo. Pronto se acercará el primer aniversario de la masacre. Una excelente oportunidad para medir la altura moral de todos y cada uno de los directores de periódico y de cadenas de televisión de este país. Cada cual establecerá entonces su talla moral. Ustedes dispondrán de una oportunidad para demostrar de qué madera están hechos.

La falta de rigor moral en la emisión de imágenes que no arrojan luz sino oscuridad en torno al omnipresente 11M, no sólo nos revuelve las entrañas a las víctimas, sino también a la sociedad en su conjunto. Con ellas nos embarga el miedo y la sensación de vivir absolutamente desprotegidos, y eso señorías, nos hace aún más sensibles a las manipulaciones de todo tipo, No digan que no está claro y bien detallado. Insistimos para que no quede lugar a dudas: ellos fueron asesinados en un acto colectivo, pero su derecho al honor y a la propia imagen lo representamos en su individualidad los que les hemos sobrevivido. Apelamos a la ética profesional de los medios y estaremos allí donde se deshonre la memoria de las víctimas para desagraviarlos. El uso indiscriminado de las imágenes supera niveles que jamás imaginamos, Se han emitido o se han usado en medios escritos imágenes procedentes de las cámaras de vigilancia situadas en los andenes de RENFE. Estas imágenes fueron requisadas por la Policía inmediatamente después de las explosiones y estaban depositadas en la Audiencia Nacional. ¿Cómo pudieron filtrarse y llegar a la prensa? ¿Quién lo permitió o autorizó? ¿Quién las vendió, si ese es el caso? ¿Cómo pudieron emitirse imágenes sometidas a secreto de sumario? Desde aquí exigimos de manera urgente una investigación que depure responsabilidades respecto a la filtración y posible venta de las imágenes de los atentados que estaban depositadas bajo la custodia del Audiencia Nacional. Debe esclarecerse la trama de tamaña indignidad y ser cesado y encausado el autor de manera fulminante.

Quienes sí se empeñaron en estar a nuestro lado fueron otras entidades públicas y privadas, a quienes se facilitaron nuestras direcciones y teléfonos. Hemos recibido cartas que no hemos pedido, llamadas de terceras entidades que han supuesto una violación a nuestra intimidad. En una aplicación absolutamente estricta de la Ley de Protección de Datos, hemos asistido atónitos a la filtración de nuestros datos personales a entidades públicas y privadas que se siguen dirigiendo a nosotros. ¿Con qué autoridad se comparte ilegalmente dicha información con organizaciones y terceros? ¿Cómo se nos llama desde universidades para pasarnos cuestionarios por teléfono? ¿Quién ha consentido tamaño despropósito? ¿En qué juzgado se investigarán estos delitos ya denunciados? El día 11 de marzo de 2004 se rompió el corazón de nuestro país. No nos sirve para nada el pretendido dolor de quienes son incapaces de la más mínima autocrítica, y mucho menos el comportamiento de quienes, seguramente cegados por el odio y la frustración, insultaron gravemente a nuestros seres queridos, a nuestros muertos, ante las mismas puertas de esta Cámara.

Quienes el 29 de noviembre nos ultrajaron, probablemente el día 12 de marzo estuvieron recorriendo, en manifestación, las calles de Madrid. Sin embargo, 9 meses después, ya habían olvidado que aquello era porque la ciudadanía lloraba por sus hijos desaparecidos o mutilados, nuestros muertos, nuestros heridos. Sólo nos consuela pensar que, tomados uno a uno, ninguno de ellos sería capaz de aguantar ni cinco segundos la mirada de una madre y volver a repetirle: "Meteos a vuestros muertos por el culo". Nada justifica una actitud como esa. El odio y el deseo de venganza es un germen podrido que infecta nuestra sociedad, y tenemos el deber y la obligación de construir algo mejor y más digno para todos. Recientemente hemos asistido con pesar a un espectáculo asombroso en el juicio del primer encausado por el 11 de marzo, concretamente al menor conocido por "el gitanillo". Pudimos asistir, detrás de un biombo, al establecimiento del pacto entre fiscales y abogados, con la bendición del juez.

Señorías, cuando explícitamente se deniega la aplicación de la Ley del Menor y se aplica la Ley Antiterrorista con penas de hasta diez y doce años de cárcel a menores de edad en el País Vasco por quemar un cajero automático, ¿cómo puede aplicarse la norma más favorable a alguien que no fue menor para traficar con explosivos, con drogas, ser confidente de la policía y la guardia civil, conducir vehículos y suministrar los materiales que condujeron a la muerte de 192 personas? ¿Qué aplicación arbitraria de la ley significa que un asesino va a estar en la calle con 23 años, en la más absoluta impunidad? Nos mienten cuando prometen que los culpables de la masacre serán castigados con la mayor dureza que la ley permita. Estupefactos ante la impunidad de los culpables confesos, como Asociación 11M Afectados de Terrorismo, asistimos al juicio entre las risotadas del inculpado, de la madre del mismo y de su abogado. ¿Este es el Estado de Derecho que pretende ampararnos? ¿Asistiremos a más juicios con acuerdos negociados antes de entrar a Sala? ¿Qué buscan esos acuerdos? Desde luego, no tendríamos ningún problema con la justicia española si todos los juicios se resolviesen como este, en cinco minutos. Vayan sumando, señorías, porque nuestras peticiones son claras, altas y nítidas. Ninguno de los hombres y mujeres, de los ancianos y los niños, de los españoles y de las personas de otras nacionalidades que bruscamente vieron interrumpidos sus proyectos, sus expectativas y hasta sus vidas podrían entender que termine esta Comisión sin una explicación sobre lo ocurrido. De nuevo les recuerdo, señorías: nuestros muertos fueron las víctimas; inocentes y víctimas! Nosotros tampoco podemos darnos esa explicación, pero sí que podemos, con la autoridad ética que nos otorga nuestra situación , exigir que nuestra desgracia no haya sido en vano.

Esta Comisión debe acabar y debe determinar los instrumentos necesarios que hagan imposible la repetición de tan insufribles hechos. Se lo debemos a ellos, nos lo debemos a nosotros mismos, más allá de cualquier otra diferencia de criterio partidario. Si no se hiciera de esta manera, el fracaso de esta Comisión sería aún más estrepitoso y esa responsabilidad recae sobre sus señorías. No permitan que un activo de tal calibre se diluya entre las manos de un sinsentido partidista que a nada conduce. Ayúdennos a que los ciudadanos de este país podamos salir por las mañanas de nuestra casa y tengamos la garantía de regresar. Les recordamos, pedimos, exigimos, lucharemos por lograr:

1. Una comisión de investigación independiente de los partidos políticos que establezca y depure responsabilidades por error u omisión.

2. Juicios transparentes y con aplicación plena y completa de la ley a todos los acusados.

3. Velar por el uso ético por parte de los medios de comunicación de las imágenes del atentado.

4. Investigación de las responsabilidades derivadas de la filtración o venta de las imágenes de los atentados sometidas a secreto sumarial en la Audiencia Nacional.

5. Respeto a la voluntad de las familias para el uso de los nombres y las imágenes de los fallecidos y supervivientes en todos los actos públicos y privados que se realicen en su memoria.

6. Habilitación de comisiones técnicas independientes, que evalúen de manera objetiva y teniendo en cuenta la opinión de los afectados, los planes de emergencia, sanitarios, educativos, formativos, laborales, sociales y de salud mental puestos en marcha tras el 11-M, mostrando tanto los éxitos como las oportunidades de

mejora que procedieran y elaborando propuestas de futuro. 7. Exigimos la adecuada atención a las víctimas y la creación de un Organismo Único de Coordinación y Atención a heridos, que funcione durante el tiempo necesario.

8. Exigimos el respeto del derecho a la intimidad, así como la investigación de las responsabilidades derivadas del filtrado de los datos personales, direcciones y teléfonos de los afectados a terceras instituciones para su uso particular.

9. Exigimos, en nombre del conjunto de ciudadanos, que se arbitren todas las medidas de coordinación policial, de sistemas de alerta y vigilancia que se consideren necesarios para evitar que nuevas catástrofes como esta puedan volver a ocurrir.

10. Exigimos que nunca se utilice el nombre de las víctimas o de ésta Asociación como instrumento de polarización social, buscando identificaciones con una u otra opción partidaria. Nuestra condición de víctimas y supervivientes si a algo apela, es al diálogo, a la unión, al consenso y a la búsqueda de soluciones entre todos. señorías, todas estas peticiones se resumen en tres exigencias básicas: verdad, justicia y reparación, entendida como reparación moral, nunca económica porque el dinero no nos abraza ni nos consuela.

Y hoy, aquí, en lo que a ustedes más les atañe, exigimos la verdad. Como venimos expresando desde hace meses: transparencia.

Por nuestra parte, lo único que podemos aportarles es nuestro dolor.

Este es nuestro dolor. Y esta nuestra fortaleza. Por todos nosotros. Por ellos.

Sr. presidente, señorías, muchas gracias.

Dado que esta comparecencia es consensuada, les transmito que la Junta Gestora de la Asociación 11M Afectados de Terrorismo ha decidido no vamos a contestar ninguna de las preguntas que pudieran formularnos.