Los jefes policiales encargados del 11-M afirman que la bolsa bomba siempre estuvo bajo control
21-03-06 - Jorge A. Rodríguez (EL PAíS)
Los cinco máximos responsables de la investigación policial sobre el 11-M se declaran estupefactos ante las variopintas hipótesis de lo ocurrido que leen en algún medio de comunicación. Su trabajo se ha extendido a hechos ocurridos antes, durante y después del ataque combinado de Madrid, y lo han realizado con el actual Gobierno socialista y con el anterior del PP. Les han acusado incluso de amañar la investigación. Un comisario, dos inspectores jefes y dos subinspectoras de la Unidad Central de Inteligencia (UCI) y de la Unidad Central de Información Exterior (UCIE) se han prestado a detallar conjuntamente a EL PAÍS qué han investigado, cómo lo han hecho y hasta dónde han llegado.
- La bolsa bomba. Es uno de los capítulos sobre los que han leído hipótesis que les indignan. Sobre todo porque se ha llegado a insinuar que la bolsa bomba que no llegó a estallar en el tren que se detuvo en la estación de El Pozo pudo ser depositada a posteriori por una mano negra con el fin de involucrar a los terroristas que, en efecto, resultaron ser los presuntos autores del múltiple atentado, como sostienen sin dudar los investigadores. "Al llegar al Pozo, lo primero que se hizo fue tender cordones de seguridad y auxiliar a las personas que estaban allí. Hubo gente que ayudó a sacar efectos de los trenes, que se amontonaron en el andén, pero esa gente estuvo poco porque luego se encargaron los bomberos. Según los Tedax, ellos revisaron los efectos que continuaban dentro de los trenes, pero no con perros". Las mochilas, abrigos y otros efectos que estaban junto a los cadáveres sobre el andén fueron recogidos por el Selur [un servicio especial de limpieza], y cargados en dos furgonetas policiales, "siempre bajo control policial". "El dispositivo era tan enorme que a veces las decisiones fueron contradictorias". Una de las subinspectoras se refiere a que primero fueran llevados los efectos a la comisaría de Vallecas, luego (sin sacarlos de las furgonetas) al Ifema y de nuevo a la comisaría. "A las nueve o nueve y media se dejó todo en un local de los bajos de la comisaría, bajo llave y custodiado... Hasta que se ordena hacer inventario". Un inspector hace entonces una reflexión: "¿Quién ha dicho que se podía anular esa prueba? Se ha obtenido sin vulnerar derechos fundamentales, sin actuaciones ilícitas, que es cuando se podría anular. Incluso si se hubiera roto la cadena de custodia, que en absoluto ha sido así porque en el Ifema estaba bajo control policial y para pasar a la zona donde se encontraba había que acreditarse, tampoco se invalidaría lo obtenido a partir de ella". "Así que asunto resuelto hasta que se inventen otra cosa. La teoría de la manipulación de la prueba de la mochila es absurda", sentencia el otro inspector. "Además, la mochila era igual a otra que los Tedax explosionaron".
- La tesis de ETA. De ETA no han visto ni rastro. Están convencidos, y tienen pruebas de ello, de que el 11-M fue obra de una célula islamista local con dos líderes: Jamal Ahmidan, el Chino, el jefe operativo, y Serhane Fakhet, el Tunecino, doctorando en Económicas y cabeza pensante. "La ejecución del 11-M tiene nombre y apellidos y son los que todo el mundo conoce", sentencian.
Los cinco reunidos, que se niegan a ser identificados o fotografiados (trabajan en la calle y no quieren problemas), no entienden a qué obedece el intento de descalificar el trabajo de miles de funcionarios. "La Comisaría General de Información en pleno se puso a trabajar con todos sus medios y comprobando todo en medio del caos del 11-M. Miramos todo por si aparecía algo, lo que fuera. Hasta que apareció algo", rubrica un inspector: la Renault Kangoo hallada en Alcalá de Henares, la mochila bomba desactivada y las ropas tiradas por los terroristas en la estación de Vicálvaro, que era la primera prueba (fue recogida el 11-M a las 9.30). El resto de pruebas remachan lo conocido. Por partes.
- La furgoneta de Alcalá. "Al principio, tras comprobar que era robada, fue revisada con un perro que no detectó las sustancias volátiles del explosivo, entre otros motivos porque el pequeño resto que había estaba en una bolsa hermética", explican. Las huella de Daoud Ouhnane y restos de ADN de Abdenabi Kounjaa, Rifaat Anouar Asrih y Allekema Lamari se hallaron más tarde.
- La trama asturiana. "Los detonadores, no los explosivos, ni la tarjeta ni el teléfono hallados en el Pozo, son los que nos llevan a Asturias. De lo de los teléfonos nos enteramos en Asturias, el 16 de marzo por la tarde", explican los investigadores. "Fuimos a comprobar de qué mina habían podido salir los detonadores. Descubrimos que en Asturias había alguien que había trabajado en Caolines de Merillés que podía saber algo". Era José Emilio Suárez Trashorras. "Tuvimos cuatro entrevistas con él. En la tercera se derrumbó. Dijo que tenía contactos con un tal Rafa [Zouhier], a quien conoce por su cuñado [Antonio Toro]. Y lo de ETA no salió por ninguna parte, pero, de haber salido, los de información interior lo hubieran trabajado. Allí había gente de información exterior, de interior, del CNI... Pero es que no aparece nada de eso, salvo informaciones periodísticas. Todos los indicios o vías que han surgido se han investigado sin sesgo ni presión alguna", subrayan. "Cuando ya se derrumba Trashorras, identifica a Zouhier y habla de un tal Mogli [Jamal Ahmidan]. Cuando le preguntamos por los explosivos nos dijo que no sabía nada pero admitió que los moritos se llevaron explosivos y detonadores". "Cuando aún se está en Asturias", agregan, "es cuando nos enteramos de lo de los teléfonos y vemos, sin que lo sepa Trashorras, que la línea de investigación de los detonadores y la de los teléfonos cuadran".
- La sudadera de Vicálvaro. Es en realidad la primera prueba. Se obtiene gracias a que varios testigos ven cómo varias personas se alejan a toda velocidad de los trenes, se quitan parte de la ropa que llevaban y la echan a un contenedor. Las prendas las recoge la Guardia Civil y son sometidas a pruebas de ADN. "Al principio se obtienen cuatro perfiles genéticos anónimos, que no se sabe si tienen relación con los atentados. Es mucho más tarde, cuando se produce el suicidio de los terroristas, cuando se obtienen sus perfiles genéticos, cuando se ve que los cuatro rastros de ADN, hasta entonces anónimos, eran de Otman el Ghanout (preso), Rifaat Anouar Asrih, Abdenabi Kounjaa y Mohamed Oulad Akcha (suicidas)". La primera prueba obtenida también cierra el círculo sobre la célula islamista del 11-M.
Los investigadores llegaron al piso de los suicidas de Leganés tras una ingente comprobación de cientos de teléfonos móviles y tarjetas prepago. Esa línea, además, les llevó primero a Jamal Zougam, quien vendió las tarjetas de las bombas. Luego permite identificar a los hermanos Oulad Akcha, porque usaron una de ellas para llamar a su hermano Khalid, preso en la cárcel de Topas. Algo después conduce a Asturias y a la guarida de los terroristas en Chinchón. Y, finalmente, a la casa de Leganés.
"El piso de Leganés se halló durante una comprobación rutinaria, de los miles que se hicieron esos días, aunque tras el intento de atentado al AVE, el 2 de abril de 2004, íbamos a toda velocidad porque teníamos claro que iban a darnos otra vez. Al principio no relacionábamos el piso y el alquiler con el 11-M", relatan los investigadores.
"No sabíamos que los terroristas estaban dentro. Íbamos a echar un vistazo. Cuando estábamos allí bajó Abdelmajid Bouchar, que salió corriendo. Entonces salieron disparos desde el interior, pero nosotros no hicimos ni un tiro. ¿Cómo íbamos a disparar contra las ventanas? Podíamos darle a cualquiera. Sólo dispararon ellos, quienes, por cierto, estaban casi todos identificados en ese momento, aunque no sabíamos que estaban dentro. Lo que sí hicimos fue ponerles a alguien en la puerta para que no salieran".
"Buscábamos al Tunecino porque se había ido de su casa y era sospechoso. Buscábamos al Chino porque Rafá Zouhier nos había llevado a su casa de la calle de Villalobos. Y buscábamos a los hermanos Oulad por lo de la cárcel de Topas. Pero en ese momento no estaba cerrado que estuvieran conectados con el 11-M, salvo en el caso del Chino y los Oulad y, por dos y dos son cuatro, Amer Azizi".
Es allí cuando, tras saber por el hermano de Abdenabi Kounjaa que éste le había llamado para anunciarle su suicidio (con otra tarjeta del lote de la bomba), cuando cuadra todo. "El piso cierra el círculo, es el punto de conexión, lo que encaja todo", sentencian los investigadores. Relaciona los explosivos, los detonadores, los teléfonos, la bomba desactivada, la casa de Chinchón, la Kangoo, los sospechosos y la sudadera de Vicálvaro, que ya el 11-M situaba a los suicidas en el lugar del crimen. Con su ADN.
21/3/06
"El piso de Leganés es el punto de conexión de todo, cierra el círculo", según la investigación policial
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9 comentarios:
¿Y los pantalones puestos del revés?
La historia oficial
Hacia falta un comisario Reguengo....
El Fiscal traza un circulo
NO SE COMO NO TE DA VERGUENZA HACER ESTE BLOG. NO PUBLICAS MÁS QUE BASURA POLANQUISTA SOBRE LA VERSIÓN OFICIAL DEL 11-M. NO VAIS A SILENCIAR LAS VOCES QUE RECLAMAN LA VERDAD. ME DAIS ASCO. MUCHO QUEJARSE ENTRE EL 11 Y EL 14 DE MARZO, Y AHORA BIEN QUE DIGERIS TODOS LOS AGUJEROS NEGROS. OJALA UN DIA OS SALPIQUE LA SANGRE
PD: LA VERDAD DEL 11-M HAY QUE BUSCARLA EN MARRUECOS Y ESTADOS UNIDOS. NO EN ETA
Bush hace aguas en su segundo mandato, articulo en El Pais, Grupo Prisa de Jose M.Calvo
Corresponsales de El Pais en Londres: Walter Openheimer, Ernst Ekaizer
Lo que dice aquí sobre la sudadera de Vicálvaro es FALSO. Un testigo vio a UN HOMBRE tirando la sudadera bajo una caseta de obra. En ella había varios erfiles genéticos diferentes, pero ninguno corresponde a ninguno de los suicidados en Leganés ni a otros presuntos implicados en el atentado.
Es en un guante que se encontró después dentro de un bolsillo de la sudadera, y que al rinciio no había sido visto, en dónde se encontró ADN de Asrih Rifaat. Sólo de éste, y no de los demás que se citan. Eso dice el Auto del Juez. Cuando reconocieron el ADN de Asrih Rifaat ya tenían también identificados los perfiles de genéticos de Kounjaa y de Oulad Akchat, Y NO LOS RECONOCIERON.
Por lo tsnto, esta información es FALSA DE TODA FALSEDAD, y quien quiera comprobarlo que lea el qauto del juez del Olmo, que es úblico y en el que consta mucha información de interés ara comrobar que hay muchas mentiras en este asunto. ero mentiras actuales, que tienen que ver con la investigación llevada a cabo despu´ñes de que el SOE ganara las elecciones e hiciera el baile de ascensos en las Fuerzas y Cuerpos de Seguirdad del Estado.
Belga 197, heroe de internet
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