13/9/06

Unas grabaciones desvelan que El Mundo pudo pagar a Suárez Trashorras para que mintiera sobre el 11-M

"Los mercenarios (del diario El Mundo) te pagan para que cuentes cuentos"

El PP, que otorgó credibilidad a Suárez Trashorras, lleva hoy al Congreso su sospecha sobre una conspiración en el 11-M


13-09-06 - José Manuel Romero / Ernesto Ekaizer (EL PAíS)

"Mientras el periódico El Mundo pague, si yo estoy fuera, les cuento la Guerra Civil española". El ex minero José Emilio Suárez Trashorras, acusado de facilitar el explosivo con el que los terroristas del 11-M perpetraron el atentado más grave en la historia de España, se desahogaba así en la cárcel, en marzo de 2005, en una conversación con sus padres, a cuya transcripción ha tenido acceso EL PAÍS.

Unos días antes, en febrero, el diario El Mundo había entrevistado a un delincuente habitual, José Ignacio Fernández Díaz, apodado Nayo, antiguo secuaz de Trashorras en negocios de narcotráfico. En la entrevista, aparentemente realizada en la República Dominicana, Nayo se despachaba contra el ex minero, al que acusaba de traficar con explosivos y colaborar con ETA.

Trashorras llevaba casi 12 meses en prisión. Sus conversaciones se grababan, como se realiza normalmente al tratarse de un recluso por delitos de terrorismo. Desde el atentado, el ex minero había prestado cuatro declaraciones ante el juez Juan del Olmo. Y había cambiado su versión de los hechos otras tantas veces. Pero su situación procesal seguía siendo la misma.

Así que en la cárcel, hablando con su padre, Trashorras dejó traslucir lo que parecía un cambio de táctica: pasar a la ofensiva. Para ello, eligió un periódico determinado. La conversación se desarrolló así:

Trashorras. Mientras el periódico El Mundo pague, si yo estoy fuera, les cuento la Guerra Civil española. Desde que nací. Desde la guerra civil hasta ahora. Si te vienen con un chequecito cada... ¿Por qué piensas que lo hizo Nayo?

Padre. Por dinero, si ya se sabe.

Madre. Yo no sé por qué la justicia no le cierra la boca a El Mundo...

Trashorras. Porque tienen más dinero que todos ellos juntos, no te jode. Son unos mercenarios. Te pagan a ti para que cuentes cuentos.

Trashorras maduró su plan. Unos días después pidió a sus padres que le consiguieran el teléfono de Fernando Múgica, el periodista de El Mundo que, según dijo en sus conversaciones telefónicas, más le había gustado, siempre según la transcripción.

En las semanas siguientes, se preparó a fondo. Reclamó recortes de lo publicado en el diario Libertad Digital sobre el tema, y que en esencia, se limita a servir de altavoz a las teorías de El Mundo. Libertad Digital es una página web cuyo editor es Federico Jiménez Losantos, el periodista de la cadena de radio de la Conferencia Episcopal que cada día alimenta la teoría de que en torno al 11-M hubo una conspiración contra el PP en la que pudo participar el PSOE.

El Mundo publicó la semana pasada la entrevista a Trashorras. Su autor es Fernando Múgica.

Y de inmediato, en una pauta que se repite desde hace dos años, el PP prestó su apoyo político. Las respuestas del ex minero, que reconoció sus simpatías con este partido político, calcan palabra por palabra editoriales e informaciones de El Mundo, e incluso alguna de las frases más repetidas por dirigentes del PP en relación con el 11-M.

- "Tienen que aclararnos el tema de los explosivos, la furgoneta Kangoo, la mochila de Vallecas, la metenamina y el Skoda Fabia".

- "El PSOE y sus aliados políticos han hecho que se cerrase la comisión de investigación en falso. No quieren saber lo que ocurrió porque les puede acabar salpicando, como ocurrió con los GAL".

- "No nos olvidemos que determinados mandos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad son de la misma ideología que el PSOE, que es el gran beneficiado de los atentados del 11-M. Tampoco olvidemos que algún que otro mando policial ha estado involucrado en los GAL. Por ejemplo, el coronel Hernando, jefe de la UCO".

Suárez Trashorras remataba la faena: "Soy una víctima de un golpe de Estado que se ha tratado de encubrir detrás de las responsabilidades de un grupo de musulmanes...".

Mariano Rajoy, líder del PP, ordenó la semana pasada a su grupo parlamentario, tras la publicación de la entrevista, que insistiese con más preguntas sobre lo ocurrido, e investigase las denuncias de Trashorras, procesado por el asesinato de 191 personas en el 11-M.

Como culminación, el PP pregunta hoy al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, por este asunto. Es la primera vez que este partido político lleva una interpelación sobre este tema al Congreso desde que ocurrió la matanza.

Suárez Trashorras ha hecho hasta ahora cuatro declaraciones al juez Del Olmo, donde corrige su versión de los hechos. De reconocer que vio en el maletero del coche de sus amigos "moritos" bolsas verdes con cables de explosivos pasó a negar que fuesen de explosivos, que se trataba de material de obras. En su primera declaración confesó que El Chino (suicida de Leganés al que se considera uno de los jefes del comando, y al que supuestamente facilitó el robo de la Goma 2 en la mina donde había trabajado) era partidario de Osama Bin Laden. Después dijo que nunca sospechó que El Chino fuese un islamista radical.

En ninguna de esas cuatro declaraciones al juez (17 de marzo de 2004, 4 de junio de 2004, 17 de junio de 2004, y 16 de noviembre de 2004) Trashorras declaró que, como confidente del jefe de Estupefacientes de la comisaría de Avilés, informase previamente sobre el tráfico de explosivos en Asturias ni del interés por esa dinamita de una célula islamista. Todo lo contrario: "Yo no sabía que iban a entregar sustancias explosivas porque si no, se lo hubiese dicho a Manolo (el policía del que era confidente), al igual que le había dicho cuando trabajaban con hachís".

Pese a que no sabía nada de explosivos y a que nunca creyó que El Chino fuera un islamista radical, cuando se produjo el atentado pensó de inmediato que habían sido "los moritos", según les llamaba.

En la entrevista de El Mundo, dos años y medio después de los hechos, Trashorras cambia su cuarta versión y cuenta que sí avisó al policía del que era confidente de la actividad delictiva de El Chino. Aunque tampoco precisó si le habló del tráfico de explosivos: "Manolón (el policía al que le hacía las confidencias) sabía desde el día 27 de febrero, que el 28 de febrero se iba a producir un transporte de sustancias ilícitas", declaró a El Mundo.

Una vez más, el PP da por buena la versión de un imputado, frente a la versión de las autoridades judiciales. "El policía Manolón conoció las relaciones de Suárez Trashorras y El Chino. Conoció la venta de explosivos a El Chino", declaró hace Jaime Ignacio del Burgo, diputado e investigador del PP.

El policía lo ha negado; Suárez Trashorras no lo ha dicho e incluso ha rechazado en sus últimas declaraciones que conociera que los terroristas se abastecieron de explosivos en Asturias. Pero el PP insiste.

El caso Trashorras constituye sólo el último episodio de un historial más largo que responde siempre a las mismas pautas. Dos años y medio después del atentado, el partido político que gobernaba entonces (PP), y bajo cuya dirección se llevó a cabo la parte fundamental de la investigación de aquel crimen masivo, mantiene sospechas y dudas sobre lo ocurrido y respecto a la gestión del actual Gobierno socialista en relación con la matanza. Para sostener su permanente exigencia de que se sigan investigando aquellos hechos, el PP se aferra a teorías conspirativas que sugieren desde la participación de ETA en el ataque hasta el apoyo indirecto del PSOE a la preparación del atentado. Ni los jueces que han analizado los hechos, ni los fiscales que han trabajado en el caso, ni los policías que han investigado el atentado ahora, ni los mandos policiales que lo investigaron durante el primer mes y medio bajo las órdenes del PP han dado el más mínimo crédito a esas teorías.

Los populares basan sus sospechas en informaciones que airean medios de comunicación afines (básicamente El Mundo y la Cope) para reclamar que se reabra la comisión de investigación en el Congreso. El PP insiste, pese a que esas informaciones a las que dan tanto valor han sido mayoritariamente desmentidas por el juez, el fiscal, las fuerzas de seguridad del Estado y por los propios hechos.

Gracias a esa estrategia de hacer más caso y dar más cobertura política a los delincuentes acusados del crimen que a los policías y jueces que han investigado el atentado, el PP trata de mantener vivo el caso. Diversos dirigentes de ese partido (los diputados Jaime Ignacio del Burgo, Alicia Castro, Vicente Martínez Pujalte, Eduardo Zaplana...), apoyados por Mariano Rajoy y Ángel Acebes, han cuestionado el trabajo de los jueces que han analizado lo ocurrido. Hay una sentencia firme dictada por el magistrado José María Vázquez Honrubia de 17 de noviembre de 2004 contra un menor que participó en los hechos como colaborador de los terroristas, donde se determina cómo se robó la dinamita y se implica a Trashorras.

El PP no cree en esa versión. Hay un auto de procesamiento escrito por Juan Del Olmo, el juez que investiga los hechos desde el mismo 11 de marzo de 2004, que identifica a los autores de la matanza, todos ellos islamistas radicales, con bastante precisión. Para sustentar ese auto hay decenas de informes periciales en los que han participado decenas de policías y guardias civiles, pruebas de ADN, seguimientos teléfonicos que firman compañías privadas e independientes, declaraciones de testigos protegidos que estuvieron muy cerca de los criminales.

La última iniciativa del PP es una interpelación al Gobierno que se debatirá hoy en el pleno del Congreso, donde denunciará la supuesta manipulación de pruebas y ocultación de datos de los cargos públicos socialistas en relación con el 11-M.


En los dos últimos años, el PP ha alimentado las dudas respecto a lo ocurrido el 11-M en base a informaciones que han resultado falsas. Son las que siguen:

- La inexistente tarjeta del Grupo Mondragón. Ángel Acebes, ex ministro del Interior, se quejó amargamente de que la policía (bajo su mando cuando ocurrió el atentado) le había ocultado que, entre los descubrimientos hechos en los escenarios de la matanza estaba una tarjeta del Grupo Mondragón encontrada en el salpicadero de la furgoneta robada por los terroristas para trasladar sus bombas hasta la estación de Alcalá de Henares. Acebes, que repitió durante las 48 horas que siguieron al 11-M que la hipótesis principal en la que trabajaba su ministerio era ETA pese a que toda la policía trabajaba casi desde las primeras horas en la hipótesis del islamismo radical, se apoyaba para su lamento en una información exclusiva de El Mundo: "En la tarjeta podía leerse con claridad las palabras Grupo Mondragón. Tenía un número de teléfono fijo cuyo prefijo también llevaba al norte (...) Sin embargo, la información de esa tarjeta no volvió a mencionarla ninguno de los inspectores de la Brigada de Información ni de la Policía Científica que acudieron al lugar (...) Hay que dejar además bien claro que, para los policías que habían trabajado en la lucha contra ETA, gentes cercanas a empresas del Grupo Mondragón estaban situadas en el entorno del mundo abertzale (...) Alguien ocultó a la opinión pública y al Gobierno ese dato que, en algún momento, caminaba en dirección contraria a la cinta coránica. Es evidente que alguien primó un objeto sobre otro para condicionar la investigación".

El jefe policial que habría ocultado esta pista fundamental al ministro era Jesús de la Morena, comisario general de Información, jefe de la lucha antiterrorista, mano derecha del ministro del Interior. Eso, si la ocultación para "condicionar la investigación" hubiera sido verdad.

Pero todo (el dato y su interpretación) era mentira. La única referencia a Mondragón encontrada en la furgoneta era una cinta de la Orquesta Mondragón. La tarjeta hallada en el salpicadero correspondía a una empresa, radicada desde siempre en Madrid y llamada Gráficas Bilbaínas y en su reverso, un mensaje irrelevante para la investigación pero importante para el dueño de la furgoneta, que la utilizaba para informar cuando aparcaba de forma indebida: "Estoy en la calle Aranjuez, 15". El PP siguió con su apoyo a la tesis de la conspiración porque en el informe que daba cuenta del descubrimiento figuraba la palabra Gráficas... en lugar de Gráficas Bilbaínas.

- La custodia de la mochila. La teoría de que la mochila-bomba encontrada en la comisaría de Vallecas nunca estuvo en los trenes y fue colocada por alguien para dirigir la investigación hacia los islamistas surgió unos meses después del 11-M en El Mundo.

El contenido de esa mochila, entre otras pruebas, llevó hasta unos radicales islamistas que, como se descubrió al final, disponían de Goma 2 robada en la mina Conchita de Asturias y que se suicidaron tras intentar un nuevo atentado en las vías del Ave Madrid-Sevilla y ser acorralados por la policía en Leganés.

Apenas unos meses después del atentado, el agujero negro de El Mundo sobre la mochila con patas barajó una curiosa teoría, según la cual, nadie había vigilado los objetos recogidos de la estación de El Pozo y, por tanto, la mochila que llegó en la madrugada del 11 al 12 de marzo a Vallecas podría haber sido puesta por alguien en ese lugar para implicar a los islamistas.

De nada sirvió que todos los policías interrogados por el juez ratificaran que no habían perdido de vista los objetos encontrados en El Pozo y que, por tanto, la mochila que llegó a la comisaría de Vallecas era la misma que alguien había retirado de la estación donde explotó uno de los trenes.

Lo hallado en esa mochila era similar a lo que distintos policías habían visto en otras dos bolsas cargadas con bombas que tampoco hicieron explosión en los trenes y que fueron explosionadas en el lugar de los hechos por los Tedax para evitar males mayores. En esas mochilas, según el testimonio de los policías había una pasta blanquecina (similar a la de la Goma 2) y en ningún caso rojiza (similar a la Titadyne, utilizado por ETA).

Más de una decena de policías han declarado ante el juez que no hubo ninguna irregularidad en torno a la mochila. Pero el PP, basándose en las repetitivas informaciones de El Mundo y la Cope, lo considera una anomalía en la investigación e incluso duda de que pueda servir en el juicio del 11-M.

- La composición de la dinamita. El PP insistió con su teoría de la conspiración hace sólo dos meses al recuperar la declaración de un policía ante la comisión de investigación del 11-M que, en su día, pasó inadvertida para todos, incluido el PP, y que nadie consideró relevante.

Se trataba del jefe de los Tedax, experto en desactivar explosivos, pero no en el contenido de los mismos, según aclaró en la comisión. El policía declaró que el explosivo encontrado en los focos de las explosiones contenía nitroglicerina, componente habitual de las dinamitas. Sin embargo, la Goma 2 no lleva nitroglicerina, mientras que sí incluye este componente la dinamita Titadyne, habitual de ETA. Hasta aquí, la errónea declaración del Tedax Sánchez Manzano, que luego rectificó por escrito. En los informes oficiales, elaborados por la policía científica en base a análisis de laboratorio, no sólo no aparece la nitroglicerina por ningún lado sino que, además, no figura ni uno sólo de los elementos que componen la Titadyne en los explosivos encontrados en la furgoneta de Alcalá de Henares, la mochila de Vallecas, el piso de Leganés o las vías del AVE Madrid-Sevilla.

Aquí, el PP vuelve a sembrar de dudas la actuación de agentes asignados a la Comisaría de Policía Científica, e incluso, cuestiona la actuación de la jefa policial, química de formación, que está al frente de ese equipo. Para apuntalar esa sospecha, El Mundo sacó a una supuesta experta en la materia sin mencionar que se trataba de la diputada del PP María Teresa de Lara.

- La furgoneta Renault Kangoo. El Mundo llenó de objetos una furgoneta parecida a la empleada por los terroristas para trasladar las bombas y fabricó la teoría de que alguien rellenó el vehículo con distintos objetos, entre ellos detonadores y restos de explosivos. Ningún mando policial de la etapa en que el PP controlaba la Policía, ha validado esa teoría, basada en la implicación de algún agente en la manipulación de pruebas relacionadas con la matanza de 191 personas.

El investigador del PP, Jaime Ignacio del Burgo, consideró que a los periodistas de El Mundo que han investigado el 11-M había que hacerles un monumento.



Jueces, fiscales, policías extranjeras y decenas de agentes españoles, implicados

Las pesquisas sobre el 11-M fueron dirigidas hasta el 24 de mayo de 2004 por Jesús de la Morena, comisario general de Información nombrado por Jaime Mayor Oreja. Ni un solo dato conocido con posterioridad ha variado lo que los agentes de De la Morena establecieron: que el atentado fue obra de un comando islamista con explosivos facilitados por José Emilio Suárez Trashorras. Y en esas pesquisas participaron decenas de agentes de la policía, el CNI y la Guardia Civil, jueces, fiscales, funcionarios judiciales y servicios secretos (CIA, Mosad o los de Marruecos), y policías de un centenar de países.

De la Morena retrasó su salida de la Comisaría a petición de Antonio Camacho, hoy secretario de Estado de Seguridad. Éste mantuvo hasta el 1 de mayo al director de la Policía del PP, Agustín Díaz de Mera, mano derecha de Acebes. El último cargo policial nombrado por el PP que dejó el puesto, el 2 de junio, fue el subdirector Operativo, Pedro Díaz Pintado, compañero de caza de Díaz de Mera.

Díaz Pintado y De la Morena informaron directamente a Acebes hasta que éste salió de Interior, el 16 de abril de 2004. Ambos presenciaron el registro de la furgoneta Renault Kangoo, junto a, entre otros, el entonces comisario general de Policía Científica, Carlos Corrales, nombrado por el PP.

Desde el 11-M se dijo, tal como insistió el entonces el comisario general de Seguridad Ciudadana, Santiago Cuadro (nombrado por el PP), que el explosivo de los trenes era dinamita. Los análisis sobre los restos de explosivos se entregaron al juez Juan del Olmo y a Acebes el 26 de marzo de 2004.

En la supuesta conspiración se implica a todos los mandos de la Guardia Civil en Asturias, especialmente el general Pedro Laguna, y de la jefatura de Policía de Asturias, dirigida entonces por Juan Carretero (nombrados y condecorados por el PP), así como la comisaría de Avilés, donde trabajaba el inspector Manuel Rodríguez, el controlador del chivato Trashorras, y la Unidad Central Operativa, dirigida por el coronel Félix Hernando. El PP y El Mundo también han intentado teñir de conspiración el suicidio de Leganés. Curiosamente, la operación de Leganés fue dirigida por Díaz de Mera. En total, los conjurados suman decenas, incluido un policía de Nueva York.



Carta privada a Manolón

El PP sostiene, a través de su diputado Jaime Ignacio del Burgo, que el entonces jefe policial del Grupo de Estupefacientes de la comisaría de Avilés, Manuel Rodríguez, Manolón, conocía las andanzas de algunos terroristas que perpetraron el 11-M porque José Emilio Suárez Trashorras le había advertido del supuesto traslado de los explosivos a Madrid.

Los terroristas viajaron a Asturias el 28 de febrero de 2004 y se vieron con Suárez Trashorras. Ese día, según la reconstrucción de los hechos realizada por el juez Juan del Olmo, los terroristas robaron la dinamita Goma 2 ECO en la mina Conchita, que carecía de vigilancia. Trashorras había trabajado allí.

El diputado Del Burgo basa su afirmación en conversaciones de Trashorras grabadas durante su estancia en prisión. En ellas, el ex minero asegura que el policía de Avilés conocía las andanzas de los terroristas y que le había anunciado que ordenaría la detención inmediata de los mismos.

La realidad: un mes y medio después de ingresar en prisión, acusado por el 11-M, Trashorras escribió una carta al citado jefe policial de Avilés, del que era confidente. El ex minero pidió a su mujer, Carmen Toro, que se la entregase a Manuel Rodríguez en mano.

En su declaración ante el juez Del Olmo, Trashorras explica el contenido de la misiva personal: "Era para comentarle cosas que había venido haciendo en los últimos tres años. En 2003 y 2004 no he comentado nada a Manolón de sustancias explosivas, ni de envíos de sustancias explosivas, ni de que hubiera personas interesadas en adquirir sustancias explosivas".



A cualquier precio (Editorial de EL PAíS)

13-09-06

Pagar a alguien, a un delincuente, por ejemplo, para que declare a un periódico lo que se le indica que diga, o lo que él sabe que quien le paga desea que diga, es amarillismo. Desde hace tiempo hay medios de comunicación empeñados en practicar ese amarillismo para darse la razón respecto al 11-M; a cualquier precio. Es una actitud repugnante, especialmente por lo que implica de instrumentalización del dolor y el desconcierto provocado por el más grave atentado terrorista de la historia de España. Pero más grave que ese amarillismo es que un partido democrático como el PP se haya prestado a darle una cobertura de respetabilidad. Incluso llevándolo al Parlamento bajo la forma de una interpelación parlamentaria al ministro del Interior que se debate hoy.

Un periódico, secundado por una radio, lanzó en su momento la teoría de que era increíble que un atentado de esa envergadura, y con tan fuertes efectos políticos, hubiera podido ser ideado por unos desarrapados con pocos medios y escasas luces; luego, tenía que haber tras ellos una mano escondida, un "autor intelectual". Esa teoría conducía de entrada a ETA, que habría manipulado a los islamistas que acabaron suicidándose en Leganés; para ello se hicieron interpretaciones artificiosas, incluso cabalísticas, de hechos circunstanciales: un callejón, una fecha común para hechos que tenían que ver con ETA y con la trama asturiana del 11-M, fotos de etarras paseando por el patio de una cárcel junto a activistas islamistas...

Más tarde, y frente a una investigación policial y judicial que no encontraba indicios que confirmaran la hipótesis, la teoría fue expandiéndose para integrar en ella a servicios secretos extranjeros, policías interesados en no evitar los atentados y, finalmente, al PSOE como beneficiario en última instancia de la conmoción suscitada por la masacre. Cada cierto tiempo, de acuerdo con las leyes del mercado (amarillista), aparecía una nueva revelación, o una vieja alumbrada por nuevas insinuaciones, que era presentada como cuasi prueba; pero no se decía que lo fueran, sólo que se siguiera investigando; que no se cerrara "en falso" la comisión parlamentaria; luego, que se mantuviera abierto el sumario (indefinidamente, hasta que aparecieran evidencias que confirmasen la hipótesis); más tarde, que se reabriera ante nuevas revelaciones periodísticas. Y a quienes se negaron a seguir por ese camino se les acusó de tener miedo a la verdad: "¿No será que tienen algo que ocultar?".

Rodando, rodando, la cosa ha llegado (según una tradición que se remonta a Amedo) hasta el confidente Trashorras, acusado de haber facilitado los explosivos que mataron a 191 personas, por lo que arriesga una condena de 3.000 años de prisión, y a quien se da la oportunidad de autoexculparse y de decir, por ejemplo, que la policía sabía que en Asturias se vendía dinamita a ETA y que le amenazaron de muerte si lo contaba. Y para declarar con milimétrica precisión lo mismo, y con palabras similares, que, como hipótesis a investigar, venían sosteniendo El Mundo. "Mientras El Mundo pague", había dicho el susodicho, "si yo estoy fuera, les cuento la Guerra Civil española". Allá ellos con el amarillismo. ¿Pero qué hace el PP prestándose a secundar una operación de la que puede quedar preso?



La cambiante relación de El Mundo con Suárez Trashorras

Un repaso por las hemerotecas y la información del periódico de Pedro J. Ramírez sobre el ex minero

13-09-06 - Cadena SER

11 días después del 11-M, el diario El Mundo ofreció la primera noticia sobre la detención del ex minero Suárez Trashorras a quien Pedro J. Ramírez, director del periódico, presentaba seis días después como “El dinamitero”, la persona que había facilitado la dinamita para los atentados de Madrid.

El Mundo destacaba entonces los lados más oscuros de su perfil: su pasado de traficante de explosivos y, sobretodo, sus graves trastornos mentales. De hecho, citaba el informe médico que le valió la jubilación anticipada y que lo definía como “una personalidad esquizoide con cuadros de agorafobia y ansiedad, con trastornos mentales y comportamientos esquizoides”.

Semanas después se supo que Suárez Trashorras había sido confidente de los mandos policiales asturianos durante la gestión de los gobiernos de Aznar y de sus ministros del Interior. A partir de ese momento, el diario de Ramírez cambió de actitud y empezó a presentarle como víctima de una conspiración. Encabezó además una amplia campaña para que Trashorras y otros acusados del 11-M declararan ante la comisión de investigación; una campaña respaldada con entusiasmo por el PP.

El Mundo ha utilizado a su antojo durante estos dos años a Suárez Trashorras y a otros confidentes como Rafá Zouhier para mantener viva su teoría de la conspiración, del golpe de Estado y de la autoría de ETA. Les ha dado docenas de portadas del periódico con cartas desde la cárcel, supuestas entrevistas exclusivas y hasta un libro escrito con redactores del periódico.

La última “colaboración” de Suárez Trashorras fue la entrevista publicada a lo largo de casi toda la semana pasada. Especial que arrancó a cinco columnas el domingo, 3 de septiembre con el titular de que todo había sido un golpe de Estado. En esa primera página con foto del día de su boda, no había ni una sola palabra de los graves trastornos mentales del que es el acusado que se enfrenta a una mayor condena por el 11-M: 3.000 años de cárcel.

El Mundo le ha dedicado páginas y páginas acompañadas de fotos idílicas, editoriales y de cartas del director en las Pedro J. Ramírez presenta textualmente a Trashorras como “un cordero degollado y no como el tarado asocial que ha pintado la policía”.



Compraventa de una «conspiración» (Editorial de ABC)

14-09-06 - ABC

EMILIO Suárez Trashorras está procesado como autor de la matanza del 11-M, el crimen terrorista más brutal cometido en España. Pesa sobre él la imputación judicial de dirigir la trama de explosivos que fueron a parar a la célula terrorista que preparó y ejecutó los atentados contra los trenes de Cercanías en las estaciones de Atocha, El Pozo y Santa Eugenia. Según los autos judiciales, Suárez Trashorras, en tratamiento psiquiátrico a causa de su esquizofrenia, sabía que dichos explosivos iban a ser empleados en un atentado terrorista y por eso responde de sus consecuencias.

Este personaje ha merecido durante tres días consecutivos la portada y un despliegue interior en las páginas de «El Mundo», bajo el marchamo de periodismo de investigación y con la supuesta finalidad de buscar la verdad en la autoría de la matanza. Por supuesto, las revelaciones del procesado se atuvieron estrictamente a la teoría de que el 11-M fue una conspiración urdida en el seno de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, por aquel entonces bajo la autoridad política del Partido Popular. Tal conspiración, a juicio de sus propaladores -quienes, según les da, unas veces se la atribuyen a la Policía y al Centro Nacional de Inteligencia, y otras veces, a ETA-, estaba orientada a desalojar al PP del poder y facilitar la victoria del PSOE.

Sin embargo, las conversaciones telefónicas conocidas ayer, a raíz de desvelarse una grabación de Suárez Trashorras con sus familares en la cárcel, ponen en boca del procesado una confesión de parte: «Mientras «El Mundo» pague, les cuento la Guerra Civil». En el mejor de los casos para este medio de comunicación - es decir, que realmente Suárez Trashorras no haya cobrado un céntimo por lo que dijo-, su disposición a contar lo que sea a cambio de dinero desacredita su testimonio. Simplemente, Suárez Trashorras estaba en venta.

Hemos asistido a un nuevo episodio de la retroalimentación de intereses entre el diario «El Mundo» y Federico Jiménez, director del programa de la cadena Cope «La mañana», para ganar cuota de mercado a golpe de teorías conspiratorias, alentadas por sectores muy concretos y extremos del PP que están causando un grave daño a los intereses generales del centro derecha. Sin entrar a considerar en profundidad lo que estas supuestas informaciones periodísticas pudieran tener de agresión a la deontología profesional, resulta evidente que se ha puesto en marcha una campaña contra las instituciones del Estado de la que no es ajeno el portavoz del Grupo Parlamentario Popular, convertido en satélite de aquellos medios y amplificador de supuestas exclusivas que consisten, ni más ni menos, en dar portadas y páginas centrales al presunto terrorista sobre el que pesa la más grave acusación jamás formulada en los tribunales de Justicia españoles.

A pesar de todo, lo más preocupante no es que determinados medios y periodistas se recreen, con el consentimiento de sus editores, en la difamación de las instituciones y en la calumnia sistemática de quienes no siguen sus anatemas. Lo peor son las tensiones a las que se somete a la derecha de este país, forzándola a confundir la legítima oposición al Gobierno socialista y su justa demanda de saber toda la verdad sobre el 11-M con una actitud que niegue la legitimidad del sistema democrático, que repudie a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y, por tanto, acabe sumiendo al PP en contradicciones insoportables. Una derecha que entregue al 11-M el protagonismo de su oposición al PSOE está abocada al fracaso electoral, pero también al fracaso ideológico, porque las convicciones democráticas no son compatibles con actitudes propias de extremistas antisistema.

Es justo precisar que Mariano Rajoy ha situado el 11-M en el plano sensato del ciudadano que pregunta y quiere respuestas, como bien demostró en su discurso ante la Junta Directiva Nacional. Como todo atentado terrorista, el del 11-M está en manos de la Justicia. Habrá un juicio con vista oral y pública, en la que acusadores y defensores podrán poner sobre la mesa todas las incidencias de una instrucción sumarial que, desde estas mismas páginas, ha sido criticada en cuestiones de gran trascendencia para asegurar una sentencia justa y reconfortante para las víctimas. Por eso, la dirección del Partido Popular debe implantar un criterio coherente sobre el 11-M, basado en la superación política de este acontecimiento, en la exigencia de la verdad judicial y en la liberación de servidumbres mediáticas que actúan en contra de su principal interés estratégico: ganar al PSOE en las próximas elecciones generales.



Las seis versiones de Trashorras

El ex minero procesado por los 191 asesinatos de los atentados de los trenes ha cambiado su declaración en aspectos clave del 11-M

15-09-06 - Juan Manuel Romero (EL PAíS)

El ex minero José Emilio Suárez Trashorras, procesado por 191 asesinatos consumados y 1.755 asesinatos en grado de tentativa en los atentados del 11-M, ha manejado en dos años y medio hasta seis versiones distintas en relación a su implicación en la matanza de los trenes de Madrid.

En esas seis declaraciones, cuatro de ellas ante el juez, una en forma de carta manuscrita y la última en una entrevista que concedió a El Mundo, cambia su versión de los hechos hasta presentar relatos radicalmente contradictorios.

Pese a ello, el PP, a través de su investigador del atentado, el diputado popular Jaime Ignacio del Burgo, se ha quedado con la última versión facilitada en la entrevista publicada por El Mundo y acusa a un policía de conocer previamente a los atentados el tráfico de explosivos: "El policía Manolón conoció las relaciones de Suárez Trashorras y El Chino. Conoció la venta de explosivos a El Chino". El agente acusado por el PP lo ha negado, pero los dirigentes populares parecen no creerlo.

Lo que sigue, resume todas las declaraciones conocidas y realizadas por Trashorras en relación con el 11-M a lo largo de los dos últimos años y medio.

EXPLOSIVOS ¿Goma 2 o escombros?

El Chino, uno de los terroristas del 11-M que se suicidó en Leganés, estuvo en la casa de Trashorras en Asturias el 28 de febrero de 2004. La reconstrucción judicial apunta que ese día, el terrorista, acompañado de otras dos personas, robó en la mina Conchita la dinamita Goma 2 ECO con la que se perpetró el atentado de los trenes. En esa explotación minera había trabajado José Emilio Suárez Trashorras hasta que fue jubilado por enfermedad.

El juez, en su auto de procesamiento, acusa al ex minero de facilitar los explosivos a los terroristas.

Declaración al juez el 22 de marzo de 2004: "Abrieron el maletero del Golf y vi una bolsa verde con cables. Reconocí que eran explosivos y al darse cuente Mowgli [El Chino] cerraron el maletero del coche. Al abrir el portón, vi la bolsa verde y la identifiqué con Goma 2, leí dos y de lado vi cartuchos. Lo puse en conocimiento de la policía tres o cuatro días después del atentado. El maletero iba lleno y tapado, cada bolsa verde pesa 2,5 kilos y es de forma cilíndrica".

Declaración al juez el 4 de junio de 2004: "Al abrir el maletero vi bolsas, pero no puede identificar si eran explosivos o cosas de obras".

Declaración al juez el 17 de junio de 2004: "Mowgli no metió unos paquetes de plástico que ponía Goma 2 en el maletero del Golf. Hay dos testigos que pueden decir que no se había descargado nada".

Entrevista a El Mundo el 4 de septiembre de 2006. "Durante el viaje de Jamal Ahmidan [El Chino] a Asturias yo no les proporcioné explosivos ni los vi en su coche. En mi primera declaración tan sólo dije que los había visto [los explosivos] en su coche. Era una forma de contemporizar con la versión pactada con la policía sin implicarme".

TERRORISTAS: Islamistas... o no

Trashorras tenía perfectamente identificado el radicalismo islamista de El Chino por las conversaciones que había tenido con el que fue uno de los jefes del comando terrorista que atentó el 11-M en Madrid, según explicó en sus primeras comparecencias ante el juez. Unos meses más tarde, el ex minero perdió la memoria y declaró todo lo contrario al mismo magistrado.

Declaración al juez el 22 de marzo de 2004. "Acudí a la policía porque de hablar con Mowgli [El Chino] vi que era una persona con la que no se puede razonar en relación con Dios. Me dijo un día que si soplaba a la mano, a ésta llegaba una sensación aunque no lo viera y que así era Dios. Que tenían el ejército más potente del mundo, que Bin Laden hizo bien y que hacen bien en poner explosivos y matar. Fui atando cabos y por eso acudí a la policía".

Declaración al juez de 17 de junio de 2004: "Me empecé a llevar bien con Jamal Ahmidan [El Chino] cuando nos empezamos a hablar del consumo de droga, pero nunca hemos hablado de islamismo ni nada, yo conozco a gente que es islamista radical que lo reconocen, pero Jamal Ahmidan no lo ha reconocido nunca y nunca me ha dicho nada de eso".

CONFIDENTE: Avisos de hachís o dinamita

Carta al policía Manuel Rodríguez, 'Manolón', de abril de 2004. "Hemos de tener la conciencia muy tranquila pues sabes bien que por lo menos de mi parte no tenía ni la menor idea de lo que iba a ocurrir en Madrid".

Declaración al juez de 16 de noviembre de 2004: "Yo no sabía que iban a entregar sustancias explosivas. Si no se lo hubiese dicho a Manolo al igual que le dije cuando trabajaban con hachís".

Entrevista a El Mundo el 4 de septiembre de 2006: "Manolón sabía desde el 27 de febrero que el 28 se iba a realizar un transporte de sustancias ilícitas. Yo quería que los detuvieran, pero se me dio la orden de esperar".

EL ATENTADO: Sospechas

Declaración al juez de 4 de junio de 2004. "El día 13 de marzo, cuando apareció la furgoneta de Alcalá de Henares con los detonadores, llamé a Manolón para decirle que si no habrían sido los moros y me comentó que no hiciera caso, que había sido ETA".

Entrevista a El Mundo el 4 de septiembre de 2006. "Mis sospechas de que Mowgli tenía algo que ver con el 11-M comenzaron en la noche del 12 de marzo, cuando desde la Cadena SER se aseguraba, con total fiabilidad, que un terrorista suicida iba en los trenes. Yo había recibido a primeros de marzo una extraña llamada de Mowgli desde Ibiza en la que me decía que si no nos veíamos en la tierra, nos veríamos en el cielo".

EL POLICÍA: Honrado funcionario o potencial asesino

Carta a Manuel Rodríguez de abril de 2004. "Te ha de quedar claro que siempre defenderé ante quien haga falta tu honradez y honorabilidad y ejemplaridad en tu trabajo. Ya quisiera España tener policías como tú, con tanta dedicación y buen hacer en el trabajo".

Entrevista a El Mundo el 4 de septiembre de 2006.

-Periodista: "¿Alguien de las fuerzas de seguridad quiere eliminar a Lavandera?".

-Trashorras: "Ese alguien tiene nombre y apellido y se llama Manolón [Manuel Rodríguez]. Lavandera aportaba informaciones diversas, pero les estaba estropeando los negocios paralelos que tenía la policía. Además, el propio Lavandera participaba en los negocios de armas, explosivos, drogas y prostitución".

[Javier Lavandera fue calificado ayer erróneamente por EL PAÍS como delincuente, pues carece de antecedentes penales].



6 comentarios:

Anónimo dijo...

1/ Para empezar El Mundo ha negado que pagara en ningun caso y entre creer a PJ y creer a Polanco, me quedo con el que investigo el GAL y no con quien lo oculto.

2/La frase completa ha sido ocultada, como se puede ver en el ABC, porque lo que dice Trashorras es lo que piensa que ESTA HACIENDO EL NAYO, NO TRASHORRAS. Es decir lo que dice Trashorras es "si yo fuera Nayo, mientras El Mundo pague bla bla bla

3/Todo esto justo el dia que el PP demanda el informe que relaciona a ETA con el 11M, y que Telesforo Rubio conocia. Os recuerdo a los progres bienpensantes que Telesforo Rubio fue apartado por Marlaska de la investigacion por avisar a la mismisima ETA de que Marlaska iba a hacer redadas

4/Empezais a tener los mismos tics que durante el GAL. Estais de mierdecita hasta el cuello y lo sabeis, tragais con lo que haga falta por manteneros en el poder.

Vosotros sois los fascistas. Asesinos

Anónimo dijo...

11M-entira
11M-anipulación

EL PAIS = MANIPULACIÓN
PSOE = GAL = ETA


El País ha manipulado toda la conversación de Trashorras en la cual se refiere a otras anteriores de el Nayo en las que le acusaba a él.

Trashorras dice: Nayo, desde fuera (huido) puede contar la Guerra Civil si se lo paga El Mundo. ¡se refiere a Nayo, no a él!

EL PAIS = MANIPULACIÓN
PSOE = GAL = ETA
11M-entira
11M-anipulación

Anónimo dijo...

Los de este blog vais de progres con que el 13/14M fue un gran movimiento social. Pero cuando surgen dudas como castillos quereis silenciarlas. No se como no se os cae la cara de verguenza.
Golpistas, troleros, mentirosos, trapisondistas, abrazafarolas, chapuceros, chorizos, vendepatrias, asesinos, criminales.

Estais acojonaditos porque se esta descubriendo el pastelin que montasteis.

Sois nauseabundos.

PSOE+ETA=11M

Anónimo dijo...

Que verguenza que pongas una fota de un manifestante con las palabras "quien ha sido", mientras te tragas la bazofia de la version oficial.

Tranquilo, que la ciudadania de verdad, no los grupitos de pacotilla, no dejaremos de preguntar QUIEN HA SIDO? hasta que se sepa toda la verdad.

QUIEN HA SIDO?
QUIEN HA SIDO?
QUIEN HA SIDO?
QUIEN HA SIDO?
QUIEN HA SIDO?
QUIEN HA SIDO?
QUIEN HA SIDO?
QUIEN HA SIDO?
QUIEN HA SIDO?
QUIEN HA SIDO?
QUIEN HA SIDO?
QUIEN HA SIDO?
QUIEN HA SIDO?
QUIEN HA SIDO?
QUIEN HA SIDO?
QUIEN HA SIDO?
QUIEN HA SIDO?
QUIEN HA SIDO?
QUIEN HA SIDO?
QUIEN HA SIDO?
QUIEN HA SIDO?
QUIEN HA SIDO?
QUIEN HA SIDO?

Anónimo dijo...

JAJAJJA, esta gente es que no sabe ni leer:

Trashorras. Mientras el periódico El Mundo pague, si yo estoy fuera, les cuento la Guerra Civil española. Desde que nací. Desde la guerra civil hasta ahora. Si te vienen con un chequecito cada... ¿Por qué piensas que lo hizo Nayo?


Vamos a ver, si fuese Nayo como comentais, tendría que poner "nació" y no "nací". Solo un pequeño detalle xD.

Anónimo dijo...

"Hola amigos soy Coco

Hoy os voy a enseñar como manipular una grabación:

--------------*SEGÚN EL PAIS---------------------

Trashorras: "Mientras 'El Mundo' pague, les cuento la Guerra Civil"

Da a entender el diario de Prisa que el periódico que dirige Pedro J. Ramírez pagó a Trashorras para que avalara lo que da en llamar "la teoría conspirativa del 11-M".

-------------*SEGÚN LA REALIDAD:-----------------

-Entrevista de EL MUNDO a Nayo (24-02-05)

Nayo: "Trashorras trafica con explosivos y colaboró para ETA"

-Grabación de Suárez Trashorras con sus padres sobre este asunto (Marzo de 2005)

Trashorras: "Mientras el periódico El Mundo pague, si yo estoy fuera (en referencia a Nayo), les cuento la Guerra Civil española. Desde que nací. Desde la Guerra Civil hasta ahora. Si te vienen con un chequecito cada... ¿Por qué lo hizo Nayo? (pregunta a su padre los motivos por los que Nayo dijo eso en El Mundo)".

-Entrevista POSTERIOR publicada por el diario EL MUNDO a Suarez Trashorras (4-09-06)

Bueno amigos esto ha sido todo por hoy.

Agradecimientos al diario independiente de la Mañana (El Pais)