26/9/05

Condenado Abu Dahdah, líder de Al Qaeda en España, a 27 años de cárcel

  • Setencia íntegra de la Audiencia Nacional

  • 26-09-05 - ELPAIS.es

    Ya hay sentencia contra los 24 procesados por su supuesta pertenencia a la célula de Al Qaeda en España. 18 de los 24 encausados han sido condenados a un total de 167 años de cárcel, una dura sentencia aunque queda muy lejos de los más de 74.000 años que pedía el fiscal para alguno de los condenados como cooperadores necesarios en los más de 3.000 asesinatos del 11-S en Washington y Nueva York.

    La condena más alta -27 años de cárcel, 12 por integración en grupo terrorista y 15 por conspiración en los atentados del 11-S- ha sido para Imad Eddin Barakat Yarkas, Abu Dahdah, como responsable de la célula de Al Qaeda desarticulada en España tras el 11-S y por conspiración en dichos atentados. El periodista de Al Jazira, Taisir Alony, la primera persona que entrevistó en Afganistán al líder mundial de Al Qaeda, Osama Bin Laden, tras los ataques del 11-S, ha sido condenado por su parte a siete años de cárcel por colaboración con grupo terrorista.

    El tribunal condena a Abu Dahdah por un delito de integración en organización terrorista en grado de dirigente, por el que le impone 12 años de cárcel, y por conspiración para cometer delito de homicidio terrorista, por el que le castiga con otros 15 años de cárcel. Hay que resaltar que se trata de la primera sentencia condenatoria en todo el mundo por los atentados del 11-S. En cuanto a Alony, los magistrados consideran que ayudó a varios miembros de Al Qaeda, a sabiendas de que lo eran, "para obtener de esos individuos exclusivas y enriquecedoras informaciones" sobre esta organización terrorista.


    Satisfacción en la fiscalía

    Entre los condenados destaca Driss Chebli, también imputado en el sumario del 11 de marzo de 2004 en Madrid, al que ha absuelto de participar en la preparación del 11-S y le condena a 6 años de cárcel por colaboración con organización terrorista. Entre los absueltos figura Ghasoub Al Abrash Ghalyoun, para quien el fiscal pedía 74.334 años de prisión por la filmación que realizó en agosto de 1997 de las Torres Gemelas de Nueva York y que, según el representante del Ministerio Público, sirvió a los terroristas suicidas para perpetrar los atentados.

    El fallo de la sentencia, que consta de 445 folios, ha sido leída por la ponente de la misma, la magistrada Ángela Murillo, mientras que el presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, ha leído una nota resumen. Después de las deliberaciones de los magistrados, únicamente seis de los procesados permanecían en libertad bajo fianzas de diversas cuantías: Al Abrash, los hermanos Waheed y Ahmad Koshagi Kelani, Bassam Dalati, Mohamed Khair Al Saqqa y Sid Ahmed Boudjella.

    Pese a la disparidad entre la sentencia y la petición del ministerio público, el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño, se ha declarado hoy "satisfecho" con el veredicto. Fungairiño ha asegurado que la sentencia atiende a las peticiones del fiscal y confirma su "hipótesis" de que para luchar contra el terrorismo islamista "no hacen falta guerras ni campos de detención", en referencia a Guantánamo. Según el fiscal jefe, hasta que no se estudie a fondo la resolución no se tomará una decisión sobre un posible recurso.


    22/9/05

    La Policía descubre que 'El Tunecino' era el portavoz de Al Qaeda en Europa que reivindicó el 11-M

    Serhane Ben Fakhet, 'El Tunecino', es Abu Dujan Al Afgani

    22-09-05 - Terra Actualidad - Vocento/VMT

    Los servicios de Información, un año y medio después del 11-M, creen haber aclarado una de las principales incógnitas de la masacre: la identidad del denominado 'portavoz militar de Al Qaeda en Europa' en cuyo nombre se reivindicaron los atentados de Madrid. Meses de trabajo de la Policía Científica han servido para descubrir que Serhane Ben Fakhet, 'El Tunecino', el supuesto líder de la célula terrorista que perpetró el 11-M y que falleció en el suicidio colectivo de Leganés, era el misterioso Abu Dujan Al Afgani.

    La clave de la laboriosa investigación que ha llevado a conocer sin género de dudas la identidad del máximo responsable de la masacre es el fax de una sola página que la célula integrista envió poco antes de la inmolación del 3 de abril al gabinete de comunicaciones del diario 'ABC'. En aquella nota manuscrita se vertían nuevas amenazas contra España si el Gobierno no retiraba las tropas de Irak y Afganistán antes del '14 de Safar de 1425', el 4 de abril de 2004 en el calendario occidental.

    Aquel comunicado, que asumía el 11-M en nombre del grupo Ansar Al Qaeda en Europa, estaba firmado por Abu Dujan Al Afgani, el mismo personaje en cuyo nombre se reivindicó la masacre en el vídeo encontrado el 13 de marzo en una papelera cercana a la mezquita de la M-30. Esta primera reivindicación calificaba al hasta entonces desconocido Al Afgani como 'portavoz militar de Al Qaeda en Europa'.

    Desde el principio, los expertos de los servicios de Información consideraron clave saber quién había escrito de su puño y letra el fax remitido al rotativo madrileño para poner nombre al supuesto máximo responsable de los atentados. El problema es que en la Comisaría General de Policía Científica no había un solo experto calígrafo de escritura árabe.

    Ayuda argelina

    Durante seis meses, varios calígrafos de escritura latina recibieron cursos de cuatro horas diarias sobre escritura árabe. La Policía Científica incluso contó con la ayuda de una comisaria argelina, experta en caligrafía árabe. El pasado mes de julio, después de un año de trabajo y semanas de clases, los esfuerzos tuvieron resultados: 'indubitadamente' el fax había sido escrito por 'El Tunecino'. La Policía española es el primer cuerpo de la Unión Europea en hacer una pericia caligráfica de árabe.

    Los policías españoles tuvieron suerte porque, en poder del Ministerio del Interior, había varios documentos manuscritos de Serhane Ben Fakhet con los que cotejar la escritura del fax. Se trata, en su mayoría, de formularios para solicitar el Número de Identificación de Extranjero (NIE). Además, en la casa de Leganés también se hallaron papeles escritos por el cabecilla terrorista, que fueron comparados con la reivindicación.

    Dudas

    Pero la Policía Científica no ha podido aclarar todas las dudas sobre las reivindicaciones. Después de 18 meses de trabajo, los expertos policiales no han podido desvelar quién era el terrorista embozado que aparecía en la cinta descubierta en la papelera cercana a la principal mezquita madrileña y que decía hablar en nombre de Abu Dujan Al Afgani ('El Tunecino').

    Después de haber comparado horas de grabaciones, acentos y de haber interrogado a varios de los familiares de los terroristas suicidas, la identidad del activista sigue siendo una incógnita y sólo se sabe que tiene un marcado deje norteafricano, probablemente marroquí. Pese a la falta de confirmación, los expertos se inclinan a pensar que el comunicante podría ser Rachid Oulad, uno de los dos hermanos que murieron en la explosión de Leganés.

    Sí hay certeza, sin embargo, en cuanto a la identidad de los tres terroristas armados que aparecen en la deteriorada grabación amenazante que fue hallada entre los escombros de la casa de la calle Carmen Martín Gaite de Leganés. La Comisaría General de Policía Científica ha llegado a la conclusión de que el lector del comunicado es Jamal Ahmidam, 'El Chino', 'número dos' del comando. El segundo terrorista es Mohamed Oulad, otro de los suicidas de Leganés, y el tercero es Abdennabi Kounjaa, otro de los inmolados el 3 de abril de 2004.



    Un informe pericial determina que 'El tunecino' redactó la principal reivindicación del 11-M

    22-07-05 - Ana Terradillos

    Según informa la Cadena SER este informe, que está ya en manos del juez del Olmo, determina que El Tunecino -uno de los suicidas de Leganés- es el autor del fax reivindicativo del 11-M que el 3 de abril del 2004 llegó a la redacción del diario ABC. Según las fuentes jurídicas consultadas, esta reivindicación puede suponer que El Tunecino lideró la parte intelectual del grupo que perpetró los atentados.

    El documento clave ha sido una hoja con anotaciones manuscritas en árabe en el que El Tunecino empezaba el folio anontando su nombre y lo terminaba estampando su firma. Tras cotejar la grafía de esta hoja en la que aparece su firma con el texto reivindicativo enviado al diario ABC, la policía ha determinado que están ambos están escritos por la misma persona, El Tunecino. El folio en árabe comienza diciendo: "En el nombre de Allah, el misericordioso, el compasivo. Yo Sarhan Fakhet”, es decir, el nombre propio de 'El tunecino'.

    En el fax enviado al diario ABC, reivindicaba en nombre del 'Batallón de la Muerte' del grupo Al Qaeda en Europa el 11-M, la autoría de la bomba colocada en la vía del AVE que no llegó a explotar, y se amenazaba con nuevos ataques a España.

    Es la primera vez, según fuentes jurídicas, que se demuestra la implicación de El Tunecinoen los textos reivindicativos del 11-M, algo que, según estas fuentes, puede suponer que fue él quien lideró la planificación de los atentados de Madrid.


    20/9/05

    El Gobierno dice que no desclasificó los papeles del CNI más dañinos para el PP

    Se trataría de un informe del CNI en el que, con varios meses de antelación, se habría alertado al Gobierno de un posible atentado islamista en Madrid contra trenes, como ocurrió el 11-M

    19-09-05 - ABC

    El Gobierno rechaza de forma rotunda la insinuación del líder de la oposición, Mariano Rajoy, de que el alcance de la desclasificación selectiva de documentos del CNI sobre el 11-M acordada el pasado viernes haya sido «interesada», en función de criterios partidistas.

    Por el contrario, fuentes conocedoras de los debates que sobre la solicitud realizada por el juez Juan del Olmo se produjeron en tres reuniones del Consejo de Ministros aseguran que -junto con aquellos que afectan a la estructura y fuentes del Centro, así como a las relaciones con otros servicios de inteligencia- únicamente se ha mantenido el secreto sobre «un par de documentos» que, por su contenido, «dejarían peor parado al PP», según hizo notar en esas reuniones el ministro de Defensa, José Bono, de quien depende el centro de inteligencia.

    Se trata, al parecer, de algún informe del CNI en el que, con varios meses de antelación, se habría alertado al Gobierno, entonces presidido por José María Aznar, de un posible atentado islamista en Madrid contra trenes, como ocurrió el 11-M, aunque este dato no ha podido ser confirmado oficialmente por este periódico.

    Con las excepciones reseñadas, el Gobierno sostiene que el magistrado instructor del 11-M «dispone de toda la información relevante a efectos policiales y judiciales». Así lo sostuvo ante el Consejo, según las fuentes consultadas, el propio ministro del Interior, José Antonio Alonso, aunque quien opuso una resistencia más fuerte a la desclasificación de cualquier documento del CNI fue el titular de Defensa.

    Las dudas en el Ejecutivo sobre el alcance del acuerdo a adoptar ante el requerimiento del juez del Olmo, tanto por motivos de fondo como por las fallas procedimentales de su petición -de carácter universal-, han hecho que la decisión se retrasara varios meses. Así, aunque se llegó a estudiar la posibilidad de que, como propuso la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, se entregaran al juez exactamente los mismos documentos que pudieron leer en sesión secreta los miembros de la comisión parlamentaria de investigación, finalmente esta decisión, que contó con la oposición de Bono, se descartó al considerar que el juez no consideraría suficiente esa fórmula ya que su propósito es incorporar los documentos desclasificados al sumario como elementos probatorios. De hecho, esta circunstancia, que hará que el contenido de los informes pueda trascender una vez que se levante el sumario del secreto, fue uno de los factores que más influyó en el debate del Consejo de Ministros.

    Finalmente, como informó ABC el sábado, la última palabra la dijo el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien se decantó por entregar al juez «todo lo que pudiera ser relevante a efectos judiciales», con una exhortación expresa al magistrado para que adopte las máximas garantías para la reserva de sus contenidos.


    18/9/05

    Principales ideólogos o "autores intelectuales" del 11-M

  • Autoría del 11-M según el sumario judicial de la Audiencia Nacional y la investigación policial

  • Está entrada se basa en diversas noticias publicadas hasta marzo de 2006. Los datos pueden ser imprecisos e inexactos. Tras la conclusión del sumario del 11-M, la Instrucción acusa de "un presunto delito de conspiración para delito de terrorismo del artículo 579 del Código Penal” a Rabei Osman El Sayed Ahmed 'Mohamed El Egipcio', Hassan El Haski 'Abu Hamza' y Youssef Belhadj 'Abu Dujan Al Afgani'.

    En un segundo nivel destacarían Sarhane ‘El Tunecino’ como líder ideológico de la célula y Jamal Ahmidan, ‘El Chino’ o 'Mogwli' como líder operativo y financiero.

    Lo que sigue es un conglomerado de informaciones publicadas hasta marzo de 2006:


    Tanto el firmante del fax reinvindicativo enviado por Abdelmajid Bouchar al diario ABC (manuscrito por 'El Tunecino'), como el comunicante que hizo llegar una cinta de vídeo a la cadena de televisión autonómica Telemadrid, se hizo indentificar bajo el seudónimo de 'Abu Dujan Al Afgani' (el compañero Dujan 'el afgano').

    Al Afgani podría ser el apodo con el que se conoce a aquellos muyaidines que han conbatido en Afganistán, un perfil en el que encajaría perfectamente, por ejemplo, Amer El Azizi.

    El comisario Rafael Gómez Menor, experto en terrorismo islamista, reveló durante el juicio contra la célula española de Al Qaeda que el presunto jefe de este grupo, Imad Eddin Barakat, 'Abu Dahdah', mantuvo vínculos desde al menos 2001 con el individuo conocido bajo el alias de 'Abu Dujan al Afgani'. Para Gómez Menor, Youssef Belhadj es quien presumiblemente se ocultaba tras esa identidad.

    En una conversación grabada por la policía, mantenida el 11 de julio de 2001, Abu Dujan se encuentra en una cabina telefónica del barrio madrileño de Lavapiés y habla por teléfono con 'Abu Dahdah', que se encuentra a su vez con Amer El Azizi. De esta conversación se pueden extraer dos sencillas conclusiones: queda excluida la posibilidad de que Abu Dujan sea la identidad de Amer Azizi, y queda demostrado que 'Abu Dahdah' líder de los Soldados de Alá, célula de Al Qaeda en España, mantuvo vínculos con la persona en nombre de quien se reivindicó el 11-M.

    Abu Dujan o Abu Dujana es en realidad el nombre de un legendario soldado del profeta Mahoma que se utiliza con frecuencia en círculos fundamentalistas. Abú Dujana Samak Ben Jarsa, que al parecer era reconocido por una cinta roja que llevaba en la cabeza, luchó junto a Mahoma y se distinguió por su bravura en los combates. Según se cuenta, Mahoma desenvainó su espada durante la batalla de Uhud y pidió un hombre que la blandiera contra el enemigo. Abu Dujana se adelantó, la tómó y juró destruir a los enemigos del Islam.

    Al día de hoy y a la espera del auto de procesamiento, aun se desconoce con exactitud la identidad o identidades que se esconden bajo el citado sobrenombre: 'Abú Dujana Al Afgani', portavoz militar del Gupo Ánsar (partidarios) Al Qaeda en Europa.

    A lo largo de la investigación se han barajado diferentes posibilidades: Amer El Azizi, Mustafá Setmarian, Mustafá el Maymouni, 'Mohamed el Egipcio', Youssef Belhadj, un colectivo formado por una célula local del GICM o el propio Serhane 'El Tunecino'.


    Serhane Ben Abdelmajid Fakhet, 'El Tunecino'

    'El Tunecino', es considerado el líder operativo, coordinador y cerebro de la célula terrorista que perpetró el 11-M, falleció en el suicidio colectivo de Leganés.

    Los servicios de Información le han llegado a considerar el portavoz militar de Al Qaeda en Europa ('Abú Dujan Al Afgani'), en cuyo nombre se reivindicaron los atentados de Madrid. Otra de las teorías sopesadas en el tramo final de la investigación es la posibilidad de que en realidad 'Abu Dujan Al Afgani' no sea en realidad la identidad de una persona en concreto, sino de un colectivo.

    Las investigaciones judiciales confluyen en que en el 11-M aparecen implicados tres grupos bien definidos: el liderado por Jamal Zougam, propietario del locutorio de Lavapiés y que proporcionó los teléfonos utilizados para activar las bombas de los atentados; el de Jamal Ahmidan, El Chino, formado en Villaverde, y el identificado en torno a Serhane El Tunecino, formado a su vez por dos grupos: el constituido por Mustafá Maymouni y el liderado por 'Mohamed el Egipcio', junto a algunos individuos vinculados a la célula de Imad Eddin Barakat Yarkas, 'Abu Dahdah', desarticulada en 2001. El único nexo de unión entre los grupos investigados es Serhane El Tunecino.

    Serhane según el sumario se encargaría de buscar medios y gente para su misión: "atentar en España como reacción a la posición en el conflicto de Irak".

    La Policía asegura que, desde mediados de 2003, El Tunecino comenzó a hacer "expresas manifestaciones" sobre la preparación de un atentado en Madrid, a raíz de los comunicados difundidos por Al Qaeda. "Sarhane veía los mensajes del grupo de Bin Laden a través de algunos canales de televisión árabes".

    El Tunecino tenía en su poder textos originales de soflamas de Osama Bin Laden, que repartía para su adoctrinamiento a los miembros del comando. Los textos eran en ocasiones cuestionarios enviados por e-mail, con preguntas muy concretas, que eran contestadas por algún miembro de Al Qaeda. Las reuniones eran amenizadas con vídeos de asesinatos de soldados rusos en Chechenia, emboscadas en Argelia o entrenamientos de terroristas en Afanistán.

    En el verano de 2003, Serhane se declaraba salafista de la doctrina Takfir Wal-Hijra, la misma que se le atribuía a Mohamed Atta, el supuesto jefe del comando que perpetró los ataques contra las Torres Gemelas y el Pentágono; y ya no ocultaba su intención de cometer un gran atentado en España. Así se lo contaron al juez al menos cuatro implicados en el 11-M. En las reuniones que se celebraban en casa de otro detenido, Faisal Allouch, se llegó a escuchar de boca del Tunecino que con los miles de personas que estaban muriendo en Irak por el ataque combinado anglo-estadounidense tampoco pasaba nada si morían unos centenares en Europa.

    Serhane Ben Abdelmajid Fakhet, 'El Tunecino', es además el autor del fax reivindicativo del 11-M que el 3 de abril del 2004 llegó a la redacción del diario ABC.

    El Tunecino fue "clave" en el entramado de los atentados por ser la persona "con más capacidad intelectual, religiosa y de liderazgo".



    Imad Eddin Barakat Yarkas, 'Abu Dahdah'

    En noviembre de 2001, la policía detuvo en Madrid a Imad Eddin Barakat, Abu Dahdah, presunto jefe de Al Qaeda en España. Este sirio de 40 años dirigía a los Soldados de Alá, un grupo de radicales islamistas fundado por Anwar Adnan Mohamed Saleh, ' Chej Salah', que repartían propaganda en la mezquita madrileña de Abu Baker, enviaban muyahidin a Bosnia, Chechenia y Afganistán y financiaban presuntamente a Al Qaeda a través de varias ONG.

    La policía creyó que el grupo estaba desarticulado, con sus principales dirigentes en prisión o huidos, y sus entrañas al descubierto. La investigación sacó a la luz los vínculos que Abu Dahdah y sus hombres mantenían con Mohamed Atta y los miembros de la célula de Hamburgo que perpetraron el atentado en Nueva York del 11-S. En el Ministerio del Interior se celebró el descubrimiento, fruto de una investigación judicial y policial de ocho años, pero el grupo estaba todavía vivo y resucitó.

    A Abu Dahdah se le unirían en 2000 un grupo de musulmanes asentados en Madrid, seguidores de Tabligh al Dawa, en ella estaban, entre otros, Khaled Zemini Pardo, Jamal Zougam; Serhane 'El Tunecino', Mustafa el Maymouni y Amer El Azizi.

    Varios de los principales autores de la matanza de Atocha eran hombres de confianza de Abu Dahdah. Según un informe policial, tras la detención del sirio en España y de Mustafá el Maymouni, otro de sus cabecillas, en Marruecos, 'El Tunecino', se constituyó en el principal referente de los radicales islamistas. Él y otros miembros vinculados a la antigua célula de Abu Dahdah captaron a nuevos integristas y, "movidos quizás por las detenciones de sus correligionarios, así como imbuidos por la fatwa (edicto religioso) de Osama Bin Laden sobre la ocupación de Irak, decidieron pasar a la acción y ejecutar los atentados del 11-M". Abu Dahdah no sólo ha negado cualquier relación con el atentado, además lo ha condenado públicamente.

    En septiembre de 2005, Abu Dahdah fue condenado por la Audiencia Nacional a 27 años de prisión como responsable de la célula de Al Qaeda desarticulada en España tras el 11-S. El tribunal le atribuyó un delito de integración en organización terrorista en grado de dirigente, por el que le impuso 12 años de cárcel, y por conspiración para cometer delito de homicidio terrorista, por el que le castigó con otros 15 años de cárcel.
    Finalmente, en junio de 2006, El Tribunal Supremo decidió rebajar su condena de 27 a 12 años.

    Imad Eddin Barakat, es la fuente de inspiración del radicalismo islámico en España. De la célula islamista que dirigió durante siete años surgieron los yihadistas que apoyaron el 11-S, los que participaron en los atentados de Casablanca y también los protagonistas del 11-M.

    Según las propias palabras del comisario Rafael Gómez Menor, experto en terrorismo internacional, durante su intervención en la comisión parlamentaria de investigación del 11-M: "Si por autor intelectual entendemos la persona que ha conformado todo un grupo, que ha preparado a todo un grupo, que les ha adiestrado ideológicamente, que les ha enviado a prepararse militarmente y de forma terrorista a Afganistán, ése es 'Abu Dahdah', sin lugar a dudas. Hay muchos indicios y muchas conexiones".





    Mustafá Setmarian Nasar, 'Abu Musab al Asuri'

    Mustafá Setmarian Nasar, alias Abu Musab al Asuri, está procesado en rebeldía por su implicación en la primera célula de Al Qaeda en España. La Audiencia Nacional le considera el fundador y por tanto antecesor de 'Abu Dahdah' al frente de dicha célula.

    La policía española investiga si Mustafá y su importante red de islamistas radicales en España prestaron algún apoyo a la cumbre que Mohamed Atta y Ramzi Binalshibh, el autor y el coordinador del 11-S, celebraron en Tarragona semanas antes del ataque terrorista. También si tuvo algo que ver con "con la ideación, preparación y ejecución" de la matanza del 11-M.

    Recientemente, en septiembre de 2005, un testigo protegido identificó a Setmarian como uno de los autores materiales del atentado islamista de 1985 contra el restaurante El Descanso en Madrid. La Audiencia Nacional ha reabierto la causa.
    La investigación sobre el atentado en El Descanso se había archivado provisionalmente por falta de autor conocido, ya que en el sumario sólo figura la reivindicación hecha en su día por la organización Yihad Islámica.

    El paradero de Setmarian era un misterio. Algunos le situaban en Irak junto al terrorista jordano Abu Musab al Zarqawi, pero las fuentes policiales y judiciales consultadas coincidían en su proximidad a Bin Laden. "Su apariencia occidental y el pasaporte español que porta pueden haberle facilitado el cruce de fronteras internacionales".

    El 3 de noviembre de 2005 fue finalmente detenido en Pakistán. La Audiencia Nacional ha anunciado que solicitará su extradición a Pakistán.

    Aunque el juez que instruye el 11-M solicitó en octubre de 2004 a la Policía información sobre Setmarian, pues una de las líneas de investigación le apuntaba como posible ideólogo de los atentados de Madrid, fuentes policiales y jurídicas afirman que de momento no hay "elementos objetivos" para vincularle con los atentados de Madrid y que es reclamado en España sólo por su relación con el 11-S.

    Tras su detención en Pakistán, la esposa de Setmarian ha denunciado su desaparición ya que sospecha que su marido ha podido ser trasladado a Guantánamo (Cuba) o enviado a una de las cárceles secretas que el Gobierno de EE UU ha creado en diversas partes del mundo.

    En marzo de 2006, Pakistán confirmó que el terrorista sirio se encuentra detenido y bajo custodia de las fuerzas de seguridad paquistaníes, según indicó un responsable paquistaní que pidió el anonimato y que no quiso dar más detalles sobre cuándo o dónde fue detenido.



    Amer El Azizi, 'Outhman Al Andalusi'

    Amer El Azizi es considerado "el jefe militar de Al Qaeda en Europa". Este marroquí, amigo personal de 'El Tunecino' y mano derecha de 'Abu Dahdah' como número dos de los Soldados de Alá, mantuvo contactos con los presuntos autores materiales de los atentados del 11 de marzo. Sus huellas fueron halladas en la casa de Morata de Tajuña en la que se planificó y preparó la masacre. Actualmente pesa sobre él una orden de busca y captura.

    Azizi fue captado y radicalizado por Abu Dahdah, quien le envio a entrenarse al campo afgano del Mártir Abu Yahyia, donde coincidió con Karin el Mejatti, Abu Ilyas.

    En octubre de 2000, Azizi fue arrestado en Estambul (Turquía), entonces punto de paso obligado para los combatientes islamistas que iban o venían de Afganistán. Se encontraba en compañía de Said Berraj 'Said el Mensajero', uno de los presuntos autores materiales del 11-M. Ambos fueron expulsados del país, pero Azizi regresó a Madrid. Amer llegó totalmente radicalizado y empezó a lanzar su prédica entre su antiguo grupo de amigos, como El Maymouni y el Tunecino.

    Amer El Azizi huiría de España de forma escurridiza, disfrazado de mujer, en noviembre de 2001, tras la desarticulación de la célula española de Al Qaeda.

    Tras la detención de Abu Dahdah, El Azizi participó en febrero de 2002 en la reunión de Estambul en la que los dirigentes de los grupos islámicos combatientes libio, marroquí y tunecino acordaron que la yihad debía realizarse en los lugares donde se residía. El acuerdo, según varios servicios de inteligencia, se hizo "bajo el manto de coordinación de Al Zarqawi y situó "a Marruecos y a España como objetivos". En Estambul se reuniría con 'El Tunecino' para hablar de los planes terroristas, según fuentes de la investigación. A esta reunión acudiría también Said Berraj, huido del 11-M.

    Dos de los doce testigos protegidos en la investigación judicial afirman que un marroquí "llamado Amer" organizó el ataque. El "organizador" de los atentados fue "un tal Amer", que "había estado en Afganistán" experto en informática y que vivía en Francia.

    Se le considera un alto dirigente de la red norteafricana de Al Qaeda. El día del suicidio colectivo de Leganés, fue reconocido por una testigo fiable cerca del piso de los terroristas (en Fuenlabrada). Es buscado por su relación con la célula de Al Qaeda en Madrid y por su supuesta vinculación con los atentados de Casablanca.

    Amer El Azizi, considerado uno de los jefes de Al Qaeda para Europa, participó en las reuniones preparatorias del 11-M en casa de Faisal Allouch. Según las investigaciones, 'Outhman Al Andalusi' sería la conexión entre los grupos de extremistas marroquíes que sirvieron como 'soldados rasos' en los atentados de Madrid y las tropas de Al Qaeda, a las que él pertenece, lo cual demostraría que los atentados del 11-M estaban más organizados de lo que se pensaba en un primer momento.

    Un informe de octubre de 2004 de la Comisaría General de Información de la policía, apuntaba a la posibilidad de que 'Abu Dujan Al Afgani' pudiera ser un apodo más de Azizi: "Es operativo al ciento por ciento, está relacionado con el reclutamiento de muyahidin en Afganistán, conoce España perfectamente, está casado con una española y se ha relacionado intensamente con el grupo de los religiosos radicales del barrio de Lavapiés. Era mano derecha de Abu Dahdah (...)".



    Omar Mahmud Othman, 'Abu Qutada'

    Abu Qutada encarna el islam más radical de Reino Unido. Tanto Abu Dahdah como Mustafá Setmarian (funadadores de la célula española de Al Qaeda) son considerados amigos personales del imán palestino. Sus soflamas a favor de Osama Bin Laden y sus llamamientos a la guerra santa le convirtieron en el embajador de Al Qaeda en Europa y un referente espiritual para los grupos terroristas. Jamal Zougam y El Tunecino lo admiraban.

    Durante años fue redactor jefe de la revista Al Ansar afin al grupo terrorista GIA editada en el Reino Unido. Precisamente su amigo Mustafá Setmarian fue director y máximo responsable de la misma.

    Abu Qutada es considerado el líder espiritual y patrocinador de Al Qaeda, el GIA, el Grupo Combatiente Tunecino, el Grupo Salafista Para La Predicación y el Combate (GSPC); y por extensión de las células locales durmientes de radicales islamistas asentadas en España, incluida la del 11-M.

    Omar Mahmud Othman fue detenido el 23 de octubre de 2002 y puesto de nuevo en libertad en marzo de 2005.



    Hassan el Haski, 'Abu Hamza'

    Hassan el Haski fue arrestado el pasado 17 de diciembre en Lanzarote (Canarias), y es considerado uno de los líderes del Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM) junto a Youssef Belhadj.

    La célula del GICM desarticulada en diciembre de 2004 por el Cuerpo Nacional de Policía en Lanzarote dirigía y coordinaba desde Canarias toda la actividad terrorista de los extremistas marroquíes en Europa, según fuentes de la investigación.

    Hassan El Haski "estaba empezando a constituir desde un lugar seguro (Lanzarote) una nueva estructura en Europa, con la intención de hacerse con el liderazgo absoluto en el continente".

    El juez del Olmo acusa a Hassan el Haski de intervenir como jefe militar del GICM para Europa en "la ideación, preparación y realización efectiva" del 11-M.

    Del Olmo le acusa de 191 asesinatos consumados, al menos otros 1.000 en grado de tentativa, estragos terroristas e integración en organización terrorista islamista. Es la misma acusación bajo la que el juez instructor ha enviado a la cárcel a quienes ha considerado autores materiales de la cadena de atentados de Madrid.

    En noviembre de 2005, Attila Turk, un islamista preso en Francia tras haber reconocido su pertenencia al Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM), confirmó que Hassan El Haski diseñó un plan de atentados en Europa para Al Qaeda. "Me dijo que conocía a Djamel (Jamal) Zougam, el que había hecho los atentados (...) dijo que había sido su grupo de marroquíes en España quien había dado el golpe. Dijo que era su jamaa (grupo) quien había hecho eso y yo noté su cambio antes y después de los atentados".

    En el sumario constan declaraciones de Turk en las que éste asegura que El Haski "huyó de España antes de los atentados, ya que me imagino que sabía lo que iba a pasar". Según Turk, antes de los atentados, El Haski "estaba muy nervioso y quería algún sitio para esconderse". Tras los atentados, "se quedó tranquilo, como si ya no tuviera importancia lo que le pudiera pasar, y si le detenían no tenía importancia".

    De ser cierta la declaración, El Haski, habría elaborado un plan de atentados, que incluiría los de España y Casablanca (Marruecos) y otros en Francia y Países Bajos (el asesinato de Theo Van Gogh). Su papel en el GICM también ha sido confirmado por un preso en Bélgica, quien asegura que cada vez que se producía la detención de un islamista "se ponía a resguardo".



    Youssef Belhadj

    Youssef Belhadj fue considerado hace meses el 'portavoz militar de Al Qaeda en Europa' (Abu Dujan Al Afgani), tras su detención en Bruselas su papel se ha ido rebajando hasta el de un mensajero de la jefatura de la red de Bin Laden en España.

    Es sabido que Belhadj llamó por teléfono en 1996 a 'Abu Dahdah', identificándose como 'Abu Dujan'. Asimismo, familiares suyos han reconocido que 'Abu Dujan' era uno de los apodos utilizados por Youssef. En cambio, resultado de la investigación belga, se obtuvieron varios efectos, entre ellos teléfonos, algunos de los cuales contenían una serie de nombres y teléfonos significativos en la investigación de los atentados de Madrid, como Abu Dojanah (por Abu Dujan)". Es decir, que Belhadj tenía el número de teléfono de alguien al que conocía bajo esa identidad.

    Se le considera uno de los líderes del Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM), que integrado en el Movimiento Salafista Jihadia es la principal franquicia de la red Al Qaeda en Europa, con un papel esencial en el 11-M y el atentado de Casablanca en mayo de 2003.

    Belhadj se encontraba en libertad condicional desde junio de 2004. Está inculpado desde marzo del pasado año por formar parte de una célula del Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM), al que se apunta como organización responsable de la masacre de Madrid.

    Según el juez belga Daniel Fransen, Youssef Belhadj era el eje de un entramado terrorista "cuyo objetivo sería hacer que volvieran a Europa personas que hubieran seguido entrenamientos paramilitares en campos relacionados con Al Qaeda en Afganistán y extraer de Marruecos islamistas radicales buscados en ese país".

    Youssef Belhadj compró un móvil en Bélgica al día siguiente de la emisión de un vídeo en Al Jazira en el que Bin Laden amenazaba a España. Para la compra del teléfono dio un nombre falso y esta fecha de nacimiento: 11 de marzo de 1921.
    Los investigadores consideran que no se trata de una fecha casual o aleatoria y que, por tanto, la fecha de comisión del atentado quedó preestablecida desde al menos el 19 de octubre de 2003. Respecto al año 1921, los investigadores destacan el contenido de la sura 21 del Corán: "Se acerca el momento en que los hombres deban rendir cuentas".

    Pero es más, Youssef Belhadj ya había comprado con anterioridad otro teléfono móvil. Entonces la fecha de nacimiento del titular que dio fue: 16 de mayo de 1985. Ese día pero de 2002 se produciría el atentado de Casablanca.

    Belhadj habría pasado por España un mes antes de los atentados del 11-M, poco antes de la masacre se marchó precipitadamente tras haber residido en Leganés y Getafe. Además parece estar acreditado que mantuvo contactos con autores materiales del 11-M y que ayudó a huir a Mohamed Belhadj y Mohamed Afalah.

    Según una resolución dictada por el juez Del Olmo en febrero de 2005, Youssef Belhadj utiliza el alias Abu Dujanah al Afgani, "siendo muy probablemente a quien se refería la reivindicación del 11-M efectuada en cinta de vídeo pocas horas después de los atentados. Youssef Belhadj ha sido identificado, por sus propios familiares, como miembro de Al Qaeda, y su actividad ha quedado determinada a la captación y envío a Afganistán de voluntarios musulmanes ávidos de hacer la yihad".

    "Ha quedado constatada", dice el juez, "su presencia en España hasta días antes de los atentados, así como su relación directa con algunos de los huidos por dichos hechos. Su relación con individuos enmarcados en el grupo de Lavapiés también ha quedado determinada, entre ellos con Driss Chebli, en donde curiosamente también estaban sus sobrinos Brahim y Mohamed Moussaten. A través de Mohamed Afalah, y del contacto de éste con Driss Chebli, gracias a la pertenencia de ambos al grupo de Madrid de Mustapha Maymouni, se ponen en contacto Youssef Belhadj con Sarhane el Tunecino, vinculando así también a los grupos que aparecen en torno a éste último".

    Según la citada resolución, Mohamed Afalah introdujo a Allekema Lamari, uno de los suicidas de Leganés, en el grupo de Lavapiés. "Si tenemos en cuenta", dice el juez, "que Mohamed Afalah introduce también a Youssef Belhadj en el círculo de Sarhane El Tunecino, a través de Driss Chebli, y que él mismo estaba inmerso, mediante los Moussaten y Belhadj en el GICM, se puede deducir que este grupo terrorista marroquí ha tenido un papel importante en el 11-M".

    Del mismo modo, Belhadj ha sido vinculado con los atentados de Casablanca y el asesinato del cineasta Theo Van Gogh. El 1 de abril de 2005 llegó a España extraditado desde Bélgica.



    Mohannad y Moutaz Almallah Dabas


    A Mohannad Almallah Dabas y a su hermano Moutaz se les relaciona con la captación de jóvenes radicales islamistas en España para su posterior envío al extranjero, albergándoles entre otros lugares en una vivienda sita en la calle Virgen del Coro de Madrid.

    Un informe policial asegura que los atentados del 11-M "posiblemente no se hubieran producido" sin la labor de "reclutamiento, adoctrinamiento y dirección" de los hermanos Moutaz y Mohannad Almallah Dabas, nacidos en Siria pero nacionalizados españoles. Los hermanos Almallah, especialmente Moutaz, tienen "una vinculación directa con Al Qaeda". Ambos mantuvieron contactos con Mohamed Bahaiah, Abu Khaled, considerado el "correo personal de Osama Bin Laden para Europa", y con Omar Mahmoud Othman, Abu Qutada, "líder carismático de los grupos salafistas del norte de África".

    Los investigadores de la Unidad Central de Información Exterior aseguran que los dos hermanos estaban "doctrinal e ideológicamente por encima" del resto de los supuestos autores del 11-M, lo que les convierte en "un referente fundamental en la creación del 11-M".

    Las investigaciones arriman a Mohannad (que se afilió al PSOE en junio de 2004 y fue expulsado tras ser detenido por segunda vez) y, sobre todo, a Moutaz a lo que se ha venido en denominar "autoría intelectual" del 11-M. La policía justifica este papel porque ambos "participaron directamente" en la "radicalización de algunos autores del 11-M", aportando su "ideología, sus contactos y su apoyo logístico".

    Gozaban "de una situación de privilegio en el mundo del radicalismo islámico. Se les relaciona con Abu Dahdah y se les considera "por su posición y contactos con líderes de la red de Osama Bin Laden" como los individuos que "probablemente sustentaron ideológicamente los atentados".

    Moutaz, residente en Londres, tiene "un grado más alto de formación ideológica islámica que su hermano Mohannad". "La relación de control de Moutaz sobre Mohannad" se acrecentó por las relaciones del primero con Abu Dahdah y su "cercanía a líderes de Al Qaeda". Los investigadores creen que la detención de los hermanos, sobre todo de Moutaz, ha sido "fundamental para desactivar, al menos ideológicamente y de forma momentánea, el proceso" de formación de "nuevas células capaces de emular a la autora del 11-M".

    Para los investigadores, está clara "la doble vinculación de los Almallah, por un lado con Al Qaeda y, por otro, con el entramado directo del 11-M". Por ello, escriben: "Los hermanos Almallah representan el escalón más alto en la doctrina del 11-M".

    Los agentes antiterroristas dividen los preparativos del 11-M en "dos grandes columnas". Una la componen elementos "directamente vinculados al Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM)", agrupados con radicales de Lavapiés. La otra está encabezada por los hermanos Almallah junto a 'El Tunecino' y 'El Egipcio'. Éste, al igual que el dirigente del GICM Hasan El Haski, son los únicos que han presumido ante los suyos de la autoría del 11-M.



    Rabei Osman El Sayed Ahmed, 'Mohamed el Egipcio'

    "El hilo de Madrid soy yo", "Los que han muerto como mártires en Madrid eran mis queridísimos hermanos, ése era mi proyecto, un proyecto que me costó mucha paciencia y mucho estudio. Me llevó dos años y medio".

    Esta afirmación corresponde a 'Mohamed el Egipcio', detenido en Milán, y conseguida por la policía italiana, que tenía intervenido su teléfono.

    'El Egipcio' convivió un año en Madrid con 'El Tunecino' y con el marroquí Amer Azizi, considerado el responsable militar de Al Qaeda en Europa y sobre el que pesan dos órdenes de busca y captura.

    Rabei Osman Sayed Ahmed, que en su día fue oficial del Ejército egipcio y experto en explosivos, fue considerado en un primer momento de la investigación como uno de los principales 'cerebros' de los atentados del 11 de marzo en Madrid.

    En cambio, su papel en el 11-M ha ido perdiendo importancia en las últimas fechas, ya que aunque se sabe que conocía a varios de los miembros del comando y quizás parte de sus planes, muchos investigadores lo consideran "un bocazas", "que presume ante un acólito para darse importancia".

    Este exartificiero tras abandonar Madrid viajaría a París y Milán donde el 8 de marzo apagaría finalmente su móvil. Los investigadores consideraron esta técnica de aislamiento como una señal inequívoca que le situaba como el principal cerebro del 11-M. 'El Egipcio' intruyó al comando terrorista en la preparación y confección de las bombas y ayudó a aglutinar a los islamistas de la célula de Abu Dahdah aun sin detener pese a la Operación Dátil de 2001.

    "Yo formaba parte de esta operación, pero no me han informado de la hora crítica, por lo cual Dios me ha salvado". Todo indica que Rabei Osman fue apartado del grupo en el momento definitivo. Su ADN traído de Italia no coincide con ninguno de los encontrados en los escenarios del 11-M.

    Rabei Osman, calificado en ocasiones como un fanfarrón, estuvo preso en las cárceles de Abu Za Abal en Egipto y en la de Ottweiler en Alemania.

    Según un informe policial, 'El Egipcio' fue reconocido fotográficamente por una testigo "como uno de los individuos que frecuentaban la finca donde se reunían los terroristas autores de los atentados del 11-M, en Chinchón". "Este reconocimiento supone que El Egipcio podría haber estado en España el 6 y el 7 de marzo pasado, justo unos días antes de los atentados del 11-M".

    Las investigaciones apuntan a que 'El Egipcio" es integrante de la Yihad Islámica Egipcia, una de las semillas de las que nacería Al Qaeda, capitaneada por Al Zawahiri (hoy lugarteniente de Ben Laden). Rabei Osman, militante de Takfir Wal Hijra (Anatema y Exilio), está siendo juzgado en Italia.



    Allekema Lamari, 'Yassin'

    'El Tunecino', presunto coordinador de los atentados, habría dejado "la planificación operativa" de la masacre a Allekema Lamari, condenado por pertenencia al Grupo Islámico Armado (GIA); y a Jamal Ahmidan, 'El Chino'. El primero tendría la cualificación técnica para planificar la matanza, mientras el segundo tenía los contactos y los medios para conseguir los detonadores y explosivos que finalmente serían robados en Asturias.

    Lamari fue entre 1983 y 1988 agente dactilográfico de la Dirección General de la Seguridad Nacional argelina. Entró en España, tras vivir en Reino Unido y Francia, en 1990. En 1997 fue detenido en Valencia y encarcelado por dirigir una célula del GIA (Grupo Islámico Armado). Fue procesado por el juez Baltasar Garzón y condenado a 14 años de prisión, aunque el Tribunal Supremo redujo su condena a nueve. Un error de la Sección Tercera de lo Penal de la Audiencia Nacional le permitió salir de prisión en junio de 2002. Estuvo, hasta que se suicidó, en busca y captura, el CNI había alertado de su peligrosidad y Francia había solicitado un "control específico" sobre él, vigente desde el 17 de diciembre de 2003. Concretamente, el CNI requirió ayuda para localizar a Lamari tan sólo cinco días antes de los atentados. En el sumario judicial aparecen unas declaraciones que ponen de manifiesto que la policía pasó por casa de uno de los imputados preguntando por Lamari la misma noche del 11-M.

    Según informes de los servicios de inteligencia, el hecho de que Lamari formara parte del comando terrorista es importante porque era, sin duda, el hombre más experimentado y con mayor capacidad de liderazgo de todos los suicidas muertos en Leganés y del resto de los detenidos por su presunta participación en el 11-M.
    Quizá debido a esta circunstancia ocupó el papel de emir (jefe-líder espiritual) del grupo.



    Jamal Ahmidan, 'el Chino' y 'Mowgli'

    'El Chino' era un delincuente común, traficaba con hachís y otro tipo de drogas, e incluso había participado en el robo de varias partidas de hachís a unos traficantes de Marbella. Era sólo eso, hasta su paso por prisión en Marruecos. Estuvo preso dos años y medio por una muerte en Kenitra, donde comenzó a interesarse por Osama Bin Laden, del que incluso tenía fotografías en la celda, y comenzó a rodearse de miembros del Grupo Islámico Combatiente Marroquí.

    Jamal Ahmidan fue clave en el 11-M. No sólo fue uno de los jefes de la logística o el lector del texto de amenaza hallado entre los escombros del piso en el que se suicidó en Leganés. Un informe de la policía enviado al juez Juan del Olmo asegura que este peligroso traficante fue "la figura central en relación con la financiación de los atentados", es decir, el cerebro económico.

    'El Chino" fue el encargado de alquilar la casa de Morata de Tajuña y comprar los explosivos (supuestamente facilitados por José Emilio Suárez Trashorras y Antonio Toro Castro). Respecto a las armas, la policía ignora cómo fueron conseguidas, pero subraya que es "altamente probable que fueran utilizadas" por el grupo de Ahmidan en sus actividades delictivas previas a la organización del atentado.



    Mustafá el Maymouni, 'Mustapha'

    Se le atribuye la dirección en España del grupo Salafia Jihadia. Abu Dahdah mantenía frecuentes reuniones en su casa y le quiso enviar como muyahidin a un campo de entrenamiento terrorista en Indonesia.

    En un viaje a Marruecos, Mustafá fue detenido por su presunta participación en los atentados de Casablanca, en mayo de 2003, en el que murieron 45 personas. Ha sido juzgado y condenado por estos hechos. Su hermana estaba casada con El Tunecino.

    Tras la "Operación Dátil" y la detención de Abu Dahdah, El Maymouni regresó a España con la intención de contactar con los restos de los Soldados de Alá para reconstituir el grupo y vengar las detenciones del mismo modo que Rabei Osman también configuraría su propio grupo de seguidores.

    El Maymouni crearía en 2002 dos células terroristas integradas en la red de Al Qaeda: una española conformado por El Tunecino, Jamal Zougham o Rabei Osman 'Mohamed El Egipcio', y otra en Kenitra (Marruecos) responsable del atentado de 2003 en Casablanca.

    Con Abu Dahdah y El Maymouni detenidos y El Azizi desaparecido, se acrecentaría la figura de elemenos de segunda fila, destacando pronto entre ellos 'El Tunecino' fuertemente radicalizado por influencia de su cuñado, Mustafá el Maymouni.

    Las huellas dactilares de El Maymouni aparecen en un libro y documentos hallados en los escombros ocasionados con motivo del suicidio colectivo de Leganés.



    Ahmad Fadil Nazzal Al-Khalayleh, 'Abu Musab Al Zarqawi'

    Actualizado 8-06-06: Al Zarqawi, líder de Al Qaeda en Irak, ha muerto en un bombardeo de EEUU a ocho kilómetros de la ciudad de Baquba.

    Abu Musab Al Zarqawi es reputado por EE UU como su enemigo número uno en Irak. Desde 1991 fue relacionado con actividades terroristas por las autoridades jordanas, que lo encarcelaron y lo amnistiaron en 1999. Entonces contactó con la cúpula de Al Qaeda en Pakistán.

    Los servicios de información norteamericanos aseguran que el terrorista jordano huyó a Irak desde Afganistán en mayo de 2002, una vez terminada la guerra contra los talibán, para recibir tratamiento médico. Se había herido en una pierna, que le fue amputada en Bagdad, y en Irak se quedó para organizar ataques terrroristas. Había entrado en el país árabe junto con una veintena de terroristas de Al Qaeda. Aunque no es miembro de la red dirigida por Osama Bin Laden, sí que tiene relación con ella a través del grupo Ansar Al Islam, destacan funcionarios de EEUU.

    El terrorista jordano, que compite con Ben Laden en la jerarquía de Al Qaeda, y se ha declarado responsable de sincronizar brutales atentados con decenas de víctimas. Ha cometido asesinatos de toda índole, secuestrado y aterrorizado a militares y civiles. Incluso ha decapitado a un hombre con sus propias manos ante las cámaras. Es, en fin, el artífice más siniestro del sangriento escenario iraquí. Así al menos reza la leyenda creada en torno a este terrorista, líder de Al Qaeda en Iraq, y así corre de boca en boca entre los yihadistas que le han convertido en su ídolo, mientras Washington ofrece por él una recompensa de 25 millones de dólares.

    Husain Kamal, viceministro iraquí del Interior, reveló en diciembre de 2005 a la cadena de televisión CNN que las fuerzas de seguridad iraquíes llegaron a capturar a Al Zarqawi en 2004, pero que finalmente fue liberado por error durante un asalto a un hospital de Ramadi.

    La policía española analiza la posible relación de Al Zarqawi con el 11-M ya que varios de los presuntos miembros de la organización terrorista Ansar el Islam, la que lidera Abu Musab al Zarqaui al frente de la insurgencia en Iraq, podrían haber participado en el 11-M.

    Por otro lado, un informe del equipo legal del 11-S incluido en el sumario del 11-M revela los vínculos entre el grupo de Abu Musab Al Zarqawi con algunos de los detenidos en España por los atentados de Madrid. El dossier fue reclamado por el juez Juan del Olmo a Jean-Charles Brisard, cuyo equipo legal ha demandado, en representación de 5.600 víctimas del 11-S, a varias empresas saudíes por financiar a Al Qaeda. El texto relaciona con la red de Al Zarqawi a Jamal Zougam, a su hermanastro Mohamed Chaoui, al huido Amer El Azizi, a Said Chedadi y, también, a Abu Dahdah.



    Usama Bin Muhammad Bin Ladin, Osama bin Laden, 'El Príncipe', 'El Emir', 'Abu Abdallah'

    Osama bin Laden, multimillonario saudí, considerado el fundador de la red terrorista al Qaeda responsable de numerosos ataques terroristas en contra de los Estados Unidos y otras potencias occidentales, incluyendo los atentados en las embajadas de los Estados Unidos en Tanzanía y Kenya en 1998, el ataque con bomba al World Trade Center en la ciudad de Nueva York en 1993, el ataque suicida con bomba al buque de guerra estadounidense USS Cole en las costas de Yemen, y los ataques del 11 de septiembre de 2001 al World Trade Center en Nueva York y al Pentágono en las proximidades de Washington, DC.

    Cuatro meses y medio antes de la masacre en los trenes de Madrid, Osama bin Laden, situó a España en "la diana" del terrorismo de origen islamista radical.

    En un vídeo emitido por Al Yazira el 18 de octubre de 2003, Bin Laden en un mensaje dirigido al mundo citaba a España por primera vez entre sus objetivos por su apoyo a la guerra de Irak: "Nos reservamos el derecho de responder en el momento y lugar oportunos contra todos los países que participan en esta guerra injusta. En particular Gran Bretaña, España, Australia, Polonia, Japón e Italia".

    Según un informe policial contenido en el sumario de la matanza, el 11 de marzo de 2004 sería elegido como fecha de los atentados de Madrid un día después de que se emitiera el citado comunicado.

    El 19 de octubre de 2003, Youssef Belhadj compró un móvil en Bélgica con un nombre falso y esta fecha de nacimiento: 11 de marzo de 1921.
    En su otro teléfono, la fecha escogida fue el 16 de mayo de 1985. Ese día, pero de 2003, se produciría el ataque de Casablanca.

    Así pues, escriben los agentes, "la fecha de comisión del atentado estaría preestablecida desde al menos el 19 de octubre de 2003, puesto que Youssef Belhadj juega en otra ocasión con los mismos datos [se refiere a la fecha de Casablanca], lo que hace prácticamente imposible que se trate de una casualidad, puesto que habrían de haberse producido dos casualidades consecutivas".

    En diciembre de 2004, el jefe de la red terrorista, reconoció al jordano Abu Musab al Zarqaui como el emir de la organización en Irak: "El hermano combatiente Zarqaui es el emir de la organización de Al Qaeda en el país de Rafidaïn (Mesopotamia)", "Los hermanos de la organización deben escucharle y obedecerle por su bien".

    En junio de 2006, el director de la CIA, Porter Goss, insinuó, en una entrevista con la revista Time, que sabía dónde se esconde Osama bin Laden. Goss declara en la entrevista que tiene “una idea excelente” de dónde está el terrorista saudí, aunque no lo revela. Además, asegura que no se le podrá llevar hasta la justicia hasta que se “refuercen todos los eslabones de la cadena de la lucha contra el terrorismo”.

    En la charla con el periodista de Time, Goss no hace mención a Pakistán, uno de los países donde se sospecha podría refugiarse Bin Laden. De hecho, en las últimas semanas ha subido la tensión diplomática entre EE UU y Pakistán después de que el ex embajadador estadounidense en Afganistán denunciara la pasividad de las autoridades paquistaníes en su lucha contra Al Qaeda. En concreto, hizo mención a una entrevista realizada por una televisión paquistaní a un jefe de los talibanes en Afganistán, quien aseguró que Bin Laden y el líder talibán Mullah Omar estaban vivos y en buen estado.

    El FBI ofrece una recompensa de hasta 25 millones de dólares por información que pueda conducir a su detención.

    17/9/05

    Informes desclasificados y remitidos al juez del Olmo: La creciente amenaza de las células durmientes

    17-09-05 - EL PAíS

    Desde 1999, el Gobierno español dispuso de informes preocupantes sobre la amenaza que suponía el terrorismo de origen islamista para el país. Desde ese año, el Ejecutivo leyó estudios de las Fuerzas de Seguridad en los que se apuntaba que España estaba sirviendo como refugio y apoyo logístico a activistas de numerosos grupos radicales islamistas, y también informes sobre la posibilidad de que España se convirtiera en objetivo de un atentado del terrorismo internacional.
    Las primeras evidencias de aquellas alertas saltaron en julio de 2001, cuando la policía detuvo en Alicante al argelino Mohamed Bensakhria, lugarteniente del jefe de Al Qaeda, Osama Bin Laden, y miembro del comando Meliani, un grupo desarticulado en Alemania que pretendía atentar contra el Parlamento Europeo en Estrasburgo.

    Después del atentado del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas de Nueva York y al Pentágono, los servicios de información españoles conocieron que el egipcio Mohamed Atta, jefe del comando terrorista del 11-S, y el yemení Ramzi Binalshibh, coordinador de los atentados, se habían reunido en Tarragona entre el 8 y 19 de julio de ese año para acordar los últimos detalles del ataque, que provocó más de 3.000 muertos.

    El 13 de noviembre de 2001, la policía española logró desarticular la célula de Al Qaeda que investigaba desde 1995 de orden del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón. Imad Eddin Barakat, Abu Dahdah, de 39 años, su presunto dirigente, casado con una española, mantenía estrechos vínculos con los miembros de la célula de Hamburgo que ejecutaron el 11-S.

    Ahora, el juez Juan del Olmo, que investiga los atentados contra los trenes de Madrid, ha pedido al Gobierno estos informes y todos aquellos que tengan relación con hasta 90 personas, todas ellas implicadas supuestamente en los atentados del 11 de marzo. El magistrado pide informes, entre otros, de los tres principales terroristas que formaron el comando del 11-M, Jamal Ahmidan, El Chino; Serhane Ben Abdelmajid, El Tunecino; y el argelino Allekema Lamari.

    La mayoría de la documentación reservada que manejó el Gobierno del Partido Popular, sin que sirviera para desactivar a la célula terrorista que perpetró los atentados de Madrid, fue remitida al Congreso de los Diputados por el actual Ejecutivo socialista. Lo que sigue es su contenido principal, que ahora llegará al juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo.

    - Informe de Europol. Junio 2002. "España como país de tránsito". Durante una reunión de Europol celebrada el 4 de junio de 2002 en Bruselas, los responsables policiales emitieron un informe confidencial: "La principal pregunta no es si habrá otro ataque, sino quién lo hará, cuándo, cómo y contra qué objetivo". Los expertos señalaron que el riesgo para los países de la UE había descendido "por la fuerte reacción" tras los ataques del 11-S, "las operaciones policiales desarrolladas en Europa, el bloqueo de cuentas corrientes sospechosas de financiar a Al Qaeda, la liberación de Afganistán y la desaparición de los campos de entrenamiento terrorista, y la muerte y captura de algunos militantes".

    En el capítulo referente a España se destacó que tras la detención de la célula de Barakat, en noviembre de 2001, "el nivel de amenaza ha descendido considerablemente". "De todas formas, hay otras investigaciones abiertas para detectar la existencia en nuestro país de nuevos grupos de Al Qaeda. Los viajes de Mohamed Atta y de Ramzi Binalshibh (...) están siendo investigados. Estamos todavía alerta ante cualquier clase de respuesta terrorista de organizaciones vinculadas a Osama Bin Laden", señalaba el documento, aprobado por los ministros del Interior de los Quince.

    Ese informe señalaba que las actividades desarrolladas por los grupos radicales islamistas en España se centraban en "la infraestructura, reclutamiento, apoyo logístico y financiación, y en el uso de España como país de tránsito para los activistas que viajan desde el norte de África hacia otros países o viceversa".

    - Informe Guardia Civil. Junio de 2002. "Posibilidad de un atentado en territorio nacional". El 25 de junio de 2002, la subdirección de operaciones de la Guardia Civil envió una nota a todas las unidades del cuerpo para informar de la posibilidad de un atentado terrorista por parte de un grupo islamista: "Noticias sin confirmar alertan sobre la posibilidad de un atentado terrorista de la organización Al Qaeda en territorio nacional. En consecuencia, disponga que se intensifiquen las medidas de protección, en especial de objetivos relacionados con intereses de EE UU e Israel (embajadas, consulados, bases militares, empresas multinacionales...)".

    - Informe sobre el ataque de Casablanca. Guardia Civil. "Grave amenaza". La Unidad Central Especial de la Guardia Civil, dedicada a combatir el terrorismo islamista, elaboró un informe un mes después del atentado de Casablanca (Marruecos), el 16 de mayo de 2003, en el que anunció "la dimensión grave" de una amenaza de atentado en España. El documento señalaba que la proximidad geográfica del ataque terrorista afectaba "claramente" a España. El hecho de que se atentara contra la Casa de España, y la numerosa población de inmigrantes marroquíes en suelo español apoyaban esta evaluación de amenaza. "Consideramos que la valoración de la amenaza era importante y que podíamos vivir aquí una situación operativa parecida a la de Casablanca", señalaba el documento.

    - Europol. Diciembre de 2003. "La guerra de Irak es un riesgo adicional para España".

    Europol señaló en un informe que la guerra de Irak se había convertido "en un riesgo adicional para España" por su apoyo incondicional a la intervención militar.

    - Informes del CNI. "Células durmientes". El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) elaboró en 2003 varios informes en los que vinculaba el protagonismo de España en la guerra de Irak con el aumento del riesgo de atentados por parte de grupos integristas islámicos.

    - 27 de octubre de 2003. En esta nota se advertía de que había que tomar "en serio" las amenazas contra España vertidas por el máximo líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden. El CNI hacía en ese informe una "evaluación de la amenaza" que suponía para la seguridad nacional el terrorismo islamista.

    Los expertos del centro de inteligencia llegaron a la conclusión de que la amenaza debía tomarse en serio, incluso si posteriores análisis demostrasen que la voz de la cinta difundida por la cadena qatarí no correspondía a Bin Laden.

    La razón era que el llamamiento del líder de Al Qaeda se consideraba auténtico entre los radicales islamistas y cualquiera podía ejecutar su dictado, aunque no recibiera una orden expresa, lo que no resulta necesario en la nebulosa de grupos, sin estructura jerárquica, que utilizan la marca terrorista islamista.

    El servicio secreto constató la existencia de una creciente hostilidad hacia España en la opinión pública árabe. El informe del 27 de octubre aludía a la celebración en Madrid de la Cumbre de Donantes para la Reconstrucción de Irak, los días 23 y 24 de ese mismo mes, como otro acontecimiento que había colocado a España en el primer plano. Y mencionaba la detención, el 5 de septiembre en Granada, del corresponsal de Al Yazira Tayseer Alouny, que entrevistó a Bin Laden durante la guerra de Afganistán, y cuyo encarcelamiento en España por orden del juez Baltasar Garzón tuvo un amplio eco en los medios de comunicación árabes.

    El informe del CNI subrayaba la presencia en España de varios grupos de radicales islamistas que podían actuar como "células durmientes" y activarse en cualquier momento para cometer atentados terroristas.

    La investigación de la matanza del 11-M en Madrid confirmaría medio año más tarde uno de los aspectos más sorprendentes que incluía la nota elaborada por el servicio de inteligencia español: la conexión entre radicales islamistas y elementos vinculados a la delincuencia común. El informe del CNI también constataba que las bombas de Casablanca no sólo habían tenido entre sus objetivos la Casa de España, sino que la posterior represión de la policía marroquí había provocado una fuga hacia territorio español, en busca de refugio, de individuos relacionados con el integrismo islamista, lo que constituía un riesgo adicional.

    El CNI siguió los pasos de algunos de ellos, especialmente en Ceuta y Melilla, donde tenía mayor experiencia y facilidad de penetración el servicio secreto español. Todos estos elementos llevaron al CNI a concluir en su informe que existía un riesgo serio de atentado islamista en un plazo de tiempo no muy largo.

    Aunque entre los objetivos probables de los terroristas el CNI apuntaba a las tropas españolas en Irak o intereses españoles en países árabes, no descartaba atentados en territorio español. El documento mostraba especial preocupación por la seguridad de las aeronaves de Estado, quizá porque se redactó pocos días después del viaje que, entre el 19 y el 23 de octubre, realizaron los Reyes a Siria y varios emiratos del golfo Pérsico.



    Sólo cuatro de los informes son totalmente desconocidos

    17-09-05 - J. A. R.

    Sólo cuatro de los documentos desclasificados ayer por el Gobierno son completamente desconocidos, ya que el contenido del resto se ha conocido una vez que el juez Juan del Olmo ha levantado parcialmente el secreto sobre el sumario del 11-M. Los papeles no estaban incluidos en el sumario pero la información que contiene está dispersa por los miles de folios de las pesquisas. Los totalmente ignotos son el informe enviado por el Gobierno a Europol y las contestaciones al cuestionario de Europol sobre el atentado; el informe sobre la evolución de la amenaza terrorista tras el atentado del 11-M; el informe del CNI sobre evaluación de la amenaza terrorista de origen islámico de 27 de octubre de 2003, y el informe sobre indicios de actividad terrorista, de 15 de marzo de 2004.
    Los demás documentos desclasificados son los siguientes:

    - Informes de Europol, referidos al riesgo de atentados terroristas de origen islamista o yihadista en España a partir de diciembre de 2003

    - Informes y comunicaciones del Ministerio del Interior que alertaran del peligro que para España podría suponer el terrorismo provocado por grupos radicales islámicos, especialmente de la red Al-Qaeda.

    - Análisis de los expertos como consecuencia del 11-S, sobre los atentados de Casablanca de 16 de mayo de 2003 y de Turquía de 15 y 20 de noviembre de 2003, y distintas amenazas de Osama Bin Laden, en especial las de octubre de 2003.

    - Información elaborada por la policía sobre el denominado terrorismo islamista.

    - Informe sobre la situación de los terroristas implicados en el 11-M, en concreto, situación legal o ilegal en España, situación laboral y posibilidades legales de actuación.

    - Informes sobre la situación de Extranjería de las personas implicadas en los atentados.

    - Las seis ediciones del informe de Europol sobre valoración de la amenaza sobre el terrorismo extremista islámico.

    - Informe emitido por la UCO a la Guardia Civil de Asturias sobre sus investigaciones sobre la venta de explosivos, así como los informes de los registros e inspecciones en las minas Conchita y La Collada, antes y después del 11-M.

    - Informe de la Unidad Central de Inteligencia del 11-M.

    - Informes sobre actividades de Allekema Lamari de fecha 6 de noviembre de 2003.

    - Informe sobre atentados terroristas en Madrid. Allekema Lamari de 18 de mayo de 2004.


    7/9/05

    Un informe del equipo legal del 11-S liga la red de Al Zarqawi con detenidos del 11-M

  • La policía analiza la posible relación de Abu Musab Al Zarqaui, líder de Al Qaeda en Iraq, con el 11-M (15-06-05)

  • 07-09-05 - J. A Rodríguez

    Un informe incluido en el sumario del 11-M revela los vínculos entre el grupo de Abu Musab Al Zarqawi, el hombre que aterroriza Irak, con algunos de los detenidos en España por los atentados de Madrid. El dossier fue reclamado por el juez Juan del Olmo a Jean-Charles Brisard, cuyo equipo legal ha demandado, en representación de 5.600 víctimas del 11-S, a varias empresas saudíes por financiar a Al Qaeda. El texto relaciona con la red de Al Zarqawi a Jamal Zougam, a su hermanastro Mohamed Chaoui, al huido Amer el Azizi, a Said Chedadi y, también, a Abu Dahdah. El informe, dedicado exclusivamente a Al Zarqawi, fue elaborado por la firma JCB Consulting International, con sede en Lausana (Suiza), y su volumen continúa aumentando con cada atentado atribuido a la red del jordano. Brisard - impulsor de la querella presentada en EE UU contra miembros de la familia real saudí por financiación del terrorismo- no ha dudado, prácticamente desde el comienzo de las investigaciones, en vincular al antedicho con la matanza del 11-M. De hecho, lo ha calificado como "el inspirador" de los atentados de Madrid.
    El análisis de las andanzas del jordano describe con minuciosidad la "red europea" de Ahmad Fadil Nazzal Al-Khalayteh, apodado Abu Musab al Zarqawi porque nació en el pueblo jordano de Zarqa (a unos 25 kilómetros al noreste de Amman), el 20 de octubre de 1966. La citada red europea tiene sus dos mayores tentáculos, según el documento, en Alemania y España, bien a través de la organización Ansar-al-Islam bien a través del grupo Al-Tawhid.

    Un epígrafe se titula Conexiones en España de Abu Musab Al Zarqawi y arranca en 2001. Brisard comienza con una somera descripción de cómo se montó la estructura financiera de Al Qaeda en España. "En 2001, Mohamed Ghaleb Kalaje Zouyadi, el jefe financiero de Al Qaeda en España, transfirió 117.451 dólares a Abu Khalet en Turquía. Un año más tarde, Abu Khalet reapareció en las investigaciones alemanas sobre Al-Tawhid, como una persona muy próxima a Mohamed Abu Dhess, al que se busca por falsificar pasaportes a nombre de Al Zarqawi".

    Brisard, en su extenso testimonio escrito presentado el 22 de octubre de 2003 ante el Comité de Asuntos Bancarios del Senado de Estados Unidos, aseguró que la trama económica española supuestamente relacionada con Osama Bin Laden "es ilustrativa de cómo la financiación del terrorismo se vale de donaciones efectuadas a través de una telaraña de empresas legalmente establecidas que transfieren dinero a través del sistema bancario islámico".

    El documento asegura que tras la detención de una célula de Al-Tawhid en Alemania en 2002 se supo que "otros terroristas estaban directamente asociados con el grupo de Abu Musab Al Zarqawi. Algunos de los arrestados en España en el curso de las investigaciones sobre los atentados con bomba en Madrid del 11 de marzo de 2004 estuvieron en relación con Al Tawhid". Según el Gobierno alemán, dice el informe, "Al Zarqawi es el líder operativo de Al-Tawhid", cuyo "líder espiritual es Abu Qutada", el clérigo islamista radical preso en una prisión británica.

    El informe incorporado al sumario del 11-M asegura que Mustafá Barkani, un marroquí que fue detenido en relación con los atentados del 11-M, era una persona "muy próxima a Abu All (Mohamed Abu Dhess), jefe de la célula de Al Tawhid en Alemania". Este último fue quien supuestamente facilitó pasaportes falsos al hombre de Zarqa y sus acólitos. No obstante, "Al Zarqawi rechazó su oferta para convertirse en secuestrador", efectuada en Irán, a principios de septiembre de 2001, en las inmediaciones de los atentados del 11-S.

    El informe entra de lleno en el 11-M de la mano del nombre de Amer Azizi, "quien estaba en estrecho contacto con Jamal Zougam", ambos ya investigados por el juez Baltasar Garzón por su supuesta vinculación con la célula de Al Qaeda en España, pendiente de sentencia tras el juicio celebrado antes del verano en Madrid. "Azizi estaba asociado a Abdelatif Mourafik (Malek Al Magrebi), lugarteniente de Al Zarqawi".

    Ya en el curso de la investigación de Garzón, dice, "la Unidad Central de Información exterior [de la policía] recogió material que conectaban a Jamal Zougam a Ansar-al-Islam en Irak". Zougam, añade, tenía la tarjeta de visita y números de teléfono de Abdulrahman Salih (Abu Mumen Al Kurdi) en Suecia, asociado a Najmuddin Farah Ahmad (mulá Krekar), líder y fundador de Ansar-al-Islam. Éste solía mantener "contactos regulares con el jefe de la célula española de Al Qaeda, Abu Dahdah [Imad Eddin Barakat Yarkas]".

    Abu Dahdah "y otros terroristas arrestados tras el ataque con bombas de Madrid estaban próximos a Abu Qutada en Londres". Durante su testimonio ante la policía alemana, Shadi Abdallah vinculó en varias ocasiones a "Abu Musab Al Zarqawi con Abu Qutada en Londres". Así, asegura que tras una conversación mantenida en febrero de 1997 entre Abu Qutada y Abu Dahdah, un tal Issam Mohamad Tahir (Abu Mohamad Al Maqdisi), líder de Harakat Al-Isah wal-Tahaddi (Movimiento de reforma y desafío) "recibió en Jordania 15.000 dólares". Pues Al Maqdisi y Al Zarqawi estuvieron encarcelados juntos en Jordania entre 1992 y 1999. Tras ello, Al Zarqawi estuvo entrenándose en un campo terrorista en Herat (Afganistán), donde ahora hay fuerzas españolas desplegadas.

    El informe explica que justo antes de los atentados del 11-S, en agosto de 2001, Abu Dahdah mantuvo una conversación con el ya citado Malek Al Magrebi, vinculado a Al Zarqawi, en la que el segundo le decía al primero: "Tienes que ponerte en contacto con Jamal y su hermano Mohamed Chaoui en Tánger (...). Yo voy a ir a Tánger porque ellos (los hermanos) están con Said Chedadi". Chaoui está en libertad con cargos por el 11-M, mientras su hermanastro Zougam está preso por los atentados de Madrid y Said Chedadi, por éste y por los del 11 de septiembre en Estados Unidos.

    5/9/05

    Una treintena de implicados en el 11-M fueron investigados antes de los atentados de Madrid

    Las pesquisas judiciales revelan que hubo abundantes indicios sobre la preparación de la matanza

    05-09-05 - EL PAÍS

    La pregunta será eterna: ¿si estuvieron tan cerca, si casi todo ocurrió delante de sus narices, si los informes previos alertaban del aumento de la amenaza islamista contra España, por qué ni las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad ni el Ministerio del Interior pudieron evitar el 11-M? La lógica lleva a dos respuestas. Una ya la lanzó el ex secretario de Estado de Seguridad Ignacio Astarloa, que era quien dirigía entonces a esos cuerpos: "El cúmulo de fallos policiales previos fue un desastre, un disparate". Otra la esbozó el diputado del PP Jaime Ignacio del Burgo en la comisión parlamentaria de investigación del 11-M: "Una infame conspiración interior dirigida a alterar la normalidad democrática española". La lectura de los 150 tomos del sumario del 11-M apunta a la primera tesis, pero un sector del PP y de sus medios afines avanzan ahora hacia la de la conspiración "desde los aparatos del Estado", una vez comprobado que la pista de ETA (los servicios policiales de todo el planeta la toma a guasa y el sumario la descarta) no aparece ni por asomo.
    El cúmulo de fallos asombra tras la atenta lectura del sumario. La cuestión es saber si alguien en algún momento tuvo la capacidad para juntar todas las piezas del puzzle o si ese alguien las vio y las cuadró con intenciones criminales. Tanto los actuales responsables de los servicios de información como sus antecesores niegan taxativamente la teoría de la conspiración e incluso se indignan cuando se les sugiere. "No lo supimos ver y tendremos que cargar con eso toda la vida", admiten los anteriores. "No hay ningún elemento en la investigación que apunte a eso", aseguran los de ahora.

    El hecho es que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil investigaron, por separado y por motivos diferentes, a una treintena de los islamistas radicales que luego instigaron, participaron y colaboraron en los atentados. Jueces y fiscales de Madrid y Asturias fueron elaborando diligencias y sumarios en los que entraban los supuestos terroristas.

    Esa enorme proximidad a la trama fue la que permitió, una vez recogidas las pistas de la única bomba que pudo ser desactivada, desentrañar casi toda la trama en un tiempo récord. Una veintena de personas que han resultado implicadas en el 11-M ya habían sido investigadas en relación con la célula de Al Qaeda en España. Es decir, que ya se sabía de su existencia y de su radicalismo desde, al menos, noviembre de 2001.

    Entre ellas se encontraba Jamal Zougam, el primer detenido en relación con la matanza de Madrid; Sarhane Ben Abdelmahid Fakhet, El Tunecino, y Allekema Lamari, ambos muertos en el suicidio de Leganés del 3 de abril de 2004. Incluso apareció el apodo de Abu Dujan El Afgani, a nombre de quien fueron reivindicados los atentados del 11-M en la cinta dejada el día de reflexión de las elecciones generales junto a la mezquita de la M-30 de Madrid. Fue durante una conversación telefónica pinchada a Imad Eddin Barakat Yarkas, Abu Dahdah, supuesto jefe de Al Qaeda en España, al que se vincula con la trama del 11-S.

    La policía elaboró un informe para el juez Juan del Olmo en el que relacionaba 20 nombres de personas investigadas o detenidas en relación con las investigaciones del 11-S en España que también habían surgido en las pesquisas del 11-M. Todos habían sido investigados por la Unidad Central de Información Exterior de la Comisaría General de Información, entonces dirigida por Mariano Rayón.

    El informe fue obra del comisario Rafael Gómez Menor. Y tanto éste como su jefe, Rayón, como el superior de ambos, Jesús de la Morena, lo contaron en la comisión del Congreso. Este último admitió ante los diputados que, antes del atentado de los trenes de Madrid, prácticamente sólo sabían "el abc del terrorismo islámico".

    Por el Congreso desfilaron también los mandos de la policía y la Guardia Civil de Asturias, y también de la Unidad Central Operativa (UCO) del instituto armado, para aclarar la trama de los explosivos. Tenían que explicar cómo fue posible que habiendo dos confidentes involucrados en todo el trasiego no llegaron a detenerlos, cuando, además, uno de esos informantes incluso había alertado de que José Emilio Suárez Trashorras quería vender explosivos.

    Los jefes de la comandancia de Gijón, el destituido teniente coronel Antonio Rodríguez Bolinaga; el de Oviedo, teniente coronel Fernando Aldea Juan, y el entonces jefe de toda Asturias, general Pedro Laguna, aseguraron que investigaron la trama de explosivos durante 2003 y que, tras cinco meses, no llegaron a nada. De hecho, según contaron, no llegaron a excitar la curiosidad de la fiscalía de Asturias sobre este asunto. Ya antes, en 2001, por tráfico de drogas investigaron al ex minero José Emilio Suárez Trashorras, quien, por entonces, fue detenido por la policía en el curso de la Operación Pipol. Le encontraron drogas y explosivos, pero la procedencia de éstos no fue investigada.

    El caso es que la investigación de 2003 comenzó tras un chivatazo de Rafá Zouhier al agente Víctor, de la UCO. Zouheir, que ha cambiado su versión varias veces y se ha carteado con el diputado Del Burgo, incluso mostró en Madrid un trozo muy deteriorado de Goma-2 para avalar su denuncia. Ese trozo, dijo, se lo había dado Trashorras, quien entonces se chivaba de casos de drogas al jefe de Estupefacientes de la policía de Avilés, Manuel García.

    Mientras todo esto sucedía, la Unidad de Delincuencia y Crimen Organizado (Udyco) de Madrid lanzaba una operación contra el tráfico de drogas, bajo las órdenes de un juzgado de Alcalá de Henares. En su centro estaba Jamal Ahmidan, El Chino. Éste tuvo el teléfono pinchado, como otros miembros de su trama, hasta después del 11-M. En esa investigación surgieron los nombres de Trashorras, los hermanos Rachid y Mohamed Oulad Akcha (muertos en el suicidio de Leganés), El Chino, Abdenabi Kounjaa (estos cuatro muertos en el suicidio de Leganés) e incluso fue grabada una conversación entre el agente Víctor de la UCO y Zouhier.

    El grupo de El Chino fue denunciado a finales de 2003 por un ciudadano, ahora testigo protegido del 11-M. Éste le contó a un agente de la Sección Tercera de la Brigada Central de Estupefacientes que un grupo de marroquíes que traficaba con drogas "iba a poner bombas en los trenes". Decía que eran los hermanos Oulad, Zougam y El Chino.

    El día en que El Chino y los suyos se bajaron los explosivos a Madrid desde Asturias los estaban escuchando pero, como dicen en el sumario, no interpretaron de qué iba. En ese mismo viaje del 29 de febrero de 2004, en uno de los días más fríos del año, un guardia civil de Tráfico de Burgos detuvo por exceso de velocidad el coche en el que El Chino transportaba los explosivos. Aunque llevaba un vehículo robado, el agente no pudo comprobarlo porque el sistema de radio no funcionaba en ese momento. Tampoco pudo comprobar que el pasaporte y el carné de conducir a nombre del belga Youssef Ben Salah que le mostró eran falsos. Lo multó y le dejó seguir.

    Por esas fechas el CNI andaba desesperado tras los pasos de Allekema Lamari, sobre quien Francia había solicitado que se hiciera "un control específico". Este terrorista del Grupo Islámico Armado argelino había estado en la cárcel desde 1997, pero había salido libre en junio de 2002 por un error judicial. No daban con él pero tenían identificada a gente de su entorno. Pero, a pesar de que Lamari estaba en busca y captura, el 6 de marzo de 2004 el CNI alertó de que había perdido su pista y la de cinco de sus acólitos. La misma noche del 11-M, una persona que posteriormente fue imputado en la matanza fue preguntado por la policía por el paradero del argelino.

    Hubo más cosas. Otro de los suicidas de Leganés, Serhane Ben Abdelmajid, El Tunecino, estaba entonces bajo vigilancia por parte de la Brigada Provincial de Información lo tenía pinchado en el curso de una pesquisa relacionada con el proselitismo radical islamista y el blanqueo de dinero para fines supuestamente terroristas. El 5 de marzo fue sometido a la última vigilancia por parte de esta unidad. Pero, como amigo de Zougam y por su supuesta relación con el atentado de Casablanca, también estaba bajo la lupa de la Comisaría General de Información. Por eso en los archivos había tantas fotos suyas paseando por la calle.

    La última cuestión conocida es la liberación de siete teléfonos (para usarlos con cualquier compañía telefónica) utilizados en los atentados en la tienda de un policía de origen sirio, Ayman Kalaji, quien, además, le había vendido una casa en 1995 a Mohannad Almallah Dabas, a quien se adjudica un papel esencial en el 11-M. Era un local convertido en vivienda en la calle madrileña de la Virgen del Coro. Éste fue uno de los refugios de terroristas como Basel Galhyoun y, antes del 11-M, también fue vigilado.

    Ayman explicó que él no vio los teléfonos, sino que un empleado de Bazar Top, una tienda de dos indios, los había llevado a su negocio y, tras ser desbloqueados, los había recogido. Así lo han reconocido los indios y su empleado, de nombre Washington. El caso es que la tienda de estos indios está en la avenida del Cerro de los Ángeles, puerta con puerta con la casa de Hicham Ahmidan, primo de El Chino, donde se almacenaba gran cantidad de droga y quien también había sido investigado.

    Éste es el puzzle que estaba sobre la mesa. Si no se pudo evitar el 11-M porque nadie percibió los preparativos es que el sistema no funciona o no funcionaba. Pero si, como dijo Del Burgo, hubo "una infame conspiración" en la que pudieron estar "los aparatos del Estado", esta confabulación implica a los servicios de Información de Guardia Civil y Policía y a espías del CNI; a la Unidad Central Operativa; la Brigada Provincial de Información de Madrid; la Udyco central y de la capital; a guardias civiles y policías de Oviedo, Gijón y Avilés; a miembros de la Agrupación de Tráfico de Burgos y Madrid; a la policía antidroga de Madrid y central; a todos sus jefes de entonces, a jueces y fiscales de Asturias, de Alcalá de Henares y de la Audiencia Nacional, a testigos de los hechos, a servicios extranjeros... Más de 2.000 personas bajo un mismo jefe, antes del 11-M y hasta el 16 de abril de 2004, cuando tomó posesión el nuevo Gobierno. Una máxima de la conspiración: secreto de uno, secreto seguro; secreto de dos, guárdeme dios; secreto de tres, ya no lo es.