18-01-06 - Rosa Villacastín (diarioDirecto)
Lo que nos faltaba. Si no teníamos suficiente con los durísimos enfrentamientos que mantienen el PP y el PSOE, a cuenta del Estatuto de Cataluña, de los matrimonios de homosexuales, etc, ahora empiezan a surgir voces de altos cargos del partido que preside Mariano Rajoy, acusando a José Luis Rodríguez Zapatero, poco menos que de ser el artífice de la matanza del 11-M, o el que conducía los trenes aquella terrible mañana en la que 192 personas perdieron la vida, y cientos de ellas quedaron estigmatizadas para siempre.
Una acusación tan brutal contra el presidente del Gobierno, no debería quedar impune por varias razones: La primera, porque están jugando con los sentimientos de quiénes perdieron a sus seres más queridos aquella mañana, de quiénes aún no han superado las secuelas físicas y psíquicas que les dejó aquel terrible atentado. La segunda, porque creo que con estas insidias han traspasado la barrera de lo permitido en política, ya que están poniendo en duda la legitimidad de las urnas. Un proceso, que si bien es cierto que se llevó a cabo en medio de la consternación y el dolor general por lo que había ocurrido días antes, también lo es, que a nadie le pusieron un puñal en el pecho para que votara PSOE en vez de PP.
Seguí los comicios a pie de calle, a través de Internet, hablando con gente de aquí y de allá, y pude comprobar que la gente votó mayoritariamente lo que quiso votar. Comparar las elecciones del 11-M con el golpe de Tejero, inhabilita al líder canario del PP, José Manuel Soria, como político y como demócrata. ¿Y qué decir de ese otro personajillo Francisco Cacharro Pardo, senador del PP por Lugo, que no se ha bajado del coche oficial desde que le salieron los dientes?. Él sí podría explicar a sus correligionarios cómo se ganan elecciones, cómo se convence a la gente para que le vote a él y no a otras formaciones políticas. Una joya que no entiendo como no ha jubilado Rajoy, si verdaderamente quiere dar una imagen nueva a la política gallega.
No es la primera vez que los lideres del PP ponen en duda el resultado de unas elecciones. Ya lo hicieron en el 93, cuando Javier Arenas y Alberto Ruiz Gallardón salieron ante los medios para decir que no les convencían los datos que estaban proporcionando desde el Ministerio del Interior. Horas después tuvieron que tragarse sus propias palabras y dar por bueno el resultado de las urnas. Aquella metedura de pata, que los protagonistas recuerdan con verdadero horror, debería de haberles servido para no hacer acusaciones que no puedan probar. Y si de verdad Rajoy no está detrás de quiénes las han hecho, les tiene que cesar inmediatamente. Ya sabe, que el que con fuego juega, se quema.
18/1/06
El ventilador de Rajoy
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1 comentario:
¿Que Rajoy cese a alguien por poner en cuestión la legitimidad de las elecciones del 14-M? Vas listo. En lugar de eso, le preguntaron directamente si legitimaban las elecciones del 14-M o si iban a tomer medidas para impugnarlas, y Rajoy respondió que manzanas traigo.
Lo nunca visto: varios cargos públicos del PP ponen en cuestión, públicamente, la legitimidad de unas elecciones democráticas; al líder del Partido le pregunta, directamente, ante las cámaras, para zanjar la cuestión, si está de acuerdo con esas declaraciones o no, ¡y el menda se descuelga hablando de la asamblea de Batasuna! ¿No dicen que el que calla otorga?
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