06-10-04 EL PAÍS
La ex Delegada del Gobierno en el Principado, Mercedes Fernández González, remitió el 19 de junio de 2000 a la Comandancia de la Guardia Civil de Oviedo un oficio contestando a una consulta de la Comisión Interministerial Permanente de Armas y Explosivos "sobre la necesidad de mantener la vigilancia de los barrenos cargados con explosivos" por parte de vigilantes de seguridad concluyendo este informe que la misma no era necesaria.
La delegada del Gobierno en Asturias en 2000, Mercedes Fernández González, no vio necesario aumentar la vigilancia en las minas con agentes de seguridad privada para el control "de los barrenos cargados", es decir, de las cargas armadas y listas para las voladuras. Este momento ha sido identificado por la Guardia Civil como el más vulnerable para un robo y ayer mismo, en la comisión del 11-M. "Lo que parece que ha fallado es el control del explosivo cuando éste llega a la mina", dijo el teniente coronel Fernando Aldea, jefe actual de la Comandancia de Asturias.
La Guardia Civil elevó en 2000 una consulta al área de Industria y Energía de la Delegación del Gobierno asturiana sobre "la necesidad de mantener la vigilancia con vigilantes de seguridad de los barrenos cargados". La solicitud de consejo fue elevada a la Comisión Interministerial Permanente de Armas y Explosivos, que contestó: "Todo barreno cargado quedará bajo vigilancia cuando sea posible el acceso al mismo o no esté debidamente localizado".
La delegación concluyó que el reglamento de Normas Básicas de Seguridad Minera sólo dice que "la vigilancia se ejercerá por operarios, preferentemente, o por medio de señales ópticas y acústicas, todo ello de acuerdo con lo que dispongan las disposiciones internas de seguridad, que no aluden para este caso los vigilantes de seguridad". La conclusión que se saca, y que la delegada envió el 19 de junio de 2000 a la Comandancia de la Guardia Civil es que debe aplicarse el reglamento, "no siendo necesaria para la vigilancia de barrenos cargados la presencia de vigilantes de seguridad".
Aldea contó ayer que en Asturias hay medio centenar de agentes para la intervención de explosivos y que hay 97 consumidores de dinamita, con entre cinco y ocho minipolvorines cada uno. "Es mucho trabajo para poca gente", dijo, aunque señaló que el problema mayor es cuando el explosivo se lleva dentro de la mina, se produce la voladura y no se regresa hasta el día siguiente a recoger el mineral y la ganga.
16/10/04
El Gobierno no vio necesaria en 2000 la vigilancia personal de depósitos de explosivos
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