4/10/05

Anexo Autoría del 11-M

El sumario judicial apunta que el 11-M lo ideó "la red norteafricana de Al Qaeda"

22-01-05 - Jorge A. Rodríguez

El día en que el comando que perpetró el 11-M eligió sus objetivos y cerró su plan criminal es aún un misterio. También sigue sin conocerse quién hizo el diseño estratégico del ataque, que se cobró 191 vidas y más de 1.500 heridos. La Comisaría General de Información ha buceado en los sumarios sobre terrorismo islámista abiertos en España, gracias a lo cual ha puesto en pie el trasfondo del atentado. El sumario del 11-M contiene muchas de las claves de la masacre, que apuntan a que la matanza tuvo su origen "en la red norteafricana de Al Qaeda", asentada también en España.

La trama empieza a ser conocida en octubre de 1995, cuando comenzó la relación de Imad Eddin Barakat Yarkas, Abu Dahdah (Alepo, Siria, 1963), con la organización Ansar el Islam, tras el traslado a Londres de Mustafa Setmarian Nasar, Abu Musab Al Suri, de 46 años, quien acabaría recalando en Afganistán como jefe de un campo de entrenamiento terrorista (Estados Unidos tiene puesto precio a su cabeza). Abu Dahdah se convirtió en "el representante de la organización de Osama Bin Laden en España" y bajo su influencia cayó Jamal Zougam, cuyo domicilio fue registrado en junio de 2001, después de que Francia lo vinculara con "extremistas islámicos radicados en Francia".

Abu Dahdah le había echado el ojo en 2000 a un grupo de musulmanes asentados en Madrid, seguidores de Tabligh al Dawa, "una organización misionera islámica, de origen paquistaní".En ella estaban, entre otros, Khaled Zemini Pardo (preso por el 11-M); Serhane Ben Abdelmajid, el Tunecino (nacido en Túnez en 1968 y muerto en el suicidio de Leganés, el 3 de abril), Mustafa el Maymouni (preso en Marruecos por el atentado de Casablanca) y Amer el Azizi (implicado en el 11-M y uno de los jefes de Al Qaeda para Europa).

El primero en ser captado y radicalizado por Abu Dahdah fue Azizi, quien se fue a entrenarse al campo afgano del Mártir Abu Yahyia, donde coincidió con Karin el Mejatti, Abu Ilyas, miembro de una célula creada en 1999 en Casablanca por el movimiento Salafiya Jihadiya de Marruecos, acérrimo de la ideología Takfir Wal Hijra, la más radical del salafismo. En ese campo estaba Abdulatif Mourafik, Malek el Andalusí, captado a su vez por Abu Ilyas, el hombre más buscado por Rabat.

Azizi vino de Afganistán totalmente radicalizado y empezó a lanzar su prédica entre su antiguo grupo de amigos, como Maymouni y el Tunecino. Justo antes, en octubre de 2000, Azizi fue arrestado en Estambul (Turquía), entonces punto de paso obligado para los combatientes islamistas que iban o venían de Afganistán.


La reunión de Estambul

Abu Dahdah fue detenido el 13 de noviembre de 2001 por su implicación en el 11-S y unos meses después, en febrero de 2002, se celebró una reunión en Estambul, trascendental para el terrorismo islamista. En ella, "dirigentes de los grupos islámicos combatientes libio, marroquí y tunecino acordaron que la yihad debía realizarse en los lugares donde se residía, sin que tuviera que irse el buen musulmán, a aquellos lugares donde existía conflicto abierto con el Islam, como Chechenia, Cachemira, Afganistán, Bosnia, Irak" . El acuerdo, según varios servicios de inteligencia, se hizo "bajo el manto de coordinación de Al Zarqawi" (el hombre que aterroriza Irak) y situó "a Marruecos y a España como objetivos". La policía escribe sobre ese encuentro: "La decisión parece ya tomada, sólo faltaba encontrar el momento, situar el objetivo y definir quiénes lo ejecutarían".

Por esas fechas, Maymouni se traslada a Marruecos, donde Malek el Andalusí le encargó "crear la célula de Kenitra para cometer atentados en Marruecos", lo que él, según los investigadores, entendió "como el punto de partida para crear también su grupo en Madrid". Maymouni regresó a España en septiembre de 2002, tras dejar en su tierra un comando compuesto por cinco terroristas. De la primera persona que tiró en Madrid fue de su cuñado, el Tunecino, y luego de su amigo Driss. Los tres comenzaron a acudir a reuniones de exaltación de la yihad en la casa de Fayssal Allouch, a las que acudían Mohamed Afalah y Said Berraj, huidos tras el 11-M.

A partir de enero de 2003, el Tunecino, Chebli y Maymouni ya expresaron en esas reuniones "sus deseos de atentar en España" en respuesta "a la situación de conflicto en Irak y la postura del Gobierno de España". Maymouni volvió en febrero de 2003 a Marruecos para dirigir su célula, que ya había atentado en Larache. Pero fue detenido, lo que dejó la célula en manos del Tunecino y Chebli. Éste fue detenido en junio de 2003, con lo que Serhane se quedó de jefe principal del comando, según las investigaciones policiales.


Coincidencias cruciales

Ese año se producen tres hechos cruciales. En marzo de 2003, Rabei Osman El Sayed, Mohamed el Egipcio, se puso en contacto con la célula del Tunecino, "debido a que sus planteamientos radicales pro-yihad habían llegado a su conocimiento". Este radical trae consigo a dos supuestos terroristas: Basel Ghalyoun y Fouat el Morabit, ambos presos por el 11-M. El otro hito sucede en septiembre, cuando el terrorista argelino del GIA Allekema Laamari (en libertad por un error judicial) se traslada a Madrid con su amigo Afallah y empieza a acudir a la mezquita de la calle de Alonso Cano, donde hacía de imán suplente el Tunecino. El tercer hecho es el regreso de Jamal Ahmidan, el Chino, tras acabar de cumplir en el verano de 2003 una larga condena en Marruecos.

El Chino llega a España muy radicalizado y comienza a frecuentar la mezquita del barrio de Villaverde, donde imparte una prédica radical el imán Samir Ben Abdellah, quien acudía a las reuniones del Tunecino. En Villaverde viven los hermanos Rachid y Mohamed Oulad Akcha, traficantes de hachís como el Chino. Con ellos se suman a la banda asesina otros dos personajes: Rifaat Anuar y Abdennabi Kounjaa. El Tunecino acaba captándolos. Todos los citados en este párrafo, salvo Ben Abdellah, se suicidaron en Leganés.

El Tunecino ya estaba lanzado en octubre de 2003, cuando comenzó a amenazar con "hacer ataques", con perpetrar "algo fuerte" en España. Pero, según parece, Serhane "no era el origen de la amenaza", ya que ésta habría venido de personas vinculadas a Maymouni, es decir, de los grupos islámicos combatientes libio y marroquí, "integrados en la red norteafricana de Al Qaeda". El Departamento de Estado de EE UU incluyó el 17 de diciembre al Grupo Islámico Combatiente Libio en su lista de organizaciones terroristas que suponen "una seria amenaza" para los norteamericanos. Adam Ereli, portavoz del Departamento de Estado, explicó el 28 de diciembre que este grupo "ha estado involucrado en la planificación de los atentados de mayo de 2003 en Casablanca".



El Tunecino unió a cuatro grupos de islamistas tras el verano de 2003

22-01-05 - Jorge A. Rodríguez

Los investigadores de los atentados del 11-M están convencidos de que la decisión final de cometer la matanza tal y como estaba diseñada fue tomada entre diciembre de 2003 y enero de 2004, ya que es en el último mes citado cuando comienzan los preparativos para la ejecución material de la masacre. En ese momento, sobre todo tras el verano de 2003, ya están coordinados cuatro grupos, según el sumario del 11-M: "El liderado por Jamal Zougam, denominado de Lavapiés; el de Jamal Ahmidan, formado en Villaverde; el identificado en torno a Sarhane el Tunecino, formado a su vez por dos grupos, el constituido por Mustafa el Maymouni y el liderado por Mohamed el Egipcio, y, finalmente, algunos individuos vinculados con la célula de Al Qaeda de Abu Dahdah desarticulada en noviembre de 2001".

El pegamento de estos personajes, "el único nexo común entre los grupos investigados", es Serhane, pero hay un elemento sin el que, aparentemente, el atentado podría haberse quedado en un plan, una tentativa: Jamal Ahmidan, que es quien recuerda que su amigo Rafá Zouheir le había hablado en 2002 de que había conocido en la cárcel a unos asturianos que manejaban explosivos.

Los elementos clave del 11-M siempre aparecen vinculados a la red norteafricana de Al Qaeda, a los grupos terroristas originarios de Marruecos, Argelia, Túnez, Libia e incluso Egipto, lo que hace pensar a los investigadores que "probablemente sea a través de estos grupos como se planifican los atentados y se decide cómo hacerlos, aunque este punto está aún falto de mayor concreción".


Perfil alto en la red

Las dos personas que han presumido de conocer los atentados tenían relación con estas redes: El Egipcio y Hassan El Haski, "un líder del Grupo Islámico Combatiente Marroquí envuelto en una sucesión a la jefatura del grupo marroquí que contaba con miembros en España". Además, dos personas implicadas directamente en el 11-M tenían (y posiblemente siguen teniendo) "un perfil alto dentro de la red de Al Qaeda": Said Berraj y Amer el Azizi. La captura de estos dos últimos se considera de vital importancia para aclarar el 11-M.

Los cuatro estuvieron en España hasta muy pocos días antes del 11-M, cuando, como medida de precaución, pusieron pies en polvorosa. Ya fuera de España, El Haski le contó esto a un amigo suyo que lo escondió en París: "Dijo que era su grupo de marroquíes en España quien había dado el golpe. Dijo que era su jamaa (grupo) la que había hecho eso y yo noté su cambio de comportamiento antes y después de los atentados".



Los preparativos del 11-M comenzaron en enero de 2004

22-01-05 Ana Terradillos/CadenaSER.com

Los atentados del 11-M se empezaron a diseñar ideológicamente entre octubre y noviembre de 2003, pero en el plano operativo, los preparativos comenzaron a finales de enero de 2004. Lo primero que dejaron atado los terroristas fue, el 28 de enero, la casa de Morata de Tajuña, donde se fabricaron las mochilas bomba.

El titular de esta finca era un integrista islámico, hermano de uno de los procesados por el 11-M que se encuentra en prisión desde 2001, y la encargada de alquilarla fue su mujer. Como intermediarios aparecen: El Chino, uno de los suicidas de Leganés y autor material de los atentados; El Tunecino, ideólogo de la masacre; y el propio Abu Dada, jefe de Al Qaeda en España que, pese a estar en prisión, maneja desde la cárcel los trámites de alquiler de la finca.

Este dato, que figura en los informes policiales recogidos en el sumario del 11-M, es importante. Primero, porque vuelve a vincular a Abu Dada con los atentados de Atocha, y segundo porque ratifica una vez más la interrelación existente entre los terroristas encarcelados y los que permanecen libres a la espera de las directrices de los presos.

Tras la casa de Morata de Tajuña, el segundo paso fueron las tarjetas telefónicas de prepago. Éstas se empezaron a comprar a principios de febrero y a mediados ya estaban todas adquiridas. Lo último fueron los teléfonos, que primero se compraron y después se manipularon. Se liberaron en el locutorio de Jamal Zougam, tal y como se había acordado en las reuniones celebradas por la célula del 11-M a finales de 2003, fecha en la que la idea de atentar contra España comenzó atomar forma.



La investigación judicial no halla indicios de implicación de ETA o de Marruecos


21-01-05 - J. A. Rodríguez / J. M. Romero (EL PAÍS)

Los 3.045 folios del sumario del 11-M que el juez Juan del Olmo envió el miércoles a la comisión que investiga la matanza en el Congreso no contienen ni una referencia a una posible implicación de ETA o de los servicios secretos marroquíes. Ambas posibilidades han sido insistentemente barajadas por el PP y medios afines, basándose fundamentalmente en que Marruecos había puesto en libertad a Mohamed Haddad, reconocido por dos personas en los trenes. Sin embargo, Del Olmo nunca ha ordenado detener a Haddad, los testigos se desdijeron y Haddad ha probado que estaba el 11-M en Tetuán.

La supuesta implicación de ETA en los atentados ha sido sostenida casi en solitario por el Partido Popular, que ni siquiera se ha creído los informes policiales presentados por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en su comparecencia en el Congreso. Sin embargo, ni en los cinco tomos sobre los que se ha levantado parcialmente el secreto del sumario (1.173 páginas en conjunto) ni en las siete piezas separadas (1.872 folios) hay ni una línea sobre este asunto, salvo las escasas referencias al respecto del confidente Rafá Zouhier, utilizadas para inculpar a Emilio Suárez Trashorras y Antonio Toro Castro de tener montada una trama de venta de explosivos para cualquier grupo terrorista, ETA incluida.

Salvo estas referencias y otras de los interrogados por el juez en el sentido de que en principio pensaron que el atentado era de ETA, no hay más sobre este particular. Menos aún figura sobre una supuesta implicación de los servicios secretos marroquíes, una posibilidad sobre la que el portavoz del Partido Popular, Eduardo Zaplana, ya preguntó al presidente del Gobierno en los siguientes términos: "La pregunta es muy concreta. ¿Tiene información o ha aclarado ya el Gobierno a la policía por qué Marruecos, según nuestra información, según parece, ha puesto en libertad a Mohamed Haddad, uno de los posibles autores materiales del atentado?".

Haddad fue reconocido por dos personas como supuesto autor material de los atentados, ya que un testigo de nacionalidad peruana lo identificó fotográficamente, como también lo hizo una testigo protegida, que aseguró que el día 12 lo vio salir de la casa en que vivían "con una maleta tipo troley". Su vivienda, sita en la avenida de las Ciudades, de Getafe (Madrid), la compartía en régimen de alquiler con su cuñado Abdelmajid El Farsiqui.

Uno de los elementos de peso para sospechar de Haddad, además del reconocimiento de los testigos, era que supuestamente había sido detenido por la policía turca el 10 de octubre de 2000 junto a Said Berraj (el mensajero de Al Qaeda, huido y buscado por el 11-M), Amer Azizi (también en paradero desconocido e implicado en los atentados de Casablanca y Madrid), Saledine Benyaich (detenido en Algeciras y preso en Marruecos por el atentado en dicho país) y Lahcen Ikasrien (detenido posteriormente en Afganistán y recluido en la base norteamericana de Guantánamo, Cuba). Este dato figuraba en la orden de registro, que se ejecutó el 15 de marzo y en el que lo más sospechoso que se halló fue hachís.

Sin embargo, el 16 de marzo la Unidad Central de Información Exterior (UCIE) hacía una corrección, en el sentido de que donde se decía que Haddad había sido detenido con un pasaporte con su verdadera identidad junto a Ikassrien (o Isjarin), tenía que decir lo siguiente: "Lahcen Ikassrien, individuo actualmente bajo la custodia de las autoridades norteamericanas en Guantánamo, fue detenido por las autoridades turcas utilizando una libreta de pasaporte con la filiación de Mohammed Haddad, pero con la fotografía de Lahcen", según un documento enviado al Congreso firmado por el comisario Rafael Gómez Menor, quien ya declaró en la comisión de investigación. Es decir, que como mínimo se ignora si estuvo en Estambul.

Pese a ello, el citado Haddad fue detenido días después por la policía marroquí, a pesar de que ni entonces ni ahora el juez Juan del Olmo había librado ninguna orden de detención contra él, según fuentes de la investigación, que agregan que la captura se ejecutó por la policía marroquí inmediatamente después de que la embajada de España en Rabat hiciera una gestión para interesarse por su paradero.

Haddad, sin embargo, fue liberado poco después porque ninguno de los dos testigos que lo reconocieron se ratificaron posteriormente ante el juez y porque, según fuentes españolas y marroquíes, pudo acreditar con testigos que el mismo 11-M estuvo viendo un partido de fútbol en un bar de Tetuán. Lo que sí ha reconocido es que le dejó su pasaporte a Ikassrien porque ambos eran amigos. Haddad no figura entre los terroristas buscados por Interpol por el 11-M.

El PP volvió a preguntar la semana pasada por este asunto, coincidiendo con la visita de los Reyes a Marruecos, sugiriendo que Haddad sería un agente de los servicios secretos marroquíes, un departamento de seguridad que está convencido de que los atentados de Madrid y Casablanca tienen un origen estratégico común.

De hecho, salvo en el explosivo (peróxido de oxígeno en uno y Goma 2 de Madrid) y en que el ataque de Marruecos fue cometido por suicidas, ambos atentados son muy similares. La primera sinopsis de la policía española sobre el ataque de Casablanca decía: "Al parecer, los atentados fueron cometidos por 14 terroristas, que portaban artefactos en otras tantas mochilas, los cuales hicieron explosionar a una hora determinada. Actuaron en cuatro grupos distintos". La descripción puede aplicarse de forma exacta al 11-M.



Antonio Toro desmonta la teoría de Zouhier sobre su relación con etarras

21-01-05 - Diariocrítico/Agencias

Antonio Toro Castro, imputado en la trama que facilitó los explosivos para el 11-M, reconoció el pasado 16 de noviembre ante el juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo, durante el careo con su cuñado Suárez Trashorras, que estando en prisión por otra causa criminal mostró a su hermana Carmen y a su cuñado un papel con un teléfono, que pertenecía a esposa de un tal Sabino, que estaba en prisión con él. Esto contradice lo afirmado por Zouhier en una carta, en la que señalaba que este número podría pertenecer a un miembro de ETA. Sobre el contenido de este careo ya no pesa el secreto sumarial por decisión del magistrado.

Según Toro, Zouhier no estaba en el locutorio de al lado para poder verlo, sino más lejos. Añadió que dentro de la cárcel no hizo ningún ofrecimiento de explosivos a nadie y "que no es cierto que se ofreciese a traficar con armas y explosivos de Francia a España", ya que sólo se dedicó a traficar con drogas y vender coches.

Sobre su relación con los implicados por participar directamente en los atentados, Toro señaló que la sustancia explosiva que éstos bajaron de Asturias a Madrid no se la entregaron ellos, ni tampoco les dieron los detonadores que adquirieron en verano de 2003.

Reconoció que la droga la compraba por mediación de Zohuier y Jamal Ahmidan, 'El chino' -uno de los presuntos autores que se suicidaron en el piso de Leganés el pasado 3 de abril-, y que la primera vez que vio a los dos juntos fue en noviembre de 2003, en el restaurante McDonals del barrio madrileño de Moncloa, donde se reunieron para hablar de una partida de estupefacientes que no se vendía porque era muy mala.


Los amigos de Zouhier

Asimismo, Toro afirmó que la misma noche de los atentados su cuñado se acercó a su domicilio "nervioso" y le dijo que creía que los autores de la masacre erán los "amigos" del confidente de la Guardia Civil Rafá Zouhier, con quien ambos mantenían negocios en relación con el tráfico de drogas.

La manifestación de Toro fue contradicha por su cuñado Trashorras, que aseguró que dicho comentario "fue bastante posterior" y que el 13 de marzo también se lo había dicho a 'Manolo', el inspector de Estupefacientes de la Comisaría de Avilés para quien actuaba de confidente.

"Eso no fue el 11 de marzo porque además no había ningún indicio de que no hubiese sido ETA", manifestó Trashorras, tras lo cual Toro indicó que no se acordaba del día exacto en el que mantuvo esta conversación con su cuñado, sólo que era de noche.


Un papel con un teléfono

Según Toro, Zouhier no estaba en el locutorio de al lado para poder verlo, sino más lejos. Añadió que dentro de la cárcel no hizo ningún ofrecimiento de explosivos a nadie y "que no es cierto que se ofreciese a traficar con armas y explosivos de Francia a España", ya que sólo se dedicó a traficar con drogas y vender coches.

Sobre su relación con los implicados por participar directamente en los atentados, Toro señaló que la sustancia explosiva que éstos bajaron de Asturias a Madrid no se la entregaron ellos, ni tampoco les dieron los detonadores que adquirieron en verano de 2003.

Reconoció que la droga la compraba por mediación de Zohuier y Jamal Ahmidan, 'El chino' -uno de los presuntos autores que se suicidaron en el piso de Leganés el pasado 3 de abril-, y que la primera vez que vio a los dos juntos fue en noviembre de 2003, en el restaurante McDonals del barrio madrileño de Moncloa, donde se reunieron para hablar de una partida de estupefacientes que no se vendía porque era muy mala.


Valoración del juez

En la valoración que hace sobre el careo, el juez del Olmo manifiesa que Toro "se adapta con rapidez a las indicaciones e insinuaciones" que le hace su cuñado Trashorras y "muestra una personalidad de amplio influjo" por parte de su cuñado, "lo que genera una desconfianza en cuanto a sus manifestaciones en orden a los extremos por él manifestado".

Sobre Trashorras, Del Olmo afirma que logró llevar a Toro a la aceptación de sus indicaciones, por lo que para el instructor "se genera una duda racional en orden a la percepción de la credibilidad y verosimilitud" de la diligencia.

Más declaraciones, esta vez recogidas en el tomo 5 de este sumario. Otro de los imputados Otman el Gnaut reconoce que a principios de febrero trabajó en la finca de Morata de Tajuña, donde se fabricaron las mochilas-bomba del 11-M, y que allí vio una furgoneta blanca similar a la Renaut 'Kangoo' que se encontró el 11 de marzo en Alcalá de Henares.

Según esta declaración, la furgoneta no estaba forzada y tenía las llaves para arrancarla, una teoría que refuerza la hipótesis de la policía de que la furgoneta pudo no haber sido robada.



El 'comando' del 11-M aceleró la ejecución material del atentado desde el 28 de enero

23-01-05 - J.A.R.

Los preparativos para la ejecución material del atentado que el 11 de marzo segó la vida de 191 personas fueron ultimados a partir del 28 de enero, día en que se firmó el alquiler de la casa de Chinchón (Madrid), base logística del comando. Los terroristas estuvieron cerrando los detalles durante los 70 días anteriores a la masacre pero, por motivos de seguridad, dejaron para las dos últimas semanas los asuntos más peligrosos, como la consecución de los explosivos. Ya con todo en su poder, abandonaron sus casas y se reunieron el fin de semana anterior a los atentados, según el sumario del 11-M.

Las declaraciones de los detenidos hasta ahora, trufadas con las investigaciones llevadas a cabo por la Comisaría General de Información -tanto con Jesús de la Morena como con Telesforo Rubio al frente- revelan que los terroristas aceleraron los preparativos en enero. El 19 de ese mes fueron convocadas las elecciones generales para el 14 de marzo y es a partir de entonces cuando el comando cierra los asuntos logísticos. Las fechas más significativas son las siguientes.

- Del 22 al 25 de enero. Entre esos días se reúnen en un restaurante Mc Donald de la zona de Moncloa (Madrid) José Emilio Suárez Trashorras y Jamal Ahmidan, el Chino. Era, al menos, la tercera reunión que celebraban en Madrid. Las otras dos las mantuvieron en un local de la misma cadena en Villaverde. Los investigadores sospechan que fue entonces cuando se cerró el acuerdo para lograr la Goma 2.

- 28 de enero. El Chino cierra el alquiler de la casucha de Chinchón, por 2.520 euros al año, tras unos días de negociación. El chamizo estaba desde antiguo ligado a radicales islamistas. Por ejemplo, en 2001 estuvo alquilada por Mustafa El Maymouni (preso por el atentado de Casablanca y vinculado al 11-M) y en octubre de 2002 estuvo alquilada por Serhane Ben Abdelmajid, El Tunecino.

- 1 de febrero. En ese día cayó la llamada fiesta del cordero, en la que se matan animales por el rito musulmán. Varios de los implicados en la matanza estuvieron en Chinchón con la excusa de celebrar esa fiesta.

- 5 o 6 de febrero. Otman el Ghanout declaró ante el juez que uno de esos dos días estuvo haciendo "trabajos de albañilería" en la casucha, acondicionando un agujero dentro de una caseta. El Chino le dijo que era un comedero para cabras. Ese zulo fue utilizado para ocultar los explosivos.

- 15 de febrero. Otman acondiciona con poliexpam el zulo y las paredes de la caseta. El Chino le dice que es para que las cabras no pasen frío.

- 25 de febrero. Jamal Zougam compra, a nueve euros cada una, 30 tarjetas telefónicas prepago en la tienda de Shingri Kantesh Kumar. Algunas fueron usadas en los atentados.

- 27 de febrero. José Emilio Suárez Trashorras comunica a sus amigos que está esperando una visita "de los moritos", es decir, a Jamal Ahmidan y a los hermanos Mohamed y Rachid Oulad.

- 28 de febrero. El Chino se presenta en Avilés a las cinco de la tarde. Es el día elegido para recoger los explosivos. Acuden en dos coches a la mina y, tras perderse, tienen que llamar a Trashorras para que les guíe.

- 29 de febrero. De madrugada, el comando, el menor Gabriel M. y Trashorras recogen el explosivo y van al trastero que el ex minero en Avilés para cambiarlo de coche. Parten hacia Chinchón, descargan y se van de copas.

- 2 de marzo. El Chino dice a sus amigos que se va a la casa de Morata porque tienen que celebrar allí una reunión.

- 4 de marzo. Doce de los teléfonos usados en los atentados son comprados y liberados para poderlos usar con cualquier tarjeta en una tienda de decomisos de Villaverde. Ese mismo día, El Chino viaja a Ibiza y luego a Palma de Mallorca para cerrar una operación de narcotráfico que sirvió para financiar los atentados.

- 6 de marzo. Naima Oulad saca del banco 13.500 euros para sus hermanos Rachid y Mohamed, que se pusieron en paradero desconocido. El Tunecino y Basel Gahlyoun también hacen lo mismo, tras comer en la mezquita de la M-30. Abdennabi Kounjaa alquila una en Albolote (Granada) en la que iba a ocultarse el grupo para atentar en Andalucía.

- 8 de marzo. Dos individuos compran en la tienda de Kantesh la cinta de vídeo que luego fue utilizada para reivindicar la masacre. Said Berraj, el mensajero, deja a su mujer en la casa de unos familiares en Málaga. Mohamed Belhadj cerró ese día el alquiler del piso de Leganés en el que el 3 de abril se suicidaran siete terroristas.

- 9 de marzo. Los terroristas montan las bombas, las introducen en bolsas de deportes y se encomiendan al rezo.

- 10 de marzo. Entre las 16.00 y las 19.00, los terroristas activan las tarjetas telefónicas de los aparatos, cuyo vibrador-despertador hacia estallar las bombas.

- 11 de marzo. Esa madrugada los terroristas se encaminan a la estación de Alcalá de Henares en al menos dos coches. A las 7.15 montan en los trenes, colocan las bombas y se bajan. Los artefactos estallan entre las 7.37 y las 7.41, causando la mayor tragedia de España desde la Guerra Civil. Esa misma tarde, los terroristas están reunidos de nuevo en Chinchón y deciden trasladarse Leganés.



Resumen de los 4 primeros tomos del sumario judicial del 11-M

Un año después de los atentados de 11-M, el juez Juan del Olmo ha instruido un sumario, el 20/04 del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, que tiene ya 111 tomos y casi 40.000 folios, que en su mayor parte siguen bajo secreto sumarial. El juzgado sólo levantó el secreto para los cinco primeros tomos, y facilitó copia en soporte informático a todas las partes personadas en el proceso y a la Comisión de Investigación del Congreso.

Hasta ahora, según fuentes de la Audiencia Nacional, figuran 74 imputados en la causa, de los que 22 se encuentran en prisión preventiva, 17 se encuentran en libertad provisional pero con medidas cautelares y 33 en libertad sin obligación de acudir al juzgado. Otros dos de los imputados están presos pero por hechos ajenos al 11-M.

Además, un menor fue condenado el pasado 16 de noviembre a seis años de internamiento y otros cinco de libertad vigilada como autor de un delito de transporte y suministro de sustancias explosivas a un grupo terrorista.

Un total de 30 testigos protegidos de varias nacionalidades han declarado en la causa. A algunos de ellos se les ha cambiado de identidad y de lugar de residencia.

Se han cursado cinco comisiones rogatorias a Italia, Francia, Argelia, Marruecos y Bélgica. La de Italia, para interrogar a Rabei Osman, el Egipcio, detenido en Milán; las de Francia, Argelia y Marruecos, para recabar datos sobre familiares de los imputados, así como para practicar pruebas de ADN que cotejar con muestras obtenidas de los suicidas de Leganés; y la de Bélgica, para pedir información sobre personas que luego fueron detenidas.

También se dictaron seis órdenes de busca y captura internacional. Entre los buscados figuran Mohamed Belhadj, Mohamed Afalah, Abdelmajid Bouchar, Said Berraj, Daoud Ouhnane y Amer Azizi.


27-01-05 - Diariocrítico

Diez meses después de la masacre de Madrid ha llegado a la Comisión de Investigación del 11-M en el Congreso de los Diputados la mayor parte del sumario incoado por el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6, Juan del Olmo. Esa parte del sumario -aún hay otra que permanece secreta- ocupa nada menos que 3.000 folios.


Tomo 1: La tensión de los primeros momentos y las primeras actuaciones

El primer tomo (332 folios) recoge las actuaciones iniciales nada más conocerse el alcance del atentado terrorista. Aquí están incluidas las primeras actuaciones judiciales y policiales, que reflejan una gran tensión ante tamaño drama humano. Así puede observase, por ejemplo, en el acta del levantamiento de cadáveres. Un día después del atentado seguían apareciendo restos humanos en la estación de El Pozo, lo que da idea de la magnitud de la tragedia, de lo dantesco de la escena, del horror que se desató sobre miles de personas en tan sólo décimas de segundo.

En este primer tomo se podrá encontrar, por ejemplo, cómo el 12 de marzo, un día después de la masacre, la Comisaría de Vallecas remitió al Juzgado una relación de efectos personales de las víctimas de la estación de El Pozo. Entre los objetos había dos libros que sendos pasajeros del tren masacrado iban leyendo en ese momento: "Vivir para contarlo", de Gabriel García Márquez, y "Amarse con los ojos abiertos", de Jorge Bucay. Es una anécdota cruel que refleja, sin embargo, la cantidad de esperanzas y de vidas que quedaron cercenadas ese día.

También se incluyen en este tomo las primeras detenciones del sábado, 13 de marzo, dos días después del criminal atentado, así como lo que se encontró en los registros en los domicilios de los detenidos. No hay datos en este tomo que no sean ya conocidos. Pero por primera vez se ofrece el sumario en su integridad.


Tomo 2: primeras detenciones y conexión con la red de Al Qaeda

El segundo tomo, con 170 folios (13,7 MB en formato pdf) recoge las primeras detenciones efectuadas a partir de las 12.40 horas del sábado 13 de marzo, dos días después de cometidos los atentados del 11-M. Según los informes que remite al Juzgado Central número 6 el comisario jefe de los TEDAX, Juan Jesús Sánchez manzano, queda claro que a las 02.40 horas del 12 de marzo la Policía ya sabía a ciencia cierta que el explosivo utilizado por los terroristas era Dinamita Goma2 ECO, y no Titadyne como se había afirmado anteriormente desde el Ministerio del Interior y que, según el ministro Ángel Acebes, sustentaba la tesis de la autoría de ETA por ser Titadyne la sustancia explosiva más comúnmente utilizada por ETA.

Como consecuencia de la investigación del teléfono móvil hallado como detonador en la mochila que no explotó en la estación de El Pozo se llega a las primeras detenciones a partir de las 12.40 horas del 13 de marzo: Vinay Kohli, Suresh Kumar, Mohamed El Bakkali, Jamal Zougan y Mohamed Chaoui. En este segundo tomo que les ofrecemos íntegro en la actual entrega se da cuenta de la petición, el 14 de marzo, de la Brigada de Información Provincial de Madrid para prorrogar la detención incomunicada de los cinco detenidos un día antes. En diferentes pliegos se informa al Juzgado del desprecinto y relación de los efectos intervenidos en los registros domiciliarios de los detenidos en las calles Provisiones 20, Almansa 10, Rafael Ibarra 40, Tribulete 17 y Sequilllo 14 de Madrid. Se da traspaso a la Brigada de Información de 12 tarjetas de móviles intervenidas para su análisis e informe.

También contiene este segundo Tomo el informe de la Brigada Provincial de Información de Madrid dando cuenta al juez Juan del Olmo que a 19.40 horas del día 13 de marzo, poco después de ser detenidos los cinco primeros supuestos implicados, el canal de TV autonómica Telemadrid recibió una llamada de un hombre con acento árabe y que dijo, textualmente, lo siguiente: "Si quieren saber lo que ha pasado el día 11 de marzo, hemos dejado una cinta de vídeo entre la Mezquita de la M-30 y el quiosco de los helados en una papelera y tenéis diez minutos para recogerla o se la damos a otros". Es importante la llamada y la hora a la que se realizó porque la cinta es una reivindicación islámico-radical de la masacre de Madrid, pero a esas horas el ministro Acebes continuaba afirmando que la primera línea de actuación era contra ETA.

La cinta fue recogida recoge la policía, se comprueba que la llamada a Telemadrid se había efectuado desde el número 610-781759, de Vodafone y se solicita inmediatamente al Juzgado autorización para pedir a la compañía el titular de la tarjeta, así como una relación d sus llamadas.

Como consecuencia de las investigaciones, el jefe de la Unidad Central de Investigación Exterior (UCIE), Mariano Rayón, solicita ya el domingo 14 de marzo -jornada electoral- mandamiento de entrada y registro para los domicilios de Said Barraj (Tánger, Marruecos, 1972, quien, al parecer, actualmente se pasea libremente por su ciudad natal.), en el 70 de la calle Rocafort, de Madrid, y de Mohammed Haddad (Tetuán, Marruecos, 1967), en el 4 de la Avenida de las Ciudades, en Getafe.

Ese mismo día 14 la Brigada Provincial comunica la detención de Juan Manuel Obiols Touceda (Madrid, 1973), quien queda en libertad un día después.

El 15 de marzo un testigo reconoce a Mohammed Haddas como uno de los que estaban junto a la furgoneta de la Calle Infantado de Alcalá de Henares manipulando mochilas. A través de Interpol, y en el marco del Sumario 35/01 instruido por el titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, se tuvo conocimiento de que tiempo atrás Haddad había sido detenido por las autoridades turcas junto a Lahdn Ikasrin -quien en ese momento estaba ya detenido en Gauntánamo-, Salahedin Benyalch, alias Abu Muhgen -condenado ya entonces a 18 años en Marruecos por su vinculación con el atentado de Casablanca-, y Amer Azizi -procesado en el citado sumario 35/01 de Garzón por supuesta vinculación con Al Qaeda-. Sin embargo, la UCIE desestima ya en esos momentos la posible implicación de Said Barraj y desiste de la solicitud de mandamiento de entrada y registro.

Este Tomo dos finaliza con los informes que el 14 de marzo realizó el médico forense Juan M. Monge a todos los detenidos.


Tomo 3: Infierno sobre Madrid, inspecciones oculares y levantamiento de cuerpos

Los 215 folios (13,7 MB en formato pdf) de los que se compone el Tomo 3 del Sumario por la masacre del 11-M recogen, sin duda, la parte más escalofriante del vil atentado terrorista: de su lectura se desprende el infierno que vivió Madrid a lo largo del 11 de marzo, pero especialmente en la mañana de ese día. El relato cronológico de lo que va ocurriendo a través de los informes policiales, de los partes de los hospitales y de las diligencias judiciales supera el horror imaginable.

El sumario se inicia con las órdenes de traslado de los cadáveres y restos humanos esparcidos por las estaciones de Santa Eugenia, El pozo del Tío Raimundo y Atocha al pabellón número 6 del IFEMA y su posterior traslado al Instituto Anatómico Forense. La magnitud de la catástrofe es tal que el decano de los Juzgados de Madrid, José Luis González Armengol, adopta el acuerdo gubernativo 553/04 para suspender todas las vistas previstas señaladas para ese día: todos los recursos sanitarios, policiales, judiciales y hasta funerarios deben volcarse en el atentado.

Este tomo del sumario incluye las actas de levantamiento de cadáveres e inspección ocular, las cuales resultan de extremada dureza: ofrecen hasta el mínimo de las bolsas conteniendo cuerpos destrozados y restos humanos, con frases tan dramáticas como: "Tras acceder al andén por una pequeña escalera, se observa en el suelo un numeroso amasijo de hierros así como restos de prendas y otros efectos". Es un anticipo de lo que ocurrió realmente en esos trenes.

También incluye el tomo el informe de 30 folios realizado por la Unidad de Investigación de Accidentes de la Policía Municipal, adjuntando el reportaje fotográfico (60 fotogramas, no incluidos en el pdf), así como las llamadas telefónicas y faxes emitidos por los hospitales a los Juzgados comunicando el fallecimiento de numerosas personas, la mayoría sin identificar: muchos van falleciendo en los hospitales a lo largo de la mañana, como A.G., de 29 años, a quien se intentó salvar por todos los medios en el Hospital de la Princesa ya que se hallaba embarazada. Sus heridas fueron tan graves que no se pudo hacer nada: falleció a las once de la mañana, casi dos horas y media después del atentado.

A esas horas hay ya tal cantidad de muertos, que desde el Juzgado se da orden de actuación a todas las funerarias y se les pide coordinación para realizar los traslados. Paralelamente, se van recibiendo listas interminables de heridos confeccionadas por la Policía Municipal y dando cuenta del estado de los ingresados y atendidos en los centros hospitalarios.

Este Tomo 3 finaliza con la comunicación, el 15 de marzo, por parte de la Unidad Central de Información Exterior (UCIE) de la existencia de un testigo para el que se pide protección. Así lo acuerda el juez Juan del Olmo, que abre un tomo separado para los testigos protegidos.


Tomo 4: Comienza a desenmarañarse la trama criminal

El Tomo 4 del Sumario 20/2004 consta de 304 folios (26,3 MB en formato pdf) y contiene las primeras investigaciones policiales que van a conducir a desenmascarar la trama criminal islamista radical. Como continuación del Tomo anterior, en esta parte del Sumario se incluye un amplio informe (folios 125 a 150) del comisario Jorge Zurita, jefe de Coordinación y Apoyo Técnico de la División de Formación y Perfeccionamiento de la Dirección General de la Policía, sobre las actuaciones realizadas a lo largo del 11 de marzo en el tren que sufrió el atentado en la calle Téllez, de Madrid, cerca de la estación de Atocha.

El comisario Zurita detalla al juez todo lo ocurrido desde que se produjeron las explosiones y, así, se puede saber que ante la falta de camillas en los primeros momentos ordenó que se habilitan las puertas del tren y otros elementos similares para los primeros traslados de heridos. Hubo un cierto nerviosismo inicial porque no llegaban los Tedax, quienes debían asegurar la zona para que no corrieran riesgos los supervivientes y equipos de rescate. Pero, pese a todo, la labor de bomberos, Protección Civil, SAMUR, Policía y voluntarios fue fundamental y no se interrumpió en ningún momento, pese a que nadie con certeza si había alguna otra bomba oculta en el tren.

Por este informe se sabe que el juez Juan del Olmo se personó en el lugar a las 12.30 horas, acompañado por el Comisario general de Policía Científica. La recuperación de cadáveres no terminó hasta las 17.30 horas, recuperándose 64 cadáveres y diversos restos humanos, pero el último cadáver no salió de la estación con destino al Pabellón 6 del IFEMA hasta las 18.39 horas, momento en el que comenzó un segundo 'barrido' para recoger efectos personales dispersos y en el que los Tedax volvieron a revisar el tren. En total, once horas de trabajo continuado en un escenario infernal.

En el folio 153 se da cuenta de la localización de la furgoneta Renault Kangoo de Alcalá de Henares. La nota es del día 11, pero no se comunica por fax al Juzgado hasta las 23.40 horas. Lo curioso es que el auto del juez de ese mismo 11 de marzo dando cuenta de la comunicación de TEPOL sobre el hallazgo de la furgoneta señala lo siguiente: "[Furgoneta] En la cual han sido intervenidos diversos efectos que pudieran estar relacionados con el terrorismo islámico". Y es curioso, decimos, porque ese mismo día el entonces ministro del Interior, Ángel Acebes, si bien confirmaba que la Policía había abierto una segunda vía de investigación, seguía insistiendo fundamentalmente en la autoría de ETA.

Este cuarto Tomo del Sumario ofrece una visión panorámica de cómo se fue desarrollando la investigación policial después de que el día 13 de marzo fueran detenidos los cinco primeros presuntos implicados en la masacre de Madrid. Así, se recoge que el 15 de marzo la Brigada Provincial de Información obtuvo un mandamiento judicial para que la compañía telefónica Amena informara sobre un listado de 30 números de teléfonos móviles. Paralelamente, la Unidad Central de Investigación Exterior (UCIE) obtuvo autorización para nuevos registros en los domicilios de los cinco primeros detenidos -Vinay Kohli, Suresh Kumar, Mohamed El Bakkali, Jamal Zougan y Mohamed Chaoui-, así como para la recogida de vestigios de sustancias explosivas en diversas partes de sus cuerpos que hubieran podido tener contacto con los mismos.

Ese mismo día 15, Mohamed Haddad, otro de los detenidos, fue reconocido por un testigo como uno de los que se encontraban en la furgoneta manipulando diversas mochilas, lo que motivó el registro del domicilio de su cuñado, Abdelmajid El Farsioui, en Getafe, al que, entre otros efectos, se le encontró una cantidad no determinada de hachís.

Todos estos pasos previos permitieron el avance de las investigaciones, de manera que la Comisaría General de Información (CGI) informó al Juzgado Central número 6 que los hermanos Mohamed Al Hadi Chedadi (Tánger, 1966) y Abdennabi Chedadi (Tánger, 1972), cotitulares de la tienda "Afila" en el número 13 de la calle Caravaca, de Madrid, junto con Farid Oulad Ali mantenían contactos con Allekema Lamari (Argelia, 1965), quien tenía una orden de detención internacional por pertenencia a banda armada. Lamari sería uno de los que unos días después se suicidaría en el piso de Leganés. Se autorizaron nuevos registros domiciliarios en los que se obtuvieron más pistas para continuar la investigación; una investigación, por cierto, que alcanzó, incluso, al titular de la furgoneta Renault Kangoo que fue utilizada por los terroristas tras sustraerla y que fue descubierta en la estación de Alcalá de henares.

Una comunicación de la CGI del 17 de marzo ya avisa al Juzgado que están en la pista de la trama asturiana de explosivos, a través de un teléfono móvil que resulta ser de Israel López González (Avilés, 1972), del que se comunica al juez que puede tener relación con los detenidos el día 13 y con el suministro de los detonadores utilizados. Se autoriza la intervención telefónica por un mes (del 17 de marzo al 17 de abril).




El juez enmarca los ataques de Madrid, Riad y Casablanca en la "estrategia global" de Al Qaeda e insiste en que la postura de España en Irak fue clave en el 11-M

11-02-05 - EL PAÍS

El juez Juan del Olmo, que dirige desde hace 11 meses la investigación de los atentados que costaron la vida a 191 personas en Madrid, detalla en su último escrito, donde decreta la prisión para dos supuestos colaboradores de los terroristas del 11-M, la génesis de la matanza de los trenes. Del Olmo afirma que el atentado es obra de terroristas de la órbita de Al Qaeda y afirma que esta matanza es prácticamente idéntica a las de Riad (Arabia Saudí) y Casablanca (Marruecos), aunque en el 11-M fue obra de grupos semi autóctonos, "unidos por su odio a España y a Occidente" y jaleados por la postura española sobre Irak. Éstos son los aspectos principales del auto del juez Del Olmo:
"El análisis de los atentados del 16 de mayo de 2003 en Casablanca (Marruecos), en combinación con otros ejecutados días antes, el 12 de mayo en Riad (Arabia Saudí), permite esclarecer un conjunto de características coincidentes en operaciones inspiradas por Al Qaeda: uso de artefactos explosivos, células islamistas integradas por nacionales del país con conexiones en el exterior, ataques simultáneos y coordinados, acciones suicidas y objetivos fundamentales.

En los atentados de Madrid se ha producido una adaptación a la realidad española, aun siendo la táctica esencialmente la misma: empleo de artefactos explosivos; acción simultánea y coordinada; utilización básica de elementos personales "autóctonos", en este caso, no españoles de origen, sino personas "integradas" en España (...); conexiones con el extranjero (existencia de elementos personales que estaban integrados en una red más compleja y amplia, radicada en distintos países y con una relevante movilidad); utilización de redimidos del mundo marginal de la delincuencia (aprovechamiento de la existencia de un factor de desarraigo y de no asunción de valores de la sociedad en la que se está inmerso por algunas personas, cuya captación, adoctrinamiento, fijación de un sentido de vida y transferencia de un peculiar sentimiento religioso, determina la adscripción incondicional al movimiento que les transforma); y uso de los medios que les proporciona a las antedichas personas sus contactos y relaciones previas con el mundo delictivo (...). Es manifiesto que el objetivo de la acción terrorista era occidental (se actúa en territorio español) y que los atentados son contra la población española de modo indiscriminado (...).

- El factor suicida. Lo que no concurre en los atentados del 11-M es el factor suicida (...). No obstante, ese elemento había sido interiorizado por una parte relevante de la célula islamista (lo que determinó el suicidio el 3 de abril en Leganés...). Todo ello implica una inspiración en la estrategia de Al Qaeda, que atiende a la mayor repercusión psicológica y social en la población que sufre la ejecución de atentados simultáneos, coordinados, indiscriminados y letales (...).

- Influencia doctrinal de Al Qaeda.La investigación del atentado ha puesto de relieve, en todo caso, la existencia de un grupo de personas, marroquíes en su mayoría, de ideología integrista religiosa islámica, identificada como "salafista yihadista", parte de los cuales se reunían en establecimientos del barrio madrileño de Lavapiés, como eran la peluquería Abdou, propiedad de A. Berrak Sousane (detenido e implicado en los atentados), el restaurante Alhambra o el locutorio Jawal Telecom, propiedad de Jamal Zougam (también detenido por haber sido reconocido, testificalmente, como uno de los autores materiales de los atentados), todos ellos en la calle de Tribulete del citado barrio, así como por su asistencia a la desaparecida mezquita Al Huda, del mismo barrio.

Los grupos hasta ahora conocidos en el 11-M presentan dos características generales comunes:

a) El deseo de atentar contra todo lo que representa un obstáculo en su visión internacional del islamismo global (Yihad Mundial), es decir, el mundo debe separar lo maligno, identificado con la cultura occidental, del verdadero islam, golpeando a todo aquello que se interponga en su camino. Éste es el concepto de base de Al Qaeda y de todos los grupos y organizaciones ligados a ella.

b) Doctrina radical basada en el salafismo combatiente (...), legitimando mediante actos de justificación todos aquellos actos impuros que deban llevarse a cabo para lograr su objetivo. Ésta es la base en la que se sustentan los movimientos terroristas salafistas del norte de África, inspirados en el movimiento Takfir Wal Hijra, en la doctrina salafista yihadista y cuyo máximo exponente es el Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM).

- Grupos participantes en el 11-M. En la investigación aparecen implicados tres grupos de individuos: el liderado por Jamal Zougam, denominado de Lavapiés, el de Jamal Ahmidan, formado en Villaverde, el identificado en torno a Serhane El Tunecino, formado a su vez por dos grupos, el constituido por Mustafá Maymouni y el liderado por Mohamed El Egipcio, y finalmente, algunos individuos vinculados con la célula de Al Qaeda de Abu Dahdah desarticulada en noviembre de 2001. La mayoría de sus miembros son marroquíes.

El único nexo de unión de los grupos mencionados es Sarhane El Tunecino, cuñado de Maymouni y miembro de su grupo, con relaciones con miembros de la célula de Abu Dahdah, amigo de Jamal Ahmidan, contacto de Mohamed El Egipcio (...). Sarhane busca medios y gente para (...) atentar en España como reacción a la posición al conflicto de Irak. Se junta con el grupo de Jamal Ahmidan, consigue los explosivos y reúne un grupo con gente de varios de los grupos participantes.

A la célula se unen algunos elementos que habían quedado de la desarticulación de otras células en España (Allekema Lamari) unidos por su odio a España y al mundo occidental, quienes contactaron gracias a sus relaciones en grupos semejantes de la red norteafricana.

Probablemente sea a través de estos grupos (GICM) cómo se planifican los atentados y se decide cómo hacerlos, aunque este punto está aún falto de mayor concreción. Posiblemente tuvieran participación sujetos como Amer el Azizi, experimentados y con preparación técnica (...) Dos personas hacen alarde de conocer los atentados y se atribuyen su comisión. Mohamed el Egipcio, que, evidentemente, lo conocía y que seguramente fue apartado del grupo en el momento definitivo, y Hassan el Haski, un líder del GICM, envuelto en una sucesión a la jefatura del grupo marroquí (...). El dato de reivindicación de los atentados vuelve a situarnos en la esfera del GICM. Existen indicios, aún bajo investigación, que indican que miembros del GICM en Bélgica pudieran estar implicados".



La policía sitúa en la cúspide de la red del 11-M al jefe europeo de Al Qaeda

03-03-05 - J. A. Rodríguez (EL PAÍS)

La policía ha situado en la cúspide de la trama que organizó el 11-M al supuesto jefe de Al Qaeda para Europa, Abu Duhan Al Afgani, a cuyo nombre fueron reivindicados los atentados y quien también aparece citado en un documento, de diciembre de 2003, en el que un grupo de intelectuales islamistas radicales instaba a atacar a España "antes de las elecciones generales de marzo del año que viene" para forzar la retirada de las tropas españolas de Irak. La verdadera identidad de este personaje es aún un misterio. Hace un mes, los investigadores especularon que podría tratarse de Yousef Beldhaj, detenido en Bélgica por su presunta relación con la matanza, pero su papel se ha ido rebajando hasta el de un mensajero de la jefatura de la red de Bin Laden en España. La policía se inclina ahora por dos personajes: Mustafá Setmarian, un sirio español por cuya cabeza Estados Unidos ofrece cinco millones de dólares, y Amer el Azizi, un marroquí huido que estuvo en la cumbre de 2003 en Turquía en la que se ordenó a los islamistas que atacasen allí donde vivían.

La Comisaría General de Información ha elaborado un vasto organigrama, en cuya clave ha colocado al citado Abu Duhan (o Duhana). Este fue el nombre invocado por el islamista vestido de blanco (el color de luto ritual árabe) que reivindicó los ataques en el vídeo recogido en una papelera junto a la mezquita de la M-30, el 13 de marzo. En esa grabación, el comunicante se identifica como "portavoz del ala militar de Ansar (partidarios) de Al Qaeda en Europa, Abu Dujan Al-Afgani".


"Influencia ideológica"

En paralelo a él, destacados por su "influencia ideológica", se sitúan Hichan Tensaman Jad, un imán de Toledo que fue extraditado a Marruecos el 12-M, y Mustafá el Maimouni. Ambos están presos en Marruecos por su presunta relación con los ataques suicidas de Casablanca del 16 de mayo de 2003 y ambos participaron en las reuniones en la casa de Faisal Allouch en las que se jaleaba la guerra santa más sangrienta.

Esas reuniones eran a menudo espoleadas por Serhane Ben Abdelmajid Fakhet, el Tunecino, amigo de Maimouni, y que habría recogido los restos de la célula de Al Qaeda supuestamente creada en Madrid por el citado Setmarian y también por Edwin Iman Barakat Yardas, Abu Dahdah, preso por su supuesta relación con los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra Estados Unidos.

El Tunecino, presunto cerebro de la célula local que hizo los ataques, habría dejado "la planificación operativa" de la masacre a Allekema Lamari (condenado por pertenencia al Grupo Islámico Armado y en libertad por un error judicial) y a Jamal Ahmidan, el Chino. El primero tendría la cualificación técnica para montar la matanza, mientras el segundo tenía los contactos y los medios para conseguir la Goma 2 y los detonadores que finalmente fueron robados en Asturias.

El organigrama indica que ambos estaban ligados a Amer el Azizi y a Rabei Osmal Al Sayed, Mohamed el Egipcio. El papel de este último ha ido perdiendo importancia en las últimas fechas, ya que aunque se sabe que conocía a varios de los miembros del comando y quizás parte de sus planes, muchos investigadores lo consideran "un bocazas", que presume ante un acólito para darse importancia.

La policía considera que 18 personas tuvieron una "participación directa en los atentados", aunque no todos colocaron las bombas en los trenes. Siete de ellos están muertos: Jamal Ahmidan, Abdehhabi Kounja, Lamari, el Tunecino, los hermanos Rachid y Mohamed Oulad y Rifaat Ahuar Asri. Otros seis están en prisión: Mohamed Bouharrat, Otman el Gnaout, Jamal Zougam, Hamid Ahmidan, Basel Ghalyoun y Hicham Ahmidan. Y cinco están huidos: Daoud Ouhnane, Said Berraj, Mohamed Afallah, Abdelmajid Bouchar y Mohamed Belhadj.

Los investigadores están convencidos de que fueron entre 10 y 13 los terroristas que subieron a los trenes, uno por mochila, por lo que alguno de los 18 citados no habría colocado bomba alguna, pero sí estuvieron implicados en la preparación de los atentados, con pleno conocimiento.

Si todo es como figura en este organigrama, en la planificación, financiación y ejecución de los atentados participaron más de una veintena de supuestos terroristas, más otros ocho colaboradores de varias nacionalidades (Marruecos, Siria, Egipto, Argelia, Túnez y Arabia Saudí).

La comisión de la matanza se habría visto seriamente cuestionada si este pelotón no hubiera contactado con la trama de Asturias, donde han sido detenidas 18 personas. El intermediario fue, según todo lo conocido, Rafá Zouhier, quien enlazó a los radicales con el grupo de asturianos supuestamente dirigido por José Emilio Suárez Trashorras. En total han sido detenidas 78 personas por estos atentados, de los que permanecen en prisión una treintena.



La célula de Abu Dahdah, jefe de Al Qaeda en España, ideó y ordenó la masacre de Madrid

Según un informe de la comisaría general de información, al que ha tenido acceso la Cadena SER

07-03-05 - Ana Terradillos / Cadena SER

La célula de Abu Dahdah, el jefe de Al Qaeda en España, fue la que ideó y ordenó los atentados del 11 de marzo. Cuatro de los autores materiales de los atentados de Madrid, tres de ellos en paradero desconocido y otro en libertad judicial, empezaron ya en 1995 a trabajar a las órdenes de Abu Dahdah en España. La Cadena SER ha tenido acceso a un informe de la comisaría general de información elaborado en enero en el que la policía establecía estas conexiones.

Según este informe, el propio Abu Dahdah, previendo que la policía iba a establecer estas conexiones se presentó voluntariamente ante el juez Baltasar Garzón el 12 de marzo para reconocer que aunque conocía a los autores del 11-M, no tenía nada que ver con ellos.

La policía, sin embargo, establece estrechas conexiones que han seguido incluso después del encarcelamiento de Abu Dahdah en noviembre del 2001 por los atentados del 11-S. Al principio en 1995 la misión de esta célula era aglutinar a islamistas radicales, próximos a Al Qaeda, asentados en España y enviar a Afganistán los fondos que se conseguían a través de actividades delictivas y donativos recogidos en la mezquita de la M-30.

Tras la encarcelación de Abu Dahdah por los atentados del 11-S, la policía tiene datos de que siguieron trabajando en Madrid y Barcelona en la obtención de fondos para la Yihad. El lugarteniente de Imad Eddin Barakat, Abu Dahdah, es Amer Azizi, un marroquí encargado de reclutar a compatriotas asentados en España y enviarlos a Afganistán.

La policía le considera junto a Mustafa Setmarian, un sirio español de la célula de Abu Dahdah también huido, los planificadores ideológicos del 11-M.

Said Berraj el mensajero, también huido es el tercer hombre de Abu Dahdah estuvo detenido en Guantánamo y según la policía se encargó desde 1995 de la infraestructura logística de la célula de Al Qaeda en España. Said Chedadi es el cuarto eslabón de esta cadena. Ahora mismo está en libertad judicial.



El sumario del 11-M revela que siempre se siguió la pista islamista

29-05-05 - cyberterrorism.blogspot.com

Un informe remitido al juez Juan del Olmo a finales de marzo de 2004, pocos días antes del suicidio colectivo de Leganés, y que se encuentra en el Tomo 17 del Sumario, es sumamente revelador sobre las líneas de investigación que se emprendieron nada más producirse los atentados del 11-M. El informe determina que no había suicidas entre las víctimas de los trenes, que los autores eran musulmanes y hacia ellos se dirigió la investigación tras el hallazgo de la furgoneta Renault Kangoo, en Alcalá de Henares, el mismo día 11 y que España estaba inmersa en una fatwa dictada por Al Qaeda. El informe resulta demoledor contra las tesis mantenidas por el PP sobre la posible existencia de etarras.

El informe proviene del Servicio de Asuntos Árabes e Islámicos de la Unidad Central de Información Exterior (UCIE) y determina algunos puntos importantes (páginas 191 a 222 del Tomo 17):

1. "En ningún caso se han encontrado datos o signos indiciarios con base científica, que permitan suponer la existencia de un suicida entre las víctimas". Se desmontan así algunas informaciones vertidas por determinados medios de comunicación sobre tal extremo.

2. ¿Por qué no explotó la mochila hallada en Vallecas? La UCIE establece dos opciones:

A. "La teoría según la cual, la no activación de la tarjeta pudiera haber impedido la activación del sistema de explosión. Esta teoría quedó rechazada al saberse que la activación de la tarjeta no era necesaria, y refrendada al constatarse que las otras bolsas que explosionaron tampoco fueron activadas".

B. "Al tratarse de IMEI manipulados, existe la posibilidad de que cuando trató de activarse el mecanismo, al así determinarlo la hora señalada en el despertador, se diera la casualidad de que en la misma zona estuviera activado otro teléfono con el mismo IMEI, lo que hubiera provocado que el repetido correspondiente anulara uno de los dos, resultando anulado el de la bomba".

3. Sobre la cinta en árabe encontrada en la furgoneta de Alcalá de Henares: "Se trataba de la cinta con recitaciones de parte del Corán, concretamente de la Shura III La familia de Imrán, que contenía doscientas Aleyas en las que describía la batalla que libra el Islam contra sus adversarios. Está supuestamente recitada por el Jeque Ahmad Ben Alí Ajmi, Emir de El Cairo (Egipto)". Luego, no es cierto, como dijo el ex ministro del Interior, Ángel Acebes, que era una cinta cualquiera que pudiera adquirirse en cualquier sitio y que no significaba nada especial.

4. Además, "tras analizar estos indicios se apuntó a que la furgoneta presentaba indicios de presencia de dos hombres y dos mujeres".

5. Por los IMEI de los teléfonos móviles se llegó a la tienda de Suresh Kumar y Vinay Kohli. Un número de tarjetas fue vendido al locutorio de Jamal Zoughan y Mohamed Chaoui. Siguiendo la pista del teléfono móvil de la mochila que no explotó -única pista realmente válida- pudo comenzar a desenmarañarse toda la trama.

6. Del análisis de los detonadores se llegó a la conclusión de que eran de fabricación española y "de los utilizados en las minas con ambientes grisuosos o inflamables". Con esos datos, y con el tráfico de llamadas de los móviles que se fueron detectando, se llegó hasta la minería asturiana.

7. Sobre la reivindicación de los atentados el mismo 11 de marzo de 2004 en el periódico Al-Quds Al Arabiya de Londres, que llegó a través de un comunicado remitido por correo electrónico por las Brigadas de Abu Hafs Al Masri, dice el informe: "El correo enviado fue investigado y determinó que su origen partía de Irán, si bien en ese país a su vez habría sido recibido de cualquiera de otros tres sitios: Libia, Yemen o Egipto, lugares estos donde el distribuidor de Irán tiene sus clientes. Hasta el momento ha sido imposible profundizar en el origen de la comunicación".

8. Enorme trascendencia de la reivindicación por Al Qaeda (cinta dejada en un papelera cercana a la Mezquita de la M-30 y comunicada a Telemadrid el 13 de marzo). La UCIE recordaba al juez el comunicado de Osama Ben Laden del 18 de octubre de 2003, que no dejaba lugar a dudas: "Nos reservamos el derecho de responder en el momento y lugar adecuados contra todos los países implicados (en la guerra de Irak), especialmente el Reino Unido, España, Australia, Polonia, Japón e Italia". Por todos esos datos la UCIE deducía finalmente que "no puede descartarse que la reivindicación sea cierta (de Al Qaeda), si bien el hecho de que corresponda con los autores de los atentados del 11 de marzo, no implica que los mismos estén ligados realmente con Al Qaeda".

9.- Las bombas se montaron en la casa de Morata de Tajuña a la que se llegó a través de la información obtenida sobre los móviles y por declaraciones de los supuestos implicados que iban siendo detenidos. A este respecto, destacar tres aspectos:

A. La llegada de 200 tarjetas investigadas al locutorio de la calle Tribulete "determinó la implicación de un grupo de personas, de origen árabe, y asentadas en el barrio madrileño de Lavapiés. Dicho grupo se descubrió que giraba en torno a la figura del marroquí Jamal Zoughan", a quien incluso se le ocupó una tarjeta del grupo en las que estaba la tarjeta de la bomba.

B. Además, Zoughan fue reconocido por dos testigos como uno de los que subieron a los trenes.

C. Zoughan ya estaba siendo investigado en el Sumario 35/01 de Baltasar Garzón por presunta pertenencia a Al Qaeda.

El informe de la UCIE contenía tres anexos. El Anexo I (páginas 223 a 225 del Tomo 17), relativo a 'Informe interpretación-valoración sobre la toma de agua bendita de La Meca por radicales islámicos relacionados con los atentados del 11-M', establece que los implicados tomaban agua de la Meca en la peluquería para que Dios les perdonara lo que iban a hacer, o bien para darse fuerzas para el acto terrorista.

El Anexo II del informe de la UCIE recoge la lista de detenidos a 29 de marzo de 2004:

Vinay Kohli, Suresh Kumar, Mohamed Chaoui, Mohamed El Bakkali,
Jamal Zoughan, Farid Oulad Ali, Mohamed Al Hadi Chedadi, Abderrahim Zabak, Abdelouahid Berrak, José Emilio Suárez Trashorras, Rafa Zouhier, Naima Oulad Akcha, Khalil Oulad Akcha, Fasissal Allouch, Basel Ghalyoun, Fouad El Morabit Amghar, Mouhannad Almallah Dabas, Hamid Admidan, Said Ahmidan, Mostafa Ahmidan y Antonio Toro Castro.

El Anexo III, 'Informe conexiones telefónicas' (páginas 233 a 299), contiene importantes gráficos sobre conexiones entre IMEIs y tarjetas SIM y las interrelaciones entre sus usuarios.



Un jefe policial vincula a 'Abu Dahdah', presunto líder de Al Qaeda en España, con 'Abu Dujan al Afgani', el terrorista que reivindicó el 11-M

19-05-05 - José Yoldi

El comisario Rafael Gómez Menor, especialista en terrorismo islamista de la Unidad Central de Información Exterior (UCIE), afirmó ayer en la undécima sesión del juicio que se celebra en Madrid contra 24 islamistas acusados de formar parte de la célula española de Al Qaeda que el presunto jefe de este grupo, Imad Eddin Barakat, Abu Dahdah, mantiene vínculos desde al menos 2001 con Abu Dujan al Afgani, el terrorista que reivindicó en vídeo los atentados del 11-M.

Durante su declaración como testigo y como perito, Gómez Menor detalló hasta cinco conversaciones mantenidas entre julio y septiembre de 2001 entre presuntos miembros de la célula española de Al Qaeda y varios de los sospechosos de haber participado en los atentados de los trenes de cercanías. Estas conversaciones fueron grabadas por la policía y están incorporadas al sumario.

Durante una de ellas, mantenida el 11 de julio de 2001, Abu Dujan se encuentra en una cabina telefónica del barrio madrileño de Lavapiés con Driss Chebli -procesado en esta causa, para el que el fiscal pide 62.509 años por colaborar con el comando que atacó las Torres Gemelas, e imputado en el sumario del 11-M- y habla por teléfono con Abu Dahdah, que se encuentra con Amer Azizi, otro de los terroristas buscados por los atentados de Madrid. En ese diálogo, Chebli confirma a Abu Dahdah que ha vuelto de viaje y le informa de que Abu Dujan parte esa noche hacia Afganistán. Según el agente, Abu Dahdah era el principal reclutador de mujahidines en España para ir a combatir en Bosnia, Chechenia y Afganistán.

Las vinculaciones entre la célula española de Al Qaeda y el grupo autor de los atentados del 11-M son claras, según el testigo y perito, ya que en una de las conversaciones, celebrada el 1 de septiembre de 2001, Chebli explicó que estaba con Jamal Zougam y Said Berraj, dos de los imputados en el 11-M. Zougam se encuentra en prisión acusado de colocar mochilas bomba en los trenes de cercanías, ya que ha sido identificado por varios testigos presenciales. Berraj, conocido como Said el Mensajero, es objeto de una orden de busca y captura, pues se le atribuye la labor de correo entre Al Qaeda y el comando autor de los atentados.

En otra de las conversaciones entre Chebli y Abu Dahdah, mantenida el 5 de septiembre de 2001, el primero informa a su presunto jefe de que está acompañado de Mohamed Belfatmi, Mohamed el Argelino. El fiscal imputa a Chebli haber preparado la reunión que mantuvieron en Tarragona el 16 de julio de 2001 Mohamed Atta, jefe operativo del comando que destruyó las Torres Gemelas, y los correos de Al Qaeda Ramzi Benalshibh y Mohamed Belfatmi, en la que posiblemente se fijó la fecha de los atentados. Chebli había admitido conocer a Belfatmi, pero no a Atta ni a Benalshibh, si bien no supo explicar por qué éste tenía su teléfono.

El comisario Gómez Menor se ofreció a aportar una serie de documentos, en concreto siete declaraciones de islamistas detenidos en Marruecos condenados por los atentados de Casablanca en mayo de 2003 -entre ellos Mustafá Maymouni, cuñado de Serhane el Tunecino, supuesto jefe de los suicidas de Leganés-, pero el tribunal no lo permitió.



Tres 'células' terroristas participaron en el 11-M, que fue financiado con droga

Acebes dice que El Tunecino tenía por encima "a un emir" que puede estar entre los suicidas

15-04-2004 - Jorge A. Rodríguez (EL PAíS)

El 11-M fue ejecutado por tres células distintas coordinadas entre sí, parte de cuyos integrantes se unificaron en un solo comando "local y autónomo" que perpetró directamente la matanza y que está "neutralizado". El ministro del Interior en funciones, Ángel Acebes, explicó ayer que el coordinador en España de la masacre fue Sarhane Ben Abdelmajid Fakhet, El Tunecino, quien habría tenido "un jefe ideológico por encima de él, un emir", entrenado en Afganistán, que podría ser uno de los tres suicidas de Leganés sin identificar. Los atentados, subrayó, fueron financiados con la venta de hachís y éxtasis.

Acebes ofreció ayer un balance sobre el estado de las investigaciones policiales del 11-M durante una rueda de prensa en la que se despidió como ministro del Interior. El aún responsable de la cartera explicó que los atentados del 11-M y la intentona contra el AVE del 2 de abril fueron cometidos "por tres grupos coordinados: uno ideológico, relacionado con la preparación; un segundo formado por los que se encargaron de la logística, la preparación de las bombas y su colocación, y un tercero "de delincuentes comunes dedicados al tráfico de drogas".

El coordinador de la matanza, indicó, fue El Tunecino, quien reclutó a los acólitos y participó en su adoctrinamiento en la yihad. Uno de los captados fue Jamal Zougam, dueño del locutorio Nuevo Siglo y el primer detenido por el 11-M. "En torno a él se aglutinó un grupo de marroquíes radicales que se reunían y se purificaban, de cara a prepararse para los atentados, bebiendo agua bendecida traída desde La Meca (Arabia Saudí)", dijo Acebes. Estas reuniones purificadoras se celebraron en las peluquerías Paparachi y Abdou en las semanas previas a la masacre, según fuentes policiales.

El ministro explicó que aunque El Tunecino fue el dinamizador y coordinador, "no se descarta que hubiera otro jefe por encima de él, un emir, e incluso que éste fuera uno de los fallecidos en Leganés". Tres de los siete suicidas están aún sin identificar. Se sospecha que dos de ellos pueden ser los hermanos Rachid y Mohamed Oulad y que el tercero es Said Berraj.

La audición de la cinta de vídeo con amenazas hallada en Leganés evidencia que quien lee el comunicado habla con acento marroquí culto, demostrando buenas dotes de oratoria y con afianzados y profundos conocimientos del islamismo, según fuentes policiales. Sobre El Tunecino tenían gran ascendente dos destacados miembros de Al Qaeda en Europa, Amer el Azizi y el egipcio Rabei Osman El Sayde Ahmed. El primero ha residido en España y el segundo estuvo junto a Serhane durante los tres meses previos al 11-M. El segundo podría ser otro de los suicidas sin identificar.

La financiación del atentado se llevó a cabo con la venta, incluso intercambio, "de hachís y éxtasis". De esta parte se encargó Jamal Ahmidan, El Chino y Mogli, quien residía ilegalmente en España y contaba (se suicidó) con numerosos antecedentes por narcotráfico, así como numerosos contactos en Ceuta y Marruecos. Uno de ellos, Abdelilah El Faoual El Akil, detenido en Ceuta. Hamid Ahmidan, hermano de Jamal y también en prisión, tenía en su casa cuando fue arrestado 20 kilos de hachís, cocaína y pastillas de éxtasis.

El Chino contó con la colaboración en este capítulo de los hermanos Rachid y Mohamed Oulad Akcha, calificados por las fuentes consultadas como de "meros camellos", quienes supuestamente vendían hachís al por menor en las localidades de Parla y Fuenlabrada y en los barrios madrileños de Aluche y Lavapiés. Unos 6.000 euros y 30 kilos de hachís, comprados en Marruecos al por mayor a unos 240 euros cada uno, fueron entregados al ex minero español José Emilio Suárez Trashorras, a cambio de la dinamita Goma 2 Eco utilizada para los ataques masivos. Es decir, que el atentado costó unos 13.200 euros.

El explosivo fue trasladado a Madrid, entre el 28 y 29 de febrero, en el maletero de un Volkswagen Golf escoltado por otro coche lanzadera. "Los cálculos de capacidad del maletero que se han efectuado, tomando en cuenta una pérdida de capacidad del 15%, es de 200 kilos de dinamita, lo que coincide con lo que ha explotado y lo que se ha recogido", aseguró Acebes. Pero el ministro quiso ser cauto: "No puede descartarse que haya más explosivo robado con anterioridad, como tampoco pueden descartarse nuevas acciones debido al fanatismo que han demostrado este tipo de personas".

Elementos de cada uno de estos tres grupos acabaron unificándose en un solo comando, que fue el encargado de cometer materialmente la masacre. Siete de ellos perecieron en el suicidio colectivo de Leganés. Esta célula final era "local y autónoma", pero tuvo "contactos con otras células u organizaciones radicales", dentro y fuera de España. Este es el motivo por el que las investigaciones sobre el 11-M se han extendido, por ahora, a Alemania, Bélgica, Reino Unido, Bulgaria, Túnez, Marruecos y Francia.

Los explosivos fueron colocados en los trenes por "entre 10 y 12 personas", entre los que se encuentran, según dijo Acebes, "Jamal Zougam, Jamal Ahmidan y El Tunecino". Las bombas las pusieron entrando y saliendo de los trenes en la estación de Alcalá de Henares (Madrid), poco antes de las siete de la mañana del 11 de marzo. El grupo central que perpetró la matanza y la intentona contra el AVE está "neutralizado", según Acebes, ya que sus integrantes están detenidos o muertos. La mayoría carecía de antecedentes por cuestiones relacionadas por terrorismo. "Pero un día se activaron y planificaron los atentados", sentenció el ministro, quien precisó que no hay datos que apunten a objetivos futuros del comando.

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