La consejera de Bienestar Social de la Generalitat valenciana acusa al PSOE de "rentabilizar los muertos" del 11-M

26-04-06 - elplural.com

La consejera de Bienestar Social de la Generalitat valenciana, Alicia de Miguel, acusó ayer en el pleno de las Cortes Valencianas a los socialistas de practicar la "carroñería política" y de "intentar rentabilizar a los muertos", algo que ya "les salió bien en el 11-M", dijo. Sus palabras provocaron una fuerte bronca en el parlamento y la vicepresidenta de la Cámara autonómica, Rosa María Barreiras, suspendió durante 20 minutos la sesión.

El portavoz adjunto del grupo socialista Andrés Perelló, recordó a la consellera que en el 11-M ocurrió un "desgraciado atentado en el que hubo 200 muertos" y pidió que la frase de De Miguel se retirase del diario de sesiones o que pidiera disculpas "porque nos sitúa en el lado de los asesinos". Acusó a la titular de Bienestar Social de "extralimitarse" y aseguró que su afirmación era "lo más grave, gordo y doloroso que se ha oído en esta Cámara en los últimos 20 años".

En este punto, el portavoz adjunto del PP Rafael Maluenda calificó de "desafortunada y criticable" la intervención de Nuria Espí por "acusar a la consellera de ser responsable de algo que fue la primera en lamentar" y demandó a la parlamentaria del PSPV que retirara la "acusación por ser injusta e impropia de una persona que se dice demócrata".

Espí había asegurado que si en la Generalitat hubiera un "gobierno decente", ella habría cesado o dimitdo como hizo la consellera de Medio Ambiente de Castilla-La Mancha Rosario Arévalo tras el incendio de Guadalajara que costó la vida a 11 personas.

Por su parte, Alicia de Miguel, que se negó a retirar sus palabras, calificó de "absolutamente absurdo" lo que estaba sucediendo en la Cámara. Según ella no dijo lo que Perelló "dice que he dicho, por lo que no puedo retirar nada", pero, agregó, "lo que sí ha dicho la diputada Nuria Espí es que yo era culpable" de lo ocurrido en San Lorenzo de Brindis.

Espí también replicó a la consellera y la acusó de "estar superando el límite de la tolerancia parlamentaria" y de "falta de ética política por llevar a la verbena política un debate que ha significado la vida de cinco personas".

La bronca entre unos y otros fue subiendo de tono lo que provocó la suspensión del pleno, primero durante 10 minutos ampliados después a 20.