30/9/06

Fabricar pruebas o el fin justifica los medios de la conspiración

Los peritos colaboraron en la trama montada por el ex director de la policía del PP, Agustín Díaz de Mera, y el diario 'El Mundo

30-09-06 - Ernesto Ekaizer

Fue el acusado José Emilio Suárez Trashorras quien puso en evidencia a El Mundo después de que un compinche suyo hiciera declaraciones al diario. El ex minero, imputado como cooperador necesario en el 11-M, dijo a sus padres desde la prisión:

- Mientras el periódico El Mundo pague, si yo estoy fuera les cuento la Guerra Civil española. Desde que nací... Si te vienen con un chequecito cada... ¿Por qué piensas que lo hizo Nayo?

He aquí, pues, el testigo de cargo de la conspiración del 11-M. Ahora hay nuevas evidencias de que no sólo se manipulan testigos; también se fabrican pruebas. Por ejemplo, un documento capital, de cargo, sobre la pretendida relación entre ETA y los islamistas en el atentado del 11-M. Los conspiradores estiman que el fin justifica los medios.

Un día después que EL PAÍS revelase -el miércoles 13- la conversación telefónica interceptada a Suárez Trashorras, el director de la policía durante el mandato del PP, Agustín Díaz de Mera, y Pedro J. Ramírez, director de El Mundo, profundizaban en una nueva línea de investigación.

"Es un informe real y cierto... que contiene indicios y pruebas de esas conexiones con ETA en un número significativo y muy preocupante. Pero le voy a decir algo más: ese informe tiene autores. Un autor y una autora...", dijo Díaz de Mera a la COPE. Ramírez añadió: "Efectivamente, las personas a las que se encargó esto decidieron hacer éticamente un informe real y no aceptaron la orientación previa [de sus superiores], la posible resultante total. Por eso, ha desaparecido ese informe... Este informe no se ha escrito a boli, seguramente está en algún ordenador... Como yo confío mucho en la ética de la policía, en la ética corporativa... Por eso hay que proteger a las fuentes".

¿Por qué razón se ocultaba este informe sobre la conexión con ETA? "Porque estamos ahora en un proceso de rendición del Estado ante el terror y no se puede ni siquiera insinuar que aquello con lo que se negocia...", explicó Ramírez.

A la luz de la declaración de los tres peritos, que no dos, es evidente que ante el rechazo, en marzo de 2005, de sus especulaciones por parte de sus superiores, el perito que inspiró la operación, Manuel Escribano, resolvió el 11 de julio de 2006 que era menester pasar a la acción. Sacó del ordenador una copia del informe. Como no estaba firmado, propuso a sus dos colegas que lo firmasen. Pero no con fecha de 11 de julio de 2006, sino con la fecha que ya venía, es decir, 21 de marzo de 2005.

Este informe deducía la posible vinculación de ETA, un terrorista anarquista y los islamistas en la matanza del 11-M, a partir de una coincidencia: habían tenido, en años diferentes, ácido bórico. Éste era el informe que según Díaz de Mera, "de salir a la opinión pública y ser puesto a disposición judicial, sería un elemento sustantivo de preocupación".

Ayer, el perito Escribano explicó al juez Baltasar Garzón que, en efecto, el documento había sido firmado el 11 de julio y que dado que era suyo podía hacer lo que quería con él. Habló de la tenencia de ácido bórico por parte de un terrorista islamista y de los autores de un atentado de ETA. El juez le preguntó sobre la relación entre ETA y los islamistas; a saber, qué elementos concretos le llevaban a pensar en esa relación. El perito explicó que ninguno, pero que él creía que era así. El juez le señaló que el atentado de ETA al que aludía tuvo lugar cuatro años antes del 11-M. El perito dijo que él estaba ofreciendo datos a la policía para que investigara. Reconoció que en su dilatada experiencia nunca se había topado con el uso de ácido bórico como explosivo.

Resumen de hechos: los tres peritos -dos de ellos prácticamente sin leerse el informe- sostienen en marzo de 2005 la vinculación ETA-islamista, sus jefes cuestionan la consistencia científica de la teoría y deciden elaborar un informe diferente para elevar a sus superiores. Quince meses más tarde, en julio de 2006, los mismos peritos deciden resucitar el informe. Aunque haya que mentir y firmarlo con una fecha antedatada.

La actividad de los tres peritos se sitúa en el contexto de la trama conspirativa montada por un eurodiputado del Partido Popular y ex director de la policía, Díaz de Mera, y el director de El Mundo.

Resulta evidente que la copia del documento sin firmar no merecía la publicación del mismo en el citado diario. Ramírez tenía razón: estaba en un ordenador. Una vez consumada la fabricación, la publicación era cuestión de estrategia. La fecha elegida fue el 21 de septiembre de 2006. El juez Garzón sostiene que el documento publicado por el citado diario coincide con el documento falsificado.

El último escenario de la conspiración debía ser la jurisdicción penal. Para ello, diferentes organizaciones afines al PP enviaron copias del documento y denuncias a los juzgados de la plaza de Castilla y a la Fiscalía. Fue ésta la que envió una de esas denuncias al juez Garzón, a cargo del caso del terrorista El Haski, al que se encontró el ácido bórico.

El plan de los conspiradores era eludir la Audiencia Nacional e investigar el caso en la plaza de Castilla. La sección primera de la Audiencia Nacional, al remitir el asunto a la plaza de Castilla el pasado 27 de septiembre, parecía allanar el camino a los conspiradores. Porque el auto de traslado prácticamente cerraba los ojos ante la investigación que ya había puesto en marcha el juez Garzón.



Los tramposos (Editorial de EL PAÍS)

La declaración ante el juez Garzón de los tres peritos que elaboraron el informe sobre el ácido bórico intervenido a Hassan el Haski, uno de los presuntos autores intelectuales del 11-M, e intentaron establecer una relación con ETA por haberse encontrado la misma sustancia en un piso franco de la organización terrorista en 2001, ha dado un giro inesperado al caso. Entraron en el juzgado como autores de un informe con el que un periódico había propalado la sospecha de que fue manipulado por sus superiores para ocultar la relación entre ETA y los terroristas islamistas. Pero han salido como imputados por presuntamente haber falsificado, ellos mismos, ese informe.

Según el auto dictado por Garzón tras tomar declaración a los peritos y a los responsables de la Comisaría General de Policía Científica, los supuestos autores de una falsificación documental son los propios peritos y no sus superiores, como pretendían las denuncias llegadas a los tribunales. Por lo que se deduce del auto del juez, los tres redactores del informe lo presentaron el 21 de marzo de 2005 "con carácter de documento interno no oficial" a su superior, el jefe de la Unidad de Análisis de la Policía Científica, que lo rechazó por contener "opiniones subjetivas y falta de consistencia". Ello no impidió -y ahí radicaría la posible falsedad- que lo intentaran colar el 11 de julio de este año (casi 16 meses después) entregándolo a otro superior como si estuviera redactado el 21 de marzo de 2005, sin advertirle de la citada alteración, que simulaba la fecha de firma y creación de documento.

La intención, según el juez, era "producir un efecto oficial de un documento que nunca lo fue y que jamás fue autentificado con los sellos oficiales de la Comisaría General de Policía Científica". En cualquier caso, ese mismo documento apareció este 21 de septiembre en la primera página de un periódico como soporte de la enésima invención delirante que trata de dar apariencia de verdad a una supuesta conspiración universal para ocultar las vinculaciones entre ETA y los islamistas en el atentado del 11-M en Madrid.

Garzón tiene razones procesalmente sólidas para investigar todo lo relacionado con el informe sobre el ácido bórico intervenido a Hassan el Haski, también implicado en el sumario por el atentado de Casablanca (Marruecos), que él mismo instruye. Sobre todo, para saber si el ácido bórico podía ser o no un componente explosivo. Pero el problema para los inventores de esta nueva fantasía sobre el ácido bórico es que los peritos imputados han declarado a Garzón que esta sustancia no es un componente explosivo, y que sólo se enteraron de que en teoría podía servir como estabilizante por Internet, ni siquiera por experiencia profesional.

Ahora se comprende muy bien que sus superiores rechazaran el informe y no avalaran elucubraciones sobre autorías comunes con ETA basadas en la mera posesión de una sustancia tan común e irrelevante. Lo que se comprende mal son los motivos de los peritos para actuar con engaño. O no: su actuación, puesta al descubierto por el juez Garzón, abre otro frente preocupante. ¿Hasta dónde están dispuestos a llegar quienes se empeñan contra toda evidencia en probar la inexistente vinculación entre ETA e islamistas en el 11-M? Y sobre todo: ¿cuánta credibilidad está todavía dispuesto a sacrificar el Partido Popular, sus dirigentes y sus militantes, dando pábulo a los delirios de este pertinaz periodismo tóxico, en papel y por las ondas, que no cesa alrededor del peor atentado sufrido jamás por España?



Los falsarios del 11-M (Editorial de ABC)

La imputación, por auto del juez Garzón, de los tres peritos autores de un informe sobre el ácido bórico encontrado en el domicilio del presunto terrorista Hassan El Haski imprime un giro radical a la polémica sobre la supuesta falsedad del documento que, sobre el mismo asunto, fue remitido al juez Juan del Olmo para su incorporación al sumario del 11-M. Por lo pronto, este auto desmonta la veracidad de la información publicada por el diario «El Mundo», amplificada por el presentador del programa «La Mañana», de la cadena Cope, Federico Jiménez, empeñados, a toda costa y pasando por encima de cualquier principio de responsabilidad pública y ética, en mantener el 11-M en el centro de la vida pública española, y no en beneficio de las víctimas y de la más ejemplar y eficaz administración de Justicia, únicos referentes de ABC en relación con aquel brutal atentado terrorista, sino de sus propias estrategias editoriales y comerciales.

Según el auto del juez Garzón, lo que los tres peritos ahora imputados presentaron como informe fechado y firmado el 21 de marzo de 2005 resultó ser un documento impreso desde su archivo informático el 11 de julio de 2006, es decir, un año y cuatro meses después de la elaboración del dictamen supuestamente original. Esta información, obtenida por Garzón durante la declaración testifical de los peritos, supone una inversión en la identidad de los imputados, en el documento falsificado y en la interpretación dada por los citados medios de comunicación para el sostenimiento de su «teoría conspirativa». Y no es la primera ni la segunda ocasión en que éstos quedan al descubierto.

Paralelamente, hay que constatar como una amenaza para la confianza ciudadana en el Estado la sucesión de escándalos en la Policía, siendo inaplazable la adopción de medidas urgentes para poner coto al desprestigio que se cierne sobre este cuerpo de seguridad del Estado. Primero fueron las detenciones ilegales de dos militantes del PP, saldadas con condenas, aún no firmes, a los funcionarios policiales que las llevaron a cabo. También sigue pendiente de aclarar, y se hace apremiante la explicación, quién es el «soplón» de la Comisaría General de Información que advirtió a la red de extorsión de ETA de la operación policial que había preparado el juez Grande-Marlaska. Y ahora este grave episodio de falsedades documentales y conciliábulos entre policías y medios de comunicación, no menos reprobables que los que se perpetraron entre el 11 y el 13 de marzo para propalar noticias no menos falsas que la del informe pericial sobre el ácido bórico.

Ahora, además, hay que aclarar la compleja situación procesal de estos documentos periciales y sus autores, sobre los que hay dos investigaciones en marcha y dos autos contradictorios -el de Garzón y el de la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional- en cuanto al informe falso y, por tanto, en cuanto a los posibles responsables. El juez Garzón ha citado a los peritos imputados para recibirles declaración como tales el próximo 18 de octubre, ignorando el citado auto de la Sala de lo Penal y las diligencias abiertas por un juzgado de Instrucción de Madrid, con motivo de la querella presentada por la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M. No habiendo conexión con el sumario de El Haski, ni siendo un delito terrorista, la Audiencia Nacional no tiene competencia para investigar estos hechos y, por tanto, tal citación entraña un riesgo innecesario de nulidad procesal que Garzón debe valorar y, sobre todo, evitar.

En cualquier caso, en lo que respecta a las víctimas, las instituciones del Estado y la dignidad de este país frente a su mayor tragedia terrorista, ABC nunca secundará agitaciones interesadas por quienes tratan la verdad sólo como una coartada de la mentira.



Una estrategia entre «exclusivas», el Congreso y las ondas

30-09-06 - S. N. (ABC)

«El que dice una mentira no se da cuenta del trabajo que emprende, pues tiene que inventar otras mil para sostener la primera. (A. Pope)». Con esta cita encabezaba «El mundo» su edición del día 22, en plena campaña de la «teoría de la falsificación». Esta campaña arraca con la existencia de un presunto informe policial con datos sobre posibles relaciones de ETA con el 11-M, que ahora resulta ser un borrador manipulado, y fue «revelada» por el «El mundo» -propiedad del grupo italiano Rizzoli- después de que el ex director de la Policía Agustín Díaz de Mera -desde el programa de Federico Jiménez en la COPE- acusara a Interior de esconder dicho documento. El habitual periplo de este tipo de «exclusivas» siguió luego en el Congreso con la correspondiente pregunta del Grupo Popular, que dirige Zaplana.

El episodio arranca el 11 de julio. Rubalcaba pidió a las unidades dependientes de la Comisaría General de Información que le remitieran todos los informes realizados sobre sustancias explosivas en relación con los atentados. La orden obedecía a que ese mismo día «El mundo» había publicado que el comisario jefe de los Tedax, Sánchez Manzano, declaró ante la Comisión de Investigación del 11-M que en los focos de las explosiones se había encontrado «nitroglicerina», compuesto que no formaba parte de la goma 2 eco, que, según la versión oficial, fue utilizada para la comisión del 11-M. En esa remesa de informes y con esa fecha se «coló» el borrador de marzo.

«Indicios y pruebas»

El 13 de septiembre, Zaplana defendió en el Congreso una interpelación urgente en la que acusaba a Rubalcaba de ocultar información sobre los atentados. Al día siguiente, Díaz de Mera acusaba a Rubalcaba de esconder un informe elaborado por la Comisaría General de Información en el que había «indicios y pruebas» que conectaban a ETA con la matanza. El ex alto cargo añadió que el análisis fue elaborado por dos funcionarios de la UCI, un hombre y una mujer. La respuesta de Rubalcaba consistió en calificar de «rotundamente falso» que existiera semejante documento.

Una semana después, el 21 de septiembre, «El mundo» publicaba en primera página el borrador con las «elucubraciones» sobre el ácido bórico como nexo de unión entre islamistas y etarras que habían redactado los tres funcionarios ahora imputados por Garzón y el informe entregado al juez; los comparaba y sostenía que Interior «falsificó un documento para ocultar al juez lazos entre el 11-M y ETA».

Interior atribuyó al comisario general de la Policía Científica, Miguel Ángel Santano, la decisión de eliminar las referencias a ETA del primer borrador por considerar intrascendente que el ácido bórico utilizado por Hassan el Haski, un organizador del 11-M, en un piso en Lanzarote hubiera aparecido también en un local de Salamanca empleado por etarras en 2001. De hecho, los terroristas de ETA detenidos hace cinco años destinaban el ácido bórico para evitar el mal olor de los pies (estaba lleno de pelos) y el islamista para matar cucarachas. La sustancia en cuestión tiene esos usos domésticos más el de conservante de alimentos.
El portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, anunció al día siguiente que su grupo pediría explicaciones al titular de Interior sobre «los informes realizados en el Ministerio del Interior que relacionan a la banda terrorista ETA con los atentados del 11-M y cuya existencia negó en la sesión plenaria del Congreso de los Diputados el pasado 13 de septiembre».

El asunto se desvió después a los tribunales con el envío a Juan del Olmo, de noche y en un sobre firmado y sin remitente, de las fotocopias del borrador de 21 de marzo de 2005 y del informe fechado el día siguiente. Del Olmo envió los documentos a la Sala Penal de la Audiencia Nacional, que es la que en estos momentos tramita el sumario del 11-M, y ésta, a su vez, lo envió a la Fiscalía para recabar su opinión. La Fiscalía entendió que los hechos debían ser investigados por Baltasar Garzón, que mantiene abierto un sumario en el que aparece como imputado Hassan el Haski, el marroquí en cuyo poder se encontró el ácido bórico. El juez asumió la investigación para aclarar si el controvertido informe tiene efectos penales y/o probatorios en ese sumario.

Zaplana encargó al diputado Jaime Ignacio del Burgo hacer la pregunta correspondiente en el Congreso y el pasado miércoles Rubalcaba volvía a negar que existiera documento alguno que vinculara a ETA con el 11-M, aunque eludía entrar en el asunto de la «manipulación» de informes.


Bofetada a la teoría de la conspiración (Editorial de La voz de Asturias)

La llamada teoría de la conspiración sobre el atentado del 11-M sufrió ayer un golpe que, esperemos, sea el definitivo. El juez Baltasar Garzón ha imputado a los tres peritos de la policía científica que vincularon a ETA con el 11-M. Ha sido una vuelta total a la tortilla : les acusa de falsificar un documento relativo a los hallazgos de ácido bórico en los domicilios de un islamista en el 2004 y de un etarra en el 2001.

ESTRATEGIA DE DESINFORMACION. El documento en cuestión es precisamente el que ha ventilado el diario El Mundo, y al que se ha agarrado el PP, dentro de su estrategia de desinformación sobre los atentados del 11-M, para extender la tesis de que desde el Ministerio del Interior se han ocultado o tergiversado pruebas para ocultar que ETA participó en la matanza. El derrumbe ante el juez de uno de los tres peritos ha servido para desmontar una sucia operación disfrazada de periodismo de investigación y que ha dado pie a que los medios más favorables al PP alimentaran machaconamente la teoría de que se están ocultando las claves del atentado.

FUERA DE JUEGO. Sin embargo, lo más grave no es que se haya destapado parte del pastel de una descerebrada campaña periodística. Lo peor es que la confesión de la manipulación de ese documento deja completamente fuera de juego al primer partido de la oposición, el PP, que no dudó en utilizar la información de El Mundo como munición contra el Gobierno y, muy en especial, contra Alfredo Pérez Rubalcaba, ministro del Interior.

Toca ahora, por tanto, que la justicia actúe contra los tres, todavía presuntos, falsificadores; que quienes han difundido el falso documento se disculpen ante sus lectores y oyentes, y sobre todo que el PP explique por qué se ha dejado llevar por una información no contrastada.

ENGAÑO MONUMENTAL. Buena parte de la opinión pública española ha confiado en las fuerzas de seguridad y en las instituciones y no tiene dudas sobre quiénes cometieron el salvaje ataque del 11-M. Pero hay otra parte que todavía cree en una vinculación entre el terrorismo de Al Qaeda y el de ETA. Están en su derecho.

Pero todo indica que son víctimas de un monumental engaño urdido por razones partidistas y alentado por vergonzantes intereses mediáticos. Mariano Rajoy no debe perder ni un minuto para desmarcarse de unos presuntos delincuentes que con una burda falsificación han pretendido poner al país en un difícil trance. Ahora, si el PP es de verdad un partido responsable, está obligado a poner fin a una estrategia que no lleva a ninguna parte y que ayer quedó completamente desacreditada.


La teoría conspirativa del 11-M, capítulo a capítulo

Las investigaciones judiciales y policiales han tirado por tierra las dudas del PP que insisten en implicar a ETA en los atentados de Madrid

30-09-06 - Jorge A. Rodríguez (EL PAÍS)

La impostura suele tener apariencia de verdad. Las teorías conspirativas del 11-M han seguido los cánones de las imposturas históricas y, como ellas, parten de un pecado original. A saber: que la famosa mochila de Vallecas, la única desactivada y que fue la clave del 11-M, tenía metralla y las otras 12 no. Por lo tanto, "alguien", tuvo que colocarla allí, en la estación del Pozo del Tío Raimundo, sin que ni los heridos, los policías nacionales y municipales que lo acordonaron, los vigilantes jurados, bomberos, forenses, sanitarios, servicios de limpieza o medios de comunicación presentes vieran nada sospechoso en ese sentido entre tanto terror y destrucción de aquella mañana fatídica. Por lo tanto, decían, o había sido ETA o una enorme conspiración sin precedentes, que, a diferencia de otras teorías conspirativas similares (como la que aún perdura con escaso éxito sobre el 11-S en Estados Unidos), ha sido llevada al Congreso por el PP y se ha convertido en un caballo de batalla de Eduardo Zaplana (portavoz popular) y Jaime Ignacio del Burgo (diputado del PP).

La última impostura ha sido la del ácido bórico, un borrador de informe que mezclaba a ETA, el terrorismo islámico y a un anarquista en una trama criminal para el 11-M, con la supuesta colaboración del Ministerio del Interior, que, según el diario El Mundo, falsificó un informe para el juez Juan del Olmo. Pero como ya ocurrió con la mochila de Vallecas, cuya validez como prueba ha sido acreditada ante el juez por decenas de policías; o con el hallazgo en la furgoneta Renault Kangoo de una tarjeta del grupo industrial vasco Mondragón, que resultó ser una cinta musical de la Orquesta Mondragón; o con la declaración de José Emilio Suárez Trashorras sobre que todo era un golpe de estado con ETA de por medio, desmentido por los investigadores cuando aún gobernaba el PP, ahora le ha tocado el turno al ácido bórico, cuyo uso terrorista lo ignora todo el mundo. Éstos son los principales puntos de la impostura.

- El ácido bórico. La noticia ocupó la primera página de El Mundo. "Interior falsificó un documento para ocultar al juez lazos entre el 11-M y ETA", decía. El diario explicaba que tres peritos químicos habían elaborado un informe sobre diversas cantidades de ácido bórico halladas en 2004 en el suelo de la cocina de la casa de un jefe del Grupo Islámico Combatiente Marroquí en Lanzarote, en el baño de un piso franco de ETA localizado en 2001 en Salamanca y en la casa de un joven antisistema en 1999 en Madrid. Los químicos concluían que, aunque ignoraban para qué servía esa sustancia y que era inusual su hallazgo en casos terroristas, todo estaba relacionado, porque seguro que se había usado para encubrir explosivos.

El informe definitivo entregado al juez no contenía ese vínculo entre islamistas, etarras y antiglobalización, ya que los jefes de la Comisaría General de Policía Científica decidieron eliminarlo, al considerar tal relación "elucubraciones y consideraciones subjetivas sin fundamento científico alguno". Ahora, el juez Baltasar Garzón, que investiga la implicación de Hasan El Haski en los atentados de Casablanca, ha imputado a los peritos por falsificación, dado que "simularon la fecha de firma y creación del documento".

- La mochila de Vallecas. Los teóricos de la conspiración hicieron una afirmación. Esa bomba desactivada era diferente de las demás, porque ésta tenía metralla y las otras, no. La explicación era que en las autopsias de los 191 muertos y en la exploración médica de los más de 1.700 heridos no había impactos de metralla. Sin embargo, de la primera revisión de autopsias salen 50 con metralla y numerosos heridos, algunos de los cuales están en puestos directivos de asociaciones de víctimas, aún tienen restos de metralla en sus cuerpos.

Pero es que el 7 de abril de 2004 un técnico en materiales de Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) ya decía: "Es evidente la acción de la metralla en las zonas contiguas a la explosión: papeleras metálicas, respaldos de asientos". El 17 de marzo del mismo año, el jefe de control de calidad de Fainsa, fabricante de los sillones de los trenes, escribía tras visitar los vagones afectados: "Podemos afirmar que al tratarse de asientos con carcasas de fibra de vidrio, los proyectiles de metralla fueron sensiblemente amortiguados, evitando un mayor número de víctimas". Para demostrarlo, aporta cuatro fotos con evidentes impactos de metralla. El informe fue entregado a la Comisión de Investigación parlamentaria del 11-M el 8 de julio de 2004.

- La Orquesta Mondragón. El Mundo publicó que la furgoneta Renault Kangoo estaba vacía cuando fue localizada el 11 de marzo en Alcalá de Henares. Dos días después dijo que no estaba tan vacía, sino que había una tarjeta del Grupo Mondragón, la corporación industrial vasca, lo que demostraba la conexión con ETA. Sin embargo, ya el 18 de marzo de 2004, el entonces subdirector general Operativo, Pedro Díaz Pintado, firmó un documento certificando el contenido de la furgoneta y citando a quiénes fueron testigos del registro. El documento, incluido el dossier del PP llamado 11-M, toda la verdad en tiempo real, ya citaba que en la furgoneta había una tarjeta de una imprenta. Se trataba de Gráficas Bilbaínas, propiedad de un conocido ultraderechista. Y decía también que lo único que había sobre Mondragón era una cinta de la Orquesta Mondragón, el grupo del cantante vasco Javier Gurrutxaga. Los policías que han declarado ante Del Olmo han certificado que del consorcio industrial vasco no vieron nada.

La teoría esbozada es que la policía llenó la furgoneta con lo que le convenía, incluidos los detonadores y un resto de Goma 2 del tamaño de una vieja moneda de 500 pesetas. Pero el dueño de la furgoneta ha reconocido como suyos los enseres y existen fotos del registro, tomadas el mismo día 11, que demuestran que los detonadores y el resto de explosivo estaba dentro de una bolsa, en un cajón bajo los asientos delanteros.

- Las versiones de Trashorras. El Mundo publicó por entregas una entrevista al ex minero José Emilio Suárez Trashorras, para quien se piden miles de años por los atentados, en el que el imputado recogía casi literalmente frases y afirmaciones publicadas por los teóricos de la conspiración. Trashorras declaraba que Jamal Ahmidan, El Chino, tenía contactos con ETA y que el 11-M era un golpe de estado encubierto tras un grupo de islamistas, entre otros asuntos. Las declaraciones de este imputado, del que El Mundo subrayaba que su esquizofrenia se había agravado en prisión, contradecían sus declaraciones judiciales y policiales, pero también iban contra las de los policías y los agentes del CNI que le interrogaron. El comisario que dirigió la pesquisa en Asturias, Miguel Ángel Gamonal, informó por escrito al juez: "En ningún momento hizo mención a ninguna persona relacionada con la organización terrorista ETA ni a que alguno de los 'moros de Madrid" conociera o guardara algún tipo de relación con militantes de esta banda armada".

El testimonio de Trashorras quedó definitivamente en entredicho cuando EL PAÍS publicó un fragmento de conversación entre el ex minero y sus padres, grabada en prisión, ya que todas sus comunicaciones están intervenidas, en el que el imputado decía: "Mientras el periódico El Mundo pague, si yo estoy fuera, les cuento la Guerra Civil española". La entrevista, finalmente, incluía, palabra por palabra, editoriales e informaciones de El Mundo, e incluso alguna de las frases más repetidas por dirigentes del PP en relación con el 11-M.


29/9/06

Garzón imputa a tres peritos que reconocen haber falseado el informe que vincula a ETA con el 11-M

El magistrado considera que firmaron el pasado 11 de julio un borrador rechazado en marzo de 2005 para intentar hacerlo pasar por oficial

29-09-06 - elpais.es

El borrador que avalaba una supuesta conexión entre ETA y Al Qaeda estaba manipulado. Así lo cree el magistrado de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, quien ha imputado por presunta falsificación en documento oficial a los tres peritos que lo elaboraron. Garzón considera que estos expertos firmaron el pasado 11 de julio una copia de un borrador elaborado el 21 de marzo de 2005 -y rechazado entonces por inconsistente-, y lo entregaron a un superior “sin advertirle de la citada alteración, que simulaba la fecha de firma y creación”.

La resolución explica que el 21 de marzo de 2005 los tres peritos -Isabel López, Pedro Manrique y Manuel Escribano - presentaron un borrador con "carácter de documento interno no oficial" que fue rechazado por su superior, Francisco Ramírez, porque contenía "opiniones subjetivas y faltas de consistencia". En el documento se vinculaba a ETA con Al Qaeda a través del ácido bórico, una sustancia de uso común usada para elaborar insecticidas o desodorante para pies.

Según el auto, Escribano se negó a rehacer el informe pero Ramírez se reasignó a sí mismo el asunto -lo que según Garzón "estaba dentro de sus competencias- y redactó otro documento que tuvo carácter oficial, que no contenía las observaciones antes citadas y que fue incorporado al sumario abierto por los atentados del 11-M en Madrid.

Siempre según el auto, 16 meses después, el 11 de julio de este año los tres firmaron una copia del borrador que contenía las referencias a ETA y se la entregaron al jefe de Análisis de la Policía Científica, José Andradas, "sin advertirle de la citada alteración que simulaba la fecha de firma y creación de documento". Su intención, según Garzón era producir "un efecto oficial de un documento que nunca lo fue". El documento coincide con el publicado por el diario El Mundo y presentado como "un informe destruido por Interior". Según fuentes jurídicas durante el interrogatorio ante el juez la perito Isabel López no pudo resistir la presión, se derrumbó y admitió que su versión era falsa.

Ahora los tres peritos deberán dar explicaciones de su conducta ante el juez el próximo 18 de octubre. Según el artículo 390.2 del Código Penal "será castigado con las penas de prisión de tres a seis años, multa de seis a veinticuatro meses e inhabilitación especial por tiempo de dos a seis años", la autoridad o funcionario público que, en el ejercicio de sus funciones, cometa falsedad "simulando un documento en todo o en parte, de manera que induzca a error sobre su autenticidad".

El nexo del insecticida

El borrador inicial nunca oficializado vinculaba a ETA y a Al Qaeda a través de una sustancia, el ácido bórico, hallada en una vivienda ocupada en Lanzarote por Hassan el Haski, procesado por los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid, y también encontrada en un piso franco de ETA en Salamanca. Lo que el documento no decía es que el ácido bórico es una sustancia que puede comprarse en cualquier farmacia y que tiene aplicaciones que van desde el insecticida para matar cucarachas hasta desodorante para evitar el mal olor de pies.

Cuatro expertos en explosivos consultados por el juez Garzón aseguraron ayer que el ácido bórico no es un componente de los explosivos y sólo citaron una referencia leída en Internet donde se afirmaba que podía servir como estabilizante. Pero aún así ninguno de los cuatro había visto usar esta sustancia con este fin en toda su vida profesional.

El borrador del ácido bórico ha sido esgrimido durante semanas por los defensores de una cambiante teoría conspiratoria sobre el 11-M para imputar en la matanza a ETA o insinuar lazos de los autores con mandos policiales. Sin embargo, todas las evidencias policiales y judiciales apuntan indubitablemente a la autoría islamista.


Juez: "¿A lo largo de su carrera profesional ha visto ácido bórico en algún atentado?"; Policía: "No"

30-09-06 - José Yoldi (EL PAÍS)

Dos de los peritos reconocieron ante el juez Garzón que no sabían de explosivos -uno admitió estar especializado en pintura de coches- y que ignoraban la existencia de una relación entre el ácido bórico y los explosivos. El borrador que fue firmado por los tres peritos fue redactado por Manuel Escribano y sus dos compañeros firmaron "en barbecho", sin tener conocimiento de si lo que firmaban era cierto.

Los peritos informaron al juez de que habían extraído de Internet los usos del ácido bórico para la conservación de algunos componentes orgánicos de los explosivos, así como para enmascarar el olor de la dinamita.

Escribano, que defendió con tanto ardor su informe que Garzón le tuvo que decir que no levantara la voz, recalcó que en determinadas circunstancias, y mezclado con las sustancias adecuadas, el ácido bórico podía tener la función de estabilizante de algunos elementos orgánicos de los explosivos.

Garzón entonces le preguntó: "¿A lo largo de su carrera profesional ha visto que se haya utilizado ácido bórico en algún atentado?"

El perito respondió que no.

Sin embargo, el punto de inflexión de las declaraciones de los tres peritos ante Garzón fue el testimonio de Isabel López Cidad.

La perito fue quien entregó al juez el original del documento cuya fotocopia habían presentado a su jefe, José Andradas, haciéndole creer que era el documento firmado en 2005 y que había tenido carácter oficial.

Tras la entrega del original del documento, Garzón quiso saber en qué circunstancias se había producido la firma del documento.

El magistrado pretendía conocer si todos los peritos lo habían firmado el mismo día del mes de marzo de 2005 y si lo habían hecho todos juntos o si por el contrario unas firmas se habían estampado por la mañana y otras por la tarde.

Pero López Cidad dijo que no, que se había firmado el 11 de julio de 2006.

Garzón extrañado le preguntó. "¿Cómo que en julio de 2006, si el documento lleva fecha de marzo de 2005?"

Y la perito se explicó. Su jefe, José Andradas, había reclamado todos los documentos que se habían elaborado en la sección porque algún mando o el ministro tenían que comparecer en el Congreso. Escribano había realizado una nueva impresión desde el archivo informático que guardaba desde marzo de 2005 y lo firmaron los tres.

La perito se derrumbó porque admitió que le habían presentado al jefe una fotocopia en lugar del documento original que acababan de firmar.


El perito que vinculó a ETA con el 11-M confiesa que fue una "elucubración"

01-10-06 - José Yoldi

La investigación emprendida por el juez Baltasar Garzón a raíz de una denuncia sobre una supuesta ocultación de pruebas policiales en la investigación de los atentados del 11-M ha dado un giro radical al caso. El magistrado, tras las diligencias realizadas el jueves y el viernes pasados, imputó por presunta falsedad en documento público a los tres peritos que vinculaban esta matanza con el terrorismo de ETA a partir del hallazgo de un insecticida (ácido bórico). En las declaraciones en la Audiencia Nacional de los tres agentes de la Policía Científica que realizaron ese informe se aprecia que ni ellos defienden esa teoría.

Manuel Escribano, el perito que dirigió la investigación y elaboró el dictamen en el que se vinculaba a ETA con el 11-M en razón de que uno de los islamistas tenía en su poder ácido bórico y esa sustancia había sido encontrada cuatro años antes en un piso franco de la banda terrorista vasca, ha confesado ante el juez que se trató de una "elucubración", según fuentes de la investigación.

Garzón le preguntó que cuál era la base científica para llegar a la conclusión que se establecía en el informe de que la presencia de ácido bórico "lleva a la posibilidad de que el autor o autores de esos hechos estén relacionados". El perito respondió que "la casualidad".

Escribano reconoció que él había elaborado el informe y que sus compañeros Isabel López Cidad y Pedro Manrique -imputados también por delito de falsedad en documento oficial- se limitaron a firmarlo porque se fiaban de él y de sus investigaciones.

Pero Escribano dijo al juez que no conocía el informe ampliatorio 222-Q1-00 en el que se afirma que "el ácido bórico no es sustancia explosiva ni incendiaria" y luego añadió que la sustancia podría formar parte de la composición de algunos explosivos en una proporción del uno o dos por ciento.

El juez, al ver que modificaba sus declaraciones una y otra vez, le preguntó en qué se basaba para semejante afirmación, a lo que Escribano respondió que lo había leído en alguna parte.

Garzón quiso saber, si eso era así, por qué no lo había incluido en el informe, pero el perito precisó que no lo sabía en aquel momento.

El magistrado insistió en si esos datos habían sido descubiertos y publicados en la literatura científica con posterioridad a 2005, pero el perito replicó que lo desconocía.

Nuevamente, el juez volvió a insistir si el ácido bórico mezclado con otras componentes podría formar parte imprescindible de una bomba y Escribano destacó que no, que sirve para estabilizar sus componentes, especialmente los elaborados a base de aluminio en polvo y nitratos como el amonal o el amosal, utilizados en el pasado por ETA.

En esa tesitura Garzón preguntó: ¿pero a lo largo de su vida profesional se ha encontrado usted con esa mezcla? A lo que Escribano tuvo que reconocer que no.

El interrogatorio derivó a si el perito creía que la tenencia del ácido bórico por parte de Hassan el Haski era porque pudiera estar fabricando explosivos. Escribano se curó en salud y dijo que no podía afirmarlo, que se trataba simplemente de una "apreciación".

Sin embargo, a pesar de haber reconocido que nunca ha visto esa mezcla con ácido bórico ni que se ha usado nunca en España, Escribano volvió a encastillarse e insistió en que el ácido bórico puede ser utilizado para fabricar explosivos, extremo que había descartado al apreciar que su uso podría ser como estabilizante.

Todos los peritos de la Comisaría de Policía Científica que han declarado estos días ante Garzón han reconocido que el ácido bórico nunca ha sido utilizado en la fabricación de explosivos o incluso como conservante o estabilizante de los mismos en España.

Esa afirmación fue compartida tanto por el comisario de Policía Científica, Miguel Ángel Santano; el jefe de la Unidad de Análisis Científicos, José Andradas; y el jefe de la sección, Francisco Ramírez, como por los tres peritos, Manuel Escribano, Isabel López Cidad y Pedro Manrique, subordinados de los anteriores y que elaboraron el borrador en el que relacionaban a ETA con los atentados del 11-M, aunque con las precisiones mencionadas anteriormente respecto de Escribano.

El algo más de un kilo de ácido bórico que Hassan el Haski, jefe del Grupo Islámico Combatiente Marroquí, inspirador de los atentados del 11-M tenía en su poder en la cocina de su vivienda de Lanzarote para matar cucarachas, determinó que Escribano lo vinculara con el hecho de que una pequeña cantidad de esa sustancia "llena de pelos" había sido encontrada cuatro años antes en un piso franco de ETA en Salamanca. El informe recogía también que esa sustancia había sido intervenida en 1999 en Madrid a un joven antisistema que había participado en la quema de un cajero automático.

Pero el ácido bórico es una sustancia legal que aunque teóricamente pueda servir como estabilizante de algún componente orgánico de explosivos, nunca se ha utilizado en España. Todos los peritos que depusieron ante el juez Garzón admitieron que en toda su vida profesional jamás han visto la utilización de esa sustancia en explosivos y que tampoco nunca ha sido utilizada en ningún atentado en España. De hecho, los peritos reconocieron que no se podría imputar a Hassan el Haski por delito de tenencia de sustancias explosivas por el hecho de tener ácido bórico.

Isabel López Cidad, una de los peritos firmantes del borrador original, aportó una serie de documentación sobre los posibles usos del ácido bórico, que según reconoció habían sido extraídos de Internet el día anterior a ser citados a declarar ante el juez. López Cidad y su colega Pedro Manrique confesaron que no habían buscado ni comprobado nada respecto del informe original y que simplemente se habían limitado a firmarlo por indicación de Escribano.

Nueva copia

También dijo que sólo hace unos días, a partir del 25 de septiembre pasado, supo por un informe extraído por un compañero de Internet que el ácido bórico podía ser utilizado para estabilizar artefactos pirotécnicos.

Los tres peritos admitieron ante el juez que no disponían del dictamen que habían elaborado en 2005 y que había merecido el reproche de su superior Francisco Ramírez, y que por tanto, cuando el jefe de la Unidad, José Andradas les pidió todos los informes que hubiera sobre análisis de muestras del sumario del 11-M, Escribano volvió a imprimir una nueva copia que les pasó a Manrique y López Cidad a la firma.

Por su parte, el jefe de la Sección, Francisco Ramírez, declaró ante el juez que los tres peritos se habían extralimitado en sus observaciones, aunque el análisis de la sustancia era correcto. Indicó que les pidió que rectificasen su informe porque las observaciones relativas al posible vínculo con ETA y el joven antisistema no tenía ningún rigor profesional y que Escribano se negó a hacerlo. Aseguró que el dictamen de los peritos nunca fue un documento oficial, pues él no dio el visto bueno, y que tenía facultades para reasignarse como perito, como así hizo.


La autoría intelectual del 11-M corresponde a "líderes de la insurgencia iraquí y de Al Qaeda"

Las pruebas descartan a ETA y atribuyen la matanza a los suicidas de Leganés

29-09-06 - Jorge A. Rodríguez / José Yoldi (EL PAÍS)

La autoría intelectual de los atentados en los trenes de Madrid corresponde "a los estrategas que lideran la insurgencia iraquí y a los líderes de Al Qaeda", según el informe policial de conclusiones terminado el pasado 3 de julio y remitido al juez Juan del Olmo. Dicho informe ha sido incorporado a la última parte del sumario del 11-M que se ha conocido ahora. Las conclusiones de la investigación policial analizan todos los aspectos del atentado y descartan que ETA tuviera algo que ver en la matanza de los trenes. Asimismo, el informe detalla cientos de pruebas que conducen a los investigadores a la conclusión de que el atentado fue perpetrado por una célula local islamista cuyo líder espiritual era Serhane, El Tunecino, y cuyo jefe operativo era Jamal Ahmidan, El Chino, ambos muertos en Leganés.

La Comisaría General de Información sostiene que existe "una autoría intelectual y/o estratégica de carácter global e internacional, que surge a lo largo de 2003, y que es atribuible a los estrategas que lideran la insurgencia iraquí y a los líderes de Al Qaeda". "Dicho liderazgo intelectual", según la investigación policial, "se da a conocer a través de diversos comunicados y elaboración de diversos documentos que se hacen públicos por diversos medios, especialmente a través de Internet (en la página web de Global Islamic Media) y cumplen una finalidad de estrategia global".

El Gobierno de José María Aznar había decidido, ese año 2003, apoyar la guerra contra Irak impulsada por EE UU y Reino Unido.

Los medios del radicalismo islámico amenazan a España como consecuencia de esa decisión.

- Amenazas a España. "Se amenaza a los países que integran la fuerza multinacional desplegada en Irak, entre ellos a España. Ejemplo: los llamamientos a la guerra santa contra los cruzados por parte de los líderes de Al Qaeda, como el de Ayman Al Zawahiri el 21 de mayo de 2003".

- "Se señala a las tropas españolas desplegadas en Irak y a los intereses españoles fuera de Irak, como objetivos materiales de atentados. El 18 de octubre de 2003, un comunicado de Osama Bin Laden amenaza a España de manera expresa para lograr objetivos estratégicos más lejanos".

- "Un documento de Global Islamic Media [página web consultada por los radicales que cometieron el atentado del 11-M] planteaba una serie de objetivos estratégicos:

- Provocar un cambio de Gobierno.

- Conseguir la retirada de las tropas españolas y por contagio o reiteración de las acciones terroristas en otros países.

- El aislamiento de las tropas estadounidenses.

- "Se reivindican los atentados cometidos contra intereses españoles por organizaciones dependientes de Al Qaeda: el 29 de noviembre de 2003, la muerte de siete miembros del CNI asesinados en una emboscada al sur de Bagdad es reivindicada por el grupo iraquí Ansar Al Sunna, liderado por Abu Musab Al Zarqawi.

- "Se alienta a las células regionales y locales a ejecutar los objetivos estratégicos establecidos fuera de Irak en el mensaje al pueblo español elaborado en Bagdad el 3 de diciembre de 2003 difundido a través de la página web de Global Islamic Media".

- La autoría material. "Una célula local, haciéndose eco de los objetivos estratégicos de ámbito internacional previamente fijados, comienza a conformarse progresivamente a lo largo de 2003, haciéndose más evidente su definición a finales de año, coincidiendo con el inicio de la operativa logística de aprovisionamiento de material explosivo, alquiler de inmuebles, etc...".

- Los atentados de Madrid. "Dicha célula local materializa los atentados del 11-M en Madrid para el cumplimiento del fin global establecido y, así lo acreditan las reivindicaciones realizadas tras los atentados, tanto las emitidas por la propia célula local autora de los atentados (la organización Ansar Al Qaeda en Europa, Abu Dujan Al Afgani), como las emitidas por las organizaciones de ámbito internacional (organización terrorista Brigadas de Abu Hafs al Masri que reivindica los atentados en nombre de Al Qaeda)". Los investigadores de la policía apoyan esta afirmación en "evidencias encontradas en los distintos escenarios, especialmente los borradores manuscritos de las reivindicaciones y los registros informáticos intervenidos en el piso de Leganés donde se suicidaron siete terroristas":

- "El contenido del disco duro intervenido entre los escombros de la vivienda de Leganés constituye un compendio de discurso jihadista [a favor de la guerra santa] en forma escrito, hablado y en imágenes".

- El Tunecino, impulsor de los atentados. "Se puede considerar a Serhane Ben Abdelmajid, El Tunecino, como el impulsor de los atentados, teniendo en cuenta el papel que jugó al interrelacionar los diferentes grupos que participaron en los atentados. Serhane busca medios y gente para realizar la misión que ya habían tomado: atentar en España como reacción a la posición al conflicto de Irak y Afganistán. Se une al grupo de Jamal Ahmidan, El Chino, quien acusa un fuerte perfil Takfir [la misma secta de los autores del 11-S], consiguen los explosivos y reúne un grupo operativo con gente de varios de los grupos participantes". "El Tunecino era la persona más cercana a Mustapha Maymouni y quien se hizo cargo de la dirección del grupo organizado por éste tras su detención. El Tunecino mantenía vínculos con elementos cercanos a Al Qaeda y realizaba actividades de apoyo a presos vinculados a Al Qaeda".

- Un 'comando' formado por varios grupos. La célula terrorista que perpetró el 11-M estaba constituida por varios grupos:

- "Sujetos con antecedentes por delincuencia común: Jamal Ahmidan, Mohamed y Rachid Oulad Akcha, Abdennabi Kounjaa".

- "Individuos que había conocido El Tunecino mediante acercamiento al grupo de Maymouni (Mohamed Afalah)".

- "Otro grupo relacionado con el entorno de Rabei Osman El Sayed, El Egipcio. Estos últimos son Basel Ghalyoun, Fouad El Morabit, Mourad Chabarou y Mohamed Laarbi".

- "Personas que mantuvieron contactos con otros importantes elementos de Al Qaeda como Abu Qutada y Amer Azizi y que, por tanto, podrían jugar también un importante papel de enlace con Al Qaeda. Allekema Lamari, Jamal Zougam y Said Berraj, muy unido a Amer Azizi y que también podría ser un enlace directo con Al Qaeda, al quedar constatado en el sumario 35/01 su desplazamiento a los campos de entrenamiento de Al Qaeda en Afganistán".

- La vía de investigación de ETA.

La policía descartó la participación de ETA en los atentados en base a las siguientes deducciones:

- La furgoneta Kangoo encontrada junto a la estación de Alcalá. "Portaba la matrícula original y no ofrecía signos de manipulación. La organización terrorista ETA suele utilizar vehículos sustraídos, cambiando las placas por otras falsas o dobladas".

- El explosivo utilizado en los atentados. Es de origen español, tratándose de dinamita Goma 2 ECO. ETA generalmente utiliza dinamita Titadyne y mezcla en ocasiones diferentes explosivos junto con la dinamita, por ejemplo ha empleado para potenciar su poder devastador cloratita o amonal. ETA venía utilizando explosivo procedente de robos realizados en polvorines franceses.

- Colaboración con delincuentes. ETA nunca ha colaborado en sus acciones con grupos delincuenciales ni ha utilizado canales de abastecimiento procedentes de la delincuencia común.


"Son terroristas islamistas coincidentes con los suicidas de Leganés"

El informe final de la investigación policial del 11-M llega a la siguiente conclusión:

- "En definitiva, desde un punto de vista del análisis y considerados los elementos encontrados, no cabe ninguna duda de que los presuntos autores de los atentados son terroristas islamistas, coincidentes con los miembros que se suicidaron en Leganés". La policía detalla cada una de las pruebas encontradas durante la investigación:

- Localización de la Renault Kangoo en las proximidades de la estación de Alcalá. Se hallaron una cinta de casette con inscripciones en árabe, una bolsa con restos de Goma 2 ECO y detonadores, además de rastros lofocópicos y de ADN de Daoud Ouhnane, Abdennabi Kounjaa, Allekema Lamari y Rifaat Anouar Asrih.

- La mochila bomba de Vallecas. Compuesta por un teléfono móvil, 10 kilos de dinamita Goma 2 ECO (idéntica a la encontrada en la Renault Kangoo), 640 gramos de tornillos y clavos, y un detonador eléctrico.

- La finca de Chinchón donde se montaron las bombas. Hallados restos de dinamita Goma 2 ECO, y restos de ADN de Jamal Ahmidan, El Chino, Mohamed Afalah, Abdelmajid Bouchar, Abdennabi Kounjaa, Rifaat Anouar Asrih, Mohamed Belhajd, Serhane Ben, El Tunecino, Hamid Ahmidan, Othman El Gnaout.

- El piso de Leganés donde se suicidaron siete terroristas. Se hallaron importantes cantidades de Goma 2 ECO, además de restos de los cuerpos de Mohamed Oulad, Allekema Lamari, Rachid Oulad, Jamal Ahmidan, El Chino, Rifaar Anour, Abdennabi Kounjaa y El Tunecino.


Los peritos admiten ante Garzón que el ácido bórico no sirve como explosivo

  • La Policía Científica desmiente a 'El Mundo' y niega falsificación de informes sobre el 11-M.- Un producto para matar cucarachas es la supuesta conexión entre ETA y el 11-M (21-09-06)

  • El insecticida no ha sido hallado nunca en ninguno de los atentados conocidos en España.- El comisario de policía científica insiste en que el vínculo entre ETA y el 11-M carece de rigor

    29-09-06 - José Yoldi (EL PAÍS)

    El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón preguntó anoche a cuatro miembros de la Policía Científica sobre los posibles usos como explosivo del ácido bórico, sustancia hallada en la casa de uno de los procesados por el 11-M. Los tres peritos que firmaron un borrador de informe que vinculaba ETA y el 11-M por este producto admitieron que el ácido bórico no es un componente de los explosivos y que sólo han hallado en Internet que en determinadas circunstancias podría servir como estabilizante. Preguntados si alguna vez habían observado ese uso, reconocieron que jamás en su vida profesional lo han visto.

    Ante el magistrado comparecieron anoche el comisario jefe de la Policía Científica, Miguel Ángel Santano, y los tres peritos que elaboraron un primer informe sobre el ácido bórico encontrado en la cocina del domicilio en Lanzarote de Hassan el Haski, el procesado por los atentados del 11 de marzo de 2004, cuyos compañeros de piso aseguraron que lo usaban como insecticida para cucarachas.

    Santano llegó a la Audiencia Nacional sobre las 17.00 y salió de allí pasada la medianoche. A las 2.30 terminaron de declarar los tres policías firmantes del informe que relacionaba ETA y los islamistas del 11-M por la presencia de ácido bórico en el piso de unos etarras en 2001 y tres años después en la casa de El Haski.

    Los policías, químicos de formación, aseguraron que el ácido bórico -una sustancia muy común usada como matacucarachas y antiséptico- no tiene usos como explosivo pero que en determinadas circunstancias y mezclado con determinados componentes, podría servir como estabilizante de los explosivos.

    Garzón les preguntó si en algún momento de su vida profesional habían visto tal utilización. Los peritos admitieron que jamás lo habían observado y que sabían de esa posible aplicación a través de Internet. Santano insistió en que si quitó la referencia a ETA del borrador del informe es porque no era rigurosa, sino una simple elucubración. Aseguró que podía hacerlo porque lo que sus subordinados le dieron no era un informe, sino sólo un borrador.

    Garzón ha citado para hoy al jefe de sección de la Unidad de Análisis de la Policía Científica, Francisco Ramírez, quien firmó un segundo informe sobre el ácido bórico intervenido a El Haski, que fue el que se incorporó al sumario del 11-M. También ha llamado al secretario general de la Comisaría General de Información, quien solicitó el informe.

    El borrador de los tres químicos aseguraba que la mera presencia del ácido bórico en el domicilio de El Haski, en el piso que el comando Madrid alquiló en 2001 en Salamanca y en casa de un joven antisistema en Madrid en 1999 los vinculaba entre sí. Los firmantes admitían que no tenían idea de para qué lo tenían, pero especulaban que podía servir para enmascarar explosivos.

    Los peritos hicieron esa información, pese a que en ningún atentado cometido en España se ha encontrado ácido bórico. Tampoco se ha utilizado para ocultar el olor de los explosivos. La Audiencia de Madrid, cuando juzgó al antisistema, despreció la presencia de ácido bórico en su casa.

    El ácido bórico es un componente de un explosivo usado en la II Guerra Mundial llamado boracitol, que está compuesto por TNT y ácido bórico. Existen siete informes en el mundo sobre el uso explosivo del ácido bórico, frente a más de 100.000 que limitan sus propiedades a antiséptico, matacucarachas, a combatir el mal olor, entre otras. Un informe estadounidense de 1972 explica que el boracitol es el explosivo que más rápido desaparece si se entierra, precisamente por tener ácido bórico. En los primeros meses pierde el 70% de su capacidad explosiva.


    28/9/06

    16 servicios de seguridad de EE UU califican el 11-M de ejemplo del terrorismo surgido por la guerra de Irak

    28-09-06 - Jorge A. Rodríguez (EL PAÍS)

    Un informe conjunto de 16 agencias de inteligencia de Estados Unidos, recién desclasificado por la Casa Blanca, asegura que los atentados del 11-M y del 7-J en Londres son el ejemplo de cómo ha cambiado la creciente amenaza del terrorismo islamista tras la guerra de Irak. El informe dice textualmente: "Los grupos yihadistas ven en Europa un foco importante donde atacar intereses occidentales. Las redes extremistas, integradas en las amplias diásporas musulmanas en Europa, facilitan el reclutamiento y los ataques urbanos, tal y como se puso de manifiesto en los ataques de Madrid, en 2004, y Londres, en 2005". Este párrafo del informe fue dado a conocer ayer en el Congreso por el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ante una pregunta del diputado del PP Jaime Ignacio del Burgo sobre la posible conexión entre el 11-M y ETA.

    El informe de EE UU, titulado Amenazas del terrorismo global, la implicación de Estados Unidos, fechado en abril de 2004, explica cómo tanto Al Qaeda como "el yihadismo global" se han adaptado a las nuevas formas de contraterrorismo. "El movimiento yihadista global está descentralizado, carente de una estrategia global coherente y se está haciendo más difuso". A juicio de los expertos, las células y redes yihadistas son ahora más difíciles de combatir precisamente por su tendencia a convertirse en un enemigo difuso, al estilo de la definición de Sun Tzu, el general chino del siglo V antes de cristo autor del Arte de la guerra.

    Los expertos aseguran que "la amenaza operativa de las células auto radicalizadas", como se considera a los autores del 11-M en todas las pesquisas, "esta creciendo en importancia (...) particularmente en el extranjero pero también en el territorio nacional".

    Los espías norteamericanos explican que algunas organizaciones extremistas suníes, "como Jemaah Islamiya, Ansar al Sunanh y varios grupos norteafricanos" están expandiendo sus medios "y consiguiendo mayor capacidad para ataques múltiples y masivos fuera de sus áreas de operación". Los ataques en España involucran a varios de esos grupos norteafricanos, como el Grupo Islámico Combatiente Marroquí. Además, el borrador en árabe elaborado por Jamal Ahmidan, El Chino, para un comunicado sobre el atentado contra el AVE a Sevilla del 2 de abril de 2004 se reivindica la intentona, precisamente, para Ansar al Sunnah.

    El informe subraya que el conflicto de Irak ha aumentado el nivel de amenaza terrorista para Estados Unidos y sus aliados. Esta apreciación de las citadas 16 agencias es coincidente con los análisis que desde primeros de 2003 vienen haciendo los servicios de información de las fuerzas y Cuerpos de Seguridad españoles, del CNI, de los servicios secretos de Reino Unido, Francia, Italia y Francia (entre otros) e, incluso, de los islamistas que reivindicaron el 11-M y de los autores del informe del "Departamento de Información para apoyar al Pueblo Iraquí", conocido en octubre de 2003 y en el que se recomendaba atacar a España como el eslabón más débil de los aliados para la guerra de Irak.

    Rubalcaba se apoyó en el informe de EE UU para contestar a Del Burgo, quien preguntó si hay informes que vinculan a ETA con la matanza de Madrid. El ministro replicó que el pasado día 15 la Unidad Central de Inteligencia de la Comisaría General de Información le contestó por escrito lo siguiente: "No existe ningún informe en esta Unidad Central de Inteligencia que vincule los atentados del 11 de marzo en Madrid con la organización terrorista ETA".


    27/9/06

    Rubalcaba insiste en que no hay ningún informe policial que vincule a ETA con el 11-M

    PP le advierte que su futuro político está vinculado a la investigación judicial sobre la presunta falsificación

    27-09-06 - Europa Press

    El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha insistido en que no existe ningún informe elaborado por la Comisaría General de Información (CGI), organismo del Cuerpo Nacional de Policía encargado de la lucha antiterrorista, que vincule a ETA con los atentados del 11-M de 2004 de Madrid.

    En la sesión de control al Gobierno en el Congreso, el ministro del Interior ha citado un oficio que le remitió el 15 de septiembre pasado la Unidad Central de Inteligencia (UCI), que integra la CGI, en el que se negaba la existencia de cualquier informe en ese sentido. Rubalcaba contestó a la pregunta del diputado del PP Jaime Ignacio del Burgo sobre la redacción de ese texto. El parlamentario del PP se apoyó en la investigación judicial que se sigue por la presunta falsificación de un informe de la Policía Científica en el que se apuntaba a una posible conexión de etarras e islamistas.

    "¿Qué hará si se demuestra que el informe es falso?", preguntó Del Burgo antes de advertir al ministro de que "su suerte está vinculada" a la sentencia judicial que emane de la investigación en curso.

    Informes de EEUU

    Rubalcaba se centró en la posible conexión ETA-islamistas y al oficio de la Comisaría General de Información unió el de los Cuerpos de Inteligencia español y de varios países del mundo, así como las conclusiones de la Audiencia Nacional, incluso el último informe que ha desclasificado el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, redactado por 16 agencias de inteligencia estadounidenses, en el que se reconoce la autoría islamista en los atentados de Madrid.

    Rubalcaba se dirigió a Del Burgo para concluir: "A usted le da igual porque no está tratando de buscar la verdad sino justificar sus mentiras entre el 11 y el 14 de marzo".


    La Audiencia Nacional remite a los Juzgados de Madrid la investigación sobre los supuestos informes falsos del 11-M

    27-09-06 - Europa Press / CadenaSER.com

    La Sección Primera de lo Penal de la Audiencia Nacional dictó hoy un auto en el que acuerda remitir a los Juzgados de Instrucción de Madrid la investigación sobre los informes supuestamente falsificados relativos al hallazgo de ácido bórico en el domicilio de uno de los procesados en el 11-M, al considerar que la Audiencia no es competente para investigar este tipo de delito.

    En la misma resolución, el tribunal afirma que existen "indicios suficientes para proceder a investigar la posible comisión de, al menos, un delito de falsedad en documento público por parte de los responsables policiales".

    No obstante, al no figurar este delito entre los que son competencia de la Audiencia Nacional ordena que las actuaciones sean remitidas a los Juzgados de Instrucción de Madrid, ubicados en Plaza de Castilla.

    Paralelamente, el juez Baltasar Garzón tiene también diligencias abiertas por el mismo caso, falsedad de documento, por lo que finalmente serán dos jueces los que investiguen la supuesta falsedad, a no ser que uno de ellos se inhiba en favor del otro.


    Desaparece el pie de foto de la exposición del PP que señalaba a Al Qaeda como responsable del 11-M

  • El PP reconoce en una exposición de fotos en el Parlamento Europeo que Al Qaeda cometió el 11-M (25-09-06)

  • 27-09-06 - CadenaSER.com

    Se trata de una exposición fotográfica sobre terrorismo, organizada por el Partido Popular, que se ha podido ver en las sedes del Parlamento Europeo. Primero en Bruselas y luego en Estrasburgo. La sorpresa saltó en esta ciudad francesa porque, bajo una foto de los atentados del 11 de marzo, aparecía un pie de foto sobre la autoría y se señalaba a Al Qaeda como responsable de la matanza. Ahora, ese pie de foto ha desaparecido.

    Nadie sabe cómo ha sido pero aunque estaba pegado a la pared con adhesivo, el pie de foto ha desaparecido. Era la única referencia a Al Qaeda bajo las imágenes del 11 de marzo. El nombre del grupo terrorista se había incorporado a sólo una de las cuatro fotos sobre los atentados de Madrid que siguen mezcladas con las imágenes que han dejado en España los atentados de ETA.

    Saber quién ha arrancado el pie de foto no preocupa a los portavoces del grupo Popular que, oficialmente, niegan que sepan qué ha pasado.





    Un informe vincula las bombas del 11-M al adiestramiento de islamistas en Afganistán

    27-09-06 - José Yoldi / Jorge A. Rodríguez (EL PAÍS)

    La Comisaría General de Información del Cuerpo Nacional de Policía remitió hace algunos meses al juez Juan del Olmo un "informe secreto" sobre los atentados del 11-M que profundiza en alguna de las incógnitas de la matanza de los trenes que costó la vida a 191 personas e hirió a otras 1.755. Ese informe secreto está incluido en el sumario que ahora Del Olmo ha facilitado a todas las partes. En el documento, la policía que ha investigado los atentados mantiene que la matanza de Madrid es obra de un comando islamista autónomo con vinculaciones con Al Qaeda y explica que en un campo de entrenamiento de Jalalabad (Afganistán), dirigido por el Grupo Islámico Combatiente Marroquí, se enseñaba cómo usar el vibrador de un teléfono móvil como activador de un artefacto explosivo.

    Para sostener estas afirmaciones, el informe secreto aporta decenas de pruebas recabadas durante la investigación y señala algunos aspectos novedosos respecto a la misma:

    - 'Modus operandi'. "La buena planificación y ejecución de los atentados (varias explosiones prácticamente simultáneas, eligiendo cuidadosamente los objetivos para causar el mayor número de víctimas) y las características de los artefactos explosivos plantean la posibilidad de que haya intervenido en ellos algún terrorista, con más conocimientos y experiencia, adquiridos en Afganistán o en otros frentes de lucha, que los de los detenidos hasta ahora. No obstante, algunos de éstos también podrían tener la suficiente capacitación, obtenida por otros medios".

    - Programación de teléfonos móviles. "La técnica de utilizar móviles programados en la función de despertador como sistema de activación para provocar las explosiones simultáneamente es una técnica que se enseñaba en el campo de adiestramiento cercano a Jalalabad (Afganistán), que estaba dirigido por el Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM)". Este grupo, que está vinculado a Al Qaeda, ha sido señalado como responsable de los atentados de Madrid. También en Afganistán, el sirio español Mustafá Setmarian dirigió un campo de entrenamiento sobre armas químicas.

    - Financiación. "Todo indica que al menos la mayor parte del dinero con que se financiaron los terroristas para cometer los atentados procedía del tráfico de drogas. En este sentido, se sabe que con fondos que tenían ese origen y con drogas se pagaron los explosivos y detonadores obtenidos en Asturias, e igualmente debió suceder con respecto a las armas de que disponía el grupo. Es muy probable que con dinero de la misma procedencia se pagasen los gastos de infraestructura, principalmente de la finca de Morata de Tajuña-Chinchón, chalé de Albolote (Granada) y piso de Leganés (Madrid)".

    - Más atentados. "Tras los atentados del 11-M y la tentativa de atentado contra el tren AVE Madrid-Sevilla en la provincia de Toledo, el grupo terrorista tenía previsto continuar con las acciones terroristas. Ello se deduce del comunicado, en árabe, al parecer escrito por Sarhane, El Tunecino, remitido al periódico Abc, el mismo día 3 de abril de 2004, en que se suicidaron los terroristas, pues señalaba la fecha del día siguiente para volver a cometer acciones terroristas. Los restos encontrados después de las explosiones suicidas ponen de manifiesto la misma intención.

    Abona esa idea el hecho de que antes de cometer los atentados del 11-M ya tenían alquiladas sendas viviendas, una en Leganés (donde se suicidaron los siete terroristas) y otra en la localidad de Albolote, en Granada, que no llegaron a utilizar, cuya finalidad posiblemente no era para refugiarse sino para utilizarlas como base para otros atentados. Ya estando en el piso de Leganés, llevaron a cabo el intento de atentado contra el tren AVE el 2 de marzo de 2004.

    La misma idea se demuestra en los documentos que aparecieron en el piso de Leganés, según los cuales los miembros de la célula tenían preparados tres posibles atentados contra tres objetivos judíos, situados a cierta distancia de Madrid, pero con suficiencia para regresar el mismo día a la capital".

    - Operación abierta. "La operación continúa abierta. El suicidio de los siete terroristas ha supuesto la neutralización total o parcial del grupo terrorista, pero las investigaciones ponen de manifiesto la existencia de otros individuos implicados en los atentados.

    La detención de la red de Mohamed Larbi Ben Sellam ha puesto de manifiesto que parte de la trama del 11-M tenía previsto la huida hacia Irak, lo que demuestra que el concepto de la Jihad estaba en la referencia actual de estos grupos, es decir, en Irak, y que esa idea estaba dirigida en Europa por la estructura vinculada al Movimiento Salafista Jihadista marroquí, cuyo máximo exponente es el Grupos Islámico Combatiente Marroquí (GICM)". Uno de los huidos de Leganés, Mohamed Afallah, se suicidó en un atentado en Bagdad, en mayo del año pasado, del que previamente informó a su padre.


    Tres borradores de reivindicación de los atentados de los trenes

    La policía localizó entre los escombros del piso de los suicidas de Leganés dos borradores de reivindicación del 11-M, así como un comunicado de "colocación de un artefacto en la vía del AVE en dirección Sevilla". Los terroristas intentaron volar un tren de esta línea el 2 de abril de 2004, el día antes de que los islamistas se volaran por los aires cuando estaban rodeados por la policía. Los tres escritos han sido atribuidos por un testigo protegido a Jamal Ahmidan, El Chino.

    Un informe de la Comisaría General de Información, fechado en febrero de este año, explica que en los escombros del piso de Leganés se encontraron "manuscritos en grafía árabe", entre los que figuraba "una serie de borradores de reivindicación de los atentados perpetrados el 11-M, y en todos ellos se apunta la intención de seguir cometiendo atentados en España".

    Los comunicados se presentan bajo dos denominaciones: "Batallones de Ansar [partidarios] de Al Qaeda en Europa y las Brigadas de Ansar al Sunnah en Europa, Batallón de la Muerte". Ambas son "organizaciones completamente desconocidas hasta ese momento por los servicios de espionaje, coincidiendo con la práctica habitual del grupo Takfir wal Hijra [Anatema y Exilio]".

    El primer borrador es "un comunicado de reivindicación y anuncio de las actividades terroristas en el plazo de cinco días", mientras que el segundo es de "reivindicación y de revocación de la tregua". Además, los agentes encontraron la carta de despedida de una persona que se va a convertir en "sahid o mártir".


    Los autores del 11-M manipularon los móviles de las bombas con técnicas impartidas por Al Qaida en Jalalabad

    Los móviles fueron manipulados con técnicas impartidas en un campo de Al Qaida en Afganistán

    27-09-06 - N. Colli, P. Muñoz (ABC)

    La Unidad Central de Información Exterior precisa en uno de los informes que fueron enviados al juez Juan del Olmo que «la técnica de utilizar móviles programados para activar bombas es una técnica que se enseñaba en un campo de adiestramiento de Jalalabad (Afganistán) que estaba dirigido por el Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM)», organización terrorista a la que pertenecen varios de los implicados en el 11-M. Esta conclusión está recogida en uno de los dos tomos en los que se incluyen los documentos policiales que echan por tierra las sospechas de que la mano de ETA estuvo detrás del 11-M y que han llevado a la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional a concluir que la vinculación entre ambos grupos «en modo alguno ha resultado adverada».

    Uno de los elementos utilizados por los «teóricos de la conspiración» para alimentar sus dudas sobre la presencia de la banda terrorista en los atentados de Madrid son los teléfonos móviles que integraban las bombas que estallaron en los trenes de cercanías, ya que ETA también ha hecho uso de este tipo de aparatos en tres atentados. Pero la utilización que de ellos hicieron los etarras es muy diferente a la llevada a cabo por la célula dirigida por el marroquí Jamal Ahmidan y el tunecino Serhane ben Abdelmajid Farkhet. Así, mientras que los primeros usaron los móviles como activadores a distancia, los segundos lo hicieron como temporizadores. Es decir, dos formas distintas de fabricar bombas.

    Los informes policiales recuerdan que ETA empleó móviles, pero como radiomando, el 9 de enero de 2001, cuando el «comando Buruntza» quiso asesinar a la dirección del PP vasco durante el homenaje que rindió en el cementerio de Zarauz al concejal José Ignacio Iruretagoyena, asesinado por ETA en enero del 1998. Las otras dos ocasiones fueron un atentado contra el cuartel de la Guardia Civil en San Sebastián y contra una garita del Puerto de Pasajes.

    El mismo informe que destaca que la técnica de utilizar móviles programados procede de un campo de entrenamiento de Afganistán añade que la «buena planificación y ejecución de los atentados (varias explosiones prácticamente simultáneas eligiendo cuidadosamente los objetivos para causar el mayor número de víctimas) y las características de los artefactos explosivos plantean la posibilidad de que haya intervenido en los hechos algún terrorista, con más conocimientos y experiencia, adquirida en Afganistán o en otros frentes de lucha, que la de los detenidos hasta ahora». No obstante, el documento subraya que algunos de los procesados «también podrían tener la suficiente capacitación, obtenida por otros medios». En este sentido, cabe destacar los casos de Youssef Belhadj y Hassan el Haski, destacados cabecillas del Grupo Islámico Combatiente Marroquí a los que el juez Juan del Olmo considera «ideólogos» de la matanza del 11-M. A esta organización terrorista, que forma parte de la red nortefricana de Al Qaida junto al Grupo Islámico Combatiente Libio, pertenecen también los procesados Abdelmajid Bouchar y el huido Mohamed Alfalah.



    Respaldo a Del Olmo (Editorial de EL PAÍS)

    27-09-06

    El juez Juan del Olmo puede sentirse profesionalmente satisfecho, y hasta humanamente reconfortado, dado el acoso descalificador a que ha estado sometido durante dos años, por el espaldarazo que la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional acaba de dar a su labor instructora sobre el 11-M. Este tribunal, formado por tres magistrados, ha confirmado íntegramente los procesamientos de los presuntos autores materiales, intelectuales y cómplices de los atentados -islamistas radicales inspirados en Al Qaeda y miembros de la trama asturiana que les proporcionaron los explosivos-, gracias a la solidez y abundancia de los indicios probatorios que la investigación judicial ha conseguido acumular contra ellos.

    Es cierto que el tribunal ha señalado algunos defectos en la confección del auto de procesamiento dictado el 12 de abril de 2006, como la falta de concreción a veces en la imputación delictiva, unida en otras a la redundante e innecesaria acumulación de datos que figuran en el sumario. Pero esos defectos, corregidos por el propio magistrado en el auto de reforma de 5 de julio siguiente, en nada empañan la consistencia y minuciosidad de la instrucción. El tribunal encuentra, en todo caso, atenuantes, como la complejidad de la causa y el gran número de partícipes, así como la barbarie del atentado con su gran número de muertos y heridos. A lo que habría que añadir la campaña lanzada entonces contra la capacidad profesional de Del Olmo, acrecentada tras el error que propició la excarcelación de uno de los procesados. Desde tribunas mediáticas se le tildó despreciativamente de pequeño juez al que le venía grande el sumario del 11-M. Y dirigentes del PP llegaron a abogar muy irresponsablemente por la nulidad de la instrucción.

    El espaldarazo a la instrucción y la confirmación del procesamiento de los implicados en el 11-M no prejuzga lo que en su día se decida en el juicio. Pero en este momento procesal no se puede ir más allá de la existencia de indicios probatorios, y éstos -sólidos y copiosos- apuntan a los 29 procesados como autores en diverso grado de la matanza, así como a la utilización de Goma 2 Eco, aportada por Suárez Trashorras y sus amigos tras robarla en la mina Conchita. ¿Qué más tiene que suceder para que los instructores del sumario paralelo dejen de hacer el ridículo? ¿A qué esperan los dirigentes del PP, y especialmente su portavoz parlamentario, Eduardo Zaplana, para dejar de dar cobijo a teorías conspirativas sin sentido y apostar por la labor de la justicia en el Estado de derecho?


    26/9/06

    El PSOE pregunta al PP si la Audiencia Nacional está "también en la conspiración"

    López Garrido asegura que el auto de la Audiencia Nacional confirma que no hay indicios de la participación de ETA y que el explosivo empleado fue Goma-2

    26-09-06 - EFE

    El portavoz del PSOE en el Congreso, Diego López Garrido, emplazó hoy al PP a que diga si la Audiencia Nacional "también está en la conspiración" sobre la autoría de los atentados del 11 de marzo.

    López Garrido, en rueda de prensa en el Congreso, dirigió esta pregunta a su homólogo del PP, Eduardo Zaplana, después de que la Sección Cuarta de la Audiencia Nacional confirmara ayer los 29 procesamientos dictados por el juez Juan del Olmo y el tipo de explosivo utilizado.

    Según López Garrido, este pronunciamiento confirma que "no hay indicios de la participación de ETA" en la masacre de Madrid y acredita que el artefacto empleado fue Goma-2 Eco procedente de Mina Conchita, en Asturias.

    También destacó que el auto coincida con la orientación de las investigaciones del juez Del Olmo, de los fiscales y de la policía.

    "Habría que preguntar si también está la Sala en la conspiración sobre el 11-M, si quieren ocultar la verdad y no se quiere investigar", dijo el diputado socialista.

    En su opinión, la tesis del PP de que hay que seguir indagando en la posible conexión entre ETA y los terroristas islamistas es una "vía disparatada que lo único que consigue es desprestigiar a las instituciones".

    "Cuanto antes cese el PP de seguir por ahí, mejor, porque es un clamor el hecho de que estamos ante una pretensión absurda por parte del PP y de que todas las investigaciones van en una dirección que hay que respetar, alentar, agradecer y alabar", insistió.


    25/9/06

    La Audiencia confirma el procesamiento de los integrantes de la célula islamista cercana a Al Qaeda y considera acrededitado el empleo de Goma-2 ECO

    La Audiencia Nacional confirma los 29 procesamientos y considera "perfectamente acreditado" que el explosivo usado en el 11-M fue Goma-2 Eco

  • Autos de rechazo de los recursos de apelación contra el procesamiento (ZIP)

  • 25-09-06 - EFE - Vocento/VMT - Europa Press

    La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional rechazó hoy los recursos presentados por la mayoría de los procesados por la matanza del 11-M porque considera que la instrucción realizada por el juez Juan del Olmo reúne indicios suficientes para que todos ellos, 29 en total, se sienten en el banquillo de los acusados y sean juzgados por su presunta participación, en distintos grados, de la mayor masacre terrorista ocurrida en Europa, que considera obra exclusiva de una célula islamita local seguidora de las directrices de Al Qaeda.

    Las resoluciones, dictadas por la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal, confirman en todos sus extremos el auto de procesamiento emitido por Del Olmo, en mayo pasado, contra 29 de los 116 imputados en el sumario y, al tiempo, inician la cuenta atrás para la celebración del juicio, que tiene previstas sus primeras sesiones para el próximo mes de febrero, en el pabellón de alta seguridad de la Casa de Campo.

    La Sala de lo Penal espera poder ratificar la conclusión del sumario del 11-M en las próximas semanas antes de marcar un férreo turno al fiscal, al abogado del Estado, a los 29 letrados de la defensa y a las más de 20 acusaciones particulares personadas en el sumario para que entreguen los correspondientes escritos de acusación, con imputación concreta de delitos y petición de penas, que es el último paso antes de poder fijar la fecha del juicio.

    Fuentes judiciales indicaron que el tribunal quiere acabar las vistas entre junio y julio del año próximo, para poder dictar sentencia en noviembre de 2007 y evitar así la excarcelación de alguno de los 21 procesados que permanecen presos por agotamiento de los cuatro años en prisión preventiva, el máximo legal.

    Los miembros de la Sección Cuarta, en autos individualizados para cada uno de los recursos, analizaron hoy de forma individual y detallada las alegaciones de los recurrentes -tres procesados no impugnaron los cargos presentados contra ellos por el juez- y rechazaron tanto las presuntas violaciones de derechos durante el proceso -indefensiones- como la pretendida falta de indicios del juez para sostener las acusaciones.

    'Goma 2' ECO

    La sala ratifica que la voladura de los cuatro trenes de cercanías, que causó 191 muertes y heridas a casi 1.800 personas, fue cometida por una célula salafista local vinculada al Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM), que es la principal franquicia de Al Qaeda en Europa. Los escritos, como ya hizo el juez instructor, descartan la participación de ETA en la masacre, corroboran que el explosivo utilizado fue 'goma 2' del tipo ECO, robado en la asturiana Mina Conchita, y confirman que la célula islamista y los atentados se financiaron de manera fundamental gracias al tráfico de drogas. El tribunal desprecia el 'ruido' externo que ha rodeado la investigación en las últimas semanas, y al hijo de uno de los alegados del asturiano Antonio Toro Castro, aprovecha para criticar ciertas manifestaciones que 'al tener su origen en declaraciones efectuadas fuera del ámbito policial y judicial no merecen el menor crédito'.

    Sobre los explosivos que se utilizaron en los atentados, sobre los que defensas como los del confidente Rafa Zouhier plantearon dudas, la Audiencia Nacional es categórica al afirmar que la cuestión "figura perfectamente acreditada en los dos autos recurridos, la sustancia explosiva utilizada provenía de Mina Conchita y respondía a la denominación de Goma 2 Eco".

    Así lo dice la sala en el auto que confirma el procesamiento de Zouhier, de quien dice que puso en relación "a los procesados asturianos -proveedores de explosivos- con quienes estaban interesados en su adquisición, a cambio de droga o de dinero, y en este segundo grupo no cabe la menor duda de que se encontraba tanto el fallecido Jamal Ahmidan como varios de los procesados árabes".

    Entre esos "proveedores" de explosivos figura el ex minero José Emilio Suárez Trashorras, el acusado a quien se imputa un mayor número de delitos y del que el tribunal afirma que "existe constancia de reuniones" entre éste y Jamal Ahmidan, "El Chino", en las que se trató del transporte de explosivos desde Asturias a Madrid.
    También se sentarán en el banquillo como miembros de la denominada "trama asturiana" Antonio Toro, Carmen Toro, Sergio Alvarez, Emilio Llano, Javier González Díaz y Raúl González Peláez.

    Idénticas acusaciones

    La sala mantiene invariables las imputaciones delictivas que realizó Del Olmo y señala que si alguna de las partes quiere endurecer o dulcificar el trato penal a los procesados ya cuenta para ello con el instrumento del escrito de acusación previo al juicio. La fiscal y varias de las acusaciones particulares han anunciado que, de cara al juicio, elevarán a la calidad de autores materiales de los atentados a varios procesados más y que solicitarán pertenencia a banda armada y no sólo colaboración para otros.

    Del Olmo sólo acusó a dos de los 29 procesados como autores materiales de la colocación de las bombas en los trenes: a Jamal Zougam y a Abdelmajid Bouchar. La razón es que el resto del núcleo central del comando estaba formado por los siete terroristas que se suicidaron en Leganés, por alguno de los cuatro islamistas huidos y por otros delincuentes aún sin identificar.

    A Zougam y Bouchar les imputa 191 asesinatos y 1.811 asesinatos frustrados y pertenencia a banda armada, además de cuatro delitos de estragos terroristas, uno por tren. Las mismas acusaciones, pero en grado de conspiración, y un delito de pertenencia a banda armada las dirige contra los líderes 'yihadistas' que presuntamente promovieron los atentados: los jefes europeos del GICM Hassan el Haski y Youssef Belhadj, y el líder fundamentalista Rabei Osman el Sayed, 'Mohamed el Egipcio'.

    El procesado que más acusaciones suma, pese a todo, es el ex minero asturiano José Emilio Suárez Trashorras que, a los delitos de los anteriores, añade los correspondientes al suicidio del comando en Leganés, en cuya inmolación murió un policía nacional y 18 más salvaron la vida de milagro. El juez entiende que Suárez Trashorras, que es la persona que vendió a los terroristas la dinamita para cometer ambos atentados, es autor como cooperador necesario de todas las imputaciones. La fiscal podría pedir para él más de 35.000 años de cárcel.

    Otros siete de los procesados están acusados de pertenencia a banda armada y el resto de colaboración con organización terrorista y de otra serie de delitos menores como tráfico de drogas o transporte de explisivos. Se trata de los islamistas que formaron parte de la infraestructura y de la red de adoctrinamiento y apoyo a la célula terrorista, y de los asturianos que, con Suárez Trashorras a al cabeza, formaron parte de la red de tráfico de dinamita y estupefacientes.

    De "El Egipcio" se dice que tras la masacre "realizó comentarios a las personas de su entorno radical islamista que versaban sobre los atentados de Madrid, sobre el grupo que intervino y personas integrantes del mismo", mientras que de Belhadj se afirma que estaba "íntimamente implicado" en la difusión de la yihad, "hasta el punto de que se le ha atribuido ser Abu Dajana, portavoz de Al Qaeda".

    A Hassan El Haski, en cuyo domicilio se encontró ácido bórico que empleaba para matar cucarachas, se le considera "alto jefe" del Grupo Islámico Combatiente Marroquí, al que se atribuye el 11-M, y se asegura que uno de los miembros de esta organización "reconoció haberle oído confesar que el atentado lo había cometido su grupo, mostrándose, por ello, orgulloso".

    No procesa a Bin Laden

    Por último, la Audiencia Nacional rechazó hoy procesar a Osama Bin Laden por un delito de amenazas graves en relación con los atentados de Madrid, tal y como había solicitado uno de los imputados en la causa.

    La petición fue planteada por Mohamed Al Hadi Chedadi, detenido una semana después de las explosiones en los trenes pero que finalmente no fue procesado, y del que la sala dice que "es obvio que carece de personalidad para plantear el recurso, al no verse afectado por la resolución judicial dictada".

    Críticas al juez

    No obstante, el tribunal critica duramente, en varias de las resoluciones dictadas hoy (una por cada procesado), el auto de procesamiento dictado por Del Olmo, que considera 'extralimitado y desmesurado', y entiende que el juez 'excedió' la 'labor judicial' que 'debía constituir el contenido' de la resolución.

    Así, entiende que el auto contribuyó 'al lógico confusionismo' que denunciaron varias de las defensas, puesto que, 'en gran parte', el auto 'resultaba casi una transcripción literal de muchas diligencias de investigación, de orden policial y judicial practicadas en el curso de una complicada instrucción'.

    A pesar de ello, el tribunal matiza que la resolución incluía los indicios racionales existentes contra los diversos procesados, y que en un auto posterior en el que desestimaba los recursos de reforma interpuestos por las defensas, esa 'relativa confusión quedó plenamente disipada', ya que Del Olmo realizó entonces la 'tarea de concreción y simplificación necesaria'.


    La Audiencia desmonta las sospechas del PP al afirmar que el 11-M se hizo con Goma 2

    26-09-06 - José Yoldi (EL PAÍS)

    La Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia Nacional afirmó ayer que la sustancia explosiva utilizada en los atentados del 11-M "provenía de Mina Conchita y respondía a la denominación de Goma 2 Eco". Esa afirmación desmonta la teoría conspirativa que apoya el PP respecto a que no se conoce ni el tipo de dinamita que se utilizó en los atentados de los trenes ni su procedencia. El Tribunal, que confirmó el auto de procesamiento de los 29 imputados por los atentados de los trenes de la muerte, destacó que tanto el origen como la identificación de los explosivos "figura perfectamente acreditada" en los autos.

    El tribunal -presidido por Fernando Bermúdez de la Fuente, e integrado por Carmen Paloma González Pastor y Juan Francisco Martel Rivero- rechazó todos los recursos contra el auto de procesamiento dictado por el juez Juan del Olmo, incluido el presentado por la fiscal Olga Sánchez, que pretendía que se procesase a Basel Ghalyoun como autor material. La fiscal consideraba que éste había sido reconocido fotográficamente como uno de los terroristas que colocaron bombas en los trenes, pero que luego no había podido ser reconocido en rueda de reconocimiento de presos porque había cambiado notablemente su fisonomía, puesto que había engordado mucho y se había cortado el pelo al cero.

    El tribunal, sin embargo, no ha admitido el recurso de la fiscal por entender que en este momento lo que procede es decidir si existen indicios racionales de que Ghalyoun cometió un delito por el que deberá ser juzgado, como así es, y no cuál es la calificación jurídica que correspondería a los hechos. Ésta deberá ser precisada en los escritos de calificación provisional por parte de las acusaciones. Es decir, que la fiscal podrá acusar en su momento a Ghalyoun como autor de los atentados, sin que sea necesario modificar el auto de procesamiento.

    El tribunal, a pesar de confirmar los 29 procesamientos dictados por el juez Del Olmo, censura duramente las deficiencias del mismo en varios de los autos dictados. Así, en el de Rafa Zouhier se destaca que "el auto de procesamiento dictado [por Del Olmo] no se corresponde con un resumen fundado de los hechos ocurridos y su respectiva imputación a cada uno de los procesados, atendiendo a las diligencias de investigación practicadas, pues, en su extensa redacción, se mezclan una serie de datos absolutamente dispares como son la secuencia del propio atentado al que se describe con total minuciosidad, inclusión de informes policiales íntegros, interminables listas de llamadas telefónicas y otros datos que apenas tienen relación con la implicación de los ahora procesados en el atentado, todo ello, unido a una escasa motivación con respecto a la concreta imputación delictiva de cada uno de los diversos procesados".

    No obstante, esos defectos, para el tribunal, aparecen subsanados en el auto posterior por el que el propio magistrado resolvió la reforma y confirmó los procesamientos iniciales. "Las deficiencias", puntualiza el tribunal, "deben atemperarse" debido a "la propia complejidad de la causa, (...) la gran dificultad de su instrucción, (...) el gran número de partícipes y su relación interna, o (...) la propia barbarie del atentado en sí con su enorme cantidad de muertes y lesionados".

    "Dando por supuesto lo anterior, no puede desconocerse que todas esas objeciones han sido notablemente superadas en el auto que resuelve el recurso de reforma, donde, con mucha mayor precisión, aparecen las implicaciones materiales de cada uno de los procesados y su conexión con el resto, ya sea a través de las conversaciones telefónicas, documentación intervenida, huellas analizadas o declaraciones testificales o de otros coimputados que permiten obtener suficientes datos indiciarios" sobre la ejecución de los atentados.

    Además, ayer se proporcionó a los letrados una copia digitalizada del sumario y se les informó del calendario aproximado: hacia el 15 de noviembre se producirá la apertura del juicio oral o la revocación del sumario. Antes de Navidad deberán estar presentados los escritos de calificación jurídica tanto por las acusaciones como por las defensas. El juicio se iniciará a principios de febrero de 2007 en las dependencias de la Casa de Campo y durará hasta agosto como mucho. La sentencia se hará pública en octubre o noviembre.


    Los vínculos de la célula con jefes islamistas

    El auto de procesamiento del juez Juan del Olmo sobre los atentados del 11-M considera a Rabei Osman, El Egipcio, Hassan el Haski y Youssef Belhadj conspiradores para un delito de terrorismo.

    En el auto de la Sala de lo Penal conocido ayer se confirman estos tres procesamientos y se desestiman los recursos de apelación de las defensas de los tres islamistas.

    Hassan el Haski. Los magistrados consideran acreditado que Hassan el Haski era uno de los líderes del Grupo Islámico Combatiente Marroquí cuando se produjo la matanza de los trenes. Hassan el Haski "animaba a quienes pertenecían a su grupo a cometer atentados contra quien había atacado su pueblo, premiando con el paraíso a quienes se inmolaran en tal misión", según el auto judicial.

    Youssef Belhadj. "El procesado fue detenido el 19-3-2004 en Bélgica, donde residía en el mismo domicilio que su hermano Mimoun Belhadj, sito en la plaza Duquesa de Brabant de Molenbeek. Allí se desplazaron, a finales de noviembre y a principios de diciembre de 2003, sucesivamente, Abdelmajid Bouchar [procesado como autor material del 11-M] y Mohamed Afalah, a quienes habían conocido a través de los sobrinos de los primeros, llamados Brahim y Mohamed Moussaten (...). Existe constancia de la venida del procesado recurrente a Madrid en febrero de 2004, donde mantuvo contactos personales y telefónicos con Abdelmajid Bouchar, Mohamed Afalah y sus sobrinos Brahim y Mohamed, Moussaten, adoctrinándoles sobre la yihad islámica, habiéndose marchado de España, de forma precipitada, según uno de sus sobrinos, el 3-3-2004 en un vuelo de la compañía Virgin".

    Rabei Osman, El Egipcio. "La investigación de Italia destapó que El Egipcio realizó comentarios a las personas de su entorno radical islamista que versaban sobre los atentados de Madrid, sobre el grupo que intervino y personas integrantes del mismo (...). Sus relaciones con otros procesados y presuntos implicados en los atentados, así como el conocimiento que sobre los atentados tenía y la asunción de los mismos como algo favorable a la causa yihadista... evidencian los mencionados indicios racionales, que se dan por reproducidos y se asumen plenamente por la Sala".


    Las tarjetas de Zougam y las huellas de Bouchar

    Jamal Zougam y Abdelmajid Bouchar serán las dos únicas personas que se sienten en el banquillo del juicio del 11-M acusadas de ser autores materiales de los 191 asesinatos por los atentados de los trenes.

    En los autos de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional se rechazan los recursos de apelación presentados por las defensas de Zougam y Bouchar confirmando que los indicios encontrados durante la investigación judicial son suficientes para atribuir a ambos su participación directa en la matanza de Madrid.

    Respecto a Zougam, los magistrados de la Audiencia Nacional sostienen que han quedado suficientemente acreditados sus contactos con miembros de la célula islamista que atentó en Madrid -entre ellos con Allekema Lamari; Serhane, El Tunecino, y Jamal Ahmidan, El Chino-. Además, recuerdan que la tienda que regentaba Zougam vendió a los terroristas del 11-M hasta 30 tarjetas para teléfonos móviles, de las que al menos 14 ha quedado acreditado que se utilizaron por parte de los miembros del comando islamista, bien para montar las bombas o bien para sus propias comunicaciones. El auto no hace referencia a que dos testigos que viajaban en los trenes el día del atentado vieron a Jamal Zougam y lo reconocieron una vez preso en dos ruedas de reconocimiento.

    En el caso de Bouchar, los magistrados recuerdan también sus contactos con algunos de los participantes en la matanza que se suicidaron en el piso de Leganés; la presencia de sus huellas en alguno de los escenarios en los que estuvieron los terroristas (la vivienda de Leganés donde se produjo el suicidio de siete de ellos o en la casa de Chinchón donde se montaron las bombas) y la declaración de un testigo que, al igual que en el caso de Zougam, le vio en los trenes de la muerte de los que supuestamente bajó en una estación anterior a la que se produjeron las explosiones. Ese testigo se ratificó en su apreciación en una rueda de reconocimiento posterior.

    Por último, el auto que rechaza la apelación de Bouchar señala que uno de los policías que vigilaban la casa de Leganés donde estaban los suicidas vio a Bouchar arrojar una bolsa al contenedor de basura y huir corriendo al presentir que lo seguían.