6/3/07

Un inspector de la UCIE asegura que 'El Chino' justificó la matanza por la guerra de Irak y la situación en Palestina

"La tarde del 11-M ya teníamos indicios de la pista islamista".- "La gran faena es que siempre fuimos un paso detrás" de los autores del 11-M".

06-03-07 - EFE

Un instructor de la investigación del 11-M admitió hoy que "la gran faena es que siempre fuimos un paso por detrás" de los autores del 11-M, como el suicida Serhane Ben Abdelmajid, "El Tunecino", lo que impidió que la Policía conociera con antelación su intención de atentar en Madrid.

Así lo expuso en la undécima jornada del juicio, este inspector de la Unidad Central de Información Exterior (UCIE) de la Policía, al reconocer que "El Tunecino", del que dijo que era "un islamista de nivel", era una persona "digna de consideración" por sus ideas extremistas, por lo que lamentó haber estado "siempre" un "paso por detrás de ellos" y de lo que planeaban Abedelmajid y sus "acólitos".

Explicó que antes de los atentados ya tenían conocimiento de las "ideas extremistas" de "El Tunecino" en el marco de las investigaciones que se estaban realizando sobre islamistas.

De hecho, aseguró, que "hay personas que salvaron su vida por el miedo que les causaba", y señaló que el acusado como presunto autor material del 11-M Basel Ghalyoun fue insultado por él y "llamado cobarde" en una de las reuniones que supuestamente mantuvieron algunos de los responsables de la masacre en el río Alberche.

Este inspector, tercer testigo que comparece en el juicio y que, al igual que los otros dos policías que ya han testificado, lo hizo amparado por el sistema de protección de testigos que le impide ser identificado y ser visto por el público, relató también que otro de los suicidas, Jamal Ahmidan, "El Chino", justificó ante su familia su participación en el 11-M argumentando que en países como Irak y Palestina morían 200 personas cada día y a nadie le importaba.

Esas fueron las palabras de "El Chino" cuando su hermano mayor le recriminó haber asesinado a doscientas personas en un país que le había acogido, según confesó voluntariamente ante la Policía su hermano menor, Youssef Ahmidan, quien manifestó estar convencido de la participación de Jamal en la masacre, según este testigo.

Tras relatar que después del 11-M hubo cierto caos a la hora de clasificar todos los datos de que disponían porque tenían una "avalancha de información que tardaban mucho tiempo en discriminar", señaló que a raíz de la identificación de las tarjetas telefónicas y de las primeras detenciones "la línea (de investigación) cogió algo más de definición pero sin ser muy precisa".

En este sentido, afirmó que "todas las sospechas" de que fuera un atentado islamista "se confirmaron con los siete suicidas de Leganés".

Sobre este episodio manifestó también que cuando los GEO acordonaron los alrededores del piso de la calle Martín Gaite de Leganés, "a raíz del supuesto tiroteo", él acudió allí con sus compañeros y al llegar "explotó la casa".

Por otra parte, explicó que en un principio se identificó a seis de los suicidas y no fue hasta meses después cuando se supo cuál era el séptimo, que resulto ser el argelino Allekema Lamari, quien se encontraba en libertad mientras se resolvía el recurso que interpuso ante el Tribunal Supremo contra una sentencia de la Audiencia Nacional que le condenó por pertenecer al Grupo Islámico Armado (GIA) argelino.

La identificación de Lamari, agregó, la propició, entre otros indicios, la declaración prestada por Safwan Sabagh, quien al ser detenido el 20 de agosto de 2004 en Valencia, aunque no está acusado por el 11-M, aseguró que éste le había dicho tras los atentados de Madrid: "no me cogerán vivo".


Un inspector de la UCIE precisa la vinculación con la célula terrorista de varios procesados del 11-M

06-03-07 - Europa Press

El cuarto inspector de la Unidad Central de Investigaciones Exteriores (UCIE) que declara como testigo ante el tribunal del 11-M precisó esta tarde datos correspondientes a las investigaciones realizadas por su unidad que vinculan a los acusados Nasreddine Bousbba, Saed El Harrak y Mohamed Bouharrat con los atentados.

Durante su comparecencia ante el tribunal el inspector de la UCIE detalló su labor como secretario judicial en varios interrogatorios a distintos procesados, así como su intervención en los registros del domicilio de los acusados Saed El Harrak y Hamid Ahmidan.

Especificó que en la vivienda del primo de Jamal Almidhal, alias "El Chino" se encontró diversa documentación familiar y una tarjeta SIM vinculada con algunos de los suicidas de la vivienda de Leganés (Madrid). En lo referente a El Harrak aclaró que en la inspección ocular de la casa, se encontró documentación y manuscritos que confirman su relación con los integristas,
y que el registro de sus contactos telefónicos le vinculan con varios de los suicidados como Abdennabi Kounjaa, y los hermanos Mohamed y Rachid Oulad Akcha.

El testigo relacionó además al acusado Nasreddine Bousbba con la célula terrorista responsable de la masacre y afirmó tener constancia de que mantenía contactos con Jamal Almidhan cuatro meses antes de la masacre y que éste le propuso falsificar tres pasaportes, que posteriormente se hallaron en el piso de la calle Carmen Martín Gaite tras la explosión.

Precisó que Bousbba mantuvo almenos 17 contactos con Jamal Ahmidan. No obstante y a preguntas de la defensa, precisó que no se encontraron material de documentación en su domicilio.

El inspector indicó también que la investigación también relacionó al acusado Mohamed Bouharrat con la célula y detalló que encontraron en la inspección ocular del piso de Leganés anotaciones manuscritas suyas. También aludió a los testimonios recibidos por su unidad donde se indicaba un cambio de conducta de Bouharrat tras su salida de prisión ya que comenzó a apreciarse un estricto cumplimiento por su parte de las normas que predica la religión musulmana.


Un analista del Real Instituto Elcano apunta que Al Qaeda ideó el 11-M para forzar la retirada española de Iraq

06-03-07 - Colpisa

Fue Al Qaeda la organización que ideó que un ataque de la magnitud del 11-M debía producirse en fechas próximas a las elecciones generales de 2004 con el objetivo de forzar la retirada de las tropas españolas destacadas en Iraq. Global Islamic Media, una página web de contenido islamista, público en 2003 este contundente mensaje: “Es necesario aprovecharse al máximo de la proximidad de las elecciones”. La coincidencia de las fechas “no parece una simple casualidad”, afirmó este lunes Haizam Amirah Fernández, investigador del Real Instituto Elcano que descubrió y analizó el texto.

Fernández sostuvo que el documento desvela un “extenso conocimiento” de la realidad política y social española. El desconocido autor incide, en particular, en la “falta de apoyo popular” que provocó la decisión del Gobierno de José María Aznar de participar en la ocupación de Iraq. Éste análisis estratégico le lleva a una conclusión clara: “El Gobierno español no soportará más de dos o tres golpes, como máximo”. Y si el Ejecutivo persiste en mantener las tropas tras estos ataques, “la victoria del partido socialista estará prácticamente garantizada”, concluye.

El texto ha sido una pieza clave para que la Fiscalía pueda relacionar la masacre de Madrid con la estrategia global de Al Qaeda. Su hallazgo, sin embargo, fue bastante azaroso. El documento, redactado en septiembre de 2003, lo encontró en internet un agente de los servicios de Información noruegos en diciembre de ese mismo año, pero no salió a la luz hasta después de la matanza de los trenes de cercanías. Sólo entonces se lo contó a los medios de comunicación, y así llegó a oídos de Fernández, que no pudo precisar en que periódicos lo leyó el fin de semana del 13 y 14 de marzo.

Fernández también descubrió otro texto revelador, de título “Mensaje al pueblo español” y publicado en la misma web en diciembre de 2003. Este documento despeja cualquier posible duda sobre la intención del anterior, ya que sostiene que la muerte de ocho agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en Irak es consecuencia del apoyo español a Estados Unidos: “La responsabilidad de la ocupación recae sobre los ejércitos participantes y sus pueblos”. Añade, por si esta amenaza no fuera suficiente, que “los batallones de la resistencia iraquí, y quienes les apoyan fuera de Irak, son capaces de aumentar las dosis de sufrimiento en Irak y fuera de él”.

Las defensas de muchos de los acusados procuraron de restar credibilidad al testimonio de Fernández y trataron de sembrar dudas sobre la autenticidad de los documentos. Así, varios de los letrados destacaron que recibe subvenciones de cuatro ministerios y se esforzaron por vincular al Instituto Elcano con el CNI.


La acusación del 11-M combate a los "topos" de la conspiración





07-03-07 - El Periódico

La bancada de la acusación en el juicio del 11-M está revuelta. La mayoría de sus letrados arremetieron ayer contra un reducido núcleo de colegas por "torpedear" la causa. Alegan que ponen más empeño en defender la teoría conspirativa alentada por el PP y sus medios afines que en sostener sus acusaciones contra los procesados. Las críticas se centran sobre todo en los letrados de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) y la Asociación de Ayuda a las Víctimas del Terrorismo, receptor privilegiado de subvenciones de la Comunidad de Madrid.

El vicepresidente de la mayoritaria Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo, Jesús Ramírez, instó a esos abogados a "retirarse" del juicio si su objetivo es persistir en esa estrategia. Gonzalo Boyé, representantes de dos víctimas, expresó su indignación contra los "letrados ornitorrinco, que no se sabe si son mamíferos o peces" e incluyó en el grupo de "conspiradores" a dos abogados más que no identificó. Otros representantes de la acusación coincidieron con Boyé en que la estrategia de esos colegas de vincular a ETA con el 11-M y sembrar dudas sobre la actuación policial puede enturbiar el juicio.


Bermúdez reprende de nuevo a la AVT: «A efectos del sumario, bolsa y mochila son lo mismo»

07-03-07 - N. V. (ABC)

Los intentos de dos acusaciones por compaginar, según el día, la participación de ETA en los atentados con la desacreditación a la investigación policial y judicial (insinuando incluso que la Policía ha aportado pruebas falsas a la instrucción) vino ayer de la mano del abogado de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT). Se trata de la segunda acusación a la que reprendió el lunes el presidente de la Sala por estar defendiendo a los procesados en lugar de a las víctimas. La discusión se produjo en esta ocasión con motivo del interrogatorio por parte del letrado Emilio Murcia al inspector de la UCIE, que declaró en la mañana de ayer como testigo.
El policía reconoció que su unidad compró una bolsa parecida a la llamada «mochila 13», la que no llegó a estallar, para analizar las fibras de ambas bolsas e intentar averiguar así si el establecimiento en el que se compró la primera bolsa podía ser el mismo que en el que la Policía compró la segunda.

El que hubiera dos bolsas provocó una confusión en el Juzgado, lo que se aprovechó para acusar a la Policía de un supuesto complot.

Inspector (I), a preguntas de la AVT: «Esa bolsa azul se compró en el número 14 de la calle Caravaca. Se compró porque nos parecía calcada a la que habíamos visto en los medios que había estallado en los trenes. Se pensó que se podía solicitar de Policía Científica un cotejo de fibras a ver si podía haber sido adquirida en la tienda de enfrente, de los hermanos Chedadi, y si se podía ubicar el atentado en los objetivos investigados en Lavapiés. De ahí vino la confusión posterior que hubo.

Abogado (A): Discúlpeme, ¿qué confusión?
(I): Se dijo que habíamos remitido al Juzgado la mochila de Vallecas y no la otra.
(A): ¿Pero no dijo que en los trenes habían explotado bolsas, no mochilas?
(I): Bolsas, mochilas...
(A): Son cosas distintas.
(I): Bueno, discúlpeme. Yo por lo que he leído siempre... He leído siempre mochilas.
Gómez Bermúdez (G-B): Guarde silencio. A estos efectos es lo mismo. Señor letrado, evidentemente bolsa y mochila no son sinónimos. Si coge el sumario, que conoce perfectamente, unas veces se habla de bolsa y, sin embargo, a nivel popular se habla de mochila. No ha lugar a la pregunta. Otra pregunta.
(A): ¿Sabe lo que explotó en los trenes, una bolsa o una mochila?
(G-B): No ha lugar a la pregunta. Sí a lo que si él compra es una bolsa o una mochila.
(A): Señoría, el testigo ha dicho que se produjo confusión sobre lo que explotó en los trenes. No es este letrado el que...
(G-B): No, no ha dicho eso. Ha dicho que hubo una confusión al remitirlo al Juzgado ¿Lo que ustedes compran qué es, una bolsa o una mochila?
(I): Una bolsa con asas.
(G-B): Aclarado. Una bolsa con asas. Otra pregunta.


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