21/3/07

Un agente de la UCIE reconoce a Bouchar como la persona que huyó del piso de Leganés

El Jefe de los GEO relata la intervención en el piso de la calle Carmen Martín Gaite de Leganés.- Dos testigos identifican a Zougam y sus socios como compradores de las tarjetas del 11-M

21-03-07 - Europa Press

Un miembro de la escala básica de la Unidad Central de la Información Exterior (UCIE) reconoció hoy ante el tribunal del 11-M al acusado Abdelmajid Bouchar como la persona que huyó el 3 de abril de 2004 de la vivienda situada en el número 40 de la calle Carmen Martín Gaite de Leganés (Madrid), donde se suicidaron siete terroristas islamistas.

Explicó que Bouchar salió a tirar la basura y al ver a los agentes de paisano repartidos en las cercanías del portal "se puso nervioso" y en lugar de regresar a la vivienda comenzó a "correr mucho". Bouchar fue detenido el 17 de julio del 2005 en Sarajevo, pasando a prisión provisional desde septiembre de este mismo año.

El testigo fue uno de los agentes que salió en persecución del acusado. Relató que por lo menos seis funcionarios policiales de su unidad se desplazaron inicialmente a Leganés tras comprobar que en esta zona estaban "activas" varias tarjetas telefónicas de personas sospechosas de estar relacionadas con los atentados del 11-M. Su intención inicial era ver si había "implicados utilizándolas".

Una vez que las unidades localizaron la calle donde estaba situada la vivienda en cuestión, los agentes se distribuyeron a lo largo de la avenida contigua. Poco tiempo después, relató el agente, apareció "un chico que llamó la atención" de los policías y que se disponía a tirar una bolsa de basura color verde oliva.

Describió a esa persona como un hombre de joven de constitución "atlética" que salía del portal que "en principio" tenían que controlar. Cuando regresaba hacia la puerta de entrada del edificio, los agentes intentaron "disimular" su presencia. No obstante, Bouchar pasó a "un metro de distancia" y "miró a la cara" a los policías, indicó.

En un momento de su declaración el agente se interrumpió y dijo: "Por favor, si deja de mirarme se lo agradecería". Sus palabras se dirigían a uno de los acusados, el considerado autor intelectual de los atentados, Rabei Osman El Sayed, alias "Mohamed El Egipcio", que se inclinó dentro del habitáculo en el que están recluidos para conseguir ver al declarante.

Ante el abrupto cambio de tono en su voz, el presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, se dirigió al policía y le explicó que los acusados tienen derecho a ver a los testigos a pesar de la protección que impide que su imagen se difunda fuera de la sala.

"Me está incordiando, me pone nervioso", se justificó el policía que solicitó a continuación "alguna otra manera" para seguir con su testimonio con mayor comodidad. "Ellos tienen derecho a mirarle, no hay otra opción, si le molesta gírese hacia aquí", le respondió Gómez Bermúdez. La declaración continuó normalmente y el acusado dejó de mirar al testigo.


El Jefe de los GEO en Leganés afirma que "nunca" tomaron la decisión de entrar en el piso

El jefe del operativo del Grupo Especial de Operaciones (GEO) que intervino en Leganés afirmó hoy ante el tribunal del 11-M que "nunca" tomaron la decisión de "entrar" en el interior del piso de la calle Carmen Martín Gaite donde se habían atrincherado los siete terroristas islamistas que se suicidaron en Leganés el 3 de abril del 2004.

La fiscal Olga Sánchez preguntó al policía por el momento en que tomaron la decisión de acceder al domicilio y el geo contestó: "No, nunca. Nunca decidimos entrar".

Dijo también que, tras hacer estallar la puerta de acceso a la vivienda, su grupo, formado por 15 miembros, inició un intercambio verbal con los terroristas. Los geos les instaron a abandonar la casa y los miembros de la célula contestaron a gritos a los agentes: "¡Entrar a por nosotros mamomes!"

También detalló que el subdirector general operativo de la Policía, Pedro Díaz-Pintado, le informó poco antes del inicio de la operación de que se había interceptado una llamada en la que uno de los terroristas decían a sus familiares que "estaban rodeados" y que esa noche "iban a morir".

Explicó que las 19.00 horas una dotación de 10 agentes se desplazó a Leganés y que en un cuarto de hora, su grupo, compuesto por 5 agentes, acudió a la vivienda. Una vez allí el testigo indicó que recibió toda la información pertinente de su superior, Díaz-Pintado, quien le comunicó que estaban "atrincherados" cerca de 5 terroristas y que contaban con los explosivos no utilizados en los atentados.

Con estos datos y tras sopesar las distintas opciones para reducir a los terroristas, el jefe de la unidad diseñó toda la operación contando con "el visto bueno" del subdirector general. El testigo explicó al tribunal que un policía, vecino del inmueble, les aportó todos los pormenores sobre el interior del edificio.

El jefe del operativo de los GEO, explicó, a preguntas de las defensas, que antes de inclinarse por la opción escogida para negociar con los terroristas --intentar, "con calma", hacerles salir con el uso de gas lacrimógeno-- se barajaron varias alternativas. Su intención, en todo caso, era "cogerles vivos", explicó el testigo en referencia a los suicidas.

Así, expuso que se desechó la opción de irrumpir en la casa por sorpresa a causa del elevado peligro que revestía para su equipo y su objetivo. Lo mismo ocurrió con la segunda posibilidad, entrar derribando la pared de la vivienda colindante. Además, el geo precisó que no disponían de acciones de caracter parecido como referencia. "No había situaciones similares que yo sepa", apostilló.

Explicó que los 15 agentes volaron la puerta de entrada del inmueble y tomaron posiciones en la escalera y en el rellano del portal, portando en todo momento máscara antigas. Tras parapetarse, iniciaron contactos con los terroristas y pudieron escuchar, "pared con pared", los cánticos y "alaridos" en árabe de los siete terroristas islamistas.

Con brevedad pero sin omitir detalles, el testigo relató que intentaron disuadir a los terroristas de que depusieran su actitud tras hacer estallar la puerta. "Le dijimos que salieran, que no les iba a pasar nada", explicó. Tras la negativa de los miembros de la célula los atrincherados lanzaron ráfagas de disparos esporádicos.

También detalló que, tras negarse a salir, los terroristas le ofrecieron enviar un emisario. Los GEO accedieron pero precisaron que éste debía salir "desnudo y con las manos en alto". Como repuesta se repitieron una vez más --precisó el testigo-- disparos y alaridos de los atrincherados. El agente incidió en la brevedad del intercambio verbal entre policías y terroristas y dijo que desde el momento en que volaron la puerta hasta que se produjo la explosión transcurrieron únicamente tres minutos.

"Cuando explotó la vivienda fue cuando murió nuestro compañero", señaló el testigo en referencia al subinspector de los GEO Francisco Javier Torronteras. Explicó que él sufrió contusiones y desgarramientos en una pierna y dijo que el resto de los agentes resultaron también heridos de diversa consideración.


- La Brigada de Información de Madrid seguía a varios acusados desde marzo de 2003. Tras el comunicado de Osama Bin Laden en que lanzaba una amenaza directa contra España su grupo no recibió órdenes de aumentar su vigilancia.

- El comisario jefe de la UCIE supo que habían localizado la casa de Leganés a las tres de la tarde del 3 de abril.

- "El Chino" alquiló la finca de Morata con un nombre falso en enero de 2004, según un testigo.

- Abdul Khaled Al Jondi declara que vendió tarjetas teléfonicas a "El Tunecino", que le explicó que quería abrir un locutorio.

- El regente de Bazar Top dice que la persona que adquirió los móviles tenía "poco pelo" y dijeron ser búlgaras.

- Dos testigos identifican a Zougam y sus socios como compradores de las tarjetas del 11-M.

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