03-11-04 - Jorge A. Rodríguez
Los informes solicitados por el PP para intentar demostrar la relación entre ETA y Al Qaeda o no constan en los archivos de Interior o descartan la relación entre ambos grupos violentos. El PP pidió en la última sesión de la comisión informes que vinculaban a ETA con el atentado que costó la vida a siete agentes del CNI en Bagdad o con la existencia de etarras en campos de entrenamiento de Al Qaeda en Afganistán. También pedían información respecto a las relaciones que pudieran haber mantenido los etarras con islamistas radicales en las cárceles de España.
La documentación remitida establece lo que sigue:
- ETA en Bagdad. La Comisaría General de Información señala: "No existen datos sobre la participación de militantes de ETA en los combates de Bagdad ni de su participación en el asesinato de los agentes de servicio de inteligencia español. Sí se conoce que el día 16 de marzo de 2003 un grupo de 25 personas de organizaciones próximas al Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV) iniciaron un viaje a Irak teniendo previsto regresar el día 22 componiendo, la Brigada de Solidaridad con el Pueblo Iraquí, organizada por Komite Internazionalistak, para quien la función de dicha Brigada era la de ser observadores internacionales para realizar una presión internacional y para expresar su solidaridad con el pueblo iraquí. Según dijeron los propios integrantes de la llamada Brigada Solidaria desde Euskal Herria, su presencia en Irak surge de un compromiso político serio en defensa de la población civil iraquí y de denuncia del linchamiento al que son sometidos los pueblos que quieren hacerse dueños de su propio futuro, intentando hacer un paralelismo entre Irak y el País Vasco".
La Guardia Civil añade: "No se ha conseguido ningún indicio relacionado a la posible presencia en la capital de Irak de los dos presuntos miembros de ETA detenidos por la Guardia Civil el 29 de febrero del presente año en Cañaveras (Cuenca) y Guadalajara, respectivamente, identificados como Gorka Vidal e Irkus Badillo, ambos componentes del denominado comando legal Gaztelu".
- ETA y el cerco de Ramala. "No consta ningún dato en esta Jefatura de dicha presencia", señala una escueta respuesta de la Guardia Civil. La policía añade: "No existe información en relación a la hipotética participación de militantes de ETA en la denominada Intifada palestina. En los últimos años, responsables del área internacional de la extinguida Batasuna han mantenido contactos con representantes del movimiento de liberación nacional palestino que se enmarcan en el apoyo que tradicionalmente ha brindado la izquierda abertzale en pro de la independencia del pueblo palestino".
- ETA y Afganistán. Según la Guardia Civil, "no consta ningún dato respecto al supuesto entrenamiento que tres militantes de ETA recibieron en enero de 2001 en un campo de entrenamiento de Al Qaeda en Afganistán". La policía añade: "La información está basada en un supuesto informe de un agente de inteligencia árabe que pudo observar la llegada de cuatro personas, tres de ellas de rasgos europeos y hablando español, aunque con pasaporte belga y bajo la cobertura de ser periodistas al aeropuerto de Islamabad (Pakistán) procedentes de Londres. Los datos que llevan a concluir que son militantes de ETA son, además de que hablan castellano, que uno de ellos fumaba Ducados y que alguno de ellos fue llamado Gorka por otro", dice el informe en referencia a la información aparecida en un semanario. "En esta Comisaría General de Información", aclara, "no existe constancia de ningún otro dato o información relativa que pueda orientar en la dirección de un supuesto entrenamiento de tres miembros de ETA en territorio afgano".
- Detenidos por el 11-M y ETA. Entre los informes facilitados por el Gobierno existe uno de Instituciones Penitenciarias respecto a los terroristas de origen islamista detenidos por el 11-M que han coincidido en las cárceles con miembros de ETA. Ese informe aclara que en la media docena de casos en que se ha producido esa coincidencia, no ha existido ninguna relación entre presos etarras e islamistas radicales.
El Gobierno del PP llegó a solicitar un informe el 13 de marzo, dos días después del atentado, sobre relaciones entre islamistas radicales y etarras en las cárceles. En un periodo que abarcaba más de 10 años, Instituciones Penitenciarias encontró media docena de casos donde se interceptaron cartas y se grabaron conversaciones que demostraban la relación que mantenían algunos presos islamistas con otros internos de ETA. En base a esa relación, que en ningún caso indicaba nada relacionado con el atentado del 11-M, basa el PP parte de su teoría a favor de la relación entre ETA y Al Qaeda. Uno de los informes remitidos a la comisión señala que Antonio Toro Castro (cuñado de José Emilio Suárez Trashorras, el minero que facilitó a los terroristas del 11-M la dinamita) coincidió cinco meses en el módulo 8 de la cárcel de Villabona con dos presos de ETA, Asier Uribarri Benito y Aratz Gómez Larrañaga. "El resto de los internos de ETA que están o han estado en la cárcel de Villabona coincidiendo con Toro en los citados periodos han estado ubicados en departamentos y módulos diferentes".
- La venta de armas al grupo del 11-M. También descarta Interior, según la documentación remitida ayer a la Cámara, que la Guardia Civil conociera una denuncia del confidente Rafá Zohuier, encarcelado por supuesta colaboración con los terroristas del 11-M en el robo de explosivos en Asturias, sobre la venta de armas por parte de un agente del instituto armado a un socio de Jamal Ahmidan, El Chino, uno de los ejecutores del 11-M que se suicidó en Leganés.
- El seguimiento a El Tunecino. Respecto a Sarjane Ben Abdelmajid, El Tunecino, la policía ha remitido un informe sobre el seguimiento que le hizo por considerar que podía pertenecer a una célula de islamistas radicales. En dicho informe se señala lo siguiente: "El control se inició en los primeros días de 2003 cuando de fuentes confidenciales se tuvieron noticias de la existencia de un grupo de personas indeterminado y de nacionalidades árabes que pudieran constituir lo que se pudiera denominar células durmientes en nuestro país del terrorismo islámico. Esta supuesta célula tendría, entre otros fines, la captación de nuevos miembros y financiación de fondos económicos para organizaciones fundamentalistas islámicas y de ámbito internacional. Tras lo expuesto y previo análisis del grupo operativo específico se estableció el oportuno dispositivo de vigilancias y seguimientos que se hacían de forma esporádica breve dadas las extremas medidas de seguridad que adoptaban los vigilados. Los únicos datos personales de que se disponía de ese grupo indeterminado eran dos hermanos de nacionalidades siria y española por razón de matrimonio, y fue a lo largo del servicio policial cuando se identificó la personalidad de El Tunecino. Estas investigaciones se complementaron con varias observaciones telefónicas autorizadas por el Juzgado Central de Instrucción número 4, que las finalizó por auto fecha 16 de abril de 2004", tras el suicidio colectivo del 3 de abril en Leganés, donde murió El Tunecino junto a otros seis terroristas. "Para finalizar", señala el informe, "significar que ni de la investigación policial ni de las observaciones telefónicas, en ningún momento se pudo establecer el carácter de las actividades delictivas de la supuesta célula terrorista y mucho menos la génesis de un atentado terrorista, si bien siempre persistió el interés policial no sólo de El Tunecino sino del resto del grupo y, en consecuencia nunca se levantó el operativo policial".
- ETA y la dinamita. Entre la documentación remitida también figura un análisis histórico de la dinamita utilizada por ETA en sus atentados. Entre esa dinamita está la Goma 2 pero del tipo EC, una marca anterior a la utilizada en la matanza de Madrid. El informe sobre este aspecto destaca lo siguiente: En todos los casos analizados de la actividad de ETA en los últimos tres años "la dinamita empleada proviene de los robos efectuados por ETA en Plevin en 1999 y Grenoble, en 2001, la cual, si bien envejecida por el lógico paso del tiempo, conserva su capacidad operativa, según el comisario jefe de los Tedax".
Los informes relacionados con servicios secretos extranjeros, y en concreto con la colaboración del espionaje marroquí en la investigación del 11-M no han sido remitidos a la comisión porque, según el Gobierno, la entrega de ese tipo de información vulneraría la ley que regula las relaciones entre servicios de inteligencia de distintos países.
3/11/04
Los informes de Interior pedidos por el PP descartan la relación entre ETA y Al Qaeda
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