7/3/07

El policía experto en ETA que inspeccionó la Renault Kangoo descartó el modus operandi de ETA la misma mañana del día 11

En el interior del vehículo había muchos objetos que estaban "revueltos".- No vio ninguna tarjeta sobre el salpicadero

07-03-07 - Europa Press

El policía que inspeccionó ocularmente la furgoneta Renault Kangoo que apareció abandonada en la localidad madrileña de Alcalá de Henares, afirmó hoy ante el tribunal que juzga el 11-M que no apreció "en ningún momento" signos que indicaran el "modus operandi" utilizado habitualmente por la banda terrorista ETA en lo concerniente a la sustracción de vehículos.





El agente vinculado a la Brigada de Información Provincial de Madrid, y perteneciente al grupo ETA-Madrid, subrayó que en su inspección externa no apreció ninguna de las pautas empleadas por la banda terrorista para manipular coches.

El testigo detalló que las matriculas eran las originales y correspondían con la denuncia de un vehículo sustraído el 28 de febrero de 2004. "La marca de la matricula correspondía a los originales, el soporte no estaba manipulado, por eso creo que esa placa es la verdadera", relató a preguntas de la acusación particular. Indicó que él dio "por buena la placa", dato que fue corroborado por el jefe del grupo de información de la policía desplazado al lugar cuando le refirió los datos de la denuncia de la sustracción.

Además, especificó que el automóvil no presentaba "signos de forzamiento" y que no había aparato explosivo adherido al coche, estrategia empleada por ETA para borrar huellas. Todos estos datos le "llevaron a pensar que no había sido ETA". El testigo también aclaró a preguntas del presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, que las placas "no habían sido dobladas" porque si hubiera sido así, la identificación de la numeración del coche no hubiera remitido a un vehículo sustraído.

El oficial de policía indicó además, a preguntas de las defensas, que el hecho de que él opinase que el coche no era de los utilizados habitualmente por la banda terrorista no marcó que se siguiera "una línea de investigación u otra" ya que el responsable de decidir sobre la línea a seguir en la pesquisas "es el instructor".

Aseguró que examinó los bajos del vehículo y que analizó su interior desde la parte delantera y las lunas laterales de la furgoneta, al tener lunas 'ciegas' la parte posterior del vehículo. También remarcó que en su inspección pudo comprobar muchos objetos pero que ninguno le impidió la visión del habitáculo interior de la furgoneta.

El testigo aseguró además que en su visionado exterior de la furgoneta Kangoo en Alcalá, no vio ninguna tarjeta en el salpicadero."Estaba todo muy desordenado, pero no vi tarjeta alguna", ha matizado.

A preguntas de las defensas de los acusados, el funcionario del Cuerpo Nacional de Policía detalló que en la declaración tomada al dueño de la finca éste detalló que había observado la salida del vehículo de tres individuos ataviados con gorros y bufandas y que portaban "una mochila", según le precisó en su declaración sin que "recuerde que le hablara de más mochilas".

El testigo protegido afirmó que a su llegada ya estaba dispuesto el cordón policial de la zona y que tras su examen, pudo apreciar a diez metros como al menos un perro de la unidad canina se introdujo en la parte posterior para inspeccionar la zona de carga, tal como marca el protocolo.

Además, explicó que cuando inició las labores de acopio de testigos y testimonios, comprobó con otros miembros policiales que existían cámaras en la estación, pero que una vez se procedió a visionar el contenido de las cámaras, apreció que estas no "grababan" y únicamente reflejaban en las pantallas de control de seguridad la visión directa de lo que se ocurría en ese momento en la estación.


Una agente de la UCI sostiene que fueron 13 los autores materiales del 11-M y que hay siete posibles implicados no identificados

"El 11-M es la represalia por la intervención española en la Guerra de Irak"

07-03-07 - Agencias

Una inspectora de la Unidad Central de Información (UCI) ha afirmado hoy durante su comparecencia como testigo protegido ante el tribunal que juzga los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid, que su sección ha manejado siempre la hipótesis de que los autores materiales que colocaron los explosivos en los trenes de cercanías fueron 13 y ha indicado que, aunque no puede confirmarlo con datos objetivos, no descarta que fueran apoyados por varias personas más que pudieron realizar labores de "vigilancia".

La agente ha enumerado a quién correspondían los diferentes perfiles genéticos hallados, entre los que destacó los de los siete suicidas de Leganés y algunos de los que se encuentran en busca y captura, aunque ha señalado que aún quedan muestras que no han podido ser identificadas, aunque señaló que una de ellas es la del recientemente imputado Abdelilah Hriz por parte del juez Juan del Olmo.

De este modo, serían siete los perfiles genéticos que permanecen anónimos y, por tanto, siete presuntos implicados en el 11-M de los que aún no se averiguado su identidad. También ha indicado que unas 105 huellas dactilares siguen sin identificarse, muchas de ellas extraídas de libros, que, además de los autores de los atentados, pudieron utilizar otras personas en mezquitas y centros penitenciarios.

La investigación llevada a cabo por la Policía tras los atentados desvela también que pudo haber un tercer coche utilizado para transportar a los miembros de la célula terrorista a Alcalá de Henares u otros puntos y el material explosivo que no ha sido localizado. La agente ha explicado que uno de los coches que sirvieron para el traslado, el Skoda Fabia, no fue localizado hasta meses después de los atentados, cuando la empresa propietaria encontró en el maletero una funda de pistola y avisó a las autoridades.

La inspectora, que actúa como analista de los atentados, ha especificado además que tanto en la casa de Leganés -donde se suicidaron el 3 de abril siete terroristas integristas- como en la finca de Morata de Tajuña (que se utilizó para preparar los explosivos usados en la masacre), las fuerzas de seguridad del Estado localizaron material genético correspondiente a personas anónimas no identificadas.

Según ha explicado, su departamento concretó, con la información proporcionada por la Unidad TEDAX, que fueron entre 10 y 13 personas las que portaron las mochilas con los explosivos. Llegaron a esta conclusión al establecer que las bolsas empleadas en los atentados contenían entre 11 y 13 kilogramos de explosivos, y por tanto debían ser portadas cada una por un individuo, sin descartar a su vez que pudieran contar con ayuda de otras personas que las desplazaran hasta las inmediaciones de las estaciones de trenes.

Una de las hipótesis es que fueron tres grupos de cuatro personas los que perpetraron el ataque terrorista en los trenes de cercanías, desplazándose cada uno a los tres puntos geográficos de donde partieron los trenes. También cortejaron la hipótesis con diversos testimonios, como el del portero de la finca de Alcalá de Henares que vio a tres personas bajarse de la Renault Kangoo. Este fue un dato más para plantear la tesis de tres grupos terroristas divididos entre una orquilla de tres o cuatro personas.

Dentro de esas conjeturas, no ha descartado que los autores materiales de la masacre que se cobró 191 vidas el 14 de marzo del 2004, contaran con varias personas que les apoyaran en el transporte de los explosivos, en la confección de la infraestructura y en las labores de contrainformación.

Todos los miembros del comando encargado de la colocación de los explosivos pudieron dirigirse a la estación de cercanías de Alcalá de Henares o bien a otras estaciones intermedias en el recorrido del tren hasta Atocha y partieron, probablemente, de la finca de Morata de Tajuña, dado que fue la utilizada para preparar los explosivos.

La agente ha explicado además que según las reivindicaciones que hubo de los atentados se llegó a la conclusión de que el 11-M pudo ser una represalia contra España por su participación en la guerra de Irak y por la presencia de las tropas españolas en Afganistán.





De hecho, los atentados fueron reivindicados por el portavoz militar de Al Qaeda en Europa, Abu Dujana Al Afgani, y el suicida Jamal Ahmidan 'El Chino', según esta testigo, soñaba con ir a combatir a Afganistán.

La policía también ha especificado que Al Qaeda funciona como "una red, una estructura en tela de araña" y que sus células o grupos actuán con carácter autónomo, siguiendo una directiva marcada a través de comunicados o fatuas. "No se trata de una organización terrorista del estilo de ETA que desgraciadamente estamos obligados a sufrir", ha dicho.


Abdelkader Farssaoui 'Cartagena' se desdice de sus anteriores declaraciones

Insinúa que Sarhane 'El Tunecino' también se reunía con agentes de la UCIE y que avisó de que "buscaba mártires en España".- Admite ahora que fue ayudado por un abogado en la redacción de una carta a la Audiencia Nacional

07-03-07 - EFE / Europa Press

El confidente de la Unidad Central de Información Exterior (UCIE) conocido como "Cartagena" señaló esta tarde en su declaración ante el tribunal del 11-M que informó a la unidad de la existencia de vínculos entre la célula islamista liderada por Serhane Ben Abdelmajid Faket, alias "Sarhane El Tunecino" --uno de los suicidas de Leganés-- y la banda terrorista ETA.

El confidente, que negó haber colaborado voluntariamente y a sueldo con la UCIE, relató un encuentro celebrado en una mezquita antes del 11 de marzo en la que se habló de la posibilidad de "pedir ayuda a los no musulmanes" para llevar a cabo la yihad. Los participantes opinaron entonces que se podría solicitar el apoyo de ETA ya que resultaría beneficioso para ambos.

Se dijo que la célula islamista podría comprar a la banda terrorista los explosivos y además de obtener un beneficio económico tendrían "también un atentado" contra un objetivo que podía interesarles. A preguntas de las acusaciones particulares concretó que por lo él pudo comprobar, la célula no disponía "de capacidad económica" aunque no supo precisar si contó con algún tipo de colaboración.

El ex imán de Villaverde aseguró hoy que en una ocasión, antes del 11-M, vio al suicida Serhane Ben Abdelmajid 'El Tunecino' reunirse con agentes de la Unidad Central de Información Exterior (UCIE) de la Policía en una cafetería de Madrid. Tras ver a 'El Tunecino' montarse en una moto con el huido Said Berraj les siguió y vio que entraban en una cafetería, en concreto un VIPS cercano a la estación de metro de Colombia.

Explicó que una vez en el interior del establecimiento, pudo ver a Serhane 'El Tunecino' hablando con uno de los agentes, 'con los que yo me reunía', precisó, y a otro miembro de la UCIE leyendo una revista e indicó que al no ver a Berraj supuso que éste estaba en el aseo.

Tras este encuentro, 'Cartagena' indicó que en su siguiente reunión con los agentes les preguntó si 'El Tunecino' trabajaba para algún servicio secreto, lo que, dijo, 'no les gustó', y agregó que a partir de ese momento fue cuando en los informes de la UCIE aparecía que el grupo de Serhane, al que denominaban el 'grupo de Madrid', 'sospechaba de él'.

Durante su declaración, el testigo explicó también que el día de la explosión del piso de Leganés, que, según dijo, lo recuerda "como el peor de su vida", fueron a buscarle a su domicilio -ya vivía en Almería- sobre las siete de la mañana y se dirigieron a Madrid, donde al llegar "un comisario empezó a preguntarme por 'El Tunecino' y por las personas con las que se reunía".

Después de volverles a relatar lo que ya había contado a los miembros de la UCIE, agregó 'Cartagena', recordó que el comisario se levantó y le escuchó decir: "como este moro hable, la hemos cagado", tras lo que le informaron de la existencia del piso de Leganés y le pidieron que fuera hasta la vivienda, a lo que se él se negó.

"Menos mal que no insistieron con la petición porque si no hubieran muerto ocho", en alusión a los siete terroristas que se suicidaron en la vivienda.

El testigo negó sus anteriores declaraciones en las que vinculaba a Jamal Zougam con la célula y Aseguró que en realidad el piso de Leganés fue localizado la mañana del 3 de abril. 'Cartagena' enumeró hoy en su comparecencia varios nombres de los agentes que supuestamente le obligaron a colaborar con la Unidad Central de Inteligencia Exterior (UCIE), con objeto de que se infiltrara en células terroristas, y alteraron los informes que realizaba sobre sus actividades.

Así, denunció presuntos "chantajes y extorsiones" de un miembro de la UCIE que incluso llegaron a afectar a "su estado de salud". Concretamente, aludió a un supuesto jefe de la unidad de la UCIE que le supervisaba y al que se refirió como Guillermo Moreno. También enumeró otros nombres de supuestos agentes, entre los que se encontraban 'José Luis', 'Diego' o Manzano 'Antonio Jesús Parrilla'.

Uno de los abogados de la acusación pidió al tribunal el acta judicial del testimonio prestado hoy por el confidente con la intención de querellarse contra el testigo protegido por falso testimonio. 'Cartagena' se desdijo a lo largo de toda su declaración de afirmaciones realizadas anteriormente e indicó que antes mentía "por miedo".

Además, el abogado Gonzalo Boye, que representa a una víctima de los atentados, pidió al tribunal el acta judicial del testimonio prestado hoy por el confidente con la intención de querellarse contra el testigo protegido por falso testimonio. "Cartagena" se desdijo a lo largo de toda su declaración de afirmaciones realizadas anteriormente e indicó que antes mentía "por miedo".

No obstante, a pesar de que el letrado decidiera finalmente presentar la citada querella, ésta tendría que ser archivada ya que el Código Penal especifica que no se puede juzgar a un testigo por falso testimonio durante el desarrollo de un juicio, ya que esto podría suponer una coacción tanto para él como paras otras personas citadas a declarar en la misma vista.

En caso de que se comprobara que la declaración de "Cartagena" reviste falsedad, el tribunal encargado del juicio decidiría en sentencia sobre las medidas a tomar en su contra.

Al final de la sesión, el Tribunal advirtió la ausencia en autos de las notas informativas 6 y 10 de 2002 y 2003 del colaborador testigo.

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